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Mi amante

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Miri Baustian
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Sinopsis

Fueron novios siendo adolescentes, más tarde fueron amantes cuando ambos tenían pareja, al tiempo volvieron a alejarse. Un tiempo después se encontraron nuevamente y ninguno de los dos puede perdonar que el otro se maneje con libertad y a pesar de querer estar juntos, se alejan una vez, siguiendo cada uno con su vida y disfrutando de otros amores, sin embargo no pueden evitar la pasión que los desborda y cada vez que se ven, vuelven a ser amantes ocasionales. Los celos que ambos sienten, no los pueden manejar y por sus propias mezquindades, se distancian cuando el destino los une una y otra vez, hasta que comprenden que el amor domina por sobre todo lo demás.

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Capítulo 1. El campo

Por Antonella

Estábamos en el campo de mis tíos, no es un campo enorme, pero tampoco se lo puede llamar pequeño.

Hacía bastante calor, era media mañana.

Mi marido estaba un poco alejado, tomando mate con mi tío, yo estaba recostada en una reposera, junto a Sandy, mi prima.

Luca, el marido de mi prima, jugaba en la piscina con sus dos pequeñas Mya y Kate.

—Tia, vení a jugar.

Me llamó Mya.

—En un ratito voy.

Le contesté.

Se acerca Marcelo, mi marido.

—Anto, me llamó Bianca, me confirmó que la entrega de diploma de Jano es mañana, por lo que nos tendríamos que ir hoy.

Me hizo gracia.

No sé para qué quiere que vaya.

Yo no iba a estar presente, Bianca le había prohibido a Marcelo que yo lo acompañe a cualquier evento de Jano.

Tenía que esperar dentro del auto, eso lo hice una vez, o quedarme en casa, mientras que ellos comparten el momento de su niño.

Esa situación se repetía en los cumpleaños de Jano y también en los eventos deportivos.

Compartían la tutela de Jano, pero eso no era algo que Bianca respetara y Marcelo le permitía que ella maneje los días a su antojo.

Yo no me metí en medio del matrimonio de ellos, Marcelo estaba divorciado desde hacía dos años, cuando lo conocí.

Salimos algunos meses antes de casarnos por civil.

De eso hacía 6 años.

Mi matrimonio no era un sueño de rosas.

Era Bianca quién se metía continuamente en mi matrimonio y muchas veces manipulaba a Jano y hasta a mi suegra, para lograr algún propósito.

Mi suegra tampoco me quería tanto, claro que a Bianca tampoco la soportaba demasiado, pero adoraba a su nieto y por eso permitía que la madre del niño haga y deshaga a su antojo.

—Prefiero quedarme, total, yo estoy demás.

—Siempre victimizándote.

—No lo hago, pero es lo mismo si voy o no, prefiero que vayas solo y yo descanso.

—No me gusta manejar yendo solo.

—Eso es injusto para mí, necesito descansar.

—Tu trabajo no es tan agotador, como para que necesites descansar tanto.

Lo decía porque soy actriz.

No soy una actriz de primera línea, es verdad, soy una actriz de telenovela y siempre obtengo papeles secundarios, pero eso me permitía vivir más que bien.

Tengo una entrada muy importante de dinero, que me permite tener mi propio auto, uno importado y último modelo y al vender la casa de mis padres, poniendo una diferencia, compré una casa hermosa.

La casa la compré antes de casarme, por lo que está solo a mi nombre, el auto lo cambié el año pasado, aunque está a mi nombre, es un bien ganancial.

Marcelo es licenciado en economía y trabaja en una empresa privada, tiene un buen sueldo y es una entrada fija de dinero.

Lo mío es distinto, yo puedo tener o no trabajo.

Él tenía un auto mediano, pero solemos usar el mío, sobre todo cuando veníamos al campo o cuando salíamos juntos.

Tengo firmado un contrato para comenzar a filmar una telenovela a partir de marzo, y recién estamos a principios de enero, por lo que tendré dos meses para descansar o al menos pretendía disfrutar del campo.

Adoro venir al campo, sobre todo si está Sandy.

Con mi prima nos queremos como si fuésemos hermanas y con su marido me llevo bárbaro.

A las niñas de mi prima, las adoro.

Me encantan las criaturas.

Marcelo no quiere tener más hijos, no lo dice claramente, pero siempre, cuando se lo propongo, pone excusas, una de ellas es mi trabajo, dice que no es estable.

Es verdad, no es estable, pero cubro todos los gastos de mi casa.

Marcelo le da a su ex esposa mucho más dinero del que corresponde.

No me quejo, mantiene a su hijo como es debido, pero Bianca no trabaja.

Eso me parece injusto, porque la mantiene él.

Por lo que yo cubro todos los gastos de mi casa para que él pueda cubrir todos los gastos de la casa de su ex, que por otro lado, es donde vive su hijo la mitad del tiempo, la otra mitad está en mi casa.

No le haría problema por dinero, eso jamás.

Lo que me molesta, es que muchas veces hemos suspendido salidas, por salir corriendo para buscar a Jano, cuando no era el día que le correspondía tenerlo a él.

