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El día del viaje el Sr. Ignacio me pasaría trayendo, me dijo que iríamos volando porque el viaje es largo, llegamos al aeropuerto y lo que nos esperaba era un helicóptero.
—¡Wow! No sabía que les fuera tan bien en el restaurante.
—Ni yo, pero no creo que sea del restaurante.
Subimos al helicóptero y el viaje fue impresionante, llegamos en unas horas un poco largo pero la vista fue bella, al entrar en la ciudad el piloto nos hizo un recorrido.
—Nos dirigiremos a Santos's Hotel y Resort pero antes tengo instrucciones de darles un recorrido por la ciudad.
—¡En serio! ¡Genial!— dijo Dylan.
—Este es un complejo habitacional de 7,000 casas de carácter social impulsadas por la Fundación Santos e Inversiones Santos.
—Si que tiene bastante dinero el propietario de Inversiones Santos—dije sin pensarlo.
—El dinero no hace la felicidad y por eso prefiere apoyar lo programas sociales.
—Por su izquierda tenemos un área exclusiva con 90 chalets de lujos, este fue impulsado solamente por Inversiones Santos como unos de sus primeros proyectos, se dice que de las ganancias fue que se impulsó el complejo habitacional.
—¡Papá! ¡Papá! Cómprate una casa ahí, mira tienen piscina.
—Ya veremos hijo.
—De frente tenemos las instalaciones de Inversiones Santos y desde aquí podemos observar la oficina presidencial.
Al parecer la presidenta se dio cuenta de nuestra presencia porque nos saludó desde la ventana y todos les devolvimos el saludó.
El recorrido continúo.
—Aquí abajo está uno de los mejores restaurantes de la ciudad.
—Isabel es propietario de ese restaurante— dijo el Sr. Ignacio.
—En serio, pensé solo tenía la cadena de restaurante— respondí
—No, su restaurante insignia es este y una segunda sucursal que está en el hotel al que vamos.
—A su derecha tiene las instalaciones de la Fundación Santos, sus dos edificios conectados por un puente y ahora nos dirigimos al hotel.
Ver ese hotel es una maravilla, por algo es uno de los más reconocidos, aterrizamos en el edificio sur, ya nos estaban esperando Isabel con otra señorita.
—Hola Javier gustó en verte— Dijo Isabel.
—Mucho gusto en recibirlo en nuestro hotel Sr. Javier está usted en su casa— Dijo está otra persona, pienso que ha de ser alguna trabajadora del hotel
Me llamo la curiosidad que lo hayan llamado Javier y lo quedé viendo, al llegar al ascensor me gano la curiosidad.
—¿Javier?— le pregunté.
—Es mi primer nombre y lo deje de ocupar hace mucho tiempo pero Isabel solo así me llama— me respondió.
Llegamos a las habitaciones y compartíamos habitación, imaginé que no rentaran uno solo para mí, nos pusieron un brazalete y al entrar era una suite con dos habitaciones.
—Valentina siéntete libre de disfrutar junto a Dylan, no te preocupes por dinero ya que estos brazaletes es tu ID solo lo pones y ya se factura, por los gastos lo cubre ella— dijo el Sr. Ignacio
—Mi niña tu solo disfruta y si necesitas ayuda con Dylan me dices y yo lo cuido - añadió Isabel.
—En todo caso tenemos un área infantil para que los adultos puedan disfrutar - dijo la señora que los acompañaba
—Javier nos vamos— expreso Isabel un tanto inquieta
—Valentina ya regreso, está mujer no me deja descansar estoy viniendo y ya me quiere poner a trabajar— me indicó el Sr. Ignacio
—Sr Ignacio no quiero ser inoportuna pero recuerde lo que me prometió de hacer la cita con la fundación— le recordé
—Javier cuando piensas decirle— dijo Isabel
—Ya la cita está hecha para esta tarde a las 7— respondió él.
En ese momento lo vi algo nervioso e Isabel lo quedó viendo sorprendida, realmente no entendía lo que pasaba y los tres se retiraron.
—Dime Dylan ¿Que te gustaría hacer?
—Quiero ir al restaurante de la tía, aunque no es el original pero dice ella que tienen la misma calidad.
—Pero ¿No será muy costoso?.
—Recuerda lo que dijeron, que no nos preocupemos por los costos.
—Tienes razón.
Bajamos a recepción y pregunte dónde quedaba el restaurante y me dieron las instrucciones.
Cuando nos dirigíamos al restaurante vi que el Sr. Ignacio y compañía, entraron a un salón, pero se les miraba muy contentos, llegamos al restaurante donde nos piden que registremos nuestro brazalete.
—Sr. Valentina es un placer tenerla.
—Escanea el mío por favor.
El de recepción no se opuso y escaneo el brazalete de Dylan, cuando vio la información cambio su rostro.
—Joven Dylan es un gusto su visita, síganme por favor los llevaré a un salón VIP.
—No es necesario, con cualquier mesa nos conformamos— dije, pensando que estar en el área VIP seria más costoso.
—Insisto por favor, tengo instrucciones de la gerencia de brindarles una mesa VIP.
No sabía que el Sr. Ignacio fuera tan importante, nos llevó a una habitación donde se encontraba una mesa para cuatro.
—Buenas noches, yo seré su camarero personal,.
—¿Personal?
—Así es, en el tiempo que estén aquí no atenderé a otro cliente más que a ustedes.
—Entiendo.
Le pregunté al camarero que nos podía recomendar y nos dio su opinión, como se escuchaba rico ambos lo pedimos, me ofreció algún licor pero no tomó.
Cuando nos llevaron la comida se miraba muy apetecible y estaba muy rico, salimos a caminar hasta llegar al lago donde pudimos ver los juegos acuáticos, préstamos una lancha para los dos y anduvimos recorriendo varios puntos del lago, fue muy divertido.
Cuando íbamos de regreso a la habitación Isabel nos estaba esperando en la entrada.
—¿Se han divertido?— pregunta ella.
—Si nos hemos divertido mucho y eso que aún no hemos ido al tobogán ni las piscinas— respondió Dylan.
—Ademas fuimos a comer a su restaurante y la comida que sirven es muy deliciosa, solo espero que con la cuenta no hay problema.
—Mira de lo que te preocupas, más bien deberías de buscar como cambiarte, recuerda que a las 7 tienes que estar en la fundación, yo me.llevare a Dylan ya que Javier está ocupado.
—No había visto la hora, gracias por recordarme.
—Ponte bonita, recuerda que vas recomendada por mí.
Ellos se retira y yo entre a la habitación