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KATSURO
Me encontraba en un lugar en donde las estrellas se miraban tan cerca, la noche era perfecta, perfecta para morir. Me encontraba solo y desolado, tanto tiempo viviendo entre humanos me hacía sentir diferente, estaba adoptando ciertas cosas de ellos como por ejemplo los sentimientos y sabía que ere sería el detonante para que vinieran por mi, me he desviado de la misión, pero es inevitable no tener afecto hacia estas personas.
—vaya...—aparecía un justiciero detrás de mi—hasta que por fin te vuelvo a ver Katsuro, pero sabes, debo admitir que estoy muy sorprendido al retarnos de esta forma, al quedarte todo este tiempo en este mundo desobedeciendo las órdenes de nuestros superiores, ya sabrás a lo qué vengo ¿no?—mostró su afilada espada.
—lo sé, Jinsu, soy consiente de lo que hice y no me arrepiento, solo que no puedo seguir utilizando mi espada de la forma en que la hemos utilizado, creo que debemos de dar justicia a aquellos que la necesitan, por eso es que somos justicieros ¿no?
Tomó su espada, abalanzándose sobre mi, no sacaría por nada del mundo mis Katanas mis intenciones no eran de luchar. Tan solo pasó su espada poderosa a un lado de mi cara demostrándome su poder.
—veo que te has vuelto más fuerte, Jinsu,—lo observé—seguro que has entrenado con el maestro—me sorprendió mucho el avance que había tenido en poco tiempo.
—habló en serio, Katsuro, no vine para juegos—me apuntó a mi cuello con su temible espada, al parecer estaba decidido a herirme. .
—¿Qué?—la tome y la apreté con fuerza—¿mataras a un amigo? Porque si es así, créeme, que lástima es lo que me darás—negué con mi cabeza con mi vista apesarada—no se por qué estás actuando así conmigo, sabes muy bien cómo soy como para que estés en estás circunstancias.
—pero que sentimental te has vuelto, olvidas ¿Quiénes somos? Al parecer estar entre esos mugrosos humanos te han vuelto un ser débil.—fruncio el ceño—no has hecho bien tu trabajo, así que dime ¿donde está?
—¿de qué hablas?—levante mis manos en forma de paz, trataba de ganar tiempo despistandolo un poco.
—Estás colmando mi paciencia, Katsuro y sabes muy bien cómo soy. Hablo del chico ese a quien te encargaron de entrenar. A ese que le llaman: El Elegido, cosa que aún no lo creo. No sería digno de semejante poder.
—No se de que hablas—frunci el ceño haciéndome el tonto.
—Maldita sea, Katsuro, no sé qué estás pensando pero si sigues así te quitaré la vida ahora mismo—acercó aún más su espada, esta vez no tendré paciencia.
Empecé a caminar hacia atrás cuando mi espalda chocó en algo, giré mi cabeza y estaba mi propio maestro, de inmediato me inmuté. Mi propio maestro estaba acá. Mi vida ahora si estaba en riesgo, tenía a dos tipos muy poderosos y yo jamás podría con ellos, pero tampoco le diría la ubicación de James o de lo contrario lo matarían. Él no podría contra ellos.
—¡toma esto!—Jinsu utilizó su espada para herirme, la tomé con mis manos. Su poder me catapultó metros atrás, mire mis manos y estaban sangrando.—te lo dije que no estaba jugando Katsuro, si así va a acabar tu vida pues esa será tu decisión.
Me sorprendí al ver a Jinsu así, habíamos crecido juntos, pero no creí que era capaz de atacarme, estaba furioso y con eso no existía la misericordia.
—te lo volveré a preguntar, ¿Dónde esta ese chico? De lo contrario igual lo encontraremos y lo mataremos como lo haremos contigo.—sonrió de manera diabólica.—mi próximo ataque te hará trizas tu alma, ¡vamos! Escúpelo. ¿Dónde esta?—se acercaba poco a poco hacia mi estrechándome el espacio.
