Capítulo 2

- La mujer más hermosa de toda Escocía- dijo George mientras se sentaba a su lado- hace 10 años que no la veo ¿Qué ha sido de tu vida? - dijo con entusiasmo.

- Es una historia muy larga- dijo Isabella agachando la mirada.

- Pues la noche es joven mi bella dama- dijo con una sonrisa coqueta de oreja a oreja.

- Está bien- dijo con un suspiro- Me la pase recorriendo el mundo humano, viaje por toda Europa, primero; luego me aventuré hasta América central, me enamoré de Panamá, y me quede un año y medio ahí. Luego viaje hacia África, luego a Asia, ahí pase más tiempo en Japón y la India. Después fui a América del Sur, ahí pase varios años de país en país; y por último fui a Norte América, donde quede encontrarme con mis padres, donde los vi por última vez- dijo bajando la mirada.

- Acepta nuestras condolencias, Isabella- habló otro noble.

- Gracias- dijo en un susurro sin levantar la mirada.

- Señores es un placer para mí, presentar a quienes representarán al nuestro rey esta noche- dijo el vocero real llamando la atención de todos los presentes, incluyendo a la pelinegra. Todos dirigieron su vista a las puertas principales- Con ustedes las damas consejeras del rey- las puertas se abrieron de par en par dejando ver a tres hermosas mujeres- Las hermanas Schuyler- todos se pararon he hicieron una reverencia ante ellas.

"Las presentaremos de menor a mayor en esta ocasión. La que estaba al lado izquierdo era la menor de las Schuyler, piel blanca como el de sus hermanas, su cabello era rubio y sus ojos grises con tonos verdes, era Fabiana Schuyler. La que estaba al lado derecho era la segunda hermana, piel blanca, su cabello rubio al igual que su hermana menor, pero sus ojos eran grises con tonos azulados, era Laura Schuyler. La que estaba en el medio era la mayor de las hermanas Schuyler, su cabello marrón y sus ojos azules hacían contraste con su piel blanca, era Eliza Schuyler."

Isabella sonrió ampliamente, sus amigas de la infancia se habían convertido en lo que tanto deseaban, tenía un puesto importante en la corte sin necesidad de haberse casado, lograron lo que muchos han luchado por obtener.

- Hermanos- dijo Eliza Schuyler - Nuestro rey se encuentra en un viaje importante; por esa razón mis hermanas y yo lo reemplazaremos en forma simbólica esta noche.

- Queremos dar la bienvenida a nuestra antigua hermana Isabella Stuart- dijo Laura Schuyler con una sonrisa.

- Como las damas del rey le daremos un recorrido después de la cena, la cual esperemos sea de su agrado- dijo Fabiana mirando a todos los presentes con una sonrisa.

- Estoy tan feliz por ellas -dijo Isabella en un susurro que Cielo pudo escuchar claramente.

- Solo ten cuidado Isa- dijo Cielo en otro susurro, Isabella volteó a verla con desconcierto.

- ¿De qué...- No la dejaron terminar.

- Isabella cuéntanos ¿Como estuvo el viaje de regreso? - pregunto Laura interrumpiéndola. Ella miro a su dirección y contesto con una sonrisa.

- Pues muy bien, pero también agotador, no recordaba el camino tan largo- dijo Isabella.

- Pues claro- hablo Fabiana- Hace 6 años cambiamos el camino, ya que el rey quería dar largos paseos con la reina antes de llegar al castillo- dijo con simpleza.

Isabella se tensó al instante.

"¿Reina?" Se preguntó, pero a los segundos calló en cuenta.

- Eligió los más hermosos paisajes para que la reina disfrutara del viaje- dijo Laura.

"Era obvio que James buscaría a alguien para reinar, después de todo solo le darían 2 años después de ser coronado como rey para conseguir esposa, o sería derrocado. Y habían pasado 10 años desde que se fue; lo más seguro era que su esposa fue una dama de la corte, alguna joven hermosa" pensó Isabella.

Su mente divagó en la gran incógnita que se había formulado en su cabeza: "¿Con quién se casó?".

"Era obvio que era noble, pero... ¿Quien ocupaba su lugar?" Pensó.

"¿Ocupaba tu lugar?" Dijo una voz en su cabeza. "Perdiste ese lugar hace muchos años ya, no tienes derecho a reclamar nada" le recriminó la voz.

Sintió una punzaba en el pecho, la voz tenía razón, ella ya no tenía derecho.

