Capítulo 5. Es modelo
Por Cristian
Tenía ganas de verla, sé que la llamé tarde, no estoy acostumbrado a estar con chicas que tienen que pedirle permiso a sus padres para salir, o al menos avisarles que van a salir, en realidad no tengo idea como se manejan las chicas con las que trato.
Creo que ninguna estudiaba, se la pasaban cerca nuestro en el club, eran las llamadas botineras, que se acostaban con cualquiera de nosotros, esperando que alguno se quiera casar con ellas y forrarse de guita con nuestro esfuerzo.
Muchos pensaran que no es tanto esfuerzo en comparación de lo que ganamos, puede ser.
Yo tengo mis estudios, pero hay muchos que solo tienen terminada la escuela primaria y todo depende de lo que demos en la cancha.
Sin embargo es un trabajo, entrenamos, nos cuidamos en lo que comemos y tomamos, no tengo, en general, ni sábados ni domingos libres, la pretemporada es peor, la concentración es por un mes…
Sin ver a mi familia, bueno no es para tanto, ya lo sé y es verdad que se gana muchísimo dinero, tengo 23 años y tengo un piso enorme y lujoso, un auto okm, de marca alemana y mucha plata en el banco, algo de inversiones, si, los futbolistas ganamos mucho dinero.
Y tenemos chicas a nuestros pies, para elegir.
Me quedé en casa, estaba agotado, tuve una semana con más acción que otras, todo por Melina, no es por la cantidad de sexo, sino por el tiempo que le dediqué y creo que va a ser así por el resto de mi vida.
La calidad de sexo también fueotra.
Nunca sentí algo tan fuerte por una mujer, ni siquiera parecido.
Me dormí pensando en mi princesa.
También en el penal que atajé, era un bonus extra de guita.
Me desperté con el llamado de mi representante.
—Cristian.
Me dice.
—Salió del club de España, se termina ésta temporada y estás vendido.
Él estaba eufórico y yo también, era un reconocimiento internacional y muchísimo dinero, millones de dólares.
Llamé a mis viejos para contarles y también a mi hermano.
No lo podían creer.
—Te duró poco el enamoramiento, a qué te olvidaste por completo de tu gran amor.
En ese momento se me cayó un balde de agua fría en la cabeza….
No me quiero separar ni un minuto de mi dulce y apasionada princesa.
Pero es verdad, no había pensado en mi chica...en mi mujer…
Me voy con ella, pensé, no tengo problema en convivir, sé que apenas la conozco, pero ... .me da igual, se lo propongo, la convenzo, no sé, algo haré.
—Hey, te quedaste mudo, ¿Te importa de verdad?
—No tenés idea de cuanto me importa, se metió debajo de mi piel.
—Y en tu pene.
—Ahí sobre todo, pero es mucho más que eso.
—Hoy no, porque me la quiero...coger, pero si la veo mañana, te la presento.
—¿Qué? Es verdad, estás hasta los huevos por esa chica.
—Si, pero por ahora no le voy a decir que me voy, ella tiene sus proyectos, es estudiante de psicología y quiere ponerse una empresa con sede en España y es modelo, y…
—¿Modelo? Es una atorranta de primera, te atrapó en la cama.
—No pelotudo, te estoy diciendo que trabaja de modelo para pagarse la carrera y tiene otros proyectos de vida.
—Ah, en la cama nada que ver.
El imbécil se caga de risa por el teléfono.
—En la cama es mejor que todas las demás juntas, pero no la comparto con nadie, forro.
Me hizo enojar, es mi hermano, menos mal que lo tengo del otro lado del teléfono, porque no quiero que la trate como a una puta, solo por ser modelo.
De puta no tiene nada, me doy cuenta que es apasionada y que se entrega a mí con toda su alma y su cuerpo….
Pero la experiencia no la tiene.
No es botinera, sé que por mi fisico y mi cara, y no me creo fanfarrón, cualquier botinera me conoce, se acercan a mí, en parte porque soy futbolista, sí, ellas se las dan de modelos, en algo de eso trabajan, pero lo que hacen es rondar por los vestuarios.
La alegría que tenía se había desvanecido.
Espero que la relación dé para llevarla conmigo, todavía faltan unos tres meses para irme.
—Hola princesa.
Le digo cuando me atiende.
—Hola amor.
—Te amo.
—Yo también.
—¿Te puedo ver antes de que entres a la facultad?
—Perdoname, hoy tengo un parcial...me podés buscar a la salida…
—Está bien, pero me hacés aguantar mucho tiempo sin vos.