—te he dicho que no lo sé y tampoco lucharé contigo—baje la mirada, aunque me hicieran daño no lo diría.
—perfecto, tu lo quisiste—empuñó su mano lanzándome una ráfaga de golpes, todos impactaban en mi cuerpo ininterrumpidamente. Caí al suelo.—que triste que tu vida haya acabado así Katsuro, eras un gran amigo y un gran luchador—alzó su espada, me cortaría la cabeza, pero antes de que su espada cortara mi cuello mire una sombra frente a mi deteniendo el ataque con sus manos.
—creo que es triste que estés en desventaja—Kai Logan había aparecido.—me parece injusto que hayan dos sujetos contra ti y que tampoco te defiendas, Katsuro.
—¿Quién diablos eres tu y como explicas el hecho que detuviste mi ataque? Además ¿Cómo mierdas puedes verme?—Jinsu se había extrañado al ver la grandiosa entrada de Kai Logan.
—no te interesa quien sea yo, pero confórmate con que yo te asesinare—se colocó delante de mi en forma de escudo.
—¿Cómo diablos apareciste acá, Kai?—frunci el ceño—que yo sepa no he pedido por tu ayuda.
—simple, por la gran energía acumulada que pude sentir en esta dirección, creí que había sido otro demonio gigante, pero mira con lo que me encontré.
—con que te llamas, Kai, me aprenderé ese nombre, porque serás uno que añada a mi lista de mis victimas—se posicionó para atacarlo.—no sé si tengas familia, pero no dejare restos de tu cuerpo.
•
JAMES
—¡no! ¡Por favor no!—me levante de la cama de golpe, había tenido una pesadilla en donde había visto a Katsuro morir, fue algo muy feo, pero afortunadamente había sido tan solo eso, una pesadilla.
Por cierto, no he visto a Katsuro, lleva mucho tiempo ausente, pero, el, a menudo hace eso, siempre se pierde y luego aparece cuando él quiere, seguro en cualquier momento aparecerá.
Me acerqué a la ventana, mire mis manos y pensé ¿en qué momento mi vida ha tomado este giro? Creía ser un chico común y corriente y ahora me miro y no lo puedo creer, me transformo en un samurai, lucho con demonios y todavía tengo un amigo que es un espíritu, si papá y mamá supieran esto jamás me creerían. Los comprendo, si alguien me dijera todas estas cosas tampoco lo creyera.
Me volví a sentar en la cama, observé que un cuaderno estaba medio abierto, cosa que yo no recuerdo que lo había dejado de esa forma. Me levante para tomarlo y entre las hojas había un mensaje de Katsuro.
Querido James, déjame decirte que desde que te conocí hasta el día de hoy me ha parecido una de las mejores cosas que me ha pasado, tu amistad sincera, las ocurrencias que hemos tenido e incluso las discusiones, se que me aparecí con el propósito de sacar tu mejor versión de ti mismo haciéndote un luchador excepcional, siempre he confiado en ti y siempre lo haré, me has demostrado ser un chico muy fuerte, tienes una bonita familia y amigos que te quieren mucho, pero esta vez me despido de ti, Pero en el inframundo saben que yo estoy cambiando, qué me estoy volviendo más humano que espíritu, ellos creen que los he traicionado, creen que por medio de ti lograre conquistar el inframundo, así que lo más seguro que cuando leas esta carta yo quizá estaré muerto, por si llegas ver a otros justicieros por favor no les muestres tu poder, eso solo llamará la atención queriéndote hacer daño. Cuídate.
Demonios tengo que ir a buscarlo, su vida corre riesgo y yo jamás permitiré que eso pase—salí de mi casa desesperado buscándolo.
—¿Dónde vas, James?—un sujeto estaba en mi puerta principal, no sabía quién era, pero sabía a lo qué iba.
—¿Quién eres tú?—lo fulmine con la mirada— ¿como sabes mi nombre?
