Capitulo 5

—Peque, ¿puedo pasar? —oigo que me llama mamá detrás de la puerta.

—Si mamá, pasa —le digo despidiéndome de Néstor y cerrando mi computadora, aún no se lo digo que somos novios.

—Quiero hablar contigo mi vida —me dice entrando y sentándose a mi lado del sillón donde estoy sentada.

—Dime, mami, ¿Qué pasa? —le pregunto y recuesto mi cabeza en su hombro.

—Bueno, ya sé que eres una señorita y que está en la edad de que quiere experimentar muchas cosas, como conocer chicos y no como amigos, sino como novios o pareja —comienza a decir y levanto mi cabeza de su hombro, empiezo a ponerme nervios.

—Pero, qué cosas dices mami, yo no tengo novio —le digo volteando la mirada a un lado.

—Mi amor, yo también tuve tu edad y claro que fantaseaba con los chicos de la escuela, hasta me gustaba un chico que nunca me vio, no más como una compañera de salón, porque ni a amigos llegamos —me cuenta dando un suspiro recordando quizá sus travesuras, ay mi madre.

—Uy, madre esa no me la sabia y creo que papá tampoco —le digo desviando el tema, porque sé a dónde va esto 

—Para su información, el flaco sí lo sabía, junto con Lu me molestaban, yo era sus burlas diarias —me dice achicando sus ojos y sonriendo —pero no vine a hablar de mí, sino de usted —aclara y chin ya me amole.

—Mami, apenas voy a cumplir dieciséis años, voy a tener novio hasta los dieciocho que te parece —trato de negociar con ella y me da un golpecito en mi brazo —auch madre, voy a poner queja con mi papi de que me estás maltratando —le digo sonriendo y la abrazo.

—Conozco a cada uno de mis hijos, a dos los parí y con mucho esfuerzo y al otro lo crie como si lo hubiera parido también, así que cuando ustedes van yo ya fui mil veces y regresé, ni tu padre se salva de mí —hace un gesto de decepción y tristeza limpiando una lágrima ficticia, mientras me cubro la boca para no reír.

—Ya va mamá, a que viene todo lo que me estás diciendo, o más bien ¿Que es lo que quiere saber la madre más hermosa del universo? —le pregunto haciendo pucheros y dándole besitos en sus mejillas.

—¿Qué es lo que realmente sientes por ese muchacho? ¿Cómo es que se llama? O si Néstor —me pregunta y me quedo con la boca abierta.

—¿Qué sabes de él? Yo no tengo nada con él, solo somos amigos —le digo nerviosa caminando de un lado a otro.

—Entonces ¿Si son novios? —me pregunta.

—Sí, bueno, no, yo, yo, mamá, te lo puedo explicar —le contesto dándome cuenta de que caí en su trampa, así es mi madre, lanza la pedrada para ver si uno la cacha.

—Ay mi amor, lo sé todo desde un principio, nadie me lo dijo, solo con observar sé lo que a mis hijos les pasa, cuando son felices y cuando están tristes —me dice y me señala para que me siente a su lado.

—Mamá, te prometo que no me va a distraer en mis calificaciones tener novio, si Néstor me gusta estoy enamorada de él desde que lo conocí —le contesto y mis ojos se llenan de agua por el miedo de que me prohíba andar con Néstor.

—Merari, hija ¿Estás segura de que estás enamorada de ese chico? Talvez sea una ilusión, un capricho, eres una niña, todavía tienes una vida por delante, debes conocer muchas cosas —dice mamá y niego con la cabeza para que me entienda 

—Mami, Néstor es con quien quiero casarme algún día, si me vas a decir que es mayor que yo, no me importa, yo lo amo, por favor mamá no le digas a papá, él me va a prohibir verlo —le ruego a mi mamá y ella me da un abrazo.

—La edad no importa cuando se ama a una persona, mira tu abuelito era quince años mayor que tu abuela y ellos se amaban hasta que mi mamá falleció y la siguió amando hasta que él también fue a su lado —yo no conocí a la abuela solo por fotos, y si se veía más joven que mi abuelito.

—Lo que quiero decir es que, aún estás muy chica para enamorarte y debes de pensar bien de quién te enamoras, Mer, eres mi pequeña niña y no quiero verte llorar cuando te lastimen —me habla, aún estoy entre sus brazos y pasa sus manos por mi espalda.

—Néstor también me ama, me respeta —le digo, no quiero pensar en que me tengo que separar de él.

—No lo dudo, solo te pido que te cuides y si en un momento él quiere pasarse de listo o te quiere obligar a hacer algo que tú no quieres o no estés preparada, no dudes en contarnos lo que te esté pasando, no te quedes callada, más vale que huyas y te alejes a qué termines lastimada —me dice y sé muy bien por dónde va la cosa, en la familia ya pasó un caso de violencia con una de mis primas y ella cayó por miedo, ahora sus hijos y ella están en terapia por lo que le hizo su esposo.

—Mamá, yo sé cuidarme, sé defenderme, no voy a permitir que me obligué a hacer algo que yo no quiera —le digo para que esté tranquila.

Seguimos platicando, me dio mucho consejo y aunque tengo una familia sobre protectora y celosa, me sé defender, tengo el mismo carácter de mamá y no me dejo de nadie. 

Después bajamos a la sala, papá había llegado junto a mis hermanos y mis cuñadas, Sam con su linda barriga y Cass con mi sobrina en sus brazos, corrí a quitársela para consentirla. Mi pequeña Xiomara es mi consentida por el momento, se la quito y me voy con ella a la sala a jugar llenando ese momento de risas de mi bebé.