Librería
Español
Capítulos
Ajuste

Capítulo 3

—¿¡Que?! —Exclama molesto y sorprendido. —¡Hannah!

—¿Qué? — Estoy de lo más tranquila, no me altera que me griten o me alcen la voz, estoy acostumbrada a ellos. —Es la verdad.

Después de tanto revisar el refrigerador, termino por sacar un refresco en lata y me giro hacia Henry, que me observa con los ojos abiertos de par en par, sorprendido por mi respuesta. La forma en como me mira me da bastante risa, pero decido no reírme, al menos no por fuera.

—Mira Henry— Tomo asiento sobre uno de los bancos que están ahí, quedando de frente a él, le miro con seriedad y dejando de lado mis sarcasmos. —Has sacrificado mucho por mi mamá, te has adaptado a todo lo que ella quiere, sé que tu querías tener hijos propios, pero mi mamá dijo que no, que conmigo debería bastarte y lo aceptaste, mi madre dijo que no quería quedarse en la casa todo el día y que contrataras una mujer de servicio ya que ella estaría trabajando, pese a que no lo necesita y nunca lo hizo, lo aceptaste.

—No quiero forzarla a nada, quiero que sea feliz porque la amo— Responde con cierta tristeza y melancolía.

—Tu siempre das tu brazo a torcer y ella nunca lo hace, sé que la amas, pero eres un ser humano con necesidades, sé que el sexo es importante en una relación y obviamente te vas a frustrar si mi mamá no abre las piernas y la verdad no me impresionaría que tengas una amante que te satisfaga en ese aspecto y no te juzgo, mi madre está tan acostumbrada a que siempre cedas a sus exigencias, que no quiere hacer el mínimo esfuerzo por la relación.

Tomo un sorbo de mi bebida, Henry no deja de contemplarme con asombro, nos miramos directo a los ojos, su mirada es tan intensa y severa, pero también es comprensible.... a veces creo que Henry es extraño, es el dueño de una gran empresa, pero se doblega a las exigencias de mi madre con mucha facilidad.

—No voy a hacerme la idiota ni a decirte nada políticamente correcto, las cosas como son— Curvo los labios con desagrado, odio que la gente tenga miedo de decir las cosas. —Quieres follar, mi mamá se inventa miles de pretextos pendejos para no hacerlo, entonces busca una prostituta y listo, si ella lo descubre, pues también es parte de su culpa, porque si las cosas fueran al revés, entonces la gente te diría que ERES TU quien no atiende a tu mujer como se debe en la cama, pero si tú la engañas, eres un mal hombre, desgraciado de lo peor.

—Hannah ¿Quién te enseñó a ser así? — Su voz es ligeramente titubeante, parece ser que nunca pensó que fuera a decirle algo como esto.

—Nadie, así es como veo las cosas— Me levanto de mi asiento y camino hacia él, con mi lata de refresco en mano. —Si mi madre no quiere sentarse a hablar o ir a terapia de pareja, te recomiendo que te divorcies de ella y no te pido que te hagas cargo de mí, ya que no tienes ningún deber conmigo una vez que te separes de ella, pero debo decir que sería una lástima que nos distanciemos por esto, te he agarrado mucho cariño... papi.

Empiezo a encaminarme hacia mi cuarto, pero Henry me toma del brazo, haciendo que detenga mi paso, volteo a verlo y lentamente va tirando de mí hasta que vuelve a sentarse sobre el banco, ninguno de los dos ha roto el contacto visual. No puedo evitar sentirme mareada y en cierta forma, excitada... desde los catorce años siento una atracción sexual hacia él y es algo que no puedo evitar.

—Hannah... eres demasiado joven como para pensar de esa forma y me sorprende que seas madura en ese aspecto.

—Solo digo la verdad, la verdad que nadie quiere escuchar ni decir— Me giro por completo hacia él, acercándome un poco más. —Desconozco las razones por las cuales mi mamá se comporta de esa forma, pero de lo que, si estoy consciente, es que es suficiente Henry, has sacrificado mucho por la felicidad y el bienestar de mi mamá, ya estoy harta de que siempre seas tú quien tenga que ceder ante todas las situaciones e incluso te ha encargado por completo mi educación, apenas habla conmigo ya que se la pasa metida en un trabajo pendejo que no le da nada, solo estrés y problemas, además de que sale constantemente de viaje.

—Volviendo a la pregunta inicial ¿Qué crees que deba hacer?

—Separate de ella, sé que te va a doler al inicio, pero creeme.... es mejor eso a que sigan peleando todo el tiempo y diciéndose cosas hirientes— Hago una breve pausa y me acerco más a él de forma ligeramente sugestiva. —Amo a mi madre, pero sé que se ha pasado de la raya y que está actuando como una chiquilla de mi edad, diciéndote que la engañas cuando no es verdad.

—¿Cómo sabes que no es así? Si fuera verdad ¿Dejarías de hablarme?

—En lo absoluto y sé que no es verdad porque sigues teniendo la misma rutina después de ocho años, nada ha cambiado.

Le dedico una genuina sonrisa mientras me voy alejando de él, Henry se ha quedado tan aturdido por mi forma de pensar, que me ha soltado lentamente, haciendo que me de media vuelta y camine hacia mi cuarto, tarareando una canción que tengo marcada en mi cabeza. Apenas llego a mi cuarto, dejo mi lata sobre mi escritorio y me dejo caer sobre mi silla con ruedas, enciendo la pc y me pongo a vagar por internet, esperando encontrar algo interesante.

Los días posteriores a esa discusión han sido peor, ahora se la pasan gritando por toda la mansión, incluso en la noche no dejan de discutir, la situación es tan delicada que Henry termino por salirse de la habitación que comparte con mi mamá. Hoy es fin de semana, pero como ninguno de los dos se quiere ver, se han ido a trabajar, dejándome sola en casa.... como siempre.

Miro mi teléfono con aburrimiento, lo tiro a un lado de mi cama al no encontrar nada interesante para hacer con él, pero este rebota y cae al suelo, resoplo con fuerza y decido dejarlo ahí, o al menos esa era la idea principal, pero ha empezado a sonar. Termino por arrastrarme por mi cama hasta llegar a la orilla y tomarlo del suelo, es un mensaje de mi mejor amiga, Sofía, diciéndome que irán a la playa a pasar el rato y me ha preguntado si quiero ir, me dijo que irá Preston, el chico popular y sexy del instituto. Sin dudarlo, le dije que iría.

De un salto bastante animado me he levantado de mi cama, busqué una mochila y empecé a guardar mis cosas, cuando voy a buscar mi traje de baño, no me decido por cual usar, el de dos piezas que el calzón es casi hilo dental o el entero que es más discreto; en realidad me gustaría usar el de dos piezas porque es nuevo, perooo. Decido usar el de una pieza, no quiero ni necesito que él me vea.

Una vez que tengo todo listo, me cuelgo la mochila en la espalda y bajo corriendo las escaleras, detrás de mi viene bomboncito, pensando que voy a jugar con él, tomo las llaves de mi auto y abro la puerta principal de un tirón, pero para mí mala suerte, me encuentro con Henry, que estaba a punto de abrir la puerta.

—Wow— Reacciona con sorpresa mientras da un paso atrás. —¿A dónde crees que vas, jovencita?

Descarga la aplicación ahora para recibir recompensas
Escanea el código QR para descargar la aplicación Hinovel.