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CAPITULO 2 “Regreso a casa.”

(octubre 17, 2017, Cambridge, Massachusetts, USA)

(Serena Maxwell McNamara)

Tras salir del departamento y dejar la llave en el correo universitario dentro de un sobre, junto con los documentos de propiedad del departamento; tomamos la carretera para el largo camino de regreso al rancho Highlander.

Llegamos al rancho al día siguiente por la tarde, se descargó el remolque rentado y se envió de regreso a la sucursal más cercana, todos estaban tranquilos y animados por mi regreso, al parecer los rumores ya se habían extendido y todos en Mendocino ya sabían que yo estaba de regreso.

Esto hizo que las Damas de Mendocino visitaran el rancho este medió día, pero resulto que yo no estaba aún en casa, eso no evito que a la mañana siguiente me visitaron después del desayuno; ¿su objetivo? La organización del festival de otoño y por supuesto el Halloween, así que como era la tradición, se hizo una feria de agricultores, el concurso a la mejor y más terrorífica calabaza para el día de brujas, la venta de pasteles y galletas, así como un concurso de repostería y otro de cocina.

Esta vez se hizo una constitución provisional a la que se llamó “la casa encantada”, el paseo duraba poco más de diez minutos dentro, en el que podían encontrarse con la momia egipcia, Drácula, el hombre lobo, Jack el Destripador, el Jinete sin cabeza, la bruja malvada ofreciendo sus manzanas envenenadas y varios seres de terror más, solo esperaba que todos se divirtieran en la feria y festival que duraría cinco días a partir del veintinueve de octubre hasta el dos de noviembre, eso traería diversión y alegría a todos.

Como era lo esperado, me hice presente en el festival los cinco días que duro y pude constatar la alegría con la que todos tomaban y disfrutaban del festival.

Sabía que el siguiente evento sería la fiesta de acción de gracias, por lo que se haría una fiesta, por parte de la alcaldía para todo aquel que quiera participar, tanto cooperando con algún platillo como con trabajo al decorar.

Me entere de que las Damas de Mendocino hace seis meses fundaron un refugio para personas sin hogar, con problemas o simplemente personas sin recursos, por lo que hable con la dueña de un pequeño supermercado y ella mandara víveres al comedor del refugio cada semana a mi cuenta, por lo que avise en el rancho para que la factura se pagara sin problemas.

El comité no tenía una oficina como tal, pero gracias a la esposa del alcalde, consiguió que nos prestaran una oficina, por lo que teníamos un gran espacio para organizarnos y trabajar.

Obviamente como éramos una organizaciones sin fines de lucro, trabábamos por cooperación, es decir con la ayuda de los ciudadanos; motivo por el cual las asistentes eran chicas de la preparatoria que laboraban dentro del programa “apoyo social”, aun así el comité necesitaba tener ingresos propios, por lo que propuse hacer un taller de manualidades, así como una tienda de segunda mano; por lo que se reunieron muebles, adornos y otros objetos en buen estado pero desechados por sus dueños y se pusieron a la venta a muy bajo precio, eso nos permitía afrontar gastos de papelería y salarios de secretarias y asistentes.

Los talleres fueron un éxito, pues se hacían bordados, tallas de madera, carpintería, también está la fabricación de tejidos y joyería de cristal Swarosky, esto se vendía en la tienda como productos nuevos de los talleres y en stand en los basares, festivales y ferias.

En la oficina con la ayuda de los asistentes adelantábamos trabajo en cuanto a los planes para los distintos eventos del año; por lo que la oficina siempre estaba trabajando. Esto ayudo a que el comité trabajara sin llamarme cada veinticuatro horas, para preguntar algo, ya que el plan estaba decidido de antemano.

Así llego Acción de Gracias y aunque me hice presente en el festejo por la mañana en Mendocino, me disculpe por no estar en la fiesta por la tarde ya que viajaría a los Ángeles para estar con mi padre. Después de cuatro años, volvía a casa.

Cuando llegué a casa, sorprendí a todo que estaban ocupados en sus cosas y debido a que yo no estaba, mi padre festejaba Acción de Gracias en la empresa, por lo que decidí darle la sorpresa y acompañarlo a la fiesta.

Fue una sorpresa no solo para mi padre, sino para todos en la empresa el verme, obviamente papá insistió en que tenía que buscar un reemplazo para Lee, a lo que me negué, le dije que ya no lo necesitaba, pues pasaba mucho tiempo en el rancho en donde estaba más que segura.