Su ex mujer me ha insultado por mi trabajo y a mi suegra no le hacía mucha gracia que yo sea actriz, tampoco a mi cuñada, que se llevaba bastante bien con Bianca.

Muchas veces hemos suspendido venir al campo, porque a Jano no le gusta venir y Marcelo le da el gusto a su hijo, de quedarnos en casa, sin salir.

Yo amo el aire libre.

Ya sé que cuando me casé con él, sabía que tenía un niño, pero había situaciones en la que considero que los tenemos que decidir los adultos, no podemos dejar de salir porque el niño se empaca y dice que no quiere venir con nosotros, pero tampoco quiere estar con su madre.

Lo que me enojó es que Bianca quiso disponer de mi auto, diciendo que yo soy la que tendría que usar el auto de Marcelo y que él la pase a buscar con mi auto, para llevarla a un evento deportivo que tenía Jano.

Ese día sí me enojé, yo tenía que ir a trabajar por unos días a otra ciudad y pretendía disponer de mi auto, Marcelo me dió mil excusas diciendo que lleve su auto, me pareció raro, hasta que me confesó que Bianca le pidó que vayan al evento, juntos y con mi auto.

Me enfurecí.

Es su ex esposa y el auto es mío, por más casados que estemos no puede disponer de mis cosas.

Varias veces tuve la sensación que ellos tenían encuentros sexuales.

Porque hay temporadas, que sin ningún motivo, él no me toca.

No me toca por semanas y hasta por meses.

Muchas veces pensé que lo más sano es divorciarnos.

El amor que sentí, hace rato que se había diluído.

Siento que Marcelo muchas veces no me da mi lugar, permite que Bianca se meta en nuestro matrimonio y que mi suegra la viva nombrando cada vez que la veo.

Entiendo que es la madre de su nieto, pero pareciera que me la restriega a propósito.

Recuerdo que hacía 2 años que estábamos casados, cuando, Marcelo, se quedó por dos días a dormir en la casa de Bianca, porque Jano estaba enfermo y esa fué la primera vez que no me tocó por dos meses.

Él me negó todo.

Lo niega con tanta firmeza, que pienso que soy una perseguida, pero creo que de verdad no es normal, que se quede a dormir en la casa de su ex.

Mil veces me pregunto por qué me casé con él.

Ya sabía que la situación era complicada, no sabía que tanto.

Yo tampoco soy una santa…

Todos tenemos nuestros secretos.

—De todos modos, si vuelvo con vos, me quedo en casa, querés que vuelva solamente para no viajar solo.

—Es lo que corresponde, sos mi esposa.

—Para acompañarte al evento, dejo de serlo.

Le contesté de mala manera.

—No me hagas elegir entre Jano y vos.

Eso es injusto.

Jamás haría eso.

—No lo hago, simplemente te digo que vayas solo, terminado todo, volvés.

—Si Jano no quiere venir, no lo puedo obligar.

—Me vuelvo con Sandy.

No le gustó esa solución.

—La próxima vez, venimos en dos autos.

—Eso es estúpido.

—No lo es, cada uno tiene derecho a manejarse como quiere.

—Ok, no te enojes si Bianca sube a tu auto.

—Sí, me enojo, si la llevás a ella, vas con tu auto.

Me mira con odio.

—Lo lamento, usa un perfume ordinario, que se impregna en todos lados.

—Eso es mentira.

—No lo es, siempre que se subió a mi auto, lo supe.

Me miró casi aterrado.

Estábamos hablando desde hacía más de una hora.

—Hay muchas cosas que están dejando de tener sentido.

—¿A qué te referís?

—Cuando volvamos a casa, lo hablamos.

—¿Me estás amenazando?

—No, pero no me parece el lugar correcto para hablarlo.

—Entonces volvé conmigo.

—De verdad, me quiero quedar.

Nos llamaron para almorzar.

—Tía, al final no te metiste a la pileta conmigo.

—Lo lamento, te prometo que a la tarde jugamos.

Le prometí a Mya, es la más revoltosa de las dos, Kate es más tranquila.

Almorzamos tranquilos, entre charlas y chistes, realmente disfruto de mi familia, ellos son lo más cercano que tengo.

Mi padre falleció hace más de 13 años y mi madre hace 8 años, aproximadamente.

Tengo un hermano mayor, pero vive en España.

Somos unidos, pese a que me lleva 7 años.

Como él no piensa volver, me cedió la parte de la casa de nuestros padres, por eso pude vender sin ningún problema.

Hace dos años, viajé al viejo continente para visitarlo, estuve cerca de un mes.

Disfruté de mi hermano, su esposa y sus dos niños.

Fuí sola, Marcelo no pudo ir, porque en cuanto se enteró Bianca que nos íbamos a Europa por un mes, dijo que Marcelo estaba abandonando a su hijo, que le iba a sacar la tutela compartida de Jano, por lo que Marcelo decidió no acompañarme, él se perdió el viaje, yo no.

Me pregunto por qué permití que Bianca maneje hasta nuestras vacaciones.

Simple.

No lo permití yo, lo hizo Marcelo.

Por cuestiones como esa que cada día que pasa, estamos más distanciados.