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Vendida al CEO (+18)

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Angelics Torres
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Sinopsis

Durante la pandemia, ella había gastado todos sus ahorros en mantenerlo, pero apenas se acabaron, la echo de su hogar, sin dinero y sin un techo en la cabeza, sin mas opción ¿A que punto llegara 1 chica para poder obtener lo necesario para vivir?

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En el fondo

PDV Anna

Caminaba por la calle, ya era la tarde, y no sabía ni a donde ir, las personas caminaban a mi alrededor, me había quedado parada en medio de la acera pensando.

Algunas personas me llamaron la atención por eso, pero no les preste atención, estaba muy ocupada en mi mente como para hacerles caso.

El día no había empezado bien, había tenido problemas estos últimos 2 años con la pandemia que había iniciado, el novio con el que vivía había perdido su empleo y habíamos estado viviendo estos últimos 2 años a base de mis ahorros que había acumulado hasta entonces.

Era la opción que tuvimos en el momento, y entonces vi como el dinero ahorrado iba consumiéndose a medida que el confinamiento continuaba.

Cuando por fin nos dejaron salir a la calle, me topé con la sorpresa de que él no quería salir todavía a ver si conseguía un trabajo estable para poder ayudar de nuevo, sino que en su lugar quería dedicarse a los proyectos que tenía en mente y que había estado realizando en el confinamiento.

Le apoye, pensando que al final daría frutos, pero vaya sorpresa me tope cuando después de que mis ahorros terminaran por agotarse, él decidió simplemente engañarme con otra mujer y traerla al departamento donde habíamos estado viviendo juntos.

Que tonta me sentí en ese momento.

Llegue de hacer las compras y lo encontré con otra chica allí metida en el departamento, discutimos, llegue a golpearlo, y después de hecho me hecho de su departamento.

Nunca debí haberme mudado allí.

Ahora, me había gastado todos mis ahorros para mantener a 1 tipo que me engaño, y estoy sin techo y sin dinero… ¿Qué iba a hacer ahora?

Mi Ex ni siquiera me había dejado tomar las cosas que tenía en su departamento, y solo tenía lo que llevaba en el bolso y algunas cosas que pude llegar a tomar antes de irme después de que me hecho.

¿A dónde podía ir?

Mis papas no vivian en la ciudad, no se qué pensé al mudarme con él a este sitio donde no estaban…

Lo pensé brevemente, y recordé que tenía 1 amiga que por suerte vivía sola en 1 casa de alquiler no tan lejos de aquí, ella tenía el suficiente espacio y estaba sola, por lo que no habría problemas con recibirme un par de días y no molestaría a nadie.

Ya después pensaría que haría con mis deudas tras perder mis ahorros en mantener a mi Ex en el confinamiento.

No tenía casi nada de dinero, y más ahora, decidí ahorrar lo poco que tenía y me tuve que ir caminando hasta allá, por suerte para mí, ella acepto recibirme en su casa sin darme largas.

Tuve suerte con tenerla a ella.

―Si viene mi casero, le dices que solo eres una amiga que está de visita y no trata de quedarse… en mi contrato de alquiler le dije que solo sería yo, no quiero que me cobre más ―me dijo poco después de dejarme entrar.

Se llamaba Dalia, y nos conocíamos desde antes de la pandemia.

―No te preocupes, si èl viene, dire cualquier cosa, por suerte no tengo maletas conmigo ―le dije mientras tocaba mi bolso.

Eso por ahora era lo único que tenía conmigo, casi todo lo demás se quedó en el departamento de mi ex.

― ¿No pudiste traer nada más? ―me pregunto Dalia.

―No, no tuve mucho tiempo para eso ―le conté a Dalia.

Esta última me miro de cierta forma particular.

―Anna, ¿Puedes decirme que paso? Tu llamada me agarro de sorpresa… ¿Qué fue lo que pasó entre tú y Alex? ―me pregunto Dalia.

Suspire un poco, luego le conté a Dalia como fue que lo encontré con otra mujer tras regresar de hacer unas compras, y como término por echarme después de golpearlo.

A Dalia no le cayó nada bien la noticia y se enojó bastante, hasta me dijo que iba a hablar con Alex y hacerle pagar por echarme así nada más y dejarme la deriva.

―No, no vayas por ahora, no lograras nada ―le dije a ella.

―Pero Anna, ¿En serio vas a dejarlo así nada más? Ósea, te engaño, y te dejo sin techo a pesar de que lo mantuviste por 2 años, ¿Vas a dejarlo así nada más? Y de paso tiene tus cosas ―me dijo Dalia.

―Claro que no, pero por ahora estoy cansada y no quisiera más discusiones… y tengo mucho que pensar sobre que hare por ahora.

―Está bien, pero recuerda que tenemos que cobrarnos esta… y por cierto Anna, ¿Qué fue lo que paso? Creí que ustedes 2 estaban… “bien” o más o menos “bien” ―me dijo Dalia.

―No lo sé, quizás fue mi culpa.

― ¿Cómo que tú culpa? ―me pregunto enojada.

―Bueno, nunca llegamos a tener sexo como èl siempre quiso.

― ¿Cómo que nunca? Pero… si vivieron juntos más de 2 años Anna.

―Sí, lo sé, pero le dije que quería que esperáramos a algo mucho más serio y el tiempo se fue volando… nunca llegamos a hacer nada más aparte de besarnos Dalia… quizás fue por eso que termino por buscarse a otra con quien acostarse en nuestra cama ―le dije.

― ¡No! Ya no pienses así, sácate eso de la cabeza, solo porque no tuviste sexo con él, no es excusa para engañarte, así que sácate eso de la cabeza, la culpa es de él por no saber aguantarse Anna ―me dijo ella.

―Pensaba que la razón podría haber sido algo más serio, ¿Pero solo por eso? No vale la pena…por cierto, ahora que lo pienso… si tú y él nunca llegaron a tener sexo… ¿Eso quiere decir que sigues siendo virgen Anna? ―me pregunto Dalia.

―Pues… si ―le dije con pena.

23 años y aun virgen… no sé, pero me daba pena admitirlo, ninguna de mis conocidas aun lo era, solo yo, me daba algo de pena admitirlo frente a ellas.

Dalia al escuchar eso último, me mostro cierta cara, pensaba que se estaba burlando de mí en su cabeza, pero antes de poder enojarme con ella, vi como sus ojos se le iluminaban.

Parecía haber pensado en algo… lo más seguro es que fuera malo para mí.