Fue que mi padre comenzó a hacer planes para que trabajara en Maxcorp y por dos meses lo intente, pero la verdad es que ya no soportaba el que me dieran ordenes o quisieran controlar mi vida, por lo que simplemente decidí renunciar.

El problema no era mi intolerancia a recibir órdenes, sino el recibirlas de idiotas; esto fue porque al no usar mi posición de “hija del jefe”, entre al departamento de administración, en donde tuve una fuerte discusión con otra trabajadora, pues la escuche decir a mis espaldas en los sanitarios

- “Esa chica se cree mucho, no sabe nada en absoluto, dicen que es una asesina a la que nadie castigo por el dinero de su padre, es por eso que estuvo encerrada en una clínica casi toda su vida”

- “No deberías difundir rumores sin sustento Julia, yo supe que estaba enferma e internada hasta que la operaron, es por eso que nadie la había visto en años”- dijo otra chica

- “Micaela, que ingenua eres como toda hija de papá rico, ella estudio en el extranjero, pero dicen que no regreso hasta ahora porque es dada a las fiestas y bueno en una de sus borracheras, quedo embarazada de no sabe quién y bueno, dicen que aborto a gemelos casi a los tres meses de gestación por lo que estuvo muy mal y ahora no puede tener hijos”. - dijo otra

- “¿en serio Sarhí? Pobre niña rica.”- dijo otra

-“Estela, ¿Por qué me dices ingenua? ¿Acaso tú tienes pruebas de lo que dijiste?”. - dijo la tal Micaela

-“Micaela, es obvio, es una niña rica ¿Acaso no crees que eso es lo más obvio? Escuelas en Suiza, fiestas todo el año, es obvio que una vida tan libertina tiene consecuencias”. - dijo la tal Estela

- “Vez, tu misma lo aceptas Estela”.

Fue en ese momento que decidí salir de mi cubículo en el sanitario y dejarme ver, diciendo

-Qué bueno que están tan preocupadas por mi vida, pero solo diré esto una vez, No soy una asesina, defendí mi vida de un asesino que quería matarme, después de matar a mi madre; por otro lado no estudie en el extranjero, tampoco soy dada a las fiestas y borracheras, tampoco he estado embarazada, así que nunca he tenido un aborto y si no me vieron es porque a comparación de ustedes, yo estaba estudiando no en vano tengo siete títulos universitarios y dos maestrías , pero me pregunto ¿ustedes que estudiaron?, no creo que algo más que yo, así que como supondrán, es mejor no esparcir rumores o pueden salir perdiendo señoritas.- y tras mi advertencia Salí de los sanitarios sin mirar atrás.

Después de eso fui a la oficina del director administrativo y presente mi renuncia, obviamente papá quiso saber por qué lo había hecho y solo le dije.

-Papá estuve sometida a las órdenes de una estúpida mujer parte de mi niñez y mi adolescencia, ahora no soporto ordenes de idiotas ni rumores mal intencionados, así que mejor dejo Maxcorp y atiendo mis propios asuntos.

-Serena, un día tu manejaras Maxcorp, debes saber lo que se hace y como

-Papá, por el momento todo está bien, sígueme enviando los informes mensuales y con eso podre aprender y ayudarte.- le respondi sin mencionar mis propios proyectos dentro de la empresa, yo tenia mi propio espacio gracioas a uno de los jefes de diseño y programación.

Y así regrese al rancho a atender mis propios negocios y para cuando llego la primavera el negocio de mermeladas y jaleas había prosperado, Jacobo había contratado a una buena agente de Mercadotecnia llamada Hope, la cual se encargó de meter no solo nuestras mermeladas, sino nuestras galletas, dulces mexicanos y productos secos; lo que hizo que dichos productos se vendieran en tiendas de autoservicio y supermercados.

Estando en el rancho, me di cuenta de otra cosa con el paso de los días y fue que James y Hope se llevaban más que bien, era obvio para todos los que tuvieran ojos que ahí había algo más que una amistad y para finales de mayo le pregunté a James directamente

- ¿Cuándo le pedirás matrimonio?

- ¿Qué dijo Señorita Serena?

-déjate de tonterías James, te gusta Hope y se ve que tú a ella también, así que dímelo ¿Cuándo le propondrás matrimonio?