KATSURO
—lo siento mucho, Katsuro—Kai estaba muy lastimado, él no era oponente para Jinsu.
—creí que eras un poco más fuerte, al parecer eras solo habladurías pequeño chico—Jinsu reía de manera burlesca al ver lo que había hecho con el cuerpo de Kai.
—Maldita sea, ¿en qué demonios te convertiste, Jinsu? ¿Acabaras con la vida de un inocente? ¿Dónde ha quedado la justicia de tu corazón?—trate de hacerlo entrar en razón, pero fue imposible.
—todo aquel que alce su mano contra mí lo consideraré mi enemigo y este chico lo hizo, así que pondré fin a su vida—preparó su espada para el ataque definitivo—siéntete agradecido que moriras bajo la espada del gran Jinsu.—¡toma esto!—atacó e inmediatamente un destello de luz intervino deteniendo el ataque.
—¿Quién demonios eres tu?—Jinsu señaló con su espada.
—mi nombre es James Brixt, Creo que eres a quien buscabas ¿no?—traía su armadura puesta, se miraba tan imponente, su mirada era fría y llena de seguridad, su espada destellaba intensamente un fuego cálido.
—con que tu ¿eres el elegido?—lo observo de los pies a la cabeza—no te miras mal que digamos, pero veremos qué tan fuerte en realidad eres, porque este chico que apareció tan solo en segundos lo hice trizas que por no haber sido por ti, le hubiera cortado su maldita cabeza, al menos ya nos hiciste el trabajo más fácil viniendo hacia tu propia muerte.
—James, eres un estupido o ¿Qué? Te dejé dicho todo en la libreta y aún así vienes, qué terco que eres, tan solo quería cuidar tu vida.—le grité, siempre hacia lo contrario de las cosas que uno le ordenaba.
—¿y así pensabas cuidarme? Entregando tu vida a estos odioso tipos—frunció el ceño—no te preocupes, no tengo miedo en lo absoluto—elevó su dedo pulgar en forma de aprobación.
Definitivamente James estaba loco, no tenía idea de con quien estaba tratando, pero como siempre él no entendería de razones hasta que él mismo se diera cuenta de las cosas.
—veremos que te ha enseñado Katsuro—Jinsu empezó a atacar a James.
La velocidad ascendía cada vez más, la manera que estaban peleando era estremecedora, pero lo más extraño es que James estaba repeliendo los ataques de Jinsu.
—vamos, no me digas que ¿solo te vas a dedicar a defenderte?—sus espadas chocaban mutuamente esparciendo chispas entre cada choque—Debes de tener algo oculto, algo bien guardado para el final, por algo te dicen el elegido.—su espada empezó a hacerse más fuerte trastabillando a James hiriéndolo profúndame.—le hubieras hecho caso a Katsuro, te hubieras escondido por el resto de tu vida, pero en ahora moriras a manos mías.
—no tan rápido—James se reincorporó, dio un giro súper rápido hiriendo a Jinsu en su costado.
—¿Qué?—se sorprendió, tomó su mano y palpó su herida—maldito nadie había herido al gran Jinsu. ¡moriras!
—no te confíes de este chico—dijo el maestro—este chico tiene un poder impresionante.
—no digas tonterías maestro, veremos qué hará con esto—Jinsu elevó su poder creando una especie de fuego que cubría su cuerpo como una nube, solo pude ver cuando de esa nube salió su espada a una velocidad la cual hacía un sonido con el viento a medida que se desplazaba hiriendo a James en su pecho. La espada lo había atravesado de lado a lado cayendo de rodillas.—vamos, levantaste o ¿ya no puedes?—extrajo la espada del pecho de James, inmediatamente empezó a sangrar, la herida que le habia hecho lo espada era fatal, a James se le miraban los ojos descoloridos y su semblante estaba como sí había sido hechizado.
¿será el final de James Brixt? ¿la esperanza de nuestro héroes habrá acabado? O ¿solo será renacer de una bestia poderosa?—desconocido