CAPÍTULO 7 Richard Visita a Chloé
Siglo XX ,Año 1990
Richard visita a chloé
Hoy decidí que voy a revisar esa biblioteca para ver si puedo encontrar algún libro que tenga uma referencia al 11, para ponerlo em mi libro. Creo que será uma buena idea. Por lo que noté aquí em la ciudad, la gente encuentra este hecho muy relevante.—Disculpe, Sra. Chloé, alguien está tocando el timbre em la puerta principal.
—Pero no estoy esperando uma visita. Déjame verlo yo mismo.
—No estaba acostumbrado a tener a nadie em la Mansión excepto a los Meyers Von Durts.
—Señor ¡Richard! ¿Qué te trae por aquí?
—Me gustaría charlar um poco, si no te importa?
—La próxima vez, avísame antes de venir.
—Debe agradecerme, señorita. Después de todo, usted no recibe a nadie em esse mausoleo. La risa
—¡Pero qué petulancia la tuya! No creo que debas entrar.
—Señorita, sólo estoy bromeando. No tomes todo lo que digo tan em serio. Te prometo que solo tomará unos minutos. Hora de ofrecerme um café.
—Bueno, bueno, pero él es um verdadero holgazán. Pues bien. Te concederé estos minutos. ¡Entre!
Abrí la gran puerta principal y Richard me siguió hasta el vestíbulo em silencio, sentado em um sillón de cuero color burdeos.
—Voy a ver tu café. ¡Vuelvo enseguida.
—¡Quiero beber capuchino!
—Señor Richard, esto no es uma cafetería. No tengo capuchino. ¿Puede ser um café tradicional muy fuerte?
—Okey. Acepto, ¿qué puedo hacer?
Nunca había visto a nadie tan antipático. Era totalmente diferente a sus tíos abuelos. Fui a la cocina y le pedí a Amélie que hiciera el café y nos llevara a la sala. Intentaría deshacerme de este molesto pronto.
Volví a la sala de estar
—¿Cómo están tus tíos?
—¿No los has visitado?
—Sí. Pero fueron unos días.
—Están bien. ¡¿Que hay de malo com ellos?! Siempre rodeado de creencias tontas. Viven em el mundo lunar. Creen que existe um plano superior, donde todos siguen vivos y trabajando. La risa
—¿No crees que deberías respetar su religión?”
—¿Y desde cuándo eso se puede considerar religión, señorita?
Amélie Rosi, nos sirvió café.
—Bien. No creo que hayas venido aquí a hablar de tus tíos. ¿Qué te trajo entonces?
— Gracias, excelente café!
—En verdad. Quería deshacer la mala impresión del día que se mudó aquí. Creo que estaba diciendo tonterías cuando mencioné crimen, fuego... Yo... quiero que me perdones.
Me detuve por unos segundos mirando muy fijamente a esse par de ojos azules. No vi la verdad ahí. Pero él estaba poniendo excusas.
—Sres. Ricardo. Creo que hasta fue interesante que me contaras todo lo que pasó aquí. Es mejor oírlo de tu boca que de algún extraño, ¿no?
—¿Así que ya no soy considerado um extraño?
—Me refiero a ser el sobrino nieto de Emma. Además, hubo um crimen real aquí. No es porque haya pasado um siglo que se há convertido em uma leyenda.
—Sí. Es verdad. Los hechos son los hechos. Contra esto no hay argumentos.
—¿Cuál es su área de derecho?
—Derecho Civil. Yo amo lo que hago. Tengo uma gran oficina em el centro. Ahí tenemos otros abogados de otras áreas.
—¡Interesante! Si alguna vez lo necesito, sé que puedo contar com su experiencia.
—¡Si claro! Pero... Cloe. Si puedo llamarte así. Me gustaría invitarte a cenar. Quiero aclarar el malentendido sobre mi falta de modales.
La risa
—Pensé que habíamos puesto a cero aquí em este café, Richard-risas
“¡Chloé No. Por favor no acepta!
Sin duda, Richard supo convencer como un buen abogado de que él es
—Está bien. ¡Acepto!
¡NO! ¡POR FAVOR! -la voz dijo
—¡No creo!
—¿No crees eso Chloé?”
—Lo siento, Richard... solo pensé em voz alta. Recordé que tengo que irme.
—Okey. No tomaré tu tiempo. ¿Podemos cenar mañana por la noche?
—Sí.
¡No! ¡No! -la voz dijo
—Sí. Richard
— Lo entiendo Chloé, te paso a buscar aquí a las 8:30 pm
—¡Perfecto! Déjame acompañarte a la puerta.
