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4

bia

Me echa de su cuarto como si fuera un saco de papas me enojo, quien se cree que es? Mi cuerpo aún se está formando, seguro que me estoy sonrojando, ¿qué fue eso? Su beso es muy bueno. No puedo pensar en eso o querré volver allí, bajo y busco a mi madre.

“¡Tu amiga Sumy está en la puerta! - Salgo a ver que quiere.

— ¡Amigaaaaa! ¿Dónde está el gato de tu hermano? No podía creer cuando las chicas del gimnasio le mostraron su Instagram, ¿cómo escondes el juego así? - En ese momento surge una rabia dentro de mí, Sumy es mi amiga pero en ese momento tengo ganas de estrangularla.

— ¿Ay, Lucas? Es un dolor en el culo, no pensé que fuera relevante. - Respondí.

"¿Me estás llamando para dormir aquí esta noche?" ¿Nunca te pedí nada amigo? - suplica.

'Él tiene una novia, Sumy, ¡solo habla de ella y todo!'

"Ella debe dormir por aquí, ¿verdad?" - Me quedo en silencio, dejo pasar el detalle de que la chica en realidad estaba a kilómetros de distancia.

— De todos modos, el viernes hay fiesta de Cida, dijo que está muy invitado — Confirmo nuestra presencia con ella y parece satisfecha.

Es como si le fuera a decir algo, las chicas del curso preparatorio definitivamente caerán sobre él como abejas en la miel, en este momento nos pasa en la puerta, se va a la universidad.

- ¡Oye! ¡Todo bien! - saluda a todos amables.

— Le decía a Bia aquí que estás invitada a la fiesta del viernes. - Le dice todo sonrisas para él.- ¡Está bien! ¡Gracias! - Abre esa maravillosa sonrisa y se va despreocupado, Sumy está babeando, estoy muy enojada.

Al rato Sumy se despide y se va, yo vuelvo a entrar a la casa, mamá ya está lavando los platos y papá los está secando y guardando.

¿No vas a cenar? - pregunta.

- ¡No tengo hambre! - Respuesta.

— Al igual que Lucas, ¿qué tienen estos jóvenes en la cabeza? - pregunta mi padre retóricamente.

¡Están a dieta y todo eso! - comenta mi madre.

Subo a mi habitación y los dejo con esa interesante conversación sobre nutrición juvenil, Lucas no quería comer, ¿estaba sintiendo esas mariposas en el estómago como yo? Lo encuentro un poco difícil, debe estar maldiciéndome en este momento por traerle un brigadeiro, solo estaba tratando de ser amable.

Ahhh que dolor termino mis actividades escolares, de repente me volví una alumna súper entregada porque trato de ocupar mi cabeza sino me vuelvo loca, me baño, aun así tengo un calor terrible, así que le visto a mi mascota baby dool, es el que tiene menos ropa y se va a dormir.

Me despierto en medio de la noche sudoroso, estaba soñando con el beso que me dio antes, ¡mierda! Me levanto y bajo a la cocina, mi garganta está seca, estoy descalza para no hacer mucho ruido, la cocina está oscura pero puedo ver su silueta perfecta apoyada en el mostrador, él no se da cuenta yo, él está hablando en voz baja por teléfono.- ¡Sí! ¡Sí, yo también! Todos han dormido, soñaré contigo, sí, solo te quiero a ti, Sara, no, no hay otra chica. - Lucas habla por teléfono.

Siento como si me hubieran dado un puñetazo en el estómago, estas palabras me duelen tanto, no puedo contenerme y las lágrimas ruedan por mi rostro, él parece sentir mi presencia y se da la vuelta, me mira a los ojos y se da cuenta de que yo Estoy llorando, parece asustado, no quiero que me veas así nunca más, corro a mi cuarto y me tiro en la cama hundo mi cara en la almohada y ahogo mis sollozos, me duele más de lo que puedo imagínate, escucho un ruido, alguien entra a mi habitación y cierra la puerta, es lucas, se acuesta a mi lado y me abraza fuerte.

"¡Bia, no seas así!" - pregunta, pero seguí llorando.

Apoyó mi cabeza en su pecho, comenzó a acariciar mi cabello y besarme del cuello a la oreja, estoy sin fuerzas, todavía estoy llorando.

"¡Oye, Bia, no hagas eso!" ¡No soporto verte así Bia!

Me acurruca encima de él, pone su brazo detrás de mi espalda y me tira a su regazo, me abraza como si fuera un bebé. Ya estoy empezando a respirar mejor, pero las lágrimas todavía corren por mi rostro, quería hablar algo, pero no puedo.

— Bia me maldice, se burla de mí, me pega, puede hacer cualquier cosa, pero no seas así, me está matando. - suplica pero aun así no reacciono.Empieza a dar ligeros besos en mi cara, en mis ojos, ¿qué? Podría patearlo, enviarlo lejos, pero no puedo hacer eso, porque lo quiero aquí conmigo, él abrazándome y acariciándome así me derrite, quiero a este chico, lo quiero tanto.

Él sigue dándome estos lindos besitos, baja y noto que cuando se acerca a mi boca duda, me inclino y pongo mis labios sobre los suyos, paso mi lengua sobre ellos, noto que su respiración empieza a jadeo, lo siento duro en el trasero también, él pone su mano encima y yo aprieto, se muerde el labio pero empuja mi mano.

- ¿Por qué me dejaste? - Pregunto.

"¡No puedo aprovecharme de ti!" - responde.

- ¿Tu no quieres? - Me mira con deseo, pero vacilante, parece estar pensativo.

"¡Ni siquiera estás pensando con claridad en el estado en el que te encuentras!"

"¡Dijiste hace un momento que podías hacer lo que yo quisiera!" - le recordé.

Me levanto y me siento encima de él con las piernas separadas y empiezo a frotarme, me entierro en su cuello e inhalo ese buen olor, empiezo a chupar, lo sostiene junto a mis caderas y aprieta fuerte, obligándome a deja de rodar..

"¡Bia no hace eso!" ¡No es cierto! - está prácticamente rogando.

"Si no está bien, ¿por qué palpitas así debajo de mí?" —pregunto y él abre mucho los ojos.

— ¿Lo estás sintiendo?

- ¡Mucho! ¡Yo también soy así! Digo y él toma una respiración profunda y se muerde el labio.- ¿Es esta? - comienza a tartamudear ya debilitarse las manos, como si estuviera perdiendo la fuerza.

Empiezo a rodar de nuevo, frotándome contra él con fuerza y con mucha voluntad, su respiración ahora es irregular, siento su polla latiendo debajo de mí, es obvio que está peleando, pero voy a ganar esta batalla.

- ¿Tu no quieres? Respira hondo y cierra los ojos como si se lo admitiera a sí mismo.

- ¡Córrete! ¡Yo quiero! ¡Te quiero mucho!

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