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4. Ya no soy el de antes Ethan... (Pasado)

Russell fue llevado hasta el despacho del patriarca Ivanov, no dudó en estrechar la mano que el viejo le tendía y sonreírle de manera afable, Yuri negó y tirando de su mano lo atrajo para darle un abrazo, le tenía un gran aprecio, al fin y al cabo, él seguía vivo gracias a ese hombre, si, Ethan Russell lo salvó de la muerte años atrás, la primera vez que se vieron, desde entonces se había convertido en su socio.

— Debo agradecerte por haber curado a mi nieto Ethan, siempre se puede contar contigo.

— No podía no ayudarlo, tenía una herida que necesitaba sutura y sabes que por mis negocios ya casi no puedo hacer lo que me apasiona.

Russell había dejado de ejercer su profesión de manera constante; aun así, se mantenía actualizado y se pagaba los mejores cursos que el dinero podía brindarle, porque la medicina, en especial la cirugía y sus avances, le apasionaban.

— ¿Me alegra verte chico, pero a qué se debe tú visita?

— Mi visita no es agradable ni de cortesía, esta vez.— La voz de Russell, aunque amable, era fría y letal, para cualquiera que le conociera.— Dos de mis envíos han llegado con la mercancía demasiado dañada o mejor dicho, inservible — hizo una pausa y negó— no me sirven las chicas si me llegan más muertas que vivas.

Yuri escuchó su queja y caminó hasta el mueble bar sirviendo dos vasos de vodka para luego caminar de nuevo hasta donde estaba él.

— Sé que prefieres el Whisky, pero este es el mejor Vodka que probarás jamás —Le ofreció el vaso mientras le pedía que tomara asiento con un gesto de su mano y él se sentaba torpemente en el otro sillón, ya no era joven, su cuerpo se movía con debilidad — Ya no soy el de antes Ethan... — Confesó sabiendo que cualquiera usaría esa información para tomar poder, pero por alguna razón, confiaba en la amistad que lo unía a ese hombre — Quise dejar que mi hijo se encargara de esto, pero es un inútil — se llevó el vaso a los labios y bebió un buen trago de licor para luego dar una respiración profunda.

— Lo sé, estás trabajando demasiado, puedo verlo, y tomar vodka por mucho que sea mejor. No ayuda en tu salud.— A pesar de sus palabras, Ethan tomó del trago y se relajó en el sillón, el viejo era un hueso duro de roer.

Él mismo Ethan le tenía respeto, pese a ser lo que eran. Enemigos. El hombre era un ser íntegro en sus convicciones, pero el carrusel de la vida no dejaba de girar y ese era el problema. El carrusel del viejo seguía y seguía sin importar que la persona arriba de él ya no pudiera dar una vuelta más a la misma velocidad.

— Agradezco que no vuelva a pasar, en el fondo sabía que no era por ti que mis embarcos estaban mal, si tan solo tuvieras un buen heredero.

—¿Sabes lo que sucederá cuando yo falte?— Era consciente de que él era el único que mantenía la tranquilidad entre las distintas familias de la mafia rusa, había conseguido la lealtad de muchos, pero también era consciente que su lealtad acababa con él y su hijo carecía de ese respeto que a él le tenían.—Estallará una guerra por el control, pero tengo un plan, algo que no puedo desvelar todavía, pero me iré sabiendo que dejé a mi familia protegida y lista para seguir sin mí, te doy mi palabra que no volverá a suceder, tus envíos volverán a ser de la mejor calidad, Sergey volverá a ocuparse de eso, él tiene toda mi confianza.

— Tal vez tu nieto sea capaz de…—Iba a hablar sobre el joven príncipe cuando los gritos de él lo hicieron pararse activando un instinto de protección que no conocía y caminar hacia afuera, solo siendo detenido por Bradley antes de que Sergey lo tocara en advertencia.

— ¡No! ¡No pienso ir contigo, volveré a escaparme si me obligas, me quedaré aquí con el abuelo!

La voz de Vladímir se escuchaba furiosa y luego los gritos de Alexei, quien tiraba con fuerza de la muñeca de Vladímir para llevárselo.

— Sergey por favor ve a ver qué son esos gritos— Pidió Ivanov levantándose también de su asiento y tomando su elegante bastón para salir de la habitación.

— ¡Suéltame!— Gritaba Vladímir forcejeando para que su padre lo soltara, pero este solo parecía enfurecer más y apretar más los dedos alrededor de su muñeca.

— Deja de gritar chico, o soy capaz de ahogarte, todavía eres menor de edad y harás lo que yo diga —Exigió llevando la otra mano a su cuello, apretándolo con fuerza, tanto que lo privó de respiración por un breve momento hasta que alguien lo empujó lejos del chico.

— Suéltelo — Dijo Sergey observando Alexei con odio, la aversión que sentía por él era algo que no podía controlar y que había crecido desde la muerte de su mejor amigo Dorian y, por desgracia, el hermano de ese energúmeno, precisamente por eso Sergey, no le tenía un gran cariño al chico, pero si aquel tipo trataba así a su hijo que les esperaba a todos los demás.

— ¿Cómo te atreves?—Alexei se llevó la mano a la cartuchera a punto de sacar su arma, no permitiría que aquel descarado lo humillara, demasiados años desafiándolo, él no era nadie, nunca había sido nadie, estaba a punto de sacar su arma cuando un grito los detuvo a ambos.

— ¡Basta!—Era Yuri quién se acercaba a paso ligero, a pesar de ayudarse de su bastón para caminar hasta su nieto y acariciarle el cuello con los dedos, observando las marcas rojas que tenía que sin duda se volverían oscuras y tardarían días en desaparecer — Vladímir, creo que tuviste la suerte de conocer a mi socio antes, porque no le enseñas los caballos.

— Pero…—Calló a Vladímir con una mirada, quién asintió y bajó la cabeza.

— Perdóneme Russell, debo arreglar unos asuntos personales, sería tan amable de ... — Ethan podía observar la súplica en la mirada del viejo porque sacará a su nieto de allí, sin duda lo que quería hablar con Alexei no era algo que el chico debía escuchar —Seguiremos hablando más tarde.

La ira que sintió Ethan por lo sucedido, era algo que jamás había experimentado, por poco pasaba a través del viejo Yuri para quitarle las manos de encima al joven, por suerte Sergey se había adelantado y él estaba lo suficientemente Chequeado con que fuera menor de edad como para reaccionar rápido, sabía que era bastante menor que él, pero no creyó que tanto, en su cabeza no dejaba de escuchar una y otra vez la voz de Alexei "Todavía eres menor de edad, harás lo que yo diga."

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