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CARLOS
Era época de invierno, la nieve era extremadamente espesa, hasta tal punto que dificultaba la percepción, sin embargo yo estaba en la que quizás sea la principal misión del mes. Se trataba del individuo más conocido de la organización de traficantes de jóvenes, hacía tiempo que andaba tras sus huellas y hoy era el día indicado para encontrarlo en el acto.
Me paseé tras él, después de verlo conversando con uno de sus socios, la persona no había visto que yo estaba detrás de él. Llevaba un gaban oscuro que le llegaba tal vez un poco por debajo de las rodillas, llevaba las manos entre las mochilas muy parecido a mí. Luego de pasear por tanto tiempo el sujeto se presentó en una casa con condiciones muy despreciables, mi grupo y yo comenzamos a rodear la casa, tomé el arma e hice la señal con las manos para que entráramos de manera adaptada.
—destrocé la entrada, al entrar la persona parecía aterrada, agáchate, dije apuntando el arma a su cabeza, cómo te llamas, pregunté buscando en los bolsillos de sus jeans.
—Josue— giró la cabeza mientras estaba en el suelo.
—Vamos, levántate —lo constreñí contra la mampara—, dime, quién más vive en esta casa —mis socios se adentraron en los espacios para una persecución superior—.
—Estás fuera de base —su voz sonó quebrada sólo vivo aquí, señor funcionario —conseguí que sus hombros lo giraran ante mí.
—No se confíe imbécil, dígame, dónde están los jóvenes —le fruncí el ceño.
—No tengo ni idea de qué jóvenes hablas —levantó las manos en señal de armonía.
—Entonces qué haces, en ese momento —le arrebaté el cuello de la camisa—.
—Soy un chico de transporte de pizzas —abrió los ojos de par en par con temor.
—Trata de no decírmelo...—aproximé su cara a la mía— no intentes engañarme, reconozco el pavor claramente y estás en todo caso, temblando— miré a mi alrededor y sólo había una habitación en confusión, unas cuantas cosas tiradas por ahí, sin embargo había una cosa extraña en el suelo, no se sentía tan fuerte y algo que llamó mi atención fueron unas impresiones en el suelo que provenían de una alfombra. Me dirigí un poco hacia una pequeña mecedora que estaba en un rincón, la eliminé un poco y debajo de ella había un misterioso compartimento, cuando lo abrí ¡bingo! había quizás doce jóvenes ligados de extremo y manos con una tira oscura alrededor de la boca.
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—Después de una larga cacería y una excepcional colaboración, hemos encontrado por fin el mayor anillo de trato con niños de la ciudad, esto ha sido concebido gracias al incomparable agente Carlos Jaram y su grupo. Es una alegría extraordinaria para nuestra organización tener un individuo con características increíbles como él y por traer de vuelta a esos jóvenes libres de cualquier peligro.
Una función extraordinaria ocurría en una plaza de la división de policía donde una increíble parte mayor de los residentes estaban disponibles, los elogios y aplausos se derramaban, acepto que para mis compañeros era el mejor orgullo.
—Como insignia de reconocimiento le ofreceremos el premio de honor y el testamento al mejor policía del año, deberíamos conseguirlo con una bulliciosa aclamación.
Los individuos empezaron a vitorear una y otra vez, un tremendo sentimiento se sintió dentro de mi pecho, mi grupo y yo posamos para la imagen de la reunión y me imagino que tendría medio mes de excursión para completar los arreglos de mi compromiso.
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Estaba con mi compañera de vida Raquel en la película, normalmente en las noches visitábamos regularmente lugares para divertirnos ya que en poco tiempo nos casaríamos.
—Por qué razón las películas de amor suelen tener una consumación trágica —preguntó, aceptando mi mano mientras salíamos de la habitación.
—No tengo ni idea, tal vez porque el romance genuino ya no existe —sonreí un poco, sin embargo ella se quedó estática al oír mi comportamiento—, ¿qué pasa? Me acerqué un poco más con la excepción de la nuestra le murmuré al oído y enseguida se le dibujó una gran sonrisa.
—¿Cuándo vas a demostrar lo que tienes en el bolsillo?
