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Cinco de diciembre

La alarma suena y me dan ganas de tirar mi teléfono lo más lejos posible de aquí. Cómo odio despertar en las mañanas. Mia no es buena para despertar en las mañanas, pero yo no me quedo atrás.

Estos pocos días que hemos estado aquí han sido algo cansadores. Hemos desempacado y arreglado la casa todo este tiempo. No hemos podido disfrutar bien las maravillas que tiene este lugar

Hace mucho calor aquí así que duermo con el pijama más holgado que pude encontrar. Solo es una playera holgada y un short. Me desperezo e intento despertar a Mia. Al ver que en cualquier momento me golpea, prefiero dejarla dormir tranquila, aunque probablemente se pierda el desayuno.

No es motivación suficiente para mi mejor amiga el que Asher desayune con nosotros todas mañanas. Hasta el sueño es más fuerte que eso en la cabeza de mi amiga.

Bajo las escaleras y me encuentro con que el único que ha llegado es Matty. Miro a ambos lados esperando ver a alguno de los chicos o a mis tíos, pero parece que me levanté más temprano de lo que debería.

Nota mental: Aplazar un poco la hora en mi celular.

-Buenos días, Lexie- dice Matty dándome una pequeña sonrisa

-Buenos días- respondo en un susurro.

Es raro no saber cómo hablar con la persona que conozco desde hace casi diecisiete años. Parece que el no haber hablado con él por un año nos afectó harto. Aunque lo que hicimos la última vez que nos vimos antes de que me fuera también pudo haber afectado.

- ¿Los demás? - pregunto mientras me siento frente a Matty.

-Creo que están buscando huevos donde las gallinas- responde él.

Asiento y me quedo en silencio. Nuevamente es uno de esos silencios incómodos que tanto odio y no estoy acostumbrada a eso. Matty parece un poco incómodo así que comienza a jugar con su celular mientras yo miro la televisión.

Después de unos minutos siento la mirada de Matty sobre mí, fijamente. Es difícil ignorar eso y más si se está tan consciente de aquello.

- ¿Pasó algo? - pregunto sin dejar de mirar la televisión

-Solo veía lo guapa que estás- dice Matty y siento como la sangre me sube a las mejillas- Tu cabello está más largo y tu cuerpo está más desarrollado...

"Porque será"- pienso

-Deja de mirarme- le respondo a Matty a la defensiva- Me pones nerviosa

Escucho como Matty se levanta de su silla y me niego a mirarlo. Siento que se acerca a mí y se sienta en el asiento que tengo a mi lado. Lo miro de reojo y me doy cuenta de que está más cerca de lo que pensé. Tanto que su aliento mueve un poco mi cabello.

- ¿Por qué te pongo nerviosa, Lex?

-No me gusta que me miren fijamente y lo sabes

-Pero me conoces Alexandra. Desde hace muchos años. No debes ponerte nerviosa con el que yo admire tu belleza.

-Parece que estás ciego- río nerviosamente

No me gusta hacia donde está yendo esta conversación. Mi corazón está algo agitado. La cercanía de Matty me pone así. Siempre lo ha hecho, pero podía controlarlo. Ahora siento que no puedo controlar nada de esta situación.

-Mi vista está perfecta- dice él- Y puedo ver lo hermosa que realmente eres Alexandra Lawrence

Giro mi cabeza y miro a los ojos a Matty. Él me dijo aquello con mucha honestidad en su tono de voz y aquello me hace tragar en seco. Matty y yo no pestañeamos siquiera en algún momento. Sus ojos azules me miran intensamente y me da una sonrisa. No puedo evitar devolvérsela. Matty comienza a acercarse poco a poco y fija sus ojos en mis labios.

- ¡Déjame en paz, Jacob! - escucho la voz de mi Emilie proveniente de afuera

Matty y yo nos separamos de inmediato. Me sorprendo tanto que me levanto de mi asiento y abro el refrigerador simplemente para que pase inadvertido mi sonrojo evidente.

Creo que Matty y yo estuvimos a punto de besarnos. De nuevo.

¡¿Qué mierda estaba pensando?!

-Hola, chicos. ¿Cómo durmieron? - pregunta tío Jace.

