Capítulo 4
Narra Grace
Los nervios siempre me han jugado una mala pasada, me ha costado mucho aprender a cómo reaccionar ante las situaciones de caos, no puedo controlarme porque siento que estos eventos despiertan en mis situaciones del pasado que han sido fuertes, por lo que el shock y los bloqueos son inevitables. He pensado mucho en las razones del por qué puedo ser así y siempre llego a la misma conclusión, creo que mis traumas parten a raíz de la enfermedad de mi madre, tuve que ver de cerca muchas cosas, casi que palpé su muerte, la vi deteriorarse ante mis ojos y la impotencia de no poder parar su enfermedad me frustraba más, creía que me bloquearía y moriría justo a mi lado sin hacer nada, siempre quise mentalizarme y me volví fuerte pero bueno, a pesar de todo logramos ganar la batalla.
El desmayo del señor Nicholas me provocó una crisis de nerviosismo, gracias a Dios pude reaccionar dentro de mi estado y la ambulancia llegó a tiempo. Todos los empleados de Brown Wine no podían creer lo que había pasado, siempre vimos a un hombre saludable que por alguna razón se ha desplomado.
Ahora me ha tocado la parte más difícil, llamar a su esposa y decirle lo que ha pasado.
- Hola, ¿señora Dilaila? – digo controlando mi voz temblosa
- ¡Oh! mi querida Grace, ¿Cómo estás? – dice con su saludo carismático como de costumbre
- Yo estoy bien, pero ahora no lo estoy tanto; lamento ser portadora de malas noticias para usted, lo que sucede es que su esposo el señor Nicholas, ha sufrido un desmayo hace poco, el medico del señor vino en una ambulancia y lo llevan justos en este momento a la clínica, quise ir con el pero no me lo han permitido
Espero un segundo y no escucho nada del otro lado del teléfono.
- ¿Hola? ¿Señora Dilaila? ¿Me ha escuchado?
- ¡Ah! ¡No puede ser mi pobre Nicholas! – grita de repente haciendo que salte de la impresión
- Cálmese por favor, debe estar tranquila, si quiere llamo a uno sus choferes para que la recoja, solo espere en casa, no se mueva de allí
Creo que fue mala idea llamarla, la mujer comienza a llorar desesperada, por lo visto en más nerviosa que yo, creo debí solo ir a buscarla y enviarla con su esposo.
Unos minutos más tarde al dejar todo en orden en la oficina de mi jefe me desplazo a la clínica, quería ir antes pero mi deber es dejar todo organizado, eso me lo ha enseñado el señor Nicholas, él siempre me decía que debía estar empapada de todo lo referente a él, que si algún día surgía una emergencia mi deber no era dejar que el día en la compañía se convirtiera en un caos, si no mantener el orden de absolutamente todo mientras se hallara una solución pertinente, así que eso hice, empecé por cancelar las reuniones de hoy y mañana explicando las razones de lo sucedido, revisar que la jornada concluyera con normalidad, cosa que a muchos no les agrada, pero bueno, ese es el trabajo que él me ha asignado.
Llegando a la clínica miro a su esposa desesperada, su hija pequeña Emilia y su otro hijo Néstor que ya es un adolecente están en la sala de espera.
- Señora Dilaila, ¿Cómo están? – saludo a los chicos que tienen ojos irritados por tanto llorar.
- Estoy demasiado nerviosa, aún no sabemos nada, las enfermeras solo pasan y no mencionan nada de mi esposo, no hemos visto aun al doctor Domínguez para que nos informe sobre el estado de Nicholas, eso me hace estar más nerviosa todavía.
- No se preocupe, ya mismo pido información – menciono dejando mi bolso en una de las sillas y acercándome a la recepción del piso VIP donde tienen a mi jefe.
- Señorita, buen día, quería saber sobre el estado del señor Nicholas Brown, lo ingresaron hace varias horas a esta inclina y aun no tenemos un reporte, podría pedir que alguien por favor nos brinde información, su esposa e hijos están muy alterados.
La chica muy amable asiente con su cabeza y me dice que en unos minutos el doctor encargado llegara a la sala.
