CAPITULO 3
Alexander se sentó en su silla sin pronunciar palabra, Martha lo conocía muy bien y también no decía nada ni siquiera les brindaba una mirada a sus hijos, los gemelos se miraban entre sí, eso era una señal de que el castigo esta vez iba a ser peor que antes
El ambiente estaba muy tenso y silencioso, cuando de repente el rey de los vampiros se levantó acercándose a sus hijos y diciendo muy serio, sin quitarles su mirada enojada sobre ellos
—Ustedes dos desobedecieron una orden directa, su castigo será acorde a su falta cometida, tú Dominic irás con Harry a entrenar en las tardes después de clases y tú Alex te irás con Fleur a entrenar con Él y ambos desde ahora no podrán usar sus poderes vampíricos, serán respetuosos con todos en la escuela y obedecerán las reglas como cualquier otro estudiante, ¿entendieron? Nada de peleas ni apuestas
Al terminar de hablar puso sus manos encima de las cabezas de los gemelos, generando un destello inmenso enceguecedor, que no duro mucho, pero que los gemelos sintieron cómo sus poderes se iban de sus cuerpos, Alexander volvió a preguntar con voz autoritaria y a la vez enojada
—¿Entendieron mis órdenes? Quiero que en la noche se aseen y cenen en la cocina con los demás sirvientes y sin poner mala cara, nosotros cenaremos aparte, solo se acercaran a su madre y a mí para despedirse e ir a descansar
Ambos estaban acostumbrados al halago, a las conversaciones con sus padres, a abrazarlos y ser abrazados, a ser besados por su madre quien los adoraba, sus ojos se llenaron de lágrimas porque esta vez el castigo iba a ser si no es que desde ya, muy doloroso para ambos que estaban muy acostumbrados al amor de sus padres, bajaron sus cabezas y contestaron a su padre al unísono
—Entendimos papá, perdónanos por favor
Salieron de allí observando a sus padres que no les hablaban, solo su mirada acusatoria, fueron caminando despacio hasta que juntos no aguantaron más y se fueron corriendo en estrepitosa carrera hasta el jardín donde sollozaban fuerte porque sabían que a esa hora no había nadie por allí y Dominic hablo triste con sus mejillas mojadas por las lágrimas
—Alex, mi papá nos castigó muy duro esta vez
Alex asintió con la cabeza, pero replicó
—Pero lo que más me duele es que… nuestra madre no dijo nada, no dijo nada Dominic, creo que nos pasamos esta vez, no me importa comer con la servidumbre, que nos separen, es lo que me duele y… y no poder abrazarlos o besarlos
Dominic muy triste hablo
—Yo hubiese preferido que nos golpeara con un látigo y no esto, yo quiero que me abracen, quiero un beso de despedida como siempre, además Alex nos van a separar para entrenar y ahora estamos sin poderes
Se abrazaron allí, los dos sentados en una banca al filo de la laguna artificial que existía allí, los dos hablaban sin saber que eran observados por sus padres, que muy tristes los escuchaban quejarse, después se retiraron a su alcoba en donde Martha suplicó
—Alexander, por favor, ¿no crees que es muy duro el castigo? ¿Separarlos? Mi amor, ellos están acostumbrados a la compañía del otro, van a sufrir mucho
Alexander comprendía muy bien lo que había ordenado, sabía que ese castigo era muy cruel y duro para los gemelos, pero ya era hora de que pararan esa arrogancia de poder que ellos manifestaban contra los demás, especialmente con los humanos, los conocía muy bien, por eso les castigó con quitarles su poder vampírico y separarlos en el entrenamiento, pero lo más doloroso sería cuando llegue la hora de ir a descansar, resoplo un poco, abrazo a su esposa y replico muy amoroso
—Mi amor debemos ser muy fuertes y te pido por favor que cuando vengan a despedirse para ir a dormir no los abraces, no los beses, solo contesta con un duerman bien, por favor, debemos hacerlo, deben aprender a cumplir las órdenes y a respetar a los demás
Martha estaba con su corazón lleno de dolor y le reclamó triste
—Pero Alexander, tú eras igual de arrogante, te portabas peor que ellos mi amor y ahora los castigas por… ¿Ser iguales a ti?, por… ¿Seguir tus pasos?
Escucharla, expresarse así de Él es muy doloroso, pero en lugar de enojarse trato de explicar
—Por lo mismo los castigué, quiero enseñarles a que no sean como lo fui yo, no quiero que sean crueles como lo fui yo mi amor, contigo aprendí a ser tolerante, a perdonar, a amar, deseo que cuando lleguen al trono, no sean conocidos como el rey tirano y cruel como… me nombraron a mí
Martha comprendió al oírlo hablar que lo había lastimado al acusarlo y lo abrazo diciendo
—Perdóname mi amor, es que son nuestros hijos y duele tratarlos de esa manera, pero si es para su bien y para que sean buenos gobernantes, te apoyaré querido, te amo tanto
Alexander le respondió de la misma manera
—Y yo a ti mi amor, no sé qué haría si algún día me faltaras
Ambos se besaron y en la intimidad de sus aposentos se amaron con pasión desenfrenada, hicieron el amor a lo salvaje como lo hacen los vampiros, pero llenos de amor mutuo, cuando terminaron ambos quedaron acostados, abrazados entre ellos y seguían besándose cuando Martha le dijo acariciándole el pecho
—Alexander y… ¿Si salgo embarazada de nuevo?
