Capítulo 4
¿Dónde estabas? - Ni bien Killian abrió la puerta la pregunta de Rox lo había sorprendido.
No tengo por qué rendirte cuentas a ti ni a nadie - la respuesta del Beta logró que la loba lo fulmine con la mirada - Rox no olvides ante quién estás - Agregó el Beta cuyo rostro derrochaba fastidio y al percibir la mirada fulminante de la loba no había dudado en dejar que su ira de Beta domine el sitio.
Estoy ante el hombre con quien comparto la cama, Killian ya es tiempo de que le pidamos la Unión a la Diosa en próxima noche de la Sangre - Killian al escuchar lo expresado por la loba le había prestado toda la atención a la Loba - La Hermandad lleva 50 años de los cuales los últimos 5 tú y yo compartimos la cama estoy en todo mi derecho de solicitar la Unión - Rox se escuchaba segura de sí misma además tenía una mirada de súplica - Esos años fueron suficientes para descubrir que mi corazón de salvaje te pertenece.
La mirada del color como los rayos del Sol analizaron de manera seria a la mujer que tenía ante él - ¿Eso es lo que quieres? - Killian se acercó aún más a la Loba.
Quiero que nos marquemos, quiero que nos pertenezcamos en la Tierra del destierro bajo todas las Leyes de nuestra Diosa - la loba tomó de las manos al Beta.
Bien, la próxima solicitud de Unión en noche de sangre será la nuestra - Killian le acarició el rostro a la Loba - Ahora ve a dormir - Ordenó el Beta depositando un beso en la frente de Rox, la loba se alejó y Killian salió al exterior de la casa que le correspondía.
La manada de Pícaros estaban las 24 horas del día en Guardia, analizando manadas que atacar y consumar, los desterrados tenían una fuerza salvaje muy superior y no pensaban en nadie más excepto en ellos mismos, cada Pícaro tenía como objetivo destruir a un lobo que pertenece a una manada.
Eran las 5:30 A.M. cuándo Lillith abrió sus ojos, lo primero que había enfocado fue el techo, la loba se había puesto de pie, se había tomado una ducha y 5 minutos antes de las 6 de la Mañana había salido del lugar en donde había pasado la noche, tan solo son horas los que ella ha pasado en aquella manada, no obstante para ella ya parecía una eternidad.
Buenos días— Saludo la loba llegando ante uno de los guardias que la examino de la cabeza a los pies - Me puede guiar para encontrar al Beta o al Alfa.
¿Eres nueva? - Fue la pregunta realizada por el Guardia a Lillith.
Sí, de hecho, fui desterrada ayer - Respondió la loba con una sonrisa un poco tímida.
Vaya - El guardia también había sonreído - Soy Rick, guardia Primero de la Hermandad La Manada.
Soy Lillith ¿Por qué guardia Primero? - La loba estaba empezando a interesarse por los roles, puesto que el sitio y los miembros de la Hermandad parecían ser muy interesantes.
La Hermandad es Liderado por el Alfa y el Beta, yo soy el siguiente al Mando aquello que las Manadas Tradicionales conocen como Delta - Explicó el Guardia - Pero dime, a dónde quieres llegar.
El Alfa quería que me presentará a las 6 de la mañana en el Entrenamiento.
Bien, supongo que estás llegando un poco tarde, yo te llevo - Rick parecía ser demasiado bueno y a Lillith le había caído bastante bien, unos minutos después el Guardia había guiado a Lillith hasta la casa en donde los desterrados tienen sus entrenamientos. Ante los ojos de Lillith se observaba una enorme casa rodeada de Cristales - Bienvenida a la Casa de los desterrados, Lillith.
Con tonos vibrantes y rugidos de furia de los pícaros que entrenan erizo la piel de Lillith - Hasta que llegas - la voz del Alfa hizo que el Guardia se posicione en modo de Saludo a su Alfa.
Yo la entretuve mi Alfa - El Guardia había dado la cara, en ese momento también se produjo la llegada de Killian.
Buenos días— la voz del Beta era profunda y su presencia lograba que Lillith se sintiera pequeña ante él, siendo el Beta el único que lograba aquello en la loba.
Killian a ti te tocará entrenar a la rechazada, en 3 días, la mandaré a Rosas de Luna para que acabe con la vida de la madre de Seúl - Fue la orden impuesta por el Alfa - Si no la matas yo te mató a ti - El Alfa se acercó a la loba - ¿Me escuchas? La matas o te mueres - La barbilla de la loba fue sostenida fuertemente - Y tú ya sabes lo que tienes que hacer Killian - con aquellas palabras el Alfa se alejó dejando a todos en la casa del entrenamiento para que prosigan con sus respectivas acciones encomendadas.
Lillith fue un placer conocerte, espero que podamos ser amigos, Beta que tenga un buen día - Rick se había alejado dejando al Beta y a la loba a solas, Lillith tragó saliva, ella no tenía en mente dañar a su ex suegra.
¿Estás pensando en tu suegra? - La voz mortalmente escalofriante del Beta, hizo que las orejas de Lillith se enrojecieran - Aquí no estamos para tomar café o para Tejer, aquí estamos acostumbrados a matar, a dejar que la sangre manche nuestras manos y tu dulce palomita no te salvas aquí matas o te matan - Expresó el Beta.
Prefiero morir, pero no voy a hacerle nada a la antigua Luna - Fue la repuesta contundente dada por Lillith, fue allí que un ronroneo se había escuchado.
Matarte será más fácil que agarrar una mosca - al momento que Killian había expresado aquellas palabras, también había agarrado una mosca apretándola en la palma de la mano - Matarte es más fácil que esto - El Beta dejó caer el insecto.
Pues mátame— no había nadie en las cercanías de la casa, todos estaban entrenando, por ende las dos personas estaban envueltos en su propia burbuja - Mátame y ahórrame de cargar con la culpa de asesinar al Beta de este territorio - Lillith se había armado de valor con una sonrisa peligrosa.
Una rechazada que no sirve para Luna no puede acabar con un Beta, porque no eres lo suficiente para ese rol, no eres nadie - Al momento en que el Beta había expresado aquellas palabras, las pequeñas manos de Lillith había impactado en el rostro del Beta, logrando que la furia se encienda como una llama de fuego en el cuerpo de Killian, las manos del Beta tomaron a la loba de la muñeca introduciendo a Lillith en una pequeña habitación oscura.
Eres la primera mujer que me pone una mano en mi rostro - la ira dominaba al Beta.
Pues para que te quede claro que así como te golpeó también puedo matarte - Lillith se había vuelto descarada acariciando con su lengua los labios del Beta, aquella acción había descolocado por completo a Killian - Tú tampoco me conoces Beta.