—Dios mío —le dije con el brazo por detrás—, eres todavía muy curiosa, algunas veces es mejor no saber las cosas hasta la oportunidad ideal, Raquel.
—Vamos, Carlos, me reservo un privilegio de saber, te garantizo que podría llevarlo—me dijo además, seré la dama del momento, ¿lo haría?
—De hecho, cariño, sin embargo tener un poco de tolerancia, es de dos días antes de que ocurra," me abrazó con firmeza.
—Trata de no parecerte a eso, Carlos, mejor enséñamelo, exigió ella, supón que me queda más modesto o algo enorme, sería más inteligente asegurarte de que me quede impecable.
—Excelente razón, doncella, sin embargo me doy cuenta adicionalmente de que el tamaño de su dedo anular es un "C" o, ¿me equivoco?", nos detuvimos el uno ante el otro.
—¿Cómo lo sabe? —sus ojos brillaron y parecía mucho más maravillosa de lo que era.
—Simplemente lo sé—agarré su mano y continuamos caminando.
RUTH
Regresaba a Chicago después de la exposición de otoño que tuve en París, la excursión había sido agotadora, sin embargo hacía tiempo que no veía a mis padres y hoy era mi cumpleaños. En el momento en que me presenté en la terminal aérea mi compañero más cercano, Karem, estaba pendiente de mi aparición.
—Bienvenido, viejo amigo —me abrazó y me dio un beso en cada mejilla—, me alegro mucho de que por fin hayas llegado.
—Muchas gracias, Karem —miré a mi alrededor una vez más—.
—¿Qué pasa?, ¿confirmarías o negarías que estás alegre?
—No es tanto eso, viejo amigo, es simplemente que normalmente mis padres eran los que me aguantaban el 100% del tiempo aquí. Fue la primera vez que ocurrió algo así y me lo perdí, posiblemente su adoración por mí se ha desdibujado.
—La verdad es que tu padre dijo que sentía no haber venido, lo que pasa es que tenía una reunión importante, ya sabes cómo son los especialistas en finanzas y eso es sólo el principio, así que tu padre, el nivel de responsabilidad que tiene en la organización, sin embargo eso es lo que estoy aguantando, viejo amigo —Me ayudó con la bolsa mientras nos encaminamos hacia la salida.
—Suponiendo que no viniera a buscarme, debería ser por el hecho de que era una reunión bastante más importante que la de su niña. En lo que a mí respecta, me perjudicó que mi propio padre pensara a menudo más en ingresar dinero que en aceptar a su niña después de haber estado desaparecida durante mucho tiempo.
CARLOS
—No debemos hacer mucho alboroto o probablemente despertaremos a los vecinos—dijo Raquel llegando a su casa, ella y yo estábamos en la entrada sosteniendo esto—me dio mi bolso para buscar las llaves, sin embargo casualmente lo vi como un encendedor.
—Hola, qué se espera que haga esto en tu bolso, Raquel —sacudí la cabeza—, dijiste que pensabas dejarlo y me engañaste —a mi media naranja le disgustaba tristemente la hierba, desde hacía tiempo los problemas familiares la habían hecho caer en ese maldito mal hábito—.
—Carlos, por qué razón crees que aún no he dejado de fumar —sus ojos empezaron a vibrar y eso era un indicio de que me estaba engañando—, estoy seguro de que ese mechero estuvo ahí bastante tiempo atrás.
—Amor, sabes perfectamente que soy un especialista y sé numerosas cosas sobre la conducta humana y no puedes negarme que has seguido fumando, simplemente fíjate en las yemas de tus dedos —tomé sus manos y las giré— están amarillas, Raquel, igualmente puedo ver que la mayor parte del día te la pasas mordiendo chicles de menta.
—Por favor, acepta mis disculpas —dijo con cara de pena—, sin embargo ya no lo hago como antes, quizás más de una vez al día.
—Has roto tu garantía —la miré directamente—, dijiste siempre que pensabas decírmelo y simplemente mira lo que pasa....
—Por favor, acepta mis disculpas, Carlos, sin embargo juro....