—Yo también tengo que aguantar las ganas de verte, pero los parciales y los finales son así.
—Ya sé amor, te veo a la noche.
Pasé todo el día pensando en ella, ya no sé si me quiero ir, es una locura pensar así, hace 10 días que la conozco.
Tengo que esperar para ver como funciona todo.
La veo salir de la facultad con una enorme sonrisa, quiere decir que le fuebien en el examén, pero veo que a su lado está el idiota del otro día, le debe tener unas ganas terrible a mi novia, y ella es mía.
Me asombro de lo posesivo que soy con ella, ésta mañana con mi hermano, ahora con ese baboso que le mira el culo, cuando gira y le veo el jeans, entiendo, en parte, que le miren el culo, es el mejor del mundo y lo sé porque estuve ahí adentro, mierda, ya se me paró.
Pero se lo quisiera tapar para que nadie se lo mire.
Me adelanto para saludarla y el idiota que está al lado de ella se me queda mirando.
—¡Amor!
Me dice mientras que se cuelga de mi cuello, yo aproveché y la besé delante de todos, para que se enteren que es mía.
—¿Cómo te fué?
—Genial.
—Vamos a festejar.
—Mmmm ¿De qué forma?
Me dice en mi oído y reaccioné como tengo que hacerlo, sí, se terminó de parar mi amigo, ella lo notó, lo notó porque la tenía pegada a mí, prácticamente éramos uno.
—Pensaba llevarte a cenar, pero tengo otra manera de festejar.
Fuimos a mi departamento, pedimos delivery, pizza y cerveza, mientras tuvimos nuestro primer round de sexo, en el sillón del living.
Meli estaba a upa mío, estábamos besándonos, le estaba comiendo la boca, le saqué los pantalones, me saqué los míos, necesitaba sentirla, ella me sacó la remera y yo la suya, nos quedamos, en pocos segundos, como dios nos trajo al mundo.
Agarré un preservativo, creo que nunca tardé menos en ponerme uno.
Ella se restregaba contra mi miembro mientras gemía, se lo clave bien profundo, tenía miedo de acabar afuera, antes de penetrarla, así de desesperado estoy por ésta mujer.
Terminamos justo que suena el timbre, era la comida, todavía estábamos agitados.
Me puse un jogging rápido, sin boxer, solo para abrir la puerta.
Cenamos rápido y nos entregamos nuevamente al placer.
No entiendo como me transporta a otro mundo cuando hacemos el amor, la quiero siempre conmigo, no es solo por el sexo…
Pricipalmente es por el sexo, no me puedo mentir, pero me encanta su personalidad, que tenga proyectos…
Su trabajo no me gusta tanto, pero supongo que si ella se entera que tengo mujeres para tirar para arriba, por el solo hecho de ser futbolista, a ella tampoco le gustaría mi trabajo.
Por ahora no se lo voy a decir, no, no le puedo decir que hay chicas que se meten en los vestuarios, en los entrenamientos y hasta en las concentraciones, porque es verdad que muchas novias y esposas quedan afuera y adentro está lleno de putas, que te hacen una mamada en cualquier pasillo y en los vestuarios, a veces, les damos entre dos a la vez o se nos tiran ellas de a dos o tres a la vez.
Mi princesa me dejaría y eso no lo voy a permitir.
—¿Sabés? Me llegó el auto a la agencia, pero no lo retiré.
—¿Por qué?
—No estoy segura de quererlo, si lo venden desde la agencia, invierto todo en la consultora y no toco mis ahorros, el tema es que no sé si quiero ponerme la sede que te comenté, sería un año trabajando desde acá y después tendríamos a irnos, con Andy, a Barcelona, por otro lado no sé si me voy a animar a llevar el auto a todos lados, me da un poco de miedo manejar por las autopistas.
—Una vez que te acostumbras, no te bajás del auto nunca más.
—Ya lo sé, eso le pasó a mi amiga Andy y fueella la que me enseñó a manejar, es una ídola.
—La querés mucho…
—Sí, es mi mejor amiga.
—Yo...creo que me sale un pase, me venden a un club de España.
—¡Qué bueno!
Claro, que me va a decir, si hace 10 días que nos conocemos.
—Quiero que mañana conozcas a mí hermano.
—¿Te parece?
—Si, tiene 20 años y está estudiando medicina, te paso a buscar por la facultad y vamos a cenar los tres.
—Dale, no hay problema.
Hicimos otra vez el amor y luego la llevé a su casa.