Capitulo 1
***Advertencia***
La historia que leerá, son hechos ficticios de la imaginación del autor, contiene escenas sin ningún tipo de moderación en lenguaje, por lo que para algunos puede resultar incómodo. Si acepta está advertencia te invito a disfrutar esta maravillosa historia no apta para menores.
Para mí, la vida comenzó desde los 10 años, éramos una familia normal con 3 integrantes, mi padre tenía un trabajo estable y mamá no necesitaba trabajar, yo los veía muy contentos, en las noches ya ni se diga en reiteradas ocasiones escuchaba los gritos de mamá, pero algo me decía que no era nada malo lo que pasaba ya que a la mañana siguiente se les miraba muy contentos, solo en algunos días es que mi madre andaba de mal humor.
Mi vida transcurría sin ninguna eventualidad en especial, llegue a cumplir mis 15 años y preferí viajar a la playa con mi mejor amiga Alicia, fueron unas lindas vacaciones solas las dos, varios chicos nos querrían hacer charla pero los mandabamos a volar, ese fin de semana éramos los dos.
A los meses paso una de las peores desgracia de nuestra familia, mi padre falleció en un accidente de tránsito, chocó contra un furgón, muriendo instantáneamente aplastado, fue un golpe bastante duro para las dos.
Después de su muerte nos sentiamos solas y desprotegidas, la empresa a la que él trabajaba le envío a mamá un cheque pero eso solo nos permitió vivir unos meses o esa era la idea, pero mamá conoció a una mujer y cada vez la veía menos en casa, cada vez que la veía solo incoherencias decía, hasta que supe, ella se drogaba.
Las cosas de la casa empezaron a desaparecer, ella solo me daba dinero para yo comprar comida, pero aveces no ajustaba, Alicia me ayudaba en algunas ocasiones, pero no quería ser una carga para ella.
- Mamá ¿Porque haces todo esto? - le pregunté en una ocasión.
- Hija tu no entiendes el dolor que yo he pasado, el vacío que tú padre ha dejado en mi, soy una mujer con grandes necesidades y solamente de esta manera puedo sentirme con vida nuevamente.
-Pero mamá ¿Que hay de mi? Soy tu hija y cada vez siento más tu ausencia que la de papá.
-Tu no me entiendes hija, pero ya estás creciendo y dentro de poco conocerás lo que es estar con un hombre, te enamorarás muchas veces y así mismo lloraras por el cariño de cada uno de ellos, pero solo uno te hará sentir verdaderamente especial, que te trate como una princesa en la calle y como perra en la cama, se que muchas veces debiste haberme escuchado, no soy de las que se contiene un buen orgasmo.
- Que cosas me estás diciendo mamá ¿Por qué me hablas así?
- No te hagas la santa, con más de algún chico te has ido a revolcar.
- Para que lo sepas aún soy virgen, te desconozco totalmente, desde que te juntas con esa mujer, te drogas y al parecer te acuestas con quién sabe cuántos hombres.
- Al menos dos o tres hombres al día, ninguno me llena a como lo hacía tu padre, él era un semental con un gran miembro, me volvía loca cada vez que me hacía suya.
- Ya cállate, a él lo respetas.
Le dije mientras me daba la vuelta y me iba de la casa.