Noventa días (SDLV #2)

Siento como Mia termina de cerrar el cierre de mi vestido de fiesta. Estamos en casa de Mia porque hoy es un día muy importante. Puede que sea el día más feliz y más triste de mi vida. Feliz porque es el día de la fiesta de graduación donde estaré con todos mis amigos y compañeros. Triste porque mi vuelo sale mañana a las diez de la mañana. El vuelo que me llevará hacia el lugar en donde siempre soñé estar, hacia donde está la universidad que hará que se cumplan mis sueños de ser escritora y correctora. Pero mi mejor amiga no estará en ese proceso conmigo y peor, me llevo a toda mi familia conmigo porque papá y Violet insistieron en que no querían dejarme sola con esto.

Mis hermanos me odian por eso.

Me miro en el espejo y sonrío. Me agrada mi vestido. Es rojo ajustado que no llega a más abajo de la rodilla. Hace una buena combinación con mi largo cabello negro y mis ojos celestes, herencia de Cameron, mi padre. Todos dicen que me parezco mucho a él y nada a mi madre. No puedo decir mucho al respecto. No recuerdo como era ella. Era muy pequeña cuando desapareció y no volvió a dar señales de vida.

Me doy la vuelta para mirar a Mia. Ella es un poco más baja que yo y eso que yo ya soy considerada una persona de baja estatura. Mia es mi rubia, mi mejor amiga. Tiene puesto un vestido azul marino que hace un buen contraste con el amarillo de su pelo. Es tan raro ver a Mia con vestido... ella los odia.

-Te odio por hacerme esto, Lex- dice Mia haciendo un puchero.

-No seas llorona Mia, solo es un vestido.

- ¡Primero haces que me ponga un vestido y después me abandonas! Eres la peor amiga del universo...

Nos reímos porque sé que lo dice de broma, pero en el fondo me duele que diga esas cosas. Me duele dejarla. Me gustaría que fuéramos a la misma universidad como siempre planeamos, que yo me quedara aquí al igual que mi familia, pero una oportunidad como la que se me está presentando no suele pasar todos los días.

Parece que Mia se da cuenta de mi cambio de humor porque cambia su expresión y me abraza. Tengo que agacharme un poco. Mia de verdad que es pequeña y no sé cómo eso es posible. Madison, su madre, y Jason, su padre, son bastante altos. Matty, su hermano mellizo, también lo es.

Siento una punzada al recordar a Matty. También lo estoy dejando a él. Los tres hemos sido inseparables desde que tengo memoria. Tanto que yo como una estúpida terminé enamorándome de Matty desde hace unos años... bueno, muchos años. Más o menos desde que teníamos siete u ocho años. Soy un maldito cliché.

-Eres mi mejor amiga Lex. Eso no va a cambiar porque un par de kilómetros nos separen.

-No quiero hablar de eso- digo ahogando las lágrimas- Solo quiero olvidarme de todo y disfrutar este día.

-Así se habla amiga. Aunque no entiendo cómo se puede disfrutar estando vestida con estos trajes del demonio.

-Vestidos Mia. Se llaman vestidos. Ya podrás volver a tus jeans y short mañana.

- ¿Volver? Alexandra creo que me conoces lo suficiente como para saber que tengo un short puesto debajo de esta cosa.

Rompemos en risas descontroladas. Así somos Mia y yo. Dos personas completamente diferentes, pero supongo que nos complementamos. Mia es la chica ruda y con personalidad fuerte. Yo soy la chica tímida y delicada.

La puerta se abre y entra Madison y Jason, los padres de Mia. Nos miran con ternura y orgullo. Ellos son como mis segundos padres. Los amo y sé que ellos me aman a mí. También me duele un montón dejarlos...

Detrás de ellos se asoma mi padre, Cameron. Me queda mirando con los ojos muy abiertos y por un momento pienso que va a llorar. Si, mi padre es todo un llorón.

-Chicas se ven hermosas- comenta la madre de Mia.

-Demasiado diría yo- comenta el padre de Mia con los dientes apretados

- ¿Cómo se llaman esos idiotas que tienen ustedes por cita? - pregunta mi padre.

La mamá de Mia, mi amiga y yo rodamos los ojos. Ya estamos acostumbradas a este tipo de comportamiento de parte de ellos. Creo que papá me ha espantado ya unos dos o tres novios o prospectos de novio. A Mia más ya que ella es la chica más guapa y con más personalidad de la escuela.

-Jeremy y Ryan, papá- respondo mientras le doy un abrazo- Por favor no los mates.

-Si veo que te pone una mano encima créeme que él mismo me pedirá que lo mate y no lo torture.

Mi hermano menor de trece años, Jacob, entra en la habitación y nos queda observando con una sonrisa. Si yo me parezco a mi padre, Jake es el retrato exacto.

-Es una cita papá, ese chico pondrá más que solo manos en el cuerpo de Lex- dice mi hermano

Siento como papá se tensa. Le doy una mala mirada a Jake quien se parte de la risa. Claro, como a él no le tocará ser el centro de los celos de mi padre...

