Historias
Licencia para la pasión
- ¿Para qué lo necesitas? - preguntó el hombre a mi torturador, y me estremecí. Le reconocí, aunque no le conocía. Incluso en la semioscuridad de la habitación, su dura mirada me atravesó. - Pagará las deudas de su marido -sonrió el líder de la banda, y el desconocido borró la media sonrisa arrogante con los ojos. - ¿Desde cuándo te dedicas a cobrar deudas? - El tono gélido me produjo un escalofrío. - ¿No puedes competir conmigo? - Timur, tú... -siseó mi torturador, pero el desconocido lo interrumpió bruscamente-: - Me la llevo. Como si lo hubiera cortado. Sólo que ahora su primera pregunta se arremolinaba en mi mente: "¿Por qué me quieres?"
Un contrato sobre los sentimientos
En mi decimoctavo cumpleaños, me convertí en un "regalo" para un monstruo santurrón. Me lo robó todo: mis sueños, mis planes de futuro, mi fe en mí misma. Arruinó mi vida brutalmente. Le desprecio. Le odio con toda mi alma... Huyó en cuanto decidí hacerla mía. Desapareció. Desapareció como una visión. La busqué durante mucho tiempo, y luego la soporté. Simplemente la olvidé. Hasta que el destino me sorprendió...
Un préstamo por amor
Libertad total: no hace mucho sólo podía soñar con eso. Y aquí está: el mar, la playa y unas vacaciones largamente esperadas... ¿No es un paraíso? Pero mis vacaciones se estropearon por culpa de un chico descarado y guapo. Desde el primer momento en que lo vi, ¡me volvió loca! Incluso me puso un apodo estúpido. Y entonces... me salvó, me encantó y desapareció sin siquiera despedirse. Pero a veces el destino nos da una segunda oportunidad. ¿No podemos desaprovecharla?