"Pero... ¿Quien?" Se volvió a preguntar.

"No podía ser ninguna de las hermanas Schuyler, por qué o sino no serían damas consejeras del rey; Cielo no podía ser, estaba descartada completamente"

Entonces se puso a pensar en todas las chicas de la corte, todas aquellas que habían sido enviadas para lograr casarse con él, así como ella. Varios nombres se le vinieron a la cabeza. Pero dos retumbaron más.

"Catalina Tudor y Magdalena De Medici"

A la inglesa no la había visto desde que eran niños, pero a la francesa la había dejado aquí cuando se fue.

"Maldita sea" pensó "¿Será posible?"

Sumida entre sus pensamientos pasó toda la noche y sin darse cuenta ya había terminado la cena.

- Bueno querida Isa- habló Laura con una sonrisa dirigiéndose a ella- Es momento del recorrido.

Las hermanas Schuyler se levantaron de la mesa al mismo tiempo; Isabella las imitó al instante; y así salieron del comedor principal.

Las tres iban delante de Isabella mientras ella miraba por su alrededor, el castillo había cambiado.

- Hace tanto que no te vemos Isa- dijo Fabiana en un tono dulce- Cuéntanos como te fue con tu "libertad"- al decir la última palabra las tres chicas dejaron de caminar y voltearon a ver a Isabella; esta se sobresaltó un poco, la miraron atenta y una sonrisa cínica se empezó a asomar en cada una de las hermanas.

- ¿Mi libertad? - preguntó tragando saliva.

- Claro- dijo Laura- esa palabra usaste la última vez te vimos- la miro a los ojos- "Querías tú libertad".

Isabella se sintió mal al recordar todo lo que había pasado. No había recordado que había peleado con las menores Schuyler, ya que ellas no la quisieron apoyar para escapar del lado del rey.

La única que la había ayudado y apoyado en su decisión fue Eliza; ella la ayudó a escapar, pero Isabella le había mentido en parte; le prometió que volvería 6 meses después, y había vuelto después de 10 años.

- Chicas, en serio lamentó la discusión que tuvimos antes de que yo me fuera- empezó a hablar Isabella, intenta remediar las cosas con sus amigas de la infancia- No quería que fuera así, en serio....

- No estamos molestas por una discusión de hace 10 años, Isa- dijo Laura con una sonrisa cínica- Eso sería ridículo- llevó su mano derecha a su un mechón de su cabello rubio para acomodarlo detrás de su oreja- ¿No es cierto?

- Eso es claro hermana- habló Fabiana- ¿Pero quieres saber por qué deberíamos estar molestas? - dijo mirándola a los ojos.

- ¿Por qué? - pregunto Isabella sin entender.

- Por haberme mentido- por fin hablo la mayor de las Schuyler. Eliza la miro fijamente- Por no haber cumplido tu promesa.

- Eliza te lo puedo explicar- dijo Isabella intentando acercarse a Eliza, ella dio un paso atrás.

- No tienes nada que explicar- dijo Eliza- No sucedió nada grave o ¿Sí?

- Pues no- habló Isabella- Las tres tienen un alto cargo en la corte y parece que todavía...

- La castigaron durante dos años- gritó Laura con los ojos llenos de ira- Por tú culpa James la condenó, y la corte le dio el peor de los castigos- dijo furiosa.

- ¿Qué? - pregunto Isabella.

- La acusaron de traición- dijo Fabiana en un tono cortante- Por haberte ayudado a escapar.

- ¿Como? - pregunto Isabella, miro a Eliza- ¿Como se enteraron de que el té que le diste a James tenía somníferos?

- Yo se lo dije- dijo Eliza con la cabeza en alto.

-Yo nunca te pedí que le dijeras- dijo Isabella molesta. Ella misma se había metido en la boca del lobo al decirle a James lo que había hecho.

- ¿Que querías que hiciera Isabella?- dijo Eliza levantando la voz- Mi mejor amigo sufría tu perdida- Isabella cambio su postura, el solo pensar que el hombre que amaba estuvo sufriendo por su culpa la mataba- Pensé que volverías como lo prometiste, así que le conté todo- dijo Eliza notoriamente molesta mientras apretaba la mandíbula- Así que juntos te esperamos- Isabella se quedó sin palabras mientras Eliza descargaba la furia que acumuló durante todos esos años- Pasaron los meses y cuando se cumplieron los 6 meses James y yo nos sentamos a esperarte en el jardín, pero no volvías, después de ese día repetíamos la misma acción cada tarde. Hasta qué James se rindió, habían pasado 9 meses desde tu partida; James pensó que le había mentido y que lo estaba distrayendo para que pudieras escapar. Me condeno enfrente de la corte- su voz sonaba dolida, le dolía recordar el pasado- Tú no sabes lo que viví Isabella.

