5. Capítulo
Would you tell me
How could it be
Any better than this yeah
Los latidos apresurados eran escuchados por el otro. El susurro de sus corazones, el grito de una emoción reprimido y el llanto de las estrellas sobre el falso cielo que simbolizaban sus metas por separado.
And how can I
Stand here with you
And not be moved by you
Would you tell me
How could it be
Any better than this...
Tomaron distancia. Kats se ahogó en el profundo mar sin retorno de sus pupilas. Por otra parte, Hemmings olfateó los pinos que se escondían tras los planetas esmeraldas de ella y se mordisqueó el labio. Tomó aire sintiendo como se le removía hasta la última fibra del cuerpo, por primera vez tomó el atrevimiento de levantarle el mentón al punto de rozar casi sus labios y narices.
Cayeron bajo las redes de un trance mutuo.
—Estás a punto de besarme —murmuró Carmichael temerosa por los sentimientos que iban a desatarse luego.
A ese sentimiento los renacentistas lo llamaron magia.
Cause you're all I want
You're all I need
You're everything
Everything
El desconcierto de evidenció en el rostro color cereza de ella, sus corazones galopaban el pecho del otro en una sinfonía de respiraciones acompasadas volviéndose locos el uno al otro. Nerviosa, vio cómo tragaba seco frente a ella diciéndole:
—Perdóname.
Kats abrió la boca para preguntar el porqué de la disculpa, pero fue silenciada por los labios de que poseían el elixir del amor en su estado más puro. Dibujó un colorido estampado de pasiones sinceras atrayéndola de un tirón que podía definir como salvaje, pero que no perdió la delicadeza.
You're all I want
You're all I need
You're everything
Everything
You're all I want
You're all I need
You're everything
Everything
Con la mano subió unos centímetros hasta la nuca de Carmichael hundiéndole los dedos dentro del cabello ensortijado y aromatizado a chocolate, se acercó más hasta sentir su aliento de hierbabuena a escasas pulgadas y le apresó los labios con otro beso. Luca estaba sosteniéndola de una manera en la que nadie la había sostenido antes, a diferencia de Jack, el menor hacía que se sintiera segura; por eso buscó más cercanía porque eso no le parecía suficiente. Sus brazos se convirtieron en mortíferas cadenas alrededor de Katsiaryna trayendo como resultado que sus manos se empujaran de a poco contra los pectorales del rubio y se movieran inquietas alborotándole más el peinado.
Allí tomó el control, por primera vez Luca Hemmings dejó atrás las inseguridades y escuchó la voz que le decía que ella era todo lo que necesitaba.
Aquel beso fue tan lento, casto y puro que no se halló ningún morbo o maleficio. Sus labios se exploraban en un choque de distintos sabores y aromas, como un atardecer dentro del océano cargado de colores vivos. Aventurado, sin miedos, sin resentimientos, sin prisas… La frescura de la hierbabuena inundó sus paladares.
El tiempo se detuvo. Solo las luces de las velas pudieron dar cuenta de los amantes bajo el cúmulo de falsas estrellas y esperanzas inexistentes bajo un bosque encantado. Ese gesto físico confirmaba lo que callaron por tantos años y era la señal de que, quizás, estar juntos era la única solución a todos sus problemas.
And how can I
Stand here with you
And not be moved by you
Would you tell me
How could it be
Any better than this yeah
And how can I
Stand here with you
And not be moved by you
Would you tell me
How could it be
Any better than this yeah
Finalmente, las manos de Hemmings encontraron las mejillas de Kats y sus pulgares masajearon cada fragmento de sus pómulos a su antojo. Sus bocas se separaron por falta de aire, unieron las frentes en un acto involuntario y sus narices se rozaron provocándoles cosquilleos en el estómago. La realidad se les desvaneció y se fusionaron en un solo océano de luces mezclado con los tintes de un verde esmeralda. Hemmings sonrió como idiota, ella se enterneció al verlo ser él mismo.
Un hermoso espectáculo que debía repetirse de nuevo.
Would you tell me,
How could it be
Any better than this?
Los labios de Carmichael sabían a limón pero no le disgustaba en lo absoluto. Aunque Hemmings la acababa de besar no asimilaba, no terminaba de caer de su filosa nube de fantasía y se aventuraba estrellarse contra el suelo. Luca se sentía agitado pero tranquilo porque la canción, ella y el beso fueron las variables que le cambiaron los ánimos e hizo que divisara un rayo de amor entre la oscuridad del maltrato.
La canción acabó y ninguno se dio cuenta.
Kats siempre pensó que la gente cambiaba a medida que la vida les eclipsaba la visión parcial de las cosas. Dicho sea de paso, Shakespeare escribió en Romeo y Julieta “no jures por la luna que constantemente cambia” y la analogía que le traspasó la mente al acordarse del fragmento fue sobre el poder de las corrientes. En síntesis, el cuerpo humano está compuesto en su mayoría de agua y el satélite natural controla las mareas según su fase lunar. Entonces, ¿por qué la luna no puede influir en los humanos si somos más agua que sangre?
—¿Podría haber algo mejor que esto? —le susurró él sobre los labios sonrojados por el suave roce.