Capítulo 1. Amor a primera vista
Por Melina
—Esta noche, cuando vuelvas a tu casa, felicitá a tus padres.
—¿Por qué?
Le pregunto divertida al chico que me había dicho eso.
Se acerca a mi oído, la música de la discoteca sonaba altísima.
—Porque hicieron a la chica más hermosa que vi en mi vida.
Morí de amor.
Lo miré y entre las luces de la bola de espejos que colgaba del medio de la pista, que nos tiraba sólo reflejos, alcanzaba para ver los maravillosos ojos verdes de ese chico.
De la mano, me llevó al centro de la pista a bailar, era música movida y él se movía como los dioses, parecía estar hecho para destacarse.
Lo miré casi embobada, era alto, debía medir 1,85, me llevaba una cabeza, mas o menos, tenía pelo negro, lacio, que despedía un perfume exquisito, sus músculos eran perfectos, no era muy musculoso tipo levantador de pesas, no, más bien tenía los músculos marcados, muy marcados.
¡Qué carita!
¡Dios, todo en él me gusta!
Él también me miraba, parecía que me quería comer.
Fuimos a unos sillones a tomar algo.
Surgieron las preguntas usuales.
—¿Cómo te llamás?
—Melina ¿Y vos?
—Cristian, me dicen el pulpo Cris.
—¿Por qué pulpo?
—Porque atajó muy bien, cuando jugamos al fútbol.
—Que creído.
Le digo riéndome.
—¿Te gusta el fútbol?
—¡Qué pregunta rara para hacerle a una chica! Sí, me gusta bastante.
—¿Mirás partidos de fútbol?
Que tipo raro, un enfermo del fútbol, pensé, bueno, algún defecto tiene que tener.
—No, solo los partidos del mundial.
—¿De qué cuadro sos?
Lo dicho, es un enfermo del fútbol, pensé, ya perdiendo interés.
Se dio cuenta.
—De Boca Juniors.
—Sos preciosa.
Me dice de repente, acercándose a mis labios.
Se queda a mitad de camino.
—¿Bailamos?
La música ahora es lenta, juro que dejé de escucharla desde hace un montón.
Bailamos pegados, demasiado pegados.
Él también me mira mostrándose muy atraído por mí.
Se inclinó hacia mí, bastante, yo mido 1,65, aunque tengo tacos altos y parezco más alta, eso supongo que también se debe porque soy flaquita, de contextura bastante delgada.
Yo también me la puedo dar de linda, mi cola llama la atención de muchos hombres, todo el tiempo me están diciendo piropos y también groserías sobre ella, no es que sea culona, solo tengo una linda cola y me visto llamativa, como ahora.
Tengo puesto unos pantalones blancos, ajustados, que llaman mucho la atención, mi busto es normal pero también lo aprendí a lucir, tengo un top apenas debajo del busto, bastante transparente, que me hace lucir muy seductora.
Y sé que soy hermosa, soy rubia, tirando apenas a ceniza no, no soy teñida, mi rubio es natural, en verano es más ceniza, porque se me aclara por el sol y en invierno se me oscurece un poco.
Soy de piel blanca, aunque luzco bronceada todo el verano.
Soy bonita, mucho y lo sé.
Me besa mientras bailamos y le devuelvo el beso.
¡Me acabo de enamorar!
Bueno a lo mejor no lo vuelvo a ver y dentro de unas semanas es solo un recuerdo.
Por Cristian
Por fin tengo un sábado libre, necesito despejarme, me encantaría salir todos los sábados a la noche, como no, tengo 23 años.
Mi trabajo me lo impide, soy futbolista, sí, tengo el sueño cumplido de millones de chicos que sueñan con llegar a jugar profesionalmente.
¡Que te paguen y muy bien, por jugar a la pelota!
Claro que es mucho más que eso.