—Si puedo hacer uma sugerencia. Poner um intercomunicador y cambiar a cerradura electrónica. Así que no tienes que abrirlo.
Puedo ver esto por ti.
—Voy a pensar em eso. Mañana hablamos mejor. Gracias por la visita.
—Te lo agradezco, Cloe. ¡Hasta luego!
—Hasta luego, Richard
Ricardo se fue. Ahora éramos yo y este fantasma de figa.
“Escucha tu sábana flotante aquí. No sé de qué diablos vienes. No quiero saber. ¡Déjame em paz! Salgo com quien yo quiero! ¿Tenemos um trato?
—Señorita Cloe, ¿estás bien? ¿Com quién estaba hablando-dijo Amelie
—Oh sin, com nadie Amelie. Es que me gusta pensar em las líneas de mi personaje e interpretarlas para ver cómo quedaría, ¿sabes?
—No entiendo mucho. La risa ¡Ustedes, los escritores, son tan divertidos!
—Sí…..somos- risas
Salí del jardín um poco avergonzado, ante la duda de que esté hablando sola. Me alegro de que ella lo creyera. Fui a mi habitación. Quería entender por qué esa voz solo se manifestaba ocasionalmente. ¡¿Pero cómo podría saberlo?!
Entonces, voz del más allá. Aquí em la habitación, nadie nos escuchará. Dime de uma vez lo que quieres de mí. Porque creo que realmente me estoy volviendo loca.
¡Nadie me respondió .
Solo quería entender, cómo una mujer independiente como yo, libre y suelta en la vida, podía ser atrapada por una idea sobrenatural. Seguramente algo debe existir en este mundo más allá de lo racional. Pero yo Yo no estaría interesado en eso. Mi vida se ha convertido en una pesadilla diaria. Fantasma por allá - fantasma por aquí... Era sólo Giocondo día y noche sin descanso. Quería invitar a mis padres a venir aquí. Mamá estaría encantada. papi también Pero no era una situación normal. Yo estaba necesitando encontrarme. Creo que necesitaba ese descanso. El trabajo no siempre es más importante que tener días brillantes lejos de cuatro paredes. Puedo despertar sin prisa, tomar un café sentado sin estar de pie. Nada se compara con lo que tengo aquí. Realmente espero que solo fue un gran lío. Te extrañaré mucho el día que deje esta Mansión y la ciudad. Estaba muy apegado en tan poco tiempo. Mas tudo uma hora precisa acabar .
[...]
Chloe cena con Richard
Estaba nerviosa. No he salido com um hombre por más de cinco meses. Desde los episodios de las voces molestándome... No he tenido más placer em salir a tomar mi Gin tonic. Yo quedé bien em este vestido azul marino com uma pequeña abertura lateral. Me hace sensual. No quiero sonar vulgar, pero necesito ser lo más femenina posible. Richard es a veces muy arrogante. Pero confieso que es um hombre atractivo. No dejaré que te acerques demasiado. Él es sobrino nieto de los Meyes . No creo que sea conveniente que nos involucremos más. Todo es muy reciente. Además, no vine aquí a tener um Romance, sino a escribirlo.
La campana suena....
Debe ser Richard. Voy a bajar...
—¡Estoy a tiempo!”
—Sí, Richard, puntual – ríen.
Llega .Sírvete um trago, mientras cierro las puertas de las habitaciones traseras.
—¡No quieres ayuda, Chloé!
—Todo está bajo control. Tranquilo.
Me dirigí hacia las dos puertas que daban acceso a los jardines y la casa de empleados (aunque yo no tenía ninguna viviendo aquí) Sentí uma brisa ligera y um suave aroma a perfume. Supuse que era de Richard. Pero él se había quedado em la sala de estar. Seguí cerrando las puertas y mientras apagaba las luces, escuché em voz baja:
“No te descuides, mi amor. Querrá volver a seducirte-la voz
Esta vez no tuve miedo. El perfume y la brisa que besaba la nuca, me trajo paz esta vez. ¡¿no entendí bien el mensaje, Richard nunca me había seducido antes?!No respondí nada, Sonreí y me fui a la sala pensando... Podría ser mi ángel de la guarda. Ya no me preocuparé por eso. ¡Quiero divertirme hoy!
En la sala...
—Richard, ¿te gustó el whisky?
-l—¡Si claro! Muy bueno este whisky que encontré aquí. Probé um poco.
—Me alegra que lo hayas disfrutado. Lo saqué del sótano que encontré aquí. Sepa que es uma rareza.
— Si fueran subastados darían uma buena cantidad.
—Sí, agregarían um valor significativo. Pero no están a la venta. Como esta mansión no está.
—¡¿Vamos Clhoé?!
Richard se inquietó cuando Chloé mencionó que la mansión no estaría a la venta. Parecía que estaba escondiendo algo. ¿Y si Chloé no era lo que pensaban? ¿Y si ella fuera la heredera? Muchas cosas pasaron por la mente de Richard mientras conducía hacia el restaurante.
—Richard, estuviste em silencio todo el camino, ¿dijiste algo que te molestó?
—¡Por supuesto que no! Me preguntaba si no debería haber invitado a mis tíos.
—Realmente fue um descuido. Pero los invitaré a cenar em la Mansión contigo. ¡Okey!
—Oh, eso me hace sentir mejor Chloé.- llegamos. Vamos a entrar.
El restaurante era de comida mediterránea. Richard se veía impecable com um elegante atuendo casual. Él era simplemente seductor. Su cabello era corto pero había algunos mechones más grandes que caían sobre su frente. Pasaba los dedos para enderezarlos. No tenía barba ni bigote. Su mirada era firme y profunda como el mar silencioso. La sonrisa era uma invitación. Encuanto miraba la carta de vinos quedé encantada com sus gestos. Él estaba nervioso. Fue notable. Si bebier dos Gins, me llevaría a su cama.
—Chloé, daría cualquier cosa por saber lo que piensas de mí.
Risas— pero no te conozco lo suficiente como para comentar.
—Ay, Cloe. ¡¿Pronto tú?! Eso, no es lo que dejó entrever cuando me vio entrar em la mansión sin llamar por primera vez.
—Sí, estoy de acuerdo. Pero debes admitir que tu brusca recepción, fue uma sorpresa.
—Yo soy así. Me gustan las cosas inusuales. Es mejor pecar por placer que no tenerlo. ¿Qué piensa usted al respecto?
—A veces sí. Pero no todo puede pasar por encima de la lógica o la razón.
—¿¡Por ejemplo!?
—Mostraste, a primera vista, ser um hombre rudo, ambicioso y dispuesto a no perder el tiempo.
—¿Qué hay de malo em tener ambición?”
—La ambición es algo que nos impulsa. Creo que es buenoi .Simplemente no aprecio tener ambición por lo que no está disponible.
— ¿Te refieres a la Mansión o a ti?”
—No soy um objeto, Richard. Yo tampoco estoy a la venta.
Llegó el vino y se miraron. No querían perder el ritmo de la conversación.
—Lo dijiste bien. No es objeto. Respeto a las mujeres. Una mujer como tú eres más que una ambición .
—Me siento halagada. ¿Pero no crees que es demasiado pronto para ambicionarme?
—¡Quizás! Pero si estuvieras en mi lugar, no diría eso.
—¿Y qué le diría Richard Meyes?
—Que esos centímetros de esta mesa, separando nuestros cuerpos no deberían existir-risas
—Richard, estás mucho más allá de lo que esperaba—risas
Se sirvió el plato y la cena procipal. Transcurrió bien los asuntos relacionados com el lugar. Chloé tenía curiosidades que aclarar. Estaba encantada com Soluthurn. Incluso pensando em sentar cabeza por um tiempo más.Después de unas copas de vino. Richard la llevó a casa
En la puerta...
“Fue uma cena increíble, Richard. Tienes buen humor y has respondido mis dudas sobre muchas cosas de la ciudad. Lástima que no sepas nada de la Familia que vivió aquí.
—Me alegro de que hayas disfrutado de la compañía. Lamentablemente no soy el único que no lo sabe. Pero como te dije... Puedes buscar em museos o acercarte a las Montañas que ahí hay uma comunidad com muchos ancianos. Pueden tener uma idea de quién vivió allí antes. No es tan difícil, Chloé .Son 130 años de historia. Risas
Richard, tiene razón. Lo haré cualquier día. Necesito escribir mi libro y la investigación me ayudará mucho.
— ¿No quieres que te acompañe hasta la puerta principal?
—No te molestes. Estaré bien.- Y, no olvidemos la cena para tus tíos, ¿de acuerdo?
—Sí. No olvidaré .Buenas noches Chloé.
Le besaron la mejilla muy cerca de los labios. Sintieron que su respiración se entrecortaba por segundos... Sus ojos se perdieron por um momento... Pero algo sacó a Chloé de esse trance. Se bajó del coche despidiéndose.
“ Ah, Chloé ¡Seguirás siendo mía!” -Richard dijo em voz baja .luego se fue.