-Bien papá. Creo que duermo mejor acá que en casa- responde Matty

-Si, es una buena casa- respondo sin dejar de mirar lo que hay dentro del refrigerador

Nunca había estado tan interesada por los ingredientes que tiene la mayonesa.

Cuando siento que el color de mi cara está normal, cierro el refrigerador y me encuentro con la mirada de Matty. Todos los chicos están sentándose a su alrededor, pero él solo me mira a mí.

Necesito estar lejos de él.

Me siento lo más alejada de él, junto a Asher. Él me sonríe y yo le sonrío de vuelta. No hemos hablado mucho, pero me cae bastante bien. Es solo un poco callado y tímido.

-Buenos días, Asher- le digo amistosamente.

-Buenos días

Tía Maddie comienza a dejar parte del desayuno en la mesa y nosotros atacamos la comida. El hambre es mayor que cualquier cosa en este momento.

Después de unos minutos mis tíos se sientan junto a nosotros y comienzan a comer. Mia baja sorprendentemente despierta y se sienta frente a mí y nos sonreímos. Conozco a esta chica. Esta tramando algo.

-Cuéntame Asher- comienza a hablar tía Maddie- ¿Como van los estudios?

-Bien, muy bien en realidad. Gracias por preguntar.

- ¿Que estudias? - pregunta Mia pareciendo despreocupada, pero sé que está muy interesada sobre el tema.

Le gusta Asher. Tal vez no es algo serio, pero le parece bonito y cuando a Mia le parece alguien bonito está muy interesada en cualquier cosa cosas que tenga que ver con él.

-Voy a ser veterinario- dice Asher y le brillan los ojos.

-Y va a ser uno de los mejores- comenta tío Jace- Siempre está cuidando a los animales que tenemos aquí. Tu padre siempre te llama cuando uno de ellos se enferma y siempre se recuperan.

-Gracias señor

- ¿En qué año estas? - vuelve a preguntar Mia.

No le está saliendo muy bien eso de pasar desapercibida la atracción que siente hacia él. Mi amiga no puede ser disimulada. Aunque ha mejorado tomando en cuenta como era en la escuela.

-Termine mi tercer año, voy para el cuarto.

Mia hace un ademán de querer preguntar otra cosa, pero le doy una mirada que le hace saber que no es buena idea interrogar a Asher delante de todos y parece que entiende el mensaje no hablado porque se queda callada.

Solo las mejores amigas tenemos la capacidad de comunicarnos solo con la mirada.

-Jace, Asher y yo iremos al pueblo a comprar algunas cosas necesarias para la casa y el cuidado de los animales, ¿alguien quiere ir con nosotros? - pregunta tía Maddie.

Todos los chicos comienzan a emocionarse. Menos yo. Yo no quiero ir al pueblo con ellos porque es el primer día en que estoy de ánimo como para disfrutar de la naturaleza y conocer hasta el último rincón del terreno. Quiero visitar los animales, en especial los caballos. Me encantan los caballos.

-Yo no iré- les digo y ellos asienten.

-Tampoco yo- dice Matty.

Todos los demás irán. Estaremos solos Matty y yo en esta casa. Nada bueno puede salir de eso.

...

Después de que terminemos de comer, todos se van al pueblo y Matty y yo nos quedamos solos. No planeo quedarme en la casa así que salgo y comienzo a caminar por los alrededores. Este lugar es demasiado lindo. Hay animales en todos lados y me encanta lo felices que parecen estar. Asher debe cuidarlos muy bien.

Llego donde están los caballos y entro. Hay unos cinco caballos. Hay dos marrones, uno blanco y dos negros. Me agrada el blanco porque es más pequeño que los demás. Me doy cuenta de que en su corral está el nombre de cada uno de aquellos caballos.

-Lizzy- digo leyendo el nombre de la yegua blanco y acariciando un poco su cabeza. Es mansa- Que lindo nombre tienes Lizzy

- ¿Sabes quién le puso ese nombre? - escucho que dice Matty detrás de mí.

Siempre puede encontrarme este chico. Ha sido así desde que tengo memoria. Antes me agradaba. Me hacía pensar que le importaba lo suficiente a Matty como para tomarse el tiempo de pensar el lugar en el que me puede encontrar. Ahora no estoy tan segura de querer que me encuentre en todo momento.