Es entrenar todos los días, cuidarte con las comidas, no tomar alcohol, salvo muy de vez en cuando alguna cerveza, levantarme temprano y estar concentrado cuando la circunstancias lo requieren.
Ya sé, hay jugadores que hacen cualquiera.
También están los crack como el mismísimo Diego Maradona, que tiene serios problemas con las adicciones, pero de todos modos él es único, es de otro planeta, el mejor jugador del mundo y en la cancha no va a haber nunca uno igual y a pesar de todo, era una persona increíble, generoso como pocos, tiene la admiración y el cariño de todo el mundo.
Es mi Dios, como dice una de mis canciones favoritas y no es que me guste ese género musical, no, no me gusta, pero esa canción empieza diciendo…
En una villa nació y al mejor del mundo llegó…
Ya está su vida resumida.
Muchos futbolistas son de clase baja, con apenas la escuela primaria terminada. No es mi caso.
Soy de clase media y estudié una carrera terciaria, kinesiología, también aprobé varias materias de medicina, no seguí medicina porque no me da el tiempo.
Entré a la discoteca y vi a la mujer de mis sueños, justo un amigo me habló y la perdí de vista.
Pasa un rato y no la veo.
Los chicos se quedan en una esquina de la barra que estaba en la parte de atrás, había una barra del otro lado, no conozco mucho el lugar, esta debe ser la segunda o tercera vez que vengo en 3 años…
Alguna vez hemos ido a alguna otra discoteca.
Esta, particularmente me encanta.
Doy una vuelta por el lugar, la estoy buscando, cuando la veo bailar sola, es decir, sin pareja, estaba bailando con unas amigas, inventando un paso de baile, o algo así.
Eran 4 chicas.
Todas eran muy hermosas, pero ninguna lo era tanto como ella.
Llamaba la atención de muchos hombres que se acercaban para sacarla a bailar, todos volvían, por donde venían.
Una de sus amigas salta a los brazos de un chico, debía ser el novio.
Otra le hace una seña y supongo que va a toilette.
Si me acerco ahora, a lo mejor no quiere bailar conmigo por no dejar sola a su amiga, cuando un chico y una chica se les acercan y mi musa, porque juro que nunca voy a ver a otra mujer más bella, queda a un costado, no parece integrada en la conversación.
Hace 45 minutos que la estoy observando.
Me acerco y le digo.
—Cuando llegues esta noche a tu casa felicitá a tus padres.
¿Será muy cliché? Me pregunto.
Pero ella me responde.
Bailamos y charlamos toda la noche, tiene 18 años y está empezando la carrera de psicología.
La besé cuando bailábamos lentos y mis manos se fueron a su cola, me moría por acariciarla desde que la ví.
Me paró en seco y se separó.
—No te confundas.
Me dice.
—Te estaría besando toda la noche, sos hermoso, de un atractivo salvaje y podés tener a cualquier chica de aca.
Todas se están babeando por vos, pero tus manitos quietitas, recién te conozco.
Si, tiene razón, pero yo ya me la imaginé desnuda y en mi cama y gimiendo mientras grita mi nombre…
Por otro lado, justo que se separó de mí, mi amiguito se estaba despertando y si no íbamos a terminar juntos esa noche, iba a ser muy incómodo para mí.
No volví a ver a mis amigos en toda la noche, me encanta ésta mujer.
Al terminar la noche la llevé hasta su casa, en mi auto no podía dejar de besarla, ella me frenó varias veces, porque se me iban las manos por todo su delicioso cuerpo, mi pene estaba tan duro que me dolía, nunca me pasó, que una chica me diga que no, entre mi facha, sé que la tengo, y siendo futbolista profesional, las mujeres se tiraban a mis pies y ella, que es la más hermosa que vi en mi vida, me ponía frenos.
—Dame tu número de teléfono.
—Bueno, agendame.
—Nena, nunca deseé tanto a una mujer…podemos ir a algún lugar, para estar juntos.