Él la observo con un rostro muy alegre y contesto enamorado
—Sería el vampiro más feliz mi amor, otro hijo sería lo más bello que me darías mi reina
Ella lo beso con gran ternura al escucharlo decirle esas bellas palabras y le manifestó
—Es que me he sentido muy rara desde hace días y presiento que puede ser eso, no estoy muy segura, pero… tengo náuseas, mareos
Alexander la abrazo muy fuerte y le suplico meloso
—¿Y si nos aseguramos de que sea cierto? Hagámoslo otra vez mi amor, además te amo y siempre te deseo mi amor
Para ella eso fue una halagadora sorpresa y le conmino divertida
—Alexander, que fogoso estas y aprovechado, jajajaja, sabes que te amo atrevido, pícaro, lujurioso, pero esta vez yo quiero amarte
Martha lo empujo haciendo que cayera bocarriba en la cama y ella se le montó para cabalgarlo a sus anchas y ser ella quien maneje los movimientos para complacerse ambos, Alexander gozaba como nunca los ímpetus de su esposa, gemía tan ronco que la excitaba cada vez más y el orgasmo que tuvieron juntos fue tan fuerte que ambos rugieron en forma estrepitosa que en todo el castillo los escucharon
Cuando terminaron de sentir el delicioso orgasmo, ambos se miraron divertidos y terminaron besándose con ardor, Martha se bajó del cuerpo de su esposo y así abrazados se durmieron cansados de semejante juego del amor entre los dos
Los gemelos en el jardín después de desahogarse un poco retomaron el rumbo para ir a sus entrenamientos, pero ahora ya no lo harían juntos como siempre, se despidieron dándose un fuerte abrazo y cada quien fue a buscar a su mentor para entrenar
Dominic fue a buscar a Harry hacia la parte derecha del castillo, mientras Alex fue a buscar a Fleur a la parte izquierda, ambos estaban tan alejados que ni siquiera podían verse, fueron tres horas agotantes de ejercitarse, en cambio, mucho más cansadas y dolorosas porque lo hacían sin poderes vampíricos
Casi tres horas demoraron en los entrenamientos, cuando se despidieron casi no podían moverse mucho, lo hacían muy despacio hasta que llegaron a su habitación, ambos cayeron al suelo sin llegar a asearse y se durmieron de inmediato
Sus nanas entraron, les dieron pena verlos tan cansados y optaron por asearlos con unas toallas hasta dejarlos limpios e inmaculados, los vistieron con pijamas para que duerman, salieron dejándolos bien arropados, en sus sueños los gemelos veían el rictus enojado de su padre y entre sueños sollozaban, pues extrañaban a su amoroso padre, después de dormir dos horas despertaron casi al mismo tiempo, se miraron entre sí sonriendo, se abrazaron diciendo Alex primero
—¿Qué cansado, verdad? Que horrible entrenar sin nuestros poderes, me cansé más que de costumbre
Mientras Dominic hablo
—Ya es hora de cenar, pero… debemos hacerlo en la cocina, voy a extrañar comer con nuestros padres Alex, sin embargo, debemos obedecer a papá, así que vamos de una buena vez, quiero despedirme de ellos antes de dormir aunque sea los veremos, así estén enojados
Ambos se levantaron y notaron que estaban limpios entonces Alex dijo divertido
—¿Te diste cuenta? Estamos limpios, esto es cosa de nuestras nanas, jajaja, ellas siempre atentas con nosotros
Bajaron juntos hasta la cocina, sin embargo, debían pasar cerca de la puerta donde se veía el comedor y allí estaban sentados sus padres juntos como siempre y miraron donde estaban sus puestos vacíos, siguieron de largo hasta la cocina y se sentaron en la mesa con los demás, nadie decía nada, pues ya estaban advertidos por el rey, una orden suya se cumplía sin refutar nada
Saludaron a todos porque fueron recibidos con reverencias por todos allí, se sentaron y fueron servidos, cenaron y antes de levantarse escucharon la voz de su padre, el rey
—Recojan sus platos y déjenlos en el fregadero, es una orden
Acataron la orden y lo hicieron, se despidieron de todos y salieron hacia el comedor, entonces hablaron al unísono
—Gracias, padre, gracias, madre, hasta mañana padres, que descansen
Solo recibieron una fría respuesta de ambos padres
—Ustedes también descansen
Y siguieron cenando sin siquiera mirarlos, ellos dos caminaron para salir, pero otra vez no soportaron esa frialdad y se fueron corriendo llorando hacia su habitación, Martha sollozo bajito y Alexander solo bajo su mirada, les dolía, sin embargo, era necesario para que cambien su actitud prepotente y aprendan esa lección
Los gemelos sienten su duro castigo, pero lo que más les duele es esa frialdad como los tratan, algo que jamás había sucedido y por ser arrogantes fueron castigados, ambos aman a sus padres y lo que está sucediendo les duele en su alma y corazón