—No jures nada, Raquel —estaba totalmente enfadado—, sabes muy bien que lo que no soporto en un individuo es la falsedad y eso es lo principal que haces, Raquel, ¿no confías en mí?
—Obviamente confío en ti, cariño, sin embargo te garantizo que esta vez te lo voy a decir — levantó el dedo meñique como garantía.
—Muy bien nos dimos un besito— ahora si no es mucha molestia, abre la entrada, me estoy congelando.
—Se oyó la voz de su madre desde el salón, —Vamos, si no es mucha molestia, entra —exigió.
—Tranquila, señora, sólo he venido a dejar a su niña en casa, ya me voy —imaginé, sin embargo me detuvo.
—Claro que no, niño, generalmente eres bienvenido en esta casa, además, dentro de poco serás la media naranja de mi niña, así que si no es mucha molestia, pasa, haremos un poco de té —tomó mi gaban y lo enganchó en un clavo que estaba en la mampara.
—Bienvenido, Carlos —su padre estaba en la sala de estar mirando la televisión—, si no es mucha molestia, acomódate —daba unos golpecitos en el sillón que estaba cerca de él—, era realmente incómodo para mí entrar en casa de Raquel sobre todo por la consideración que me tenían sus padres.
—Cómo estás, Carlos —salió su hermana de la habitación—.
—Muy bien y ¿cómo está el futuro especialista de la familia?
—Cansado, pero gracias al cielo no estoy muy lejos de completar mi certificado.
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El tiempo transcurrió y como de costumbre la discusión familiar donde me sentí totalmente incómodo, sentí que no encajaba del todo en esta familia, sin embargo no me iba a ir de inmediato.
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—Muchas gracias por todo —me levanté del sofá sin embargo es la oportunidad ideal para irme, me imagino que mi mamá debe estar algo estresada.
—Te acompaño a la salida —dijo Raquel terminando de llevar los platos al fregadero.
—Raquel, en verdad me gusta la señal de tu familia, sin embargo sabes muy bien que este tipo de cosas me hacen sentir un poco desubicada y no lo tomes a mal —estábamos antes del vehículo mañana te buscaré para que podamos terminar de comprar las últimas cosas para los arreglos.
—Está bien, sin embargo podría igualmente querer haberte enseñado el vestido de novia que llevaré —pivotó, pero rápidamente cogí su brazo—¿Qué está fuera de lugar, no necesitas verlo?
—No es tanto eso, sin embargo sabes que es una desgracia, así que mejor cuando estés delante de mí en una zona elevada tendré la opción de verlo mucho mejor—me acerqué un poco más para poner un beso mayor toda la furia Te veo mañana, mi adoración.
RUTH
—Karem, me imagino que deberíamos ir a mi casa mejor, el hecho de que mi padre no me haya esperado en la terminal aérea no implica que lo principal que tenga que hacer cuando venga a la ciudad sea salir de fiesta.
—¡Claro que no, doncella! Hoy es su cumpleaños y hay que felicitarla asombrosamente entramos en la discoteca, había numerosas luces de neón y música bulliciosa, un par de parejas se movían y no había muchas mesas, parecía ser que el local sólo había sido alquilado por ella—hola, por qué razón hay pocos individuos, debe ser el fin de semana y es el punto en el que debería estar más lleno.
—No tengo la menor idea, creo que ha mejorado mucho para nosotros, así podemos apreciar mucho mejor —puso su tote en la mesa—pero dime, ¿qué te gustaría tomar, equivalente a consistente?
—La verdad sea dicha, equivalente a siempre, hace bastante tiempo que no tomo una bebida como las que hacen aquí —cambié un poco el pelo.
—Todo bien, por favor, no te muevas de aquí, ahora vuelvo —puntualizó y se encaminó hacia la barra.
Como por encanto inesperadamente las luces empezaron a disminuir con el resultado final de estar en una neblina acabada, en ese exacto segundo quedé impactado de lo que estaba pasando a mi alrededor, pensé que era esencial para un truco o algo por el estilo, sin embargo ante mí se iluminó una tremenda pantalla con mi nombre, después empezaron a mostrar fotos de mi juventud desde que era un niño, cuando me convertí en un adolescente y cuando empecé mis primeros años como arquitecto, no pude contener las lágrimas al ver mi historia plasmada en un video solitario, la conjunción con mis dos hermanas y mis viejos.
