Capitulo 1.

6 de Julio.

Observo la hora en mi reloj mientras camino hacia mi mayor orgullo, lo único que realmente he hecho bien, "Dreams" ese es el nombre de mi editorial, desde niña supe que quería hacer en la vida, aunque estuve rodeada de mucha comodidad y decir mucha es poco, teniendo en cuenta que padre posee una pequeña mina rica en piedras preciosas a la que él nombro 'Luciana'; nombre de mi madre.

Desarrolle amor por ese lugar, cuando tenía suerte padre me llevaba a dar un pequeño recorrido por la mina, me hipnotizaba cada color de esas piedras, su luminosidad, sus formas, sin embargo siempre fui una niña amante también de la literatura, solía escribir cada cosa que se venía a mi mente, creaba diferentes tipos de historias y poemas para mamá, cada día en nuestros cumpleaños (sí, compartíamos la misma fecha, ya que según ella yo no quise hacerme esperar un par de semanas más) solíamos escribirnos algo la una a la otra, mamá siempre decía que yo tenía talento para escribir, que sería una gran escritora algún día. Decidí no ser esa escritora de la que tanto hablábamos pero si ayudar a cumplir a otros ese sueño.

Por eso hoy estoy aquí en lo que digo es mi mayor orgullo y aunque sé que mamá esperaba algo más de mí, quiero creer que también es feliz desde donde está por este gran logro.

Saludo a todos en el camino, porque si no puedo ser fácil a veces, pero jamás una mala jefa.

Entro a mi oficina, el olor a incienso me recibe, respiro profundo, las ventanas están abiertas, en mi mesa todo está ordenado, mis pendientes a un lado y mi eficiente secretaria entrando.

- Buenos días jefa, aquí está un café caliente, bien cargado y le traje un sándwich con mucho jamón porque apuesto a que no desayuno el día de hoy - Menciona Carol. Ella de verdad me conoce bien. A veces me sorprende cuánto.

-¿ Tanto así se me nota la mala cara ? - pregunto haciendo un ridículo puchero. Ella sonríe.

- No que va, usted siempre es esa guapa empoderada que rompe corazones al pasar - No puedo evitar romper en carcajadas.

- Eres todo un caso Carol, en serio me alegro de tenerte acá, eres uno de mis mejores elementos, una gran persona. Siempre sabes cómo sacarme una sonrisa - su abrazo me toma desprevenida pero se lo devuelvo.

- Usted es una gran mujer que merece cosas buenas, tiene que creérselo de una vez, viva más allá de sus límites, estoy segura de que ella hubiera querido que usted realmente viviera - un nudo se forma en mi garganta ante sus palabras.

Rompo el abrazo y asiento. Mierda estos días me ponen demasiado sentimental.

Voy directo a mi café y tomo dos sorbos para luego sentarme.

- Ahora dime si hay recados por favor - cambio de tema.

- La señorita Miranda llamó, creyó que ya estaba aquí, dijo que la llamara en cuánto pudiera que tenía una sorpresa para usted.

- La llamaré en este momento.

Carol asiente y sale de mi oficina.

Miranda es mi prima y mejor amiga desde niñas, hace un año que salió del país para ayudar a su padre con sus negocios en Francia, me ha hecho falta.

- ¿Lara ?

- No, soy su gemela - Digo bromeando.

- Oh Dios hay dos Lara, el mundo no está listo para eso - Dice fingiendo susto. Me río.

- Tonta. ¿Como estás ? Que es eso que tienes que decirme y no puede esperar ?

- En una semana estoy de vuelta!!! - Grita haciéndome alejar el teléfono.

- ¿Es en serio ? Por fin, mis días eran horribles sin tu existencia - Digo dramáticamente.

- Estúpida, me extrañas admítelo!! - ambas reímos.

- De verdad que buena noticia, te he extrañado mucho - admito.

- También yo, ya llegará tu media naranja no te preocupes - frunzo el ceño.

- Yo soy un medio limón y en todo caso tu serías algo así como mi cachorrita - Digo burlandome.

- Perra!!!- Grita mientras yo me carcajeo.

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12 de Julio.