Media hora más tarde el doctor aparece, la mujer que está a mi lado salta de su silla al igual que los demás para saber lo que pasa con mi jefe.
- Sé que están alterados, la situación no ha dado para más, pero aún no sabemos con exactitud, ya están procesando la serie de exámenes para confirmar lo que estamos sospechando, no quiero aun dar algún tipo de diagnóstico hasta no tener en mis manos los resultados definitivos.
- Doctor, ¿Qué ha pasado con mi esposo? El viene a sus controles con normalidad, ¿Qué puede estar pasando?
- ¿Venir? Dilaila, tengo mucho de no ver a Nicholas en sus controles de rutina – dice el medico haciendo que todos nos asombremos
- ¿A qué se refiere? – la mujer me mira de inmediato, pues ella me pide agendar sus citas y lo hago
- Yo le he agendado las citas a mi jefe cada vez que usted lo indica – respondo para defenderme
- Pero las cancela, la última vez que vino solo pidió hacer un chequeo de su vista pero no quiso hacerse los exámenes generales que le hago al resto de los miembros de su familia
La mujer cae en su silla poniendo sus manos en la cabeza, niega lo que pasa.
- Apenas tenga resultados volveré, no tardaré mucho
El medico se retira y los demás solo se miran las caras sin comprender
- Últimamente él no ha querido comer en casa, la verdad no puedo decir si mi esposo se ha estado alimentando bien
- Él tampoco come en la compañía, esta mañana me ha dicho que no tenía apetito, hasta me hizo pensar que su estómago no estaba bien, pues hacía gestos de dolor.
- ¡Oh, mi pobre Nicholas!
La mujer llora de nuevo haciendo que sus dos hijos la abracen, yo como estoy para mantener la calma, voy por un té y se lo brindo a la dama para que se tranquilice.
- Familia del señor Nicholas Brown, dice un hombre con un uniforme de color diferente que aparece junto al médico de cabecera de la familia
- Si, doctor
La mujer se dirige al doctor Domínguez pero este no pronuncia nada y deja que el otro hombre hable.
- Bien, ya le hemos realizado una serie de exámenes a su esposo teniendo en cuenta las fallas que ha presentad, primero; el señor ya está consciente, logramos estabilizarlo, segundo; lo que su esposo ha presentado es un desmayo ocasionado por una deshidratación por lo que pudimos charlar con el paciente ha manifestado no ingerir alimentos, es decir se ha saltado varias comidas, debido a un dolor abdominal que se irradia hacia su espalda, también anexamos a eso su falta de apetito; según los controles que el doctor Domínguez tiene de su historial, el señor ha presentado una pérdida de peso y también sumamos una serie de síntomas que son visibles y otros que el paciente ha manifestado, como la fatiga, el color de su orina y heces, el tono de su piel, etc.
- ¿Eso qué quiere decir? – pregunta la esposa del jefe que parece ahora más confundida
- Bien, todos estos síntomas nos llevaron a saber que había una falla en un órgano importante, luego de realizar los exámenes afirmamos nuestra sospecha inicial, su esposo tiene cáncer de páncreas
- ¡Dios! – la mujer tapa su boca como una señal de no creer lo que escucha, yo también me sorprendo por el diagnostico pero trato de mantenerme firme aunque mi corazón late con fuerza.
- Queremos que sean fuertes, su cáncer está avanzado y desde ante habría sido difícil de detectar, pues es más notable solo hasta que aparecen síntomas y los de el nos arrojaron a lo avanzado que esta.
- ¿Por qué? ¿Por qué a mi esposo? – sigue la mujer sin asimilar nada
- Las razones pueden ser muchas, El cáncer de páncreas ocurre cuando las células del páncreas desarrollan cambios o mutaciones en su ADN o por mutaciones genéticas heredadas.
- Esto no puedes estar pasando, doctor usted tiene que ayudar a mi esposo
La señora Dilaila se pega de la bata del médico y lo intimida de una forma que este parece incomodo, yo la tomo del brazo y la ayudo a ubicarse en su puesto
- Haremos todo lo que esté en nuestras manos, empezaremos con un tratamiento y todo es esperar cómo reacciona.