Capitulo 1
—Gringuita, estás muy hermosa —me decía Néstor mientras me tomaba de la mano y acaricio mi mejilla, —me gustas y mucho, hoy quiero pedirte que seas mi novia, Merari ¿quieres ser mi novia? —me pregunta y yo emocionada por lo que estaba escuchando me arroje a sus brazos.
Fue muy gentil y cariñoso, dolió un poco, pero la sensación de ser amada no me importo ese dolor, porque empecé a sentir placer hasta que explote y pensé que me había hecho pipí, sentí vergüenza con mi cara roja lo vi. Néstor sonrió dándome un beso, unas embestidas más y él también terminó, se separó de mi cuerpo sentándose en la cama, se vistió.
—Me tengo que ir, antes de que se den cuenta tus primos, mañana nos vemos, yo te llamo para despedirme antes de que te vayas —me dice y solo asentí, pensé en que si mis primos ll veían salir del cuarto iban a pensar mal y me está protegiendo de un problema con la familia.
Entre al baño, me bañé aún, sentía un poco de dolor, sé que es normal, me acosté en la cama y con una sonrisa me quedé dormida, el sonido de mi celular me despertó, era una llamada de mi mamá.
—¿Apoyarla? Mira mejor no pongas palabra en mi boca de las cuales me pueda arrepentir, dime y por lo menos se cuidaron, dime Merari ¿se cuidaron? —me pregunta y se acerca para tomarme de los hombros, pensé que me iba a pegar que cerré mis ojos —Contesta maldita sea —me grito —Lo único que quiero no me lo puedes dar en este momento, si tengo que pagar por mi error que así sea —le hablé apretando mis dientes y reteniendo mis lágrimas, mi orgullo no me permitía dejar que me viera triste, sé que decepcione a mis padres, les mentí sí, pero no es para que me siga castigando con su indiferencia.Subí al avión y me senté en el último rincón donde nadie pueda verme llorar, pensé por lo menos un te cuidas.
—¡Gringaaa te amo! —Escuché unos gritos y me quedé viendo a Darío nerviosa, sabía de quién era esos gritos. Me abracé a mi esposo, y mis hermanos me quedaron viendo.
—Merari, gringuita, perdóname, te amo —seguía gritando.Mi mamá se acercó a mí.
—Mer ¿Quién es el que está gritando? —me pregunta y bajo la mirada.
—Es Néstor —contesto y Darío abre los ojos cuestionándome.
—¿Néstor? —pregunta y me suelta, trato de agarrarlo y no me lo permite.
Néstor seguía gritando tonterías, me quedé paralizada, mis pies no se movían, mis hermanos y Darío salieron donde estaba gritando Néstor, no sé qué pasó.
—Mer, tu esposo se está dando a golpes con Néstor —entra corriendo Nora a dónde yo estaba y me jala del brazo para ir a separarlos.
—Amor, Darío déjalo por favor, —le hablaba mientras me ponía en medio de los dos.
Mientras Junior agarro del brazo a Darío y mi tío Raúl a Néstor, Diego se acercó y le propinó un golpe en el estómago que lo hizo doblarse.
—Te lo advertimos que no te le acercaras —le dijo lleno de coraje.
Darío se soltó del brazo de Junior y entro a la casa muy enojado, fui tras él hablándole y no me hacía caso.
—Darío, amor, espera —le hablaba y él seguía caminando alejándose de mí.
Subí nuevamente a la camioneta, manejo unas cuantas cuadras, al llegar me bajo y tocó la puerta y una mujer joven que de seguro es su esposa abrió la puerta, al verme abrió bien los ojos.
—¿Dónde está Néstor? —le pregunto y no me importa quién sea.
—¿Para qué buscas a mi esposo? ¿A qué vienes? Lárgate de mi casa, aquí no eres bienvenida —dice y la miro de arriba abajo y me sonrío irónicamente.
—No me interesa estar aquí, me iré, pero antes tengo algo que decirle a tu querido esposo, ya que estás presente mejor, así escuchas y me dejan en paz, así que llámalo o entro hasta donde esté —sugiero no me importa si lo llama o no, de todos modos voy a entrar.
—Pasa y que sea la última vez que te vea cerca de mi esposo, ¿Por qué sabes que está casado no? —pregunta y la veo hacerse a un lado para darme un paso.
—Eso díselo a tu esposo —le contesto entrando a esa casa, lo veo sentado, recargado en la mesa con unas cosas de botiquín, sé que Darío lo golpeó y Diego también, por como vi a mi hermano en la mañana.
Llegó hasta él y le dejo caer un par de cachetadas, me queda viendo sorprendido, no se había dado cuenta de que había entrado, luego ve a su esposa que no sé cómo se llama ni me interesa saber su nombre, está con las manos en la cintura.
—Que sea la última vez que llegas y haces un escándalo ante mi familia, no me conoces, así que no me provoques, que te quede claro, que ni por ti ni por nadie voy a perder mi matrimonio ni a mi familia —le digo enojada, aprieto mis manos.
—Ahí está tu familia, tienes una esposa, no te basta con ella y andas buscando, por otro lado, que le quede claro, jamás voy a perdonarte lo que me hiciste y aquí ella es la que escogiste, ahora que buscas, mantente lejos que yo no quiero verte —le hablo fuerte viendo a su esposa que se acerca a él.
¿Qué pretende al volver y sembrar dudas en alguien inocente que nada tiene que ver con el pasado? Dicen que el pasado pisado y eso hice yo, pise mi dolor, dejar a mi familia molesta conmigo por un error o capricho de niña mimada, huir de ese amor que me dejó derrotada, cambiar mis planes de un día para otro para olvidar esa traición y burla, porque eso fui para él una burla ante sus amigos
Regresar a mi país, aunque las circunstancias sean la enfermedad de mi padre que me obligaron a venir, bueno no es que no lo quisiera, me fui huyendo de un mal amor Molesta conmigo misma, por ser tan tonta e ingenua, por creer en un amor que fue usado y no correspondido.