-Gracias por la ayuda, Jakey

Nos disponemos a bajar al primer piso, ya que la habitación de Mia está en el segundo, y es ahí donde nos encontramos con Julian, el hermano menor de Mia y mis dos hermanas menores. Autumn y Elena. Ambas tienen catorce años. Autumn es mi hermana de sangre. Hija de papá y Violet al igual que Jake. Ella no heredó el par de ojos celestes que Jake y yo tenemos, pero si el color de pelo, aunque el de ella es más castaño oscuro que negro. Elena es mi hermana adoptiva. Mis padres la adoptaron cuando ella tenía cinco años. No se parece en nada a nosotros tres, aunque tiene ojos claros como Jake y yo. Es rubia, pero mucho más rubia que Mia y Matty juntos. Es alta para su edad y tiene el cabello liso.

Julian se acerca a Mia y a mí y nos da un beso en cada mano como si fuéramos de la realeza. Nos queda mirando con ese par de ojos azules intensos que son iguales a los de su hermano.

-Una reverencia para la princesa Alexandra- dice Julian haciendo una reverencia frente a mí- Y otra reverencia frente a mi querida hermana princesa Mia.

- ¿Hay una reverencia para mí? - escucho su voz.

Matty viene bajando las escaleras. Está vestido con un clásico traje de vestir negro. Su cabello rubio está más ordenado que nunca y sus ojos azules no dejan de mirarme. "Esta guapo". Es lo primero que me viene a la mente.

Me sonrojo. Odio que siempre me pase lo mismo cuando estoy cerca de Matty.

-Wow- dice cuando está a nuestro lado- Lexie... te ves hermosa.

-Gracias- digo en un susurro.

Nos quedamos mirando unos segundos, pero después Matty corta el contacto para abrazar a Mia.

- ¡Jamás pensé que este día llegaría! ¡Mi hermana está usando un vestido! - dice mientras la abraza

-No seas idiota Matt- dice Mia entre risas. Ella y Matty se aman- Es sólo una ilusión, estoy usando mi ropa de siempre.

-Mamá sácale una foto porque esto no se va a repetir- sigue con la broma Matty ignorando a su hermana.

Madison comienza a sacarnos fotos a todos y luego de unos minutos Matty se va ya que tiene que ir a buscar a su cita a su casa. Una ola de celos me inunda. Como me gustaría ser yo su cita esta noche...

A los pocos segundos de que Matty se fuera llegan los chicos. Mi cita es Ryan, un compañero de la escuela con el que me llevo bien, pero nada más que eso. Julian los deja pasar y automáticamente Ryan me envuelve en sus brazos. Le respondo el abrazo un poco incómodo ya que toda mi familia nos está mirando.

-A menos que quieras que te corte las manos y te haga comértelas te aconsejo que pongas las manos lejos de mi hija- escucho que dice con tranquilidad mi papá.

Ryan y yo nos separamos y me encuentro con la imagen más divertida de la noche. Tío Jason y papá con un cuchillo en las manos mirando o mejor dicho fusilando con la mirada a Ryan y Jeremy.

Oh, pobres chicos... ellos no saben que con las hijas de Jason Bell y Cameron Lawrence nadie se mete. Al menos Mia es la única hija de tío Jace. Papá tiene tres, contándome.

-Chicas- les dice Mia a mis hermanas- nunca traigan un chico a casa.

...

Son las dos de la mañana. La fiesta de graduación terminó hace una hora. Ahora estamos en casa de Lilith, una de las chicas de nuestra generación. Ella ofreció su casa para que la fiesta continuara y casi nadie se negó.

Yo lo habría hecho. Mañana tengo un vuelo temprano, pero Mia me pidió que me quedara con ella y como es el último día que estaré aquí acepté.

Casi todos están borrachos. No sé cómo pueden embriagarse con tan poco, aunque debo admitir que en la fiesta de graduación los chicos que pusieron de manera ilegal alcohol en el ponche se sobrepasaron.

Yo no bebí. No me gusta el alcohol, pero a Mia sí. Ella es la típica chica que le gusta descontrolarse de vez en cuando. Aun así, sacó el segundo lugar de las mejores calificaciones de nuestra generación y solo fue sobrepasada por su hermano mellizo.

Otra cosa que agregar a las virtudes de Matty, es muy inteligente.

- ¡No quiero que te vayas! - grita una muy borracha Mia para hacerse escuchar por sobre la música- ¡Llévame contigo! Entraré a tu escuela de arte como bailarina

-Mia, no bailas ballet desde los diez años.

- ¡Sólo han pasado ocho años desde eso, hermana!

Ambas nos reímos y sin que se dé cuenta le quito el vaso de alcohol que tiene en las manos. No creo que sea buena idea que siga bebiendo, pero si se lo digo solo lograré que beba más aún.

-Tengo sueño, Lexie- me dice mi amiga mientras hace un puchero.

Lilith dijo que todas las habitaciones del segundo piso estaban disponibles por si alguien quería dormir así que llevo a Mia hacia una de esas habitaciones. Hay muchas ya que ella es bastante millonaria y su casa parece una mansión.