CARLOS
—Me presenté en la jefatura de policía, afortunadamente mi hermano no había regresado aún a casa.
—Sin embargo, mira quién está aquí, con toda sinceridad, el mejor especialista de Chicago, qué tal hermano, nunca estaría ocupado para ti —me estrechó la mano y nos dimos un gran abrazo.
—Hermano, necesitaba pedirte algo de ayuda y es que no me imagino que quiera llegar a casa esta noche, así que por favor si puedes conversar con mamá sería extraordinario, generalmente trato de evitar que se estrese tanto —me senté.
—Relájate, ¿necesitas una bebida? —se dirigió a una mesa de la esquina donde había un recipiente y un par de vasos.
—Obviamente —le eché un vistazo a un croquis de la policía en una pizarra con unos cuantos recortes de imagenes de diferentes homicidios ocurridos.
—Deberías relajarte, Carlos, acabas de llegar y hasta preferirías no tener un tiempo libre —me sirvió una bebida—, en todo caso necesito ir, mi pareja me dio una larga lista de compras, sin embargo no podría decir si el efectivo que tengo puede cubrirlas todas.
—Suponiendo que lo necesites te puedo prestar y después te encargas de mí —intenté sacar mi cartera pero rápidamente la rechazó.
—Claro que no, Carlos, tienes un número tan grande de gastos con los preparativos de tu compromiso es más, necesitas conseguir una casa para poder residir bien con Raquel, sabes muy bien que ella es pobre —mi hermano Armando fue el mejor guía a seguir desde que era un niño, necesitaba todo el tiempo ser razonable.
—Vamos, no te alegres tanto de que haya cogido algo de dinero y se lo haya dado en su mano ya te dije anteriormente que no te estresaras, puedes pagarme después.
—Bien, pero no te acostumbres a ofrecerme ese tipo de cortesías.
—Evidentemente, casualmente, creo que el asesino de estos individuos es uno similar —me acerqué al tablero examinando bien los lugares del crimen—.
—¿Por qué razón dice usted eso?
—A la luz de las huellas en las muñecas, obviamente la totalidad de sus víctimas tienen una huella similar, no sé muy bien con respecto a estas cosas, sin embargo estos datos deberían serle útiles. Me voy, creo que debo buscar a Alfredo y a Veronica, acordamos que los tres nos alternaríamos.
RUTH
¡feliz cumpleaños para ti!
Las luces empezaron a encenderse poco a poco y en el piso siguiente estaban todos mis compañeros, una tarta gigantesca fue traída por los camareros y mis padres venían hacia mí.
—Feliz cumpleaños, querida niña mi padre me besó en la frente y me abrazó con firmeza la bienvenida.
—Felicidades, cariño —mamá sonreía y se notaba la felicidad en sus ojos—, vamos, ven aquí —dijo agarrando mi mano—, de verdad quieres vencer las velas, todos tus compañeros te están mirando.
—Aunque no lo creas —dijo mi hermana Sam, más joven, grabando con su cámara—, pide un deseo y verás que se materializa.
Apagué las velas y enseguida se escucharon numerosos elogios dentro del vestíbulo, en algún lugar de mi interior me sentí totalmente alegre ya que realmente imaginaba que por poco tiempo me habían despreciado.
—Confío en que los siguientes años serán muy superiores a los que estás viviendo, niña, apuesto a que lograrás todo lo que te propongas —las manos de mi padre eran cálidas al deslizarlas sobre mi cabello.
—Mi mamá me permitió un abrazo posterior.
—Acepta que hice un esfuerzo honesto por venir antes, sin embargo estuve excesivamente ocupada con la última llegada de mi surtido, madre, así que discúlpame —atrapé sus manos—, debo conceder que Karem está actuando bien en verdad, desde que vino a buscarme a la terminal aérea ha actuado de tal manera que nunca especulé que harían esto.
