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Capitulo 5

Giovanni

Cuando llego a casa , lo primero que noto es lo solo que está aquí. Qué no daría por que Julia estuviera aquí ahora mismo. Tomo mis cosas y las llevo directo a mi habitación y pongo mis cosas en un sillón que apenas uso y en cuanto dejo las cosas ahí.

Me giro y mi mirada cae en una cama vacía que pronto, muy pronto estará ocupada por mi esposa. Y eso me recuerda que mi pedido ya debe haber sido entregado por la tienda. Tomo mi teléfono celular y veo que ya me enviaron una notificación de pedido.

Decido hacerle saber a Julia que mi pedido ha sido entregado. Mientras marco tu número me lo sabía de memoria y lo salteé. Mi mirada seguía ahí admirando la cama que pronto sería de ella o más bien nuestra. Sentía que mi corazón iba a estallar de tanta emoción, yo era como esos adolescentes por una gran pasión.

Aunque estaba actuando exactamente como si fuera un adolescente y sé que parecía una tontería para un hombre como yo con ese tipo de sentimientos, un dominador que buscaba a su sumisa y al mismo tiempo, sabiendo que él no necesitaba encontrar al Dominante ahora que él era un sumiso y haría cualquier cosa, cualquier locura por ella.

Miro el celular mientras suena, sabiendo que en ese momento Julia salía de la oficina en ese mismo momento. Tan pronto como contesta y no le doy oportunidad de decir nada, digo rápidamente:

— ¡Julia, ya te enviaron la ropa a tu casa! — Eso es lo que digo y termino la llamada con miedo de que ella diga algo, como el tipo de cambio e idea para ir a una bendita fiesta. Y esa fiesta era lo último a lo que quería ir, Pero en su compañía, esa fiesta que sería una pesadilla de dolor, sería una pesadilla de dolor de no poder tocarla, como yo quería.

Y así comencé a armar un plan o más bien reglas en las que se me daba muy bien y esa sería mi lista que había formado con las reglas que me moría por romper.

1. Tienes que actuar como si fueras mi novia

2. Tienes que besarme con locura

3. Tienes que quedarte a mi lado y aferrarte a mí.

Son pequeñas reglas que estoy absolutamente seguro de que cuando ella siga estas reglas y que voy a hacer, en poco tiempo se dará cuenta de que no se arrepentirá y se quedará conmigo para siempre.

Me quedo ahí y pienso en cómo esta mujer cambió mi vida por completo. Quiero decir que nunca he sido un santo y hace mucho tiempo que no tengo una mujer en mi cama, o mejor dicho , en la cama de un hotel. Porque para traer una mujer a mi cama, tenía que ser esa mujer, es decir, mi mujer.

La persona de la que cuando la conocí me enamoraría perdidamente y eso fue lo que me pasó, cuando conocí a Julia hace unos meses y le hice una entrevista, nunca imaginé que sería esta mujer y esta mujer hizo algo que me Jamás imaginé que algún día conocería ese significado.

Y ese significado que ella me dio y lo hizo sin darme cuenta al darme esa simple frase llamada AMOR, y esas cinco letras que me eran desconocidas. Me demostró que un hombre como yo de casi cincuenta años conocía el verdadero y único amor.

Porque muy pronto ella estaría aquí conmigo, porque voy a hacer cualquier cosa para que se enamore de mí, sé que ella está interesada en mí, solo que no sé si me ama más lo hará.

¿Qué pensaba ella de los regalos que le enviaba a casa? Ah, quería volver a llamarla y preguntarle qué pensaba. Pero no tuve que controlarme, tuve que darle un tiempo para que viera las cosas que le había comprado.

Ella no tenía idea de que yo personalmente compraba la ropa, los zapatos y la lencería , nunca pensé que tenía fuerzas para no tomar la lencería y llevarla a mi nariz para inhalarla.

Creo que seguro que me considerarían loco, por oler bragas, tratando de imaginar cuál sería el olor de tu coñito allí. Mi polla se endurece de nuevo por los pensamientos que había tenido allí en esa tienda.

Mi pobre polla estaba tan dura en ese momento que pensé que me iba a reventar la cremallera del pantalón. La forma en que se espesaba y goteaba, me estaba poniendo resbaladizo con solo imaginar su olor.

