Rosario La mujer que Nunca Fue Mia
Sinopsis
Rosario es una mujer que se dedica a la prostitución desde que cumplió la mayoría de edad, nunca a encontrado el amor en un hombre solo ve el dinero de los que con ella quieren saciar sus fantasías pero llega Alberto y se enamoran pero nunca se sabe si son el uno para otro porque Rosario siempre busca regresar a vivir como lo ha hecho desde antes de conocerlo al sentirse incómoda de sentir amor y no poderlo expresar de la misma manera que lo recibe.
Así comenzó todo
Día 1
La vida no siempre es fácil para nadie y menos en el amor y el dinero nunca van de la mano.
O ¡Tienes dinero!
O ¡Tienes suerte en el amor!.
Pero sin duda no podrían ir juntos de la mano como dos enamorados incluso el destino tampoco de la mano con cupido y esa era mi triste realidad, cuando era muy adolecente de unos 13 años aproximadamente comencé a revolotear en las cosas del amor y por gusto o selección natural siempre me atraían las mayores aun así me llevaran 5 o 6 años siempre eran de mis preferidas.
Posiblemente porque mi mentalidad no era acorde a mi cuerpo, me sentía todo un hombre de 20 o 22 años aunque tuviera 13, prueba de eso es que me termine graduando a los 14 años del bachillerato o la preparatoria era solo un grado antes de la universidad, para lo que para otros aún les faltaría entre 4 y 5 años para poder ingresar a la universidad, podría decirse que mi Yo interior tenía 5 años más que mi cuerpo natural y eso era lo que me hacía en muchas ocasiones creer que podía conquistar chicas de mayor edad.
No era el típico chico blanco ojos verdes, pero poseo una piel algo morena clara y ojos color miel y mi cabello no pasaba desapercibido aunque siempre quise tener un cabello liso mi cabello era completamente ondulado que caía hacia mis hombros y pues no me considero un chico guapo pero “Normalito” “Aceptable” y de “Buen ver” y tenía mi forma gramatical de seducir a esas chicas que me atraían.
Lo cierto es que cuando comencé a conquistar mi primera chica no todo salió bien y por poco los padres de la dama me sacaban a palos de ahí, no porque les fuera indiferente sino más bien por mi edad, la chica tenía 17 y yo 13 para ellos era mucha diferencia a pesar que estaba a punto de ingresar a la universidad.
Pero eso no era bien visto por mi sociedad ya que según mi sociedad el hombre tiene que ser siempre mayor a la mujer y eso de por sí ya era un impedimento para mí en quererme fijar en alguien mayor.
Por lo que, aunque me costara no fijarme en esas chicas guapas que veía pasar frente a mí en la ciudad donde vivía y en donde crecí, pues tenía que fijarme en chicas de mi edad o que no fueran más de dos años o tres mayores que yo.
¿Pero porque siempre mayores?
Pues porque me atraían más que las de mi edad y menos me atraían las de menor edad, eso era inconcebible para mí, la situación fue que después de pasar esa experiencia, me dedique a seguir estudiando y dedicarme a ello, pero pues mi sentido siempre estaba abierto a querer interactuar con chicas mayores y estando ya en la universidad a la edad de 15 años las chicas de casi 20 o 21 años pues eran inalcanzables para mí por mi edad, pero siempre había una que otra que caía conmigo y mis palabras seductoras.
Pero era la pura necesidad de querer tener una novia formal con la que pudiera andar de la mano y un beso aquí y otro por allá, pero pues solo pude con dos mientras estuve dentro de la universidad ya que había elegido una carrera universitaria de 5 años y me gradué en 4.
El amor en sí, lo que se dice “Amor” aun no me había llegado, no me había torteado la cara, y aunque de la segunda que tuve en la universidad si hubiese querido continuar la relación simplemente no fue así, pero me había dejado más que satisfecho esa relación de manitas sudadas con ella pues aunque quizás pudiéramos decir me gradué de 18 años de la universidad.
¡Vamos! Ya tenía un pene perfectamente funcional, nunca sucedió de esa manera y solo fuimos novios de manos sudadas.
Al salir de la universidad, mis padres no Vivían juntos desde que tenía 8 años y se había separado, por lo que constantemente tenía que estar entre una casa y otra, pero todo me cambiaría cuando conocí a la mujer más Hermosa que nunca jamás había visto, a la mujer más simpática y alma de Dios.
Que había visto en mi vida en una tarde de verano en la ciudad donde vivía mi padre, la había visto con anterioridad pero nunca me había imaginado que esa chica tan hermosa viviera cerca de la comunidad, por lo que en ese verano casi invierno, había decidido pedirle permiso especial a mi madre para quedarme por 3 meses en casa de mi padre.
Y ver si sucedía algo entre nosotros, porque realmente la chica era hermosa de una cadera fina y de una cabellera corta pero ese color pelirrojo natural y su tez blanca y ojos claros me dejaron impactados y aún más al verla de cerca, ya que ese día que llegue con mucho desgano a casa de mi padre.
Me la crucé en la calle, posiblemente ella saliendo de la casa de un familiar de por ahí cerca, la verdad no sabía nada de su vida, solo sabía que ella vivía casi a 15 o 20 minutos de donde estaba la casa de mi padre.
Lo cierto que ese día justo que la vi, quede impactado y sentí como un lazo enorme y grueso me había atado a ella, aunque el destino no fuera estar con ella, porque sin duda “Para mi” era la chica ideal “Yo” para ella sería el chico ideal, pero de una manera muy distinta a la que hubiese querido ser en su vida, la situación es que por varios días estuve esperando que ella apareciera nuevamente por ahí.
Más sin embargo no fue así, y pues platicando, conversando con los compañeros de la comunidad un día conversando con cierta curiosidad pregunte por el nombre de ella, los tres pelones que estaban conmigo se quedaron viendo entre ellos y uno de ellos me contestó:
¿Por qué quieres saber su nombre?
¿La conoces?
O ¿Quieres algo con ella?
Tres preguntas para darme un ¡Nombre! Me dije a mi mismo en mi cabeza, era obvio que si quería el nombre de la chica es porque me interesaba y porque posiblemente quería tener algo con ella, pues entonces le conteste que sí, y el otro de los tres me dijo :
¿Sabes cuántos años tiene?
Pues obvio no, le conteste sino sabía el nombre menos iba a saber la edad, a lo que me contestó:
Ella tiene 21 años, perfecto dije dentro de mí, era hermosa de mediana estatura, me había impactado y hasta sentía eso que le dicen amor y no pasaba de tener 3 años mayor que yo, ¡Era perfecta! ¿Entonces? ¿Cómo se llama?.
Les volvió a preguntar, a lo que ellos volvieron y me dijeron, ella no vive aquí, ella viene por aquí porque viene hacer unos trabajos o un trabajo, o su trabajo como quieras llamarlo, y pues se le conoce porque ha tenido más tres novios y siempre los termina sin piedad y no creemos en lo personal que valga la pena siquiera mencionarla pero ya que quieres saber su nombre ella se llama “Rosario”.
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