Saturar mi tiempo entre trabajo y gimnasio para evitar pensamientos fatalistas en mis días inestables siempre funciona, puedo decir que estoy mejor, hasta dentro de 5 meses que vuelva a odiar mi cumpleaños y llorar como una niña por los rincones. La misma historia de todos los años, mi vida es una completa monotonía , se y soy consciente de ello, no suelo hacer amigos, se puede decir que no tengo vida social más allá de lo que conlleva mi trabajo, no puedo decir que soy feliz, la felicidad conlleva muchas cosas que actualmente no tengo.

Mi terapeuta dice que acostumbro a poner mi dolor en pausa y que eso es contraproducente, aprendí a sobrevivir con mi consciencia, tengo buen estatus, no me falta comida, un techo ni nada material, eso es estar relativamente bien. No aspiro a ningún amor, no desarrolle mi lado cursi y no quiero hacerlo, al final terminas mendigando cariño a alguien que talvez ni esté dispuesto a dártelo, una vez mendingue el de mi padre y fue una completa mierda, hoy en día no necesito el amor de nadie para estar bien, aunque por supuesto de vez en cuando me gusta que amen mi cuerpo y eso no tiene nada de malo.

Aunque admito que me preocupa el sentimiento de estar al borde del colapso, muy dentro de mí sé que me estoy envenenando al punto del no retorno.

Reviso mi celular y miro un mensaje de Miranda de hace casi tres horas, es un video de ella haciendo muecas con mis tíos, río bastante al ver como los obliga a hacer lo que ella, su relación con ellos es increíble, son lindas personas, vieron por mí en los momentos difíciles aun cuando yo no quería a nadie cerca.

Dejo el celular en la cama mientras me quito mi ropa deportiva para darme un baño de larga duración. Pongo algo de música y me relajo por varios minutos al son de Dance Monkey.

Escucho el timbre sonar y me levanto un poco fastidiada por la interrupción, camino hacia la puerta envuelta en mi toalla, al abrirla inmediatamente alguien salta hacia mi cuerpo haciéndome caer de trasero. Me río y casi lloro por la estúpida de Miranda que me ha dejado el trasero ligado y prácticamente desnuda.

- Chica tú me vas a matar - digo aún en el suelo.

- Lo siento no creí que te tiraría - responde aun riéndose.

Acomodo mi toalla y ella se levanta y me ofrece su mano que tomo sin dudar para luego abrazarla fuertemente, ella me responde igual. Mierda como la extrañé. Probablemente sea la única persona a la que considero que amo incondicionalmente y de la que me dolería perder su cariño. Creo que estoy llorando.

- Lara Jean no llores - pronuncia.

- No me llames como esa mocosa de la película - Digo riendo entre lágrimas, ella también ríe.

- Decidí sorprenderte, quería verte, ponerme al corriente, contarte como estuvo mi año fuera de nuevo pero ahora en persona hasta aburrirte - se deja caer en mi sofá- Y hablarte sobre un hermoso hombre que me atropelló en el aeropuerto, que maldije y luego me tocó sentarme a su lado durante el vuelo, resulta que no es tan idiota y la que al final quedo idiotizada soy yo - Dice hablando tan rápido que casi ni le entendí.

- Wow, wow respira querida, primero déjame cambiarme y por supuesto cerrar la puerta - señalo mientras cierro esta.

- Lara, ¿cómo estás? - se levanta y toma mi brazo, se a lo que se refiere.

- Tan duro como siempre, he sido una mierda sentimental estos días pero todo está estabilizándose de nuevo, no te preocupes - Digo dando un intento de sonrisa.

Ella asiente y no dice más, sabe que si yo no quiero contar más del tema no lo haré. Soy cerrada con este tema, todo mi sufrimiento aprendí a reservármelo, puedo estar muriendo lentamente dentro de mí pero la máscara solo la dejo caer estando sola.

Esa noche es diferente a las otras, es llena de risas, anécdotas, comida y unos cuantos tequilas. Duermo tranquila, como no lo hacía en mucho tiempo. Me permito sentir y disfrutar sin culpabilidad, suelto un poco mis cadenas y en un pensamiento suelto opino que a lo mejor si necesito más amor del que admito querer y necesitar.