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Capítulo 9

Me señala y yo lo miro con una ceja levantada.

Él me observa atentamente y yo le correspondo.

- Mmmhh sirena? -

- Está totalmente fuera de lugar. Soy un hombre lobo. -

boca adquiere forma de -o .

- Rara vez me equivoco, pero sigo siendo humano, aunque tenga algo particular que se puede encontrar en... -

Está a punto de decirlo delante de todos.

Entro en su mente y le hago imaginarme golpeándolo contra la pared, sosteniendo su cuello con fuerza en mi mano.

- Callarse la boca. -

Regresa a clase y mira a su alrededor con miedo antes de volver su mirada hacia mí.

- ¿ Te sientes bien? -

Le pregunta una ninfa, criaturas hermosas pero tan frágiles.

- Por supuesto, sigamos con la lección ahora, vayamos a la página cinco y comencemos a analizar el texto sobre los orígenes de los duendes, una vez hecho lo discutiremos juntos. -

Se sienta en el escritorio y toma un sorbo de agua. Quizás exageré, pero estaba corriendo un gran riesgo.

Meg me entrega una hoja de papel con lo que hice escrito y yo respondo con el gesto de más tarde.

Miro al profesor nuevamente y en ese momento mis ojos se cruzan con los de Nunez, realmente espero que no se esté haciendo preguntas extrañas.

Vuelvo mi atención al libro y espero que esta hora pase rápidamente.

- Y entonces la profesora intentó perseguir a Michael por toda la clase para darle la varita. -

Nos echamos a reír, porque no terminamos todos en la misma clase, carajo.

- La maldita cosa lanzaba rayos en todas direcciones. -

- Quizás ella sea la mujer adecuada para ti, Michael. -

Empiezo a reír de nuevo, mientras él me mira.

- ¡¿ Muy ingenioso y luego quieres bajarte de esa rama?! Me pareces un murciélago. -

Ah, sí, es gracioso verlos al revés, pero esta posición era muy relajante.

Suelto las piernas y, mientras bajo, rápidamente giro para aterrizar con las rodillas.

- ¿ Feliz? -

- Sí, por favor. -

Empiezan a burlarse de ellos de nuevo mientras me alejo.

- ¿ Adónde vas? -

Jonathan está apoyado contra la pared, juro que nunca lo había visto bromear sin que lo involucremos.

- Tengo que ir con un profesor, vigílame ¿vale? -

- Está bien. -

Le guiño un ojo y vuelvo a la escuela hasta llegar a la clase del maestro al que ataqué hace un momento.

- ¿ Profe? -

- Madera negra. -

- ¿ Puedo hablar contigo? -

- Claro, cuéntamelo todo. -

Cierro la puerta detrás de mí y una vez frente a su escritorio tomo una hoja de papel.

- ¿ Pero qué? -

-Sshhh . -

Termino de escribir y le entrego el papel.

Lea atentamente y escuche una palabra pronunciada.

- Quizás nos escuchen y no quiero correr ningún riesgo. Lo siento si la ataqué primero, pero ella estaba a punto de revelar mi naturaleza híbrida a todos y hay personas en este mundo que saben cuanto menos, mejor.

Tenías razón y te felicito, es cierto, soy mitad bruja y mitad hombre lobo, pero te pediría que te guardaras este descubrimiento. -

Termina de leer y asiente.

Doy un suspiro de alivio y cuando el deseo vuelve a mí lo prendo fuego ante sus estúpidos ojos.

- Bueno gracias, nos vemos mañana entonces. -

- Ah, sí claro, nos vemos mañana. -

Cierro la puerta detrás de mí y mientras camino por los pasillos hacia la salida siento un viento frío.

Me detengo, huele a cadáver.

Valentina sale de las sombras seguida por sus dos amigas.

- No me digas, ¿quieres tenderme una emboscada? -

- Quiero sacarte de circulación, por tu culpa uno de nosotros murió. -

- Desquitate con tu principito, él fue quien lo hizo. -

- Por ti y tus amigos. -

Una especie de líquido verde humeante aparece en sus manos y la corroe al tocar el suelo.

Veneno.

- ¿Sabes que tenemos paz y que matar al futuro Alfa no te pondrá a ti y a tu gente en una posición favorable ante los ojos de los demás? -

- ¡ Eres sólo una parada y morirás junto con tus perros! -

Él corre hacia mí.

No me muevo, permanezco quieta mientras mi cuerpo comienza a ser envuelto por la nube, pero justo cuando estoy a punto de transformarme, una mano cubre mis ojos, jalándome hacia atrás.

-¡HAlan ! -

Inmediatamente lo quito y me alejo un paso, mientras veo su mano bloqueando la de Valentina.

- Lo siento, es un pequeño celoso. -

Mis ojos, que hasta hace poco ardían, han vuelto a la normalidad.

- Chicos, cuiden su ganso o la próxima vez no haré la vista gorda. -

Me alejo hacia la salida y, echando un último vistazo detrás de mí, me aseguro de que no me siguen.

Se están volviendo cada vez más agresivos y necesito descubrir por qué.

No se trata sólo de un odio mutuo que lleva siglos, no, la situación me apesta y pueden estar seguros que a partir de ahora todo mi pueblo estará alerta.

El punto de vista de HAlan

Veo al lobo doblar la esquina.

- Alan, me estás lastimando así. -

- Oh sí. -

Todavía sostengo con fuerza la muñeca de Valentina.

Le sonrío y acaricio su cabello, antes de golpearme la cabeza contra la pared y asumir mi habitual expresión asesina.

- ¡ ¿Qué te vino a la mente?! -

- Yo, quería asustarla. -

- Escúchame con atención Valentina, esta vez quiero ser bueno, pero atrévete a entorpecer mis planes una vez más y te juro que tendrás que temer verme en mi estado y sabes de lo que hablo. -

Ella me mira aterrada y ver esos ojos asustados hace que mi hambre de sangre, conquista y poder aumente.

- ¿ Lo entiendes? -

Él asiente.

- No escuché. -

Presiono más mi cabeza contra la pared.

- ¡Sí, sí! -

- Bien. -

Se suelta y cae al suelo, frotándose la cabeza.

- Blackwood es mi nuevo juguete y no me gusta compartir mi presa, dicho esto, sal de mi vista antes de que te haga pedazos. -

Sus amigas se acercan a ella y se la llevan, mientras yo sonrío sádicamente, pero cuando pienso en el pequeño lobo frunzo el ceño.

Con ella no sentí las mismas emociones que Valentina, al contrario ella me reta constantemente como si fuera lo más natural del mundo y esto solo aumenta mi hambre.

Alfa o no, tarde o temprano todos caerán a mis pies, aunque por lo que he visto la bella Abby esconde algo que descubriré y esto la hace parecer aún más interesante ante mis ojos.

- No irás muy lejos de Blackwood. -

Miro al cielo azul, después de esa pelea de esta mañana les dije a mis amigos que no me sentía bien e inmediatamente corrí hacia el acantilado.

Alan Nunez es peligroso, tanto que no había oído sus pasos acercándose.

Tal vez porque estaba concentrado en Valentina, pero algo en él me hace sentir frío que no puedo entender.

¿Quién es realmente el príncipe de los vampiros?

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