-No lo sé, Pequeña Serena, la quiero, pero tengo que cuidarte.

-Vaya, otro cobarde que prefiere darle escusas al amor en pro de la obligación.

-No es cobardía, pero …

-Pero nada, si no te declaras en estos días, te hare lo que a Lee, seré yo quien organice la petición de mano por parte de Hope y ella es menos tímida que la profesora. - le digo sonriendo.

-No lo hagas Pequeña Serena, no es bueno presionar y solo espero el momento adecuado. - dijo James sacando algo del bolsillo de su saco y preguntando

- ¿Crees que le gustara? - y me dio una cajita en la que había un bello anillo de compromiso, con una rara gema, al observarla me dice

-Es una Apatita ¿crees que le guste?

-Yo creo que sí, es una bella pieza, bueno pues anímate y se bien que ella te dará el sí.

Para mi sorpresa, dos semanas después James regreso sonriendo y me dijo

-Pequeña Serena, Hope acepto casarse conmigo, ella me quiere.

-Te lo dije James, pero tu tenías miedo.

-No era miedo, solo reservas, ella es diez años más joven que yo, muy independiente y tan llena de energía.

-Por eso son la pareja perfecta y ¿para cuándo es la boda?

-Serena, ¡se lo acabo de proponer! – me respondió James

-Hay que aprovechar el tiempo James, ya nos hace falta una buena fiesta. - Este sonrió y solo asiento.

Esa noche James y Hope me comunicaron que la boda sería el próximo primero de julio por lo que teníamos dos semanas para preparar la boda.

Todo el rancho se puso a punto para la boda y sobre todo se preparó una Gran Fiesta, para todos los trabajadores, a fin de compartir un bello momento con los novios.

Debido a su nuevo estatus de hombre casado, James tendría una casa en Mendocino, así como una recomendación para ser el entrenador de los equipos de lucha, judo y tiro de las secundaria y preparatoria; lo que lo dejaba bien posicionado con un buen trabajo. Tras esto yo ya no tenía más sombras que la mía y más protección que mis instintos, mis conocimientos y mis manos. Esta vez sí era totalmente libre de toda vigilancia.

El tiempo estaba pasando y yo quería hacer algo por mí misma, no solo acrecentar la herencia de mis abuelos y mi madre, así que comencé a hacer planes.

El problema era que no podría llevarlos a cabo en Mendocino, en donde aún casado y ocupado James no dejaba de vigilarme. Entonces tendría que regresar a Los Ángeles y ver mis opciones por lo que decidí regresar a casa, en donde de inmediato comencé a moverme, primero que nada, debía buscar un trabajo a mi gusto, acorde a mis habilidades, así que comencé por solicitar empleo en varias editoriales como traductora, así como en centros mecánicos, todas mis solicitudes las firme bajo el nombre de Serena McNamara.

También probé suerte en el sistema educativo como maestra de historia en una Junior High School, esperando poder hacer uso de mis conocimientos. Pero como mi padre es John Maxwell, fue imposible evitar que se enterara de mis planes, así que me llamo a su oficina y me dijo

-Serena, si tanto deseas trabajar, porque te aburres en casa ven a Maxcorp a trabajar, por Dios que eres una socia y mi hija.

-Padre, quiero hacerlo por mí misma, ya entré a trabajar aquí y que obtuve, ofensas de mujeres estúpidas que no hacen más que inventar y difundir rumores y chismes, No papá, voy a buscar trabajo en algún lugar según mis amplias habilidades, recuerda que soy psicóloga, abogada, mecánico, historiadora y lingüista, ¿Crees que no encontrare una oportunidad? - le pregunto; aunque sé que lo que intenta es ponerme donde él pueda intervenir en mi vida y eso es lo que no quiero por lo que insisto.

-Papá solo quiero volar con mis propias alas antes de hacerme cargo de todo esto y no ser más Serena Maxwell McNamara, sino la Heredera Maxwell, eso no.

-Hija, déjame ayudarte, además ya no están tus escoltas ¿Cómo quieres que esté tranquilo si no tienes protección?

-Papá no necesito más guardaespaldas, espero que no trates de ponerme más guardaespaldas, yo puedo defenderme sola. En cuanto a lo de buscar trabajo, no quiero que interfieras por favor.

-Claro que voy a interferir, te voy a recomendar a dos o tres personas que podