Capítulo 2
Después de 6 meses...
Retrospectiva off
Elena se había convertido en una persona fuerte porque esa nueva realidad demandaba fuerza y coraje de todos los que aún estaban vivos, tenía que ser así porque estaba sola en este mundo hostil. Tuvo que matar tanto vivo como transformado... fue despiadado para defender su honor y se cubrió por completo para no llamar la atención. Ya había formado un grupo de personas para tratar de sobrevivir, pero poco a poco fueron transformados o asesinados, quedando solo ella y su fuerza.
Tan pronto como el virus se propagó, todas las tiendas fueron saqueadas, Elena tomó una ballesta (un arma que dispara flechas) y comenzó a entrenar para disparar las estacas a sus enemigos, se había convertido en una excelente guerrera y era capaz de cualquier cosa.
No tenía un lugar fijo donde quedarse, caminaba por ciudades vacías...siempre durante el día, toda tapada y escondida de los hombres y de cualquier amenaza a su vida. Evitando entrar en lugares oscuros, buscando alimentos y elementos esenciales para sobrevivir.
A lo lejos, Heriberto había construido un verdadero fuerte, en esos meses en que seguía tratando de sobrevivir, decidió resguardarse en el campo. Había menos criaturas allí, hizo de una granja deshabitada su pequeño mundo... la cercó con una valla alta de madera con estacas afiladas y encendió antorchas alrededor de toda la propiedad por la noche, para que los comedores pudieran mantenerse alejados. lejos de allí
Sembró maíz y arroz, tenía agua del río que pasaba cerca y cuando le faltaba electricidad manejaba su carro durante el día para conseguir combustible para el generador de energía. Tenía todo lo esencial para vivir, pero su corazón estaba roto, todavía sufría mucho por la falta de familia...no quería unirse a ningún grupo de sobrevivientes.
Nunca establecería ningún vínculo con nadie, no soportaría volver a sufrir, entregando su corazón a los sentimientos... estaba solo y así seguiría sobreviviendo, aunque la soledad casi siempre lo devorara vorazmente.
Se acercaba la noche y Elena necesitaba urgentemente encontrar refugio. Deambuló unas horas más hasta que encontró una tienda de discos…estaba en ruinas, la habían saqueado, las ventanas estaban rotas y el sol seguía iluminando el interior dándole seguridad para entrar, entró y encendió un incendio...
Estaba cerca del campo de la ciudad.
Llega la noche y ella se retira escuchando los pasos de las criaturas que acechan fuera de la tienda. Lo único que les impedía entrar era la luz de ese fuego...Elena nunca dormía de noche, solo unas pocas horas durante el día y en algún lugar luminoso, la oscuridad era definitivamente su enemiga.
Heriberto se disponía a acostarse, había encendido todas las antorchas de la finca y echado un vistazo a las gallinas que estaba criando. Estaba a salvo, escuchando su vieja radio donde un locutor aficionado pasaba una información sobre la pandemia y los muy pocos que quedaban con vida... esa noche no hizo ninguna transmisión y solo quedó la soledad que era su fiel compañero.
Tomó la foto que guardaba con tanta nostalgia, era de toda la familia junta, ya no había lágrimas ni esperanza para él...estaba aquí entre los vivos pero su corazón estaba completamente inerte.
Elena estaba atrapada con recuerdos de cómo era su vida antes de que todo esto sucediera. Se arrepintió de todas las veces que se había quejado de la rutina, el trabajo o los amigos... ahora no tenía a quién volver, era ella y sus recuerdos. Se sentó, encogió las piernas y apoyó la barbilla en las rodillas dobladas, cerró los ojos intentando olvidar los horribles sonidos de las criaturas devorando la carne de algún desgraciado fuera de la tienda y recordó:
“Antes de que todo pasara por fin conocí a un chico especial, Juan era el hombre de mis sueños desde la secundaria…era mi vecino y fiel amigo pero nunca me había mirado como mujer. Yo era virgen porque siempre Quería estar con un hombre simplemente no bebía y ni siquiera me gustaban las fiestas, hasta que finalmente tuve el coraje de decirle cómo me sentía durante mucho tiempo, él no me dijo nada y sufrí una mucho por pensar que era tonta y haberle confesado ese sentimiento. Tal vez me vería plumas como una buena confidente y eso es todo"
"De repente, un día, sonó el timbre de su casa. Ella abrió y era él escondido detrás de un ramo de rosas blancas, Elena sonrió y él también... se besaron y ese día empezaron a salir. Juan llevó a ella, que fue a la universidad y de la noche a la mañana al trabajo... horas después en el aeropuerto, ¡el fin de todo y de todos!".
Elena - ¿Por qué Dios?...cuando yo estaba tan lleno de ganas de vivir, nos quitaste todos nuestros sueños?
Preguntó en voz alta sola, sabiendo que su única compañía era ese fuego ardiente, mirando las brasas de ese fuego como si hubiera quemado todas sus esperanzas.