-Ni idea- respondo sin dejar de acariciar a Lizzy- ¿Quien fue?

-Tu

Lo miro con extrañeza. No recuerdo haber conocido a estos caballos desde antes. Hace muchos años que no venimos para acá y estos caballos se ven jóvenes.

-Hace unos tres años papá nos dijo que una de sus yeguas iba a tener un caballo. Te pidió que escogieras un nombre para él o ella. Tú dijiste que si era un caballo que se llamara Darcy y que si era yegua Lizzy

-Recuerdo eso. Estaba leyendo Orgullo y prejuicio en esa época así que pensé instantáneamente en esos nombres.

-Es tu yegua- dice Matty y abro los ojos muy grandes ante la sorpresa- Papá me dijo que te la presentara. Ellos te la regalan. Mia y yo tenemos los nuestros y mis papás también. Así que Lizzy es tuya.

Me quedo mirando a Lizzy. Es hermosa. Sonrío. No puedo decir que no ante este regalo. Puede que sea demasiado, pero me encanta demasiado esta yegua como para negarme a aceptarla.

- ¿Cuáles son los de ustedes?

Matty me hace una señal con sus manos para que le siga y eso hago. Volvemos al principio de la fila de los corrales de los caballos ya que Nube está en la última. Parece que me va a presentar todos los caballos.

-Él es Heathcliff, el caballo de papá. Ella es Catherine, la yegua de mamá.

El caballo es uno de los caballos negros mientras que la yegua es blanca. Sonrío. Esto me recuerda a uno de mis libros favoritos.

-Apuesto que tu mamá les puso así por el libro Cumbres Borrascosas.

-Si, de hecho, sí.

Seguimos caminando hasta el tercer corral y ahí está un caballo marrón.

-Él es mío. Se llama Gohan.

-No puedo imaginar el por qué- digo entre risas.

Recuerdo la época en que Matty estaba obsesionado con Dragon Ball Z. Lo veía día y noche. Hubo muchas peleas con sus padres porque se acostaba a las tres o cuatro de la mañana viéndolo cuando tenía clases al día siguiente.

-Y ella es abril- dice apuntando la yegua color marrón- Es de Mia así que te puedes imaginar el porqué de ese nombre.

Asiento. Abril es un mes espacial para mi amiga y en verdad para todos los de la familia, en verdad. Es el mes en que murió el abuelo de los chicos. Sufrimos mucho esa vez porque era un muy buen hombre, pero Mia estaba más apegada a él que cualquiera de nosotros. Mi amiga lloró mucho y sigue llorando algunas veces durante el mes de abril.

Vuelvo al corral de Lizzy y me la quedo mirando. Es una linda yegua. Me gustaría poder cabalgar con ella alguno de estos días. Recuerdo que aprendimos a cabalgar un año en que Mia nos metió a Matty y a mí a un taller sobre eso porque ella no quería estar sola. Todo un verano entre caballos. Por eso me gustan tanto

-Papá dice que si queremos cabalgar con los caballos tenemos que pedirle a Asher para que esté con nosotros- dice Matty como si leyera mis pensamientos- Podemos hacerlo si quieres.

-Sabes que me encantaría, Matt

Siento que Matty pone sus manos en mis hombros mientras le doy la espalda. Un escalofrío recorre mi cuerpo al sentir su contacto.

-Debemos hablar, Lex. Sabemos que tenemos que hacerlo

-No hay nada de lo que debamos hablar, Matty

-No puedes vivir en negación todo el tiempo. Sabes lo que pasó entre nosotros. Tenemos que hablar.

-No ahora

- ¿Cuándo?

Me doy la vuelta y me alejo de él. Sé que soy una cobarde al estar corriendo de esta forma, pero no puedo soportar esto. No aún. No cuando el recuerdo sigue despertando mariposas en mi interior.

-No lo sé.

Me doy la vuelta y comienzo a alejarme de él. No me sigue y por alguna razón me decepciona que no lo haga

-No puedes vivir en negación, Lex- repite- No cuando sé que recuerdas ese día y cada momento de esa noche tan bien como yo.

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