Dios, estaba loco por ella. Loco, obsesivo, posesivo por esa mujer. Si alguien me viera como el loco que era, definitivamente me encerrarían y me encerrarían. Mi polla se sacude y me estremezco y llevo una de mis manos hacia ella y la toco. Era mejor tratar con él.

Decido darme una ducha, a ver si se me baja la pija para poder llamarla. Debería pensar con más claridad y dejarla en paz. Pero no puedo conseguir a esta mujer, es como una droga que me inyectaron en la sangre.

Cuanto más pienso en esta mujer, más la quiero en mi vida, más lucho por no enamorarme , me encuentro a cuatro patas con ella. Antes de irme a bañar, dejo mi celular en la cama y voy a mi ropero y tomo mis boxers y lo pongo al lado del celular, para que en cuanto termine de bañarme la llame.

Porque necesito escuchar su voz, y no solo eso voy a querer ver su rostro y quien sabe así, voy a calmar mi corazón y también mi verga que se cree dueña de él y seamos honestos yo Míralo y acepta que Julia Méndez es dueña de tu pene y de tu corazón.

Sintiendo otro apretón, me quito la ropa y antes de encender la ducha, la pongo en el agua fría y la enciendo y doy un profundo suspiro cuando siento el chorro frío en mi cuerpo y me apoyo contra la pared dejando salir el agua fría. Golpéame la verga, a ver si se agacha.

Hijo de puta , todavía es difícil a pesar de que pasé diez minutos bañándome en ese hielo. Y lo que hago es masturbarme y recordar que he estado haciendo este tipo de cosas desde que la conocí.

Froto la cabeza de mi polla y me deslizo hacia su saludo y me quedo ahí alternando entre acariciarlo y apretarlo y con cada gesto que hago, gimo queriendo sentir sus delicadas manos sobre mí al mismo tiempo queriendo que ponga esos hermosos labios junto a mí, a su alrededor y metiéndolo en la boca como una piruleta y chupándolo profundamente en su boca.

Y la fantasía me hace acelerar el movimiento, imaginándomela haciéndolo arrodillada aquí en el baño y la fantasía parece tan real que no tardo mucho y voy gritando tu nombre.

- Juliaaaaa ... - grito, corriéndome muy fuerte. Y golpeo más rápido de lo que puedo, mi semen corre por el piso del baño y cuando termino estoy sin aliento, mareado y miro mi polla que todavía está un poco dura y suspiro con pesar cuando veo que a pesar de que cum duro el hijo de puta todavía estaba un poco rígido.

Y con un suspiro de derrota, tomo el jabón y me lo paso por el cuerpo y lo llevo a mi pene y me estremezco de nuevo y termino de ducharme. No debería sorprenderme que mi polla no se ablande, creo que quiere a su dama y lo miro y digo:

-Es mi amigo pronto, tendremos a nuestro dueño con nosotros . - Le hablo a mi polla. Y cualquiera que viera esta escena definitivamente pensaría que me había vuelto loco y creo que en cierto modo creo que realmente lo hice.

Cierro la ducha, saco una toalla, me seco y me la envuelvo alrededor de la cintura. Entro en el dormitorio y tomo un par de calzoncillos que estaban en mi cama y me los pongo. Tomo la toalla en mi cabello y lo seco.

Después de que termino de secarme, agarro la toalla y la llevo de regreso al baño y la cuelgo para que se seque. Voy a mi cama y tomo mi teléfono y lo enciendo y miro la hora y hago los cálculos y creo que Julia ya está en casa.

aplicación de WhatsApp y entro en la lista de contactos y veo el nombre de Julia y sonrío cuando veo su foto de perfil y presiono la videollamada y noto que está en una llamada y me pregunto quién debe ser la persona que es. hablando y no voy a decir que los celos que me pegan cuando imagino que es algún pretendiente me dan ganas de salir enseguida de la casa e ir a ver con quien estaba hablando y perdida en mis pensamientos casi extraño su carita hermosa cuando mira que ella contesto la llamada y lo unico que puedo decir es:

- Hola, Julia... - digo mirándola y olvidando los celos que me estaban carcomiendo mientras me quedaba admirando su hermoso rostro.

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