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Capítulo 5

TÍTULO: ESPERANZA ROTA.

Dimitri me estaba ofreciendo como si no fuera nada, y yo me sentí acorralada. ¿Cómo podría vivir de esta manera?

Pasando de hombre en hombre, en mi vida pensé terminar así.

Dimitri ---muévete, el club cierra en una hora.

Amara ---No quiero, no quiero, ya ganaste suficiente dinero conmigo --Las palabras salían de mis labios por sí solas, me niego a esta vida.

Luka -- Dimitri, ¿qué sucede aquí?

¿No es ella la diabla de mi jefe?

Dimitri --Aleksander  no la reservó como suya, y todavía no pasan las 6: AM, aún queda una hora para seguir ganando dinero con ella.

Luka ---Espera a que hablé con mi jefe, sabes muy bien que no le agrada compartir sus mujeres.

Dimitri --Te doy 10 minutos, si no, irá a cumplir con su trabajo.

Erik --- Vamos Dimitri, soy mejor cliente que Aleksander, y mi novia y yo vinimos aquí esperando poder tener a una de las nuevas diablas, pero tú fuiste muy descortés con nosotros, le ofreciste las mejores a Aleksander y las demás a faddei.

Luka -- Sí no quieres tener problemas con mi jefe, no quieras tener lo que no es para ti.

Mi cuerpo temblaba de miedo mientras estos asquerosos discutían cómo sí fueran dueños de nosotras. El tal Luka se fue, y por un momento rogué que volviera, pero pasaron los 10 minutos y no volvió.

Erik --- Vamos hermosa, no le interesas a Aleksander --Escuché aturdida, no quería acostarme con este tipo, tenía cara de psicópata, y la mujer a su lado se puso de pie y se paró detrás de mí, introdujo su mano dentro de mi bata y tocó mis pechos.

Mi mirada cayó desconsolada al suelo y fui jalada del brazo. Caminé torpemente en medio del hombre y la mujer hasta llegar a una habitación; esta era extravagante y ridículamente lujosa.

Mi cuerpo se puso rígido al sentir las manos de la mujer quitándome la bata del cuerpo, me eché a llorar, maldije el haber nacido mujer, maldije a estas malditas personas. Pero un golpe de esperanza sonó en mis oídos.

Erik ---Mierda, ¿quién es? --Dijo el hombre desnudo frente a mí, y escuché la voz de Svetlana.

Svetlana —disculpé la interrupción, lamento el error, pero Amara está reservada como VIP—escucharé y una sonrisa de alegría se formó en mis labios.

El hombre se cubrió con una bata y salió de la habitación, y del otro lado se oían las voces de Svetlana y Dimitri discutiendo con el hombre. Luego entraron los tres, el rostro de Dimitri estaba tenso, se podría decir que hasta tenía miedo.

Erik — esto es una ofensa y no se quedará así, me faltaste el respeto.

Dimitri  — Prometo recompensarte, este mes ingresan chicas nuevas, hasta más jóvenes, y por supuesto son a estrenar.

Tendrás una gratis; correrá por cuenta de la casa.

Erik —Por tu bien, esperó que me consigas unas buenas diablitas, o de lo contrario estarás en problemas —dijo este, se vistió y luego salió junto a la mujer, que estaba muy enojada.

Dimitri — Vístete, qué esperas, todo es culpa tuya, ahora estoy metido en un gran problema. Aleksander te reservó como vip para él, pero me dio quejas, dijo que fuiste grosera con él.

Al terminar de regañarme, salió dando un portazo detrás de él, y quedé con Svetlana.

Svetlana ---Vístete y ve a tu habitación.

Amara --- ¿Tais y Magdalena dónde están?

Svetlana —Se marcharon con Aleksander, él pagó por su virginidad y también pagó por ellas. Él las compró.

Amara --- ¿También va a llevarme con él, voy a irme de aquí?

Svetlana --- No, eres VIP, te reservó para que solo seas de él, pero no te compró. Fuiste muy tonta, tuviste una posibilidad de salir de aquí y la desperdiciaste.

Mi corazón casi se detiene al escucharla. Por un momento creí que saldría de aquí, pero no es así. Tendré que quedarme.

DOS MESES DESPUÉS.

Aleksander.

Estoy haciendo negocios con unos griegos, se trata de compra de armas. Estos últimos días estuve muy ocupado, así que la semana entrante estaré viajando.

No he vuelto al club en dos meses, Magdalena y Tais me tienen entretenido, son muy complacientes conmigo y eso me gusta, son todo lo contrario a la griega. Pero mis diablas quieren ir hoy al club, y para premiarlas por su obediencia las llevaré, aunque la verdad no tengo ganas de ir. No quiero encontrarme con Erik, el muy bastardo está haciéndome la guerra. En estos días logró quedarse con uno de mis mejores clientes, pero pronto aprenderá que conmigo no se juega.

Luka--- Jefe, las chicas están listas para salir.

Aleksander  — Bien, salgamos

Amara.

Los días pasan y pasan, ya ni sé cuánto tiempo llevo aquí, pero por suerte ningún hombre me ha tocado. Como soy una supuesta vip de Aleksander, nadie puede acostarse conmigo. Pero él no ha vuelto, no sé si estar feliz o deprimida. Dimitri me dice a diario que si no trabajo no me dará de comer, y eso viene haciendo.

Svetlana me trae algo, pero no es mucho. Son las sobras que logra guardar para traerme; ella se convirtió en la persona más cercana.

Las demás chicas no me hablan y, Tais y Magdalena que eran mi compañía, ya no están.

Svetlana --- Ponte bella, Aleksander acaba de llegar.

Amara --- ¿Crees que pida verme?

Svetlana --- Creo que sí, aunque está con Tais y Magdalena. --Después de que Svetlana entrará corriendo y me avisará que Aleksander estaba aquí, me arreglé. No es que quiera verlo, pero él puede ser mi pase a la libertad, y voy a hacer todo por salir de aquí.

Al estar vestida, salí de la habitación. Svetlana ya estaba esperándome y fuimos juntas al club.

Al estar allí, visualicé una mesa, la luz roja alumbraba sus lugares. Tais estaba sentada en las piernas de él, y Magdalena a su lado, bebiendo champán como una gran dama. Ambas estaban vestidas con ropas de diseñador, caros, finos y elegantes, pero también sensuales.  Caminé con miedo, Dimitri estaba sentado con ellos, pero traté de no estar demasiado nerviosa. Al llegar allí, todos los ojos se fijaron en mí.

Dimitri —Casi me había olvidado de ti.

Amara --- Vine a hacerle compañía al señor Aleksander.

Aleksander ---Vete, tengo estas dos bellezas, no te necesito a ti.

Dimitri — ¿Entonces no pagará más por ella? —Al escuchar esas palabras, entre en pánico. sí él dejará de pagar por mí, tendría que venderme a otros hombres.

Fui hacia él de un solo paso, me abracé a él, pero Tais, quien estaba encima de él, me empujó y caí al suelo.

Amara --- ¿Tais, por qué me tratas así?

TAIS--- Tú eres una zorra, yo no soy como tú, mi hombre te dijo que no te necesita, vete de aquí. -- Solo pude levantarme del suelo con dificultad, no tenía fuerzas en el cuerpo, al no estar alimentándome bien, bajé la cabeza y salí lo más rápido que pude.

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