#2 Purgatorio
Por la mañana Victoria se arreglaba para su entrevista laboral. Ella se había puesto una falda negra no muy corta y una camisa blanca bastante holgada. Un uniforme simple pero efectivo para estos casos. Su maquillaje era suave, quería dar una apariencia natural, por lo que solo colocó un poco de gloss en sus labios.
Tomó su bolso y bajo a desayunar.
En la mesa familiar estaba Matheu y su mamá. Su padre ya se había ido.
-Hola cerebrito, soñaste con muchas ecuaciones ? jaja - rió Matheu en la mesa.
Su mamá lo miro desaprobando su actitud pero no lo retó. Para Mamá, Matheu era un niño travieso.
Sin embargo para Victoria, su hermano era un verdadero fastidio.
-Que crees? soñé con que habías nacido al fin con un cerebro. -respondió Victoria.
Ella no se comportaba igual que con Dante. A su hermano no le tenía miedo y lo enfrentaba.
- Hija, no seas agresiva con tu hermano
- Si mamaa...- Dijo Vicky resignada
-Mucha suerte hoy cerebro, aunque ya sabemos cómo te irá. Por más que seas inteligente te falta la chispa para conseguir un empleo- dijo Matheu enojado, luego le dió un beso en la frente a su madre y se fue al trabajo.
- Hija, no me gusta que peleen ...
- No lo hacemos mami, es solo bromas. - Victoria no quería que su mamá renegara, así que la convencía que todo era una broma.
Luego de desayunar, salió de su casa y tomó el autobús hasta la empresa con la que se entrevistaría. El puesto era para asistente contable, y Victoria tenía muchas esperanzas de conseguirlo. Al llegar, en la recepción llenó unos formularios y luego se dirigió hacia una sala de espera. Había 5 mujeres esperando con ella, todas para el mismo puesto. Estás mujeres eran muy atractivas y sus ropas eran muy ajustadas y provocativas, al igual que sus maquillajes, casi de fiesta. Victoria pensó que eso era demasiado para una entrevista laboral por lo que se esperanzo más aún, pensando que su entrevistador vería lo mismo que ella.
La puerta del despacho se abrió y allí se asomó un hombre petizo regordeto con un bigote muy grande.
- Adelante muchachas- dijo en un tono amable.
Todas entraron y se sentaron en ronda. La entrevista sería grupal.
- Bien, primero quisiera que se presenten y digan porque quieren el puesto. Arranque usted- dijo el hombre señalando a Victoria .
Victoria se sorprendió, pero respiró profundo y se armó de suficiente valor.
-Buenos Días, mi nombre es Victoria Evans, tengo 24 años y soy contadora recibida en la Universidad de Memphis. Tengo 2 Masters en administración contable y varios seminarios contables. Realicé capacitaciones extras en otras universidades y quisiera el empleo para tener experiencia laboral y ofrecer al máximo mis servicios.
El hombre la miró y casi sin importancia dijo,
- Siga usted señorita. - señalando a una mujer atractiva rubia con una falda roja muy corta.
- Soy Clarise, tengo 25 años y no tengo carrera universitaria pero oye!- Dijo con un tono caliente y casi indecente para una entrevista laboral- tengo mucho, mucho para ofrecer a mi jefe. Hago maravillas con el café, oh si!
El hombre regordete se sonrojo y sonrió
-Que maravilla Clarise!
Luego hablaron varias mujeres más y al finalizar, el hombre dijo:
- Bueno mujeres , las estaremos llamando, pueden irse. menos usted Clarisse, quédese un momento.
Al instante supo que esa mujer obtuvo el puesto.
La invadió un sentimiento de indignación, sabía que ese puesto no era para contable sino para secretaria privada y que buscaban eso, una mujer atractiva sin importar su formación. Una mezcla de asco y tristeza la invadieron
-Que odio siento, no tengo ni el aspecto para conseguir este empleo tan bajo- y se miró a un espejo que había en el pasillo de la oficina.
La frustración la invadía, pensaba como era todo tan difícil para ella.
empezó a caminar por el costado de la calle, casi sin rumbo, olvidando dónde estaba la parada del bus para regresar a su casa.
Se desvío dos, o tres calles. Que sabía? estaba nublada en sus pensamientos, sentía que su vida no tenía sentido.
De repente, a lo lejos, vió un cartel luminoso muy grande que estaba apagado.
El cartel de luces tenía la leyenda : PURGATORIO.
- que es este lugar? - pensó y caminó hacia ese cartel, que posaba sobre un local que parecía un club, el cual estaba cerrado por ser las 12 del mediodía.
Se quedó como abstraida, mirando hacia el cartel. Luego miró la puerta del local. Había un cartel pegado:
"SE BUSCAN CHICAS PARA BAILES EROTICOS. CONSULTAR CON VILMA DE 13 A 15 HS".
Victoria estaba parada frente al cartel cuando se acercó una joven a su lado
- Parece ser que hay que esperar otra hora- y se giró hacia Victoria extendiendole la mano- soy Mica. Y tú eres...
- Victoria - contestó - lo siento yo no estoy esperando, solamente pasé a ver el cartel.
-Oh! chica buena entonces! - dijo Mica y a Victoria le vino la imagen de Dante riéndose en la mesa familiar por no tener un empleo con 24 años. Victoria sintió una bronca inexplicable y se planteó la posibilidad de consultar por este trabajo. Quizás no era el mejor trabajo del mundo, pero le daría algo de dinero para comprar sus cosas y ya no depender de sus padres .
- Mica, de que se trata este trabajo? - preguntó con un aire interesado.
- Es para vender seguros de autos- rió la jóven casi a carcajadas - chica, por supuesto que es para bailar en un club nocturno!
- Y ...quisiera saber algo...bueno siempre me han dicho que debes estar con hombres y esas cosas...- Victoria se sonrojo con el solo hecho de pensar que aún era virgen y que sería incapaz de tal cosa
- Chica, esas cosas se acuerdan de ante mano, mira- dijo Mica casi dando una clase magistral sobre como funciona un club- la Madama ofrece los servicios de las chicas pero no todas están para los trabajos sexuales del club. Algunas solamente bailan en la tarima, otras sirven los tragos, algunas hacen bailes privado...bueno y otras por unas grandes sumas pueden vender su cuerpo, pero oye! eso no se si será el caso aquí, por eso vengo a averiguar para hablar con esa tal Vilma.
Victoria decidió que se quedaría a averiguar sobre este trabajo, al fin y al cabo no perdía nada . Así que se sentó junto con Mica en el cordón de la vereda a esperar.