—Yo no me acuesto con alguien cuando recién lo conozco, de hecho, solo me acosté con un solo chico, mi ex novio, salimos un año.
—¿Por qué se pelearon?
—Porque lo vi con otra chica, no soporto las infidelidades, es algo que no perdono jamás.
Trago saliva, porque de verdad quería salir con ésta chica, pero como hoy no pasó nada, estaba pensando en desahogarme con alguna botinera de las que siempre me rodean.
—Creo que me estoy enamorando de vos y sucedió apenas te ví, yo...nunca te sería infiel.
—Vos también me gustás, creo que también me enamoré.
La besé con muchas ganas y pude meter una mano por debajo de su top, le acaricié su pecho, jugué con sus pezones, me llevó a otra dimensión, eran lo más suaves que había tocado, quise chuparlos, pero recibí de nuevo una negativa.
Yo estoy a mil y quiero tener sexo y con ésta diosa, no con algunas de las chicas que están siempre dispuestas.
Nos besamos un poco más dentro de mi auto, ya estaba casi amaneciendo.
Melina tenía que entrar a su casa, sus padres se levantan temprano y no querían que la encuentren besándose con un desconocido dentro de un auto.
Fuí hasta casa, sin buscar a ninguna chica, vivo con mis padres, pero tengo mi departamento, un piso en una zona exclusiva, aunque cerca del club donde juego.
Muchas veces me quedo en el departamento, aunque eso lo hago cuando estoy acompañado, que es demasiado seguido, claro, eso sucede cuando no estoy concentrado.
Llegué a casa y lo primero que hice fuemandarle un mensaje, para que le quede mi número registrado.
No sé demasiado de ella, me gustaría saberlo todo, pero nos pasamos la noche besándonos.
Nunca me había pasado algo así, porque siempre salía lo suficientemente temprano de la disco, con alguna chica y terminaba en mi departamento, o en un hotel alojamiento.
Estaba muy excitado e hice algo que no hacía desde mis 14 o 15 años.
Me masturbé pensando en ella, no logré ni besarle los pechos, a pesar que sé lo excitada que estaba y lo atraída que se sentía por mí.
Al medio día cuando me levanté, mis padres no podían creer que un domingo que tenía libre, amaneciera en mi casa, bueno en su casa.
—¿Se te cortó la racha ganadora?
Me carga mi hermano, tiene 20 años y él, sí está estudiando medicina, por lo que nos vemos poco, pero somos muy unidos, tiene llave de mi departamento y lo usa cuando tiene su oportunidad, que en general son los sábados a la noche que yo suelo estar concentrado.
Se parece a mí, pero tiene el cabello más claro, de un castaño claro y sus ojos son parecidos a los míos, es muy fachero el chico.
—Conocí al amor de mi vida.
Le digo en un tono serio.
Comenzó a reírse a carcajadas.
—Claro y por eso estás acá.
—No quiso coger porque recién nos conocíamos.
Veo a mi madre en la puerta de la cocina, estaba escuchando nuestra conversación, no de metida, simplemente llegó y no quiso interrumpirnos.
—Entonces me gusta esa chica.
Dijo mi madre con una sonrisa.
—A mí me gusta más, pero la voy a convencer hoy.
—¿Hoy la vas a ver?
Pregunta mi hermano, muy asombrado.
Yo no veía a la misma chica dos días seguidos, jamás, si era ocasional no repetía, ni las llamaba y si eran las botineras, que también son ocasionales, repetía, porque están siempre rondando los vestuarios y si hacemos fiestas suelen estar.
Pero de algunas no recuerdo ni su nombre y de ninguna sé nada personal.
Son las 2 y media de la tarde y terminamos de almorzar con mis padres, mi hermano ya está en su habitación estudiando.
La llamo, no puedo dejar de pensar en ella.
Quedamos que la pasaba a buscar a las 4 de la tarde por su casa.