Isabella quiso hablar, pero Laura la interrumpió.

- Y todo por tu culpa- habló Laura- nuestra hermana sufrió por qué querías una vida de libertinaje.

- ¿Libertinaje? - pregunto Isabella con un poco de miedo.

- Aunque no lo creas Isabella, nosotras sabíamos dónde estabas, James no paro de buscarte durante años, hasta que se rindió, pero nosotras queríamos saber que era lo que te había pasado, pensábamos que te había sucedido algo grave para que no volvieras, qué tal vez estabas en peligro- habló Laura.

- Pero luego nos dimos cuenta de la dura realidad- dijo Fabiana.

- Yo sólo quería mi libertad, ustedes no entienden el miedo que tenía- dijo Isabella intentando no llorar.

- Solo eras una mentirosa, escapaste para estar como una mariposa, revoloteando, sin estar en un lugar fijo nunca- dijo Eliza a Isabella- Pensamos qué tal vez estabas enamorada o buscabas amor- dijo mirándola a los ojos- Pero nos dimos cuenta de que no, ibas de cama en cama; te volviste una verdadera ramera.

Se escuchó por todo el pasillo el sonido de la mano de Isabella enzima de la mejilla de Eliza.

- No me vuelvas a llamar así- dijo Isabella al borde de las lágrimas.

Isabella se dio cuenta de lo que había hecho e intentó disculparse con Eliza.

- Lo siento Eliza yo no quise...- fue interrumpida bruscamente con las palabras firmes de la menor de las Schuyler.

- Pues eso es lo que eres- habló Fabiana, ayudando a su hermana a incorporarse- Nos demostraste lo corriente y vulgar que te volviste.

- ¿Acaso sabes lo que sufrimos nosotras? - dijo Laura.

- Por tú culpa el castillo se llenó de oscuridad, por tu culpa Eliza termino encerrada 3 años en el calabozo, por tu culpa James llego al borde de la locura- dijo Fabiana con odio.

¿Quién iba a pensar que la menor de las Schuyler era capaz de guardar tanto odio en su corazón?

- Yo...- tartamudeo Isabella- Yo lo siento- dijo por fin, las tres hermanas la miraron- Lamentó haber causado tanto sufrimiento.

-Ya es muy tarde para tus excusas- dijo Eliza volteando la mirada hacia el camino que tenía que seguir- Acabemos con este recorrido para volver a nuestros deberes.

Pasaron por unas puertas de mármol tallado.

- Lamentó que durante estos 10 años su vida allá sido un infierno pe...- La interrumpieron.

-No, no- dijo Eliza volteando a verla- Solo fueron los 4 primeros años de tu partida- dijo con una sonrisa.

- Pero gracias a que nuestra Reina cambió nuestras vidas- dijo Laura.

- ¿Su reina? - preguntó Isabella con miedo.

- Isabella te presento a nuestra salvadora, a nuestra hermana, nuestra hermosa reina María De Medici- se hicieron a un lado dejando ver un gran cuadro de una hermosa mujer de ojos grises, piel blanca y cabello rubio; su mirada era hipnotizante.

- ¿María? - preguntó Isabella con un poco de rabia- ¡Se caso con Magdalena!

- No, no- dijo Eliza- Ella es María, no Magdalena- la mire confundida.

- Pero…- fue interrumpida.

-Señorita Eliza- dijo de pronto un soldado. Las 4 mujeres voltearon para verlo- Han mandado a una representante de la corte licántropo- dijo, Eliza lo miró confundido.

Sonó la puerta que estaba a un lado de ellas, la puerta se abrió dejando ver a una chica de unos 17 años, hermosa y demasiado conocida para Isabella.

- Señorita Schuyler- dijo la bella chica- Mejor dicho, señoritas Schuyler, muy buenas noches, espero no incomodar- sus manos estaban en su cintura.

- Claro que no señorita Mary Anne- dijo Eliza con una sonrisa forzada.

- Que bueno- dijo con una sonrisa de oreja a oreja- Por que vengo a ver a la protegida de la corte licántropa.