Librería
Español
Capítulos
Ajuste

Capítulo 2

Escucho a mi padre gritar mi nombre, pero ahora mismo solo quiero desaparecer, esconderme del mundo, borrar esta conversación, pero sobre todo cambiar de familia.

Llevo dos horas encerrada en mi habitación. Y, sinceramente, no me mudaré de aquí hasta que mi padre cambie de opinión sobre esta loca boda.

Mientras tanto lloro.

No tengo otra manera de expresar el dolor que siento por dentro, en mi pecho, en mi corazón. Me oprime tanto que me aplasta. Y mientras se tratara de mi educación o mi vida social, podía tolerar sus reglas. Pero aceptar un matrimonio arreglado es otra cosa completamente diferente, otro nivel.

Pero entonces, ¿qué quiso decir con la frase "¿De verdad crees que hay amor detrás de un matrimonio?"

¡Por supuesto que lo creo!

¿Qué debería haber de otra manera?

Esto me lleva a deducir que incluso casarse con mamá fue una cuestión de negocios, y no de puro amor. Y, sinceramente, cuanto mayor me hago, más descubro cosas sobre esta familia que me revuelven el estómago. Y tal vez sea precisamente por eso que leo esos libritos, como él los define, para vivir experiencias decididamente más bellas y cómodas que las mías.

Dirijo mi mirada a mi estantería y me detengo en una fotografía pegada a la madera.

¡Maldita sea, Daniel!

¿Cómo no podría pensar en eso… cómo podría olvidarme de él?

Esto demuestra lo asustada, por no decir aterrorizada, que estoy.

Ya tengo novio y se llama Daniel, es el chico con el que quiero estar y tal vez casarme en el futuro.

Es a él a quien amo, no a Percy. Y si lo pienso, me gustaría bajar y abofetear a mi padre.

¿Sabes qué clase de persona es Percy? Evidentemente no, de lo contrario no pondría la vida de su hija -y sólo una- en manos de un depravado, un asesino, un monstruo.

Y no estoy exagerando. Percy es simplemente el antihéroe por excelencia. Sólo pensar en ello hace que la bilis suba por mi esófago. Y luego su familia, como la mía, es parte de una asociación criminal.

Ambos somos hijos de hombres sin escrúpulos ni dignidad. Y por eso siempre he buscado chicos 'buenos', que estuvieran a años luz de este mundo. Y finalmente lo encontré... Daniel es un simple camarero en una cafetería del centro, y no hay nada que me fascine más que la humildad del trabajo. Cualidades que mis padres nunca pudieron entender, quienes en cambio explotan a los demás y luego se regocijan a sus espaldas. Y sé que también disfruté ese dinero, pero no pude evitarlo. No podía rebelarme, era sólo una niña. Pero ahora que soy mayor quiero una vida diferente a ésta, una vida mejor, al menos una vida digna.

TOC Toc...

Alguien llama a mi puerta, pero ahora mismo no quiero ver ni oír a nadie. Quiero estar solo, conmigo mismo. Espero que al menos esto me sea concedido.

-Milla, cariño, soy mamá.- dice cariñosamente detrás de la puerta, pero esta vez yo también estoy enfadada con ella.

Me dolió. Me ocultó una noticia muy relevante para mi vida. ¿Cómo no se da cuenta?

En un impulso me levanto de la cama para preguntarle directamente.

Giro la llave en la cerradura y abro la puerta. La encuentro en la puerta con ojos apenados y mortificados.

"Cariño, yo..."

Levanto una mano en el aire, deteniendo sus palabras. Necesito hablar primero.

"Lo sabías, ¿no?", dije con voz áspera de dolor, sintiendo mis iris inundarse de lágrimas. Porque si no le muestro mis sentimientos a papá, no ocurre lo mismo con ella.

Soy apegado a mi madre, cariñoso... y no esperaba tal traición.

-Sí, lo sabía.- susurra bajando la cabeza.

-¿Por qué? ¿Por qué no me lo dices? ¿Por qué hacerme descubrirlo así? ¡¿Por qué?!- casi grito, volviendo a mi cama. Me cubro la cara con las manos. Estoy fuera de mí.

-Milla, cálmate y trata de pensar con claridad.- dice mientras entra a la habitación y cierra la puerta detrás de él, para mantener los oídos de papá alejados de esta conversación.

Luego toma mis manos con cariño, en señal de paz, pero me alejo bruscamente.

-¡No me digas cómo comportarme!- Respondo con fuego en el pecho.

-¿Cómo no vas a oponerte a mamá? ¡¿Como?! ¿Crees que Percy me hará feliz? ¿Es el hombre adecuado para mí? ¡¿Eso es lo que piensas?!- Descargo sintiendo mis meninges palpitar con fuerza, mientras el llanto sigue desgastandome.

Frunce el ceño como si estuvieras hablando árabe.

-¿Me estás diciendo que no sientes ningún interés por Percy?- me pregunta con consternación en su voz.

¡¿Eso?! Está bromeando, espero.

¿Por qué me gustaría alguien como él?

-¡Por supuesto que no!- Respondo enseguida, sin siquiera entender de dónde vienen estas dudas.

-En cambio, sois una linda pareja.- añade la carga de once, dejándome literalmente sin palabras.

-¿Es por eso que estás aquí? ¡¿Para decirme que Percy y yo estamos bien juntos?!- prácticamente estoy gritando, como nunca antes lo había hecho. Y todo esto no es real, no puede ser real, es sólo una pesadilla.

-Sin embargo, cuando erais pequeños siempre jugabais juntos.- murmura intentando encontrar algunos puntos a favor de Percy.

-Yo era una niña, y luego me obligaste a jugar con los Stuart, que es diferente.- Me opongo con todo mi ser.

Y si quiere convencerme, tiene que presentar argumentos más plausibles, de lo contrario su idea se desmoronará. Y me parece extraño que haya sido ella quien me haya enseñado este concepto.

La veo caminar hacia mi cama y luego sentarse en ella. Se lleva la mano al costado para invitarme a sentarme también. Pero no me muevo de donde estoy.

Respira hondo y luego empieza a hablar de nuevo.

-Es cierto… te obligamos a jugar con ellos, pero también es cierto que no solo estaba Percy, sino también Wesley, Skyler y Claire… y si mi memoria no me falla, fuiste tú quien eligió jugar. con él.-

Descarga la aplicación ahora para recibir recompensas
Escanea el código QR para descargar la aplicación Hinovel.