Acuesto a Mia en una de las camas y se queda automáticamente dormida. Eso es lo bueno de mi amiga. Cuando bebe siempre le da sueño así que no es de las que hacen muchas locuras. Al menos no tengo que pasar el resto de la fiesta cuidándola.

Bajo hacia donde está la fiesta y muchos de mis compañeros ya se encuentran en un estado en donde no saben lo que hacen y no creo que les importe mucho porque no recordarán las cosas mañana en la mañana. No me siento muy cómoda alrededor de gente que toma mucho. Por alguna razón me molesta el olor a alcohol. Siempre me ha molestado. Así que salgo al patio trasero en donde hay una gran piscina. No hay muchas personas afuera, pero distingo a alguien que está sentado a la orilla de la piscina.

Matty. Puedo reconocer a este chico donde sea y desde el ángulo que sea.

Me siento a su lado en silencio y comienzo a jugar con el agua de la piscina. Me agrada estar así con él, solo acompañándonos en silencio. Tendemos a hacer eso, desde que somos niños. Cada vez que peleaba con Mia yo me iba a esconder y solo él me encontraba. No decía nada, solo se quedaba conmigo hasta que me sentía mejor y salía de mi escondite.

Voy a extrañar estos momentos. Voy a extrañar a Matty...

- ¿A qué hora es tu vuelo mañana? - pregunta Matty rompiendo el amado silencio

-Temprano, diez y algo.

Asiente y se gira para verme. Hace que me gire para verlo y nos quedamos frente a frente.

-Te voy a extrañar, Alexandra- dice muy serio- pero espero que aproveches esta oportunidad para cumplir tus sueños.

-Lo haré- respondo en un susurro.

Esto se parece mucho a una despedida. No estoy lista para despedirme de Matty.

Me levanto rápidamente porque quiero escapar de esta despedida. No me doy cuenta de que está mojado y resbalo. Cierro los ojos esperando el impacto, pero cuando caigo me doy cuenta de que es sobre algo suave.

Abro los ojos y caí sobre Matty. Bueno, supongo que él se puso ahí para que cayera sobre él porque Matty no estaba en esa posición. Me doy cuenta de nuestra cercanía y mi corazón comienza a acelerarse. Intento levantarme, pero Matty me agarra de la cintura para que no me vaya. Dejo de forcejar, pero él no quita las manos de mi cintura.

-Voy a extrañar esos ojos- dice Matty y siento como su aliento se mezcla con el mío. Estamos demasiado cerca- Tienes los ojos más lindos que he visto Lex.

- ¿Gracias? ¿Bebiste?

-No hay una gota de alcohol en mi sistema Lexie. Solo estoy tomando valor pensando en que esta será la última oportunidad de estar contigo antes de que las cosas cambien.

- ¿De qué hablas, Matty?

No me contesta, al menos no con palabras. Una de sus manos deja mi cintura y toma mi mejilla. Comienza a inclinarse y junta nuestros labios. Me toma unos segundos antes de responder el beso. Matty sonríe mientras nos seguimos besando. Creo que no pensaba que yo iba a responderle este beso, pero lo que él no sabe es que llevo esperando este beso desde hace años.

Rodamos un poco hasta que Matty está sobre mí y nos seguimos besando. No nos separamos en ningún momento. Mi corazón late más rápido que nunca y siento que el corazón de Matty también late bastante rápido. Así de cerca estamos. Nuestras lenguas comienzan a jugar y comienza a ser el mejor beso que he dado en toda mi vida.

Nos separamos solo unos centímetros y porque necesitamos respirar, aunque lo hacemos de forma entrecortada. Sus ojos azules me miran intensamente, pero extrañamente no me siento cohibida. Me gusta. Nunca me había mirado de esta forma.

- ¿Me haces un favor, Lex? - me dice Matty y yo asiento- ¿Podrías dejarte llevar solo por esta noche?

No tengo que pensarlo dos veces. Asiento y volvemos a juntar nuestros labios.

...

Me despierto a las ocho de la mañana porque puse alarma ya que mi vuelo es temprano y tengo que pasar a mi casa para que nos vayamos juntos.

La realidad me golpea en la cara. Estoy en una cama junto a Matty. En una cama junto a Matthew Ross Bell. Pase la noche con el chico del que he estado enamorada una vida.

¿Por qué me tiene que pasar esto ahora que me voy?

Me levanto de forma silenciosa y me visto. No puedo creer lo que pasó anoche. Creo que sigo en shock. No me arrepiento, pero me hubiera gustado que esto sucediera en otras condiciones.

Me doy vuelta y miro a Matty. No sé cuándo vuelta a verlo así que trato de grabar esta imagen en mi mente. La imagen de Matty durmiendo tranquilamente.

"Te voy a extrañar"- digo en mi mente- "Ahora más que antes, sé que te voy a extrañar"

Y me voy a casa con mi padre, Violet y mis hermanos. Me voy para tomar un avión y seguir mis sueños.

Solo espero no darme cuenta de que Matty es uno de mis sueños y estoy renunciando a él.