Capítulo 2: Feliz cumpleaños
Hoy sus amigos lo invitaron a salir de fiesta, Kim quería ordenar su casa tras tener muchas cajas en su nuevo departamento, no obstante, tras la insistencia de sus amigos decidió salir e incluso se sentía de ánimos para buscar a alguien con quien tener sexo, últimamente salía sólo para tener sexo, quizás se debía al hecho de querer sentir el calor de otra persona llenándolo por dentro, o puede que quizás estaba buscando a una persona que le hiciera cambiar de opinión con respecto a la vida, claro que, hasta ahora no recibía ese calor cuando se la estaba metiendo a los chicos que le llamaban la atención.
Kim no tiene problema en tomar el rol de pasivo o activo, si el chico le atrae no tiene problemas en proponerle cosas indecentes, sabe que será cosa de una noche, incluso es consiente de que se olvidará de aquel chico al día siguiente.
Por otra parte, regresando a su cumpleaños, la fiesta iba bien, sus amigos lo abrazaban, le decían lo mucho que lo querían mientras que Kim se sentía un poco desconfiado, creía que tarde o temprano sus amigos lo abandonarían como todos lo hacían, siempre que conocía a alguien que llegaba a ganarse su cariño desconfiaba, temía que lo abandonaran, si sus padres lo habían hecho ¿Por qué no habría de hacerlo un desconocido? Eso se preguntaba cada vez que conocía a alguien que le agradaba.
–¡Feliz cumpleaños, Kim! –gritaron al unísono sus amigos saltando medio borrachos con Kim en medio de ellos.
Kim sonrió viendo un par de segundos en dirección a la barra donde un pelinegro lo observaba de forma casi fija, este puso su mirada en él de forma más centrada logrando sentir un extraño escalofríos que envió todo su cuerpo, aquel chico era atractivo, sus ojos grises lo observaban a medida que sus carnosos labios se mantenían en la copa con aquel licor trasparente que bebía, aquel chico le llamó la atención, era su tipo así que trató de acercarse sin conseguirlo tras sus amigos impedirle que se fuera
En el trascurso de las horas, ellos se seguían observando, sus ojos se buscaban de forma casi instantánea así que Kim sabía que quería como regalo en esa noche, lo quería a él, quería tener sexo con aquel chico de cabello negro y brazos fuertes.