Capítulo 3
Narra Amanda.
—Lo siento mucho—tartamudee—. Vi una luz encendida y me dispuse a pagarla, perdón si no debía entrar—me disculpe torpemente, él desvió su mirada hacia mi pechos, en ese momento recordé mi camisón transparente, sentí mis mejillas encendidas de la pena, así que me dispuse a cruzar los brazos para taparlas, pero él casi de inmediato levantó su mirada de nuevo hacía mi cara. Segundos después, sentí sus dedos en mí rostro, levantó levemente mi barbilla, sus ojos caramelo se toparon con los míos.
—Luego hablaremos de esto, debo ir a trabajar. Olvidé llevarme unos documentos importantes—dijo seriamente, en ese momento soltó mí barbilla, paso a mí lado, abrió la puerta e ingresó a su habitación, vi cuando se acercó a la mesa de noche y tomó una carpeta, luego de eso volvió a salir, esta vez no se detuvo, siguió su caminar hasta bajar la escaleras y salir de la casa finalmente.
En ese momento regresé a mí habitación a toda prisa, cerré la puerta y me apoye en ella y cerré los ojos. Había hecho muchas cosas estúpidas en mi vida, pero creo que esto realmente se llevaba el premio ¿Qué clase de tonta se ve atrapada en la habitación de su nuevo jefe, en una pijama transparente en su primer día de trabajo? Estaba preocupada por lo que él me iba a decir, si me despedía ya no valdría nada toda mí experiencia como niñera. Necesitaba el trabajo no quería decepcionar a mí abuelo, él necesitaba de mí apoyo económico.
Luego de un largo rato me puse de pie me vestí adecuadamente, decidí que me esforzaría a cumplir con mí trabajo de lo que quedaba del día, quizás el señor White, no me despida si ve que hice un buen trabajo. Poco después bajé a la cocina, me serví una taza de café y luego miré mí reloj de mano y eran las 7:10 am. Creí que debía despertar a las niñas ya que era martes y supuse que tenían obligaciones escolares, Pero no sabia a que hora tenían que estar en la escuela. Recordé que la señora Bentacour no me había dado el itinerario de las niñas y no sabia a que hora ella regresaría a casa. En ese momento volteé hacia el refrigerador y pude ver una hoja de papel pegado con un imán, lo tomé y luego lo leí, sentí que el alma se me había salido del cuerpo al leer los dos primeros puntos:
1)6:35 am Despierte a las niñas y prepare su desayuno.
2)Las clases comienzan a las 8:00 am, el autobús pasa por ellas a las 7:30.
Después de eso salí corriendo hacia el segundo piso, abrí la puerta de Zoé, ella estaba todavía durmiendo profundamente.
—Zoé— pronuncie—.Llegaran tarde a la escuela— le dije, ella se frotó los ojos— . Ve al baño y lávate la cara ¿Necesitas que te ayude a vestirte? — le pregunté.
—No, puedo hacerlo yo sola. Soy grande, ¿sabes? — respondió como si la hubiera ofendido.
—Está bien, iré a despertar a tu hermana mientras te lavas y te cambias—le dije sin discutir, no tenia tiempo para eso. Salí de ahí y me desplace a la habitación de Denisse, donde abrí la puerta tentativamente. Ella estaba acostada en su cama dándome la espalda—. Denisse necesitas despertar. Llegaran tarde —le dije en voz alta, pero ella me ignoró.
En ese momento tuve que entrar, pero en ese instante ella se volteó, vi que tenia pegado en su oreja un celular.
—Si. Ella finalmente decidió aparecer —le respondió ella a la persona detrás de la línea, luego me pasó el teléfono—. Quiere hablar contigo—me dijo tuteándome.
Fruncí el ceño mientras miré el teléfono en su mano extendida.
—¿Quién es? —le pregunté.
Ella sonrió sarcásticamente para luego levantarse de la cama antes de desaparecer en su baño, cerrando la puerta con fuerza detrás de ella.
—¿Señorita Smith? —era la voz de mi jefe, mis ojos se abrieron con horror.
—Si, soy yo—le confirme.
—Pensé que las niñas ya estaban levantadas y vestidas ¿La esta despertando hasta ahora?—interrogó.
No podía creer lo que estaba pasando, quería ocultar mi cabeza bajo tierra.
—Lo siento señor White, no había visto la lista que estaba en el refrigerador y se me hizo tarde para hacer mis deberes—quise defenderme, pero sabia que era una falta a mi trabajo, más por la situación que habíamos tenido más temprano.
—Comprendo—respondió guardando silencio por un momento—. Sin embargo, llegaran tarde a la escuela — gruñó molesto—. Es mejor que se de prisa, la veré esta noche y hablaremos — agregó antes de colgar.
En ese momento Denisse salió del baño y me vio con una sonrisa de burla.
—Sal de mi habitación—dijo sin quitar esa sonrisa malévola, seguramente ella le había hablado a su padre como un acto de maldad, ahora comprendía porque las niñeras se iban de este trabajo tan pronto, quizás se debía por su comportamiento.
La miré por un momento. Debía ser firme y no demostrar que estaba abrumada por la situación.
—Prepararé el desayuno, procura vestirte rápido—pude pronunciar antes de salir de su habitación.
Mis ojos se llenaron de lágrimas, ya que no era así como me había imaginado que sería mi nuevo trabajo. Ahora estaba a la expectativa de lo que me diría mi jefe esta noche.