—Confío en no llegar tarde— mi hermana Sabrina, más experimentada, se presentó con su pareja, te das cuenta que una dama como yo sigue con su vida totalmente ocupada, obviamente no me voy a perder el enorme servicio que nuestro querido papá organizó, pasó con respecto a siete días con los arreglos.
CARLOS
—Es impresionante que sea tan difícil conseguir una casa por aquí, estaba buscando ciertas casas que pudieran estar dentro de los límites del plan de gastos que tenía accesible.
—Todo lo contrario, eso es lo que cuesta casarse, el cómplice Alfredo estaba en su zona de trabajo con el PC.
—En todo caso, no tienes idea de los costos excesivos, me imagino que debo buscar una casa más modesta, confío en que Raquel pueda comprender —amasé de manera redonda mis santuarios.
—Cálmate, conozco a tu jovencita y evidentemente te va a pillar.
Esta será la última vez que voy a buscar las rosquillas Veronica apareció con tres cajas y tres espressos deben ser los individuos y ustedes deben ser individuos nobles, obviamente, en el siglo XXI no se extremidadnsa en nosotras las damas ella puso los recipientes en el área de trabajo y comenzó a repartir las tazas de espresso.
RUTH
—Por fin, supongo que tu compañero de vida no vendrá —Karem y yo estábamos en una mesa bebiendo algo de champán.
—Estoy segura de que se sentía un poco mal y esa es la razón por la que no pudo venir—se tomó la copa de un solo trago.
—Karem, ¿de verdad te sientes especialmente enamorada? —necesitaba saberlo, ya que en cualquier momento que me ilustrara sobre su compañero de vida, la mayoría de las veces no estaba con ella—, ¡obviamente sí!
—¡Obviamente sí! En realidad confío en que llegarás a conocer el afecto genuino", tomó una copa más de champán.
—Ruth—mi padre se acercó a mi mesa—si me disculpas, Karem, necesito hablar un poco con mi pequeña Karem se levantó cortésmente de la mesa—niña, has sido por siempre mi orgullo y mi justificación de ser, desde jovencita mostraste ese temperamento que anticipé todo el tiempo desde niña y hasta ahora me lo has demostrado, has hecho tu propia organización y tu propia imagen, así que si de alguna manera se me ocurriera dejar este mundo me iría totalmente tranquilo ya que me doy cuenta que todo mi legado está en grandes manos.
—Padre... Prefiero evitarlo cuando hablas así, eres juvenil en realidad tienes un montón de actividades", nos abrazamos.
—A pesar de todo, hay algo que realmente extraño de ti —fruncí el ceño—, nietos, necesito numerosos nietos, me gustaría que tuvieras la opción de enmarcar una familia y conocer a mis últimos parientes.
—Claro que sí, papá, sin embargo, en todo este tiempo no he conocido a la que encantará mi corazón, cuando eso ocurra te garantizo que te daré todos los nietos que necesites —sabía que a mi padre le dolía ver eso ya que mis hermanas aún no habían tenido crías y mi hermana más consolidada tenía dificultades para considerarlo.
—Está bien, pequeña. Oh no él echó un vistazo al PDA una vez más creo que tengo que ir a la organización, hay un pequeño negocio que determinar, sin embargo estoy feliz de que lo estés viviendo, te quiero—nos dimos un último abrazo nos veremos en la primera parte del día.
CARLOS
—Aquí en el vehículo de vigilancia dieciséis.
El transmisor de radio de Alfredo estaba sonando.
—Aquí Alfredo, ¿qué podríamos hacer por ustedes vehículo de vigilancia dieciséis?
—Necesitamos un poco de ayuda, hemos observado un vehículo con dos cuerpos, uno es un individuo más experimentado y su amigo es una joven, ambos tienen disparos en la cabeza.
—Bueno, iremos en un segundo —dijo—, insólito, hoy en día no se fijan en los mayores, sin embargo, ¿quiénes son los que necesitan hacer un breve viaje y ver algo así? Obviamente nosotros, los especialistas —se quejó—, no podemos descansar tranquilos, ¿me acompañas? — miré el reloj y era casi de día.
—Obviamente lo haré —me arrebujé en mi gaban—, posiblemente pueda ser de ayuda —los dos pasamos junto a Veronica para ir al lugar del crimen.