Capítulo 3: Blinis
Mire la ventana del auto tratando de recordar mi sueño, pero no podía lo único que lograba recordar era esos ojos verdes mirándome, me sonroje al pensar que tal vez él fue el causante de que me levantara con un problemita. Negué de inmediato, no puede ser eso, él es hombre y pues... yo también, me gustan las chicas de seguro en mi sueño estaba una sexy chica.
— Tienes cara de pendejo— se burló mi madre.
— Pues todo dicen que soy igualito a ti, tal vez herede eso de ti— dije molesto.
Mi madre sin quitar la vista del volante me pego en la cabeza, me queje de inmediato.
— Un día de esto te voy a denunciar por maltrato infantil— me queje al recordar que no había un día que no utilizara violencia conmigo.
— Hazlo mocoso para ver si te llevan y me libero de tener que cargar contigo— dijo con burla.
La gente de nuestro alrededor a veces se toma muy en serio nuestras peleas, pero en realidad es nuestra forma de "demostrar amor"
—No te vas a librar de mí nunca, voy a vivir contigo toda la vida— Lucas nunca dejaría que mi madre me abandonara.
Él prácticamente es el salvador de mi vida, mi madre además de querer abortarme luego quiso darme en adopción porque decía que era mi culpa que estuviera gorda y que no pudiera seguir estudiando, pero para mi suerte Lucas la ayudo a cuidarme para que ella siguiera estudiando lo cual permitió que esta se acostumbrara a mi existencia.
— Consíguete una novia para no tener que aguantarte, debe existir una chica fea desesperada— se burló.
La miré mal por alguna razón ninguna chica se fijaba en mí y aunque intentara coquetear con una chica siempre terminaban huyendo. Ellas se lo pierden.
— Cuando tú consigas novio, aunque no creo que eso sea posible porque los únicos que te aguantamos somos el tío Lucas y yo— respondí con malicia.
Mi madre es hermosa y aunque no se lo dijera, era muy inteligente también, pero creo que en parte eso asusta a los hombres. Les asusta que una mujer sea independiente tanto emocional como físicamente.
— Mejor bájate del auto— dijo fastidiada.
Sonreí al ver que había ganado la pelea, me baje del auto dispuesto a irme, pero esta me detuvo.
— Que tengas un buen día aborto fallido— dijo mi "dulce" madre.
Me reí sin poder evitarlo luego le diría al tío Lucas para que la regañe.
Camine hacia mi salón de clases, hoy tendría que dar clases de francés primero, me daba mucha curiosidad esa clase porque en mis otros colegios no enseñaban idiomas, pero aquí tengo intensivo de alemán, francés e inglés.
Entre al salón y de inmediato Keira me hizo señales para que me sentara con ellos, hoy la chica lucia su cabello afro con gemas que le quedaban muy bien, tenía un pantalón alto y ancho de color azul claro junto con crop top con nubes dibujadas y botas negras. Esta chica sí que tiene estilo, Damiano vestía una camisa verde con los primeros botones desabotonados dejando a la vista su envidiable abdomen por lo ancho de su camisa, unos jeans negros mientras Tarik vestía una camisa de mangas largas muy grande de color negro junto unos jeans oscuro al parecer solo usa ropa negra.
— Siéntate a mi lado— pidió Keira.
Me senté donde me indico y sin avisar saco su celular y tomo una foto.
— Una foto para Instagram— dijo la chica emocionada.
Negué con burla, seguramente debí quedar feo, pero bueno, ya que igual no tengo nadie importante por la cual avergonzarme. Mire con atención cuando Tarik se levantó y comenzó a sacar unas cajitas de su bolso.
— Una para cada uno— dijo este mientras colocaba las cajas frente a nosotros.
Cogí una y sonreí al sentir el olor en mis fosas nasales, había desayunado leche con cereal, pero en definitiva esto era mejor.
—Son Blinis— dijo Damiano sorprendido.
Mire con atención la situación y vi como el chico de cabello rizado con algunos lunares en su cara se sonrojaba.
— Dijiste que querías probarlo— le dijo Tarik a Damiano.
Se notaba que estaba nervioso mire con complicidad a Keira y esta me dio la mirada para confirmar mi sospecha, a Tarik le gusta Damiano.
— Eres el mejor, hermano— respondió Damiano antes de desordenar el cabello rizado de Tarik.
Justo en la friendzone, sentí pena al ver aquella situación, no me molestaba en absoluto que un chico se pudiera fijar en otro chico porque desde muy pequeño el tío Lucas me había enseñado a no tener prejuicios con ese tema.
— Esto es gloria— exclamo Keira al probar el postre.
De inmediato lo probé y abrí los ojos sorprendidos, las tortas estaban perfectamente crujientes, el chocolate blanco y fresas en forma de estrella le daban el toque especial, simple pero delicioso.
— Cásate conmigo— propuse sin pensar.
Ojalá mi madre cocinara así, casi me intoxico con sus espaguetis, por su culpa dure una semana con diarrea y sentí que iba a morir.
Tarik se colocó rojo hasta en el cuello, que ternura este chico.
— Cásate conmigo mejor— peleo Keira.
Ahí comenzó una pequeña pelea que termino cuando el profesor de francés llego logrando llamar la atención de todos.
—Bonjour— saludo este.
Keira casi tira un grito de emoción al verlo.
— Con un profesor así, yo aprendo todas las lenguas— susurró de forma pícara.
Negué de inmediato esta chica es un caso perdido. La clase paso rápido para mi desgracia porque la clase estaba muy interesante y me reía mucho de las ocurrencias de mis compañeros. Algo que había notado era que no estaba Blas ¿Seguirá mal después de lo ayer? Tenía curiosidad por saber lo que le había pasado, con quien habría peleado y por qué.
Keira hablaba con emoción del profesor mientras Damiano solo se burlaba de ella por calenturienta, Tarik solo escuchaba la conversación en silencio. Nos sentamos en la mesa que estuvimos ayer, al parecer esta es la mesa en la que siempre se sientan, Damiano y Tarik amablemente se ofrecieron a ir por la comida y no tardaron en venir con ella.
Iba a burlarme de Keira cuando esta menciono sobre tener al profesor de francés de sugar daddy, pero una voz familiar me hizo voltearme.
— Ten— me entrego aquel chico de ojos verdes que causaba tanto temor a los demás.
Agarre la bolsa y este se fue sin decir más nada, hoy llegaba su cabello rubio suelto perfectamente peinado que lograba ocultar el tatuaje en su cuello, aún no lograba leer que decía en él.