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Con todo lo de su padre Bárbara se había olvidado completamente de Johnny Falcone, pero cuando estaba revisando papeles con Betty su asistente vió la ficha de este y de repente este pequeño dato de información que estaba oculto en su cabeza quizás reprimido de alguna manera volvió a ella haciendo estremecerla.
Su ex cuñado, Johnny Falcone, fue el único hombre en su vida que le había sacado un par de besos y también de orgasmos. Cómo olvidarlo...imposible borrar de su mente esa sonrisa sardónica que tenía y esa necesidad de provocarla de manera permanente ¿ qué pasaría cuando se encontraran nuevamente?, seguramente los sabría en breve. Pues estaban a apunto de presentarle el equipo.
Ronnie , el joven entrenador de los Cowboys de Dallas le había dicho al equipo en el vestuario que se alistaran porque iban a conocer a la nueva dueña, la hija de Don Bronson, Bárbara Bronson. Aunque claro Johnny conocía muy bien a esa mujer... íntimamente incluso, aunque no tan bien como a él le hubiese gustado.
Bárbara se miró en el espejo del baño. Tenía un traje de falda y blazer en color blanco con unos tacos haciendo juego, el cabello más o menos del color del traje increíblemente rubio llegando a un tono de blanco que la hacía parecer casi albina y sus ojos grises completaban el atuendo, con un maquillaje muy natural y el cabello apenas ondeado y suelto. Inspiró aire para darse valor para lo que debería confrontar en los próximos momentos y volvió una vez más a maldecir a su padre por hacerla pasar por eso.
Quizá para cualquier otra mujer entrar en un vestuario lleno de hombres musculosos, atractivos jugadores de football americano y millonarios, podría ser un sueño hecho realidad... pero esos no eran de la clase de sueños que tenía Bárbara.
Ella en cambio soñaba con otras cosas, incluso le gustaban los hombres refinados y atractivos en un estilo más formal y que no fueran bruscos como estos. Que trabajaran en empresas en cargos altos, que tuviesen objetivos e ideas de vida parecidas a las de ella... pero incluso con estos hombres le costaba muchísimo relacionarse. Pues por alguna situación que ella no podía llegar a entender no buscaban mujeres como Bárbara. Lo que ella no podía saber es que ese tipo de hombres buscaban mujeres con una clase de pasión a la qué Bárbara parecía ser ajena o por lo menos no demostrar...descontando ese par de veces en los brazos de Johnny Falcone. Recuerdos que ella hacía todo lo posible para mantener en el olvido.
Bárbara salió finalmente del baño y se dirigió hacia el ascensor que la llevaría al piso inferior dónde se encontraba el vestuario.
Betty le había ofrecido acompañarla pero ella sentía que necesitaba hacer eso por su cuenta. Así que se dirigió hacia el vestuario, ya sabía dónde era porque había memorizado el mapa del lugar y aparte le había pedido las instrucciones también a Betty para poder llegar.
Por supuesto tocó la puerta ya que no quería entrar y presenciar alguna situación indecorosa, como algún hombre que estuviese a medio vestir, lo que menos tenía ganas de ver era hombres como esos machos musculosos y repletos de testosterona sin ropa. Así que esperaba que para el momento de su llegada todos estuvieran vestidos. Pues ya estaban avisados de que ella los iba a conocer.
Cuándo ingresó la recibió un hombre joven y atractivo de cabello oscuro y ojos castaños que se presentó con Ronnie, el famoso y joven coach del equipo aunque ella ya lo sabía. Y lo conocía porque ese era el hombre ya había ganado un Super Bowl con los Cowboys, a pesar de ser uno de los entrenadores más jóvenes de la NFL. Ronnie era un hombre atractivo, un ex jugador de los Cowboys que se había roto la pierna y luego había terminado entrenando de alguna manera al equipo. Ella no conocía en profundidad la historia del jugador devenido en coach pues como no le interesaba ni le gustaba el fútbol americano no estaba al tanto de la vida y obra de cada uno de los jugadores ni mucho menos de los coach... pero supuso que debería empezar a empaparse del tema ya que al menos por 2 años estaría clavada en ese lugar.
— Mucho gusto entrenador, soy Bárbara Bronson— le dijo dándole la mano y a su vez saludando a los ayudantes de este que eran dos hombres un poco más mayores entre unos 50 y 60 años supuso y que por boca de Betty sabía que esté los había heredado del coach anterior, qué a su vez había sido coach del propio Ronnie cuando éste jugaba con los Cowboys de Dallas, según le había dicho Betty también. Y cuando el coach anterior se estuvo por retirar y luego del problema que sufrió Ronnie y que se empezara a dedicar a entrenar un equipo de un pueblo (que era de dónde él venía) el coach lo buscó pues tenía interés en que éste lo sucediera ya que Ronnie era muy bueno armando las jugadas y siempre lo había ayudado a hacer los esquemas deportivos de juego. Incluso el libro de jugadas último antes de que él se rompiera la pierna y que habían usado en el último partido había sido en parte confeccionado con el aporte de éste mismo... de ahí que su ex entrenador viera el talento en bruto que podría tener Ronnie como su sucesor.
— Bien y estos son nuestros muchachos — le dijo el atractivo Ronnie, una mezcla de Tom Cruise con Christian Bale con el carisma de Jerry Maguire. Ronnie abrió la mano en un gesto como para introducirla a los jugadores.
Según lo que sabía Bárbara eran un total de 45 jugadores aunque solo 11 eran los que siempre permanecían en la cancha y se iban intercambiando de acuerdo a las indicaciones del coach. Fue saludando uno por uno dándoles la mano y saludándolos con un "hola un gusto conocerlo", hasta llegar a él.
— Hola un gusto — le dijo ella cómo al resto, tratando de esquivar su mirada sin conseguirlo.
Johnny retuvo la mano de Bárbara adrede y con su pulgar acarició subrepticiamente su muñeca.
— Bárbara que gusto verte luego de tanto tiempo— le dijo mirándola a los ojos y sonriendo maliciosamente.
— Sí qué bueno — dijo ella de forma seca y fingiendo una sonrisa, arrancó su mano de la de él para continuar saludando al resto de los miembros del equipo.
Johnny sonrió mientras la observó seguir y pensó que ahora que la tenía tan cerca y su padre había muerto, no iba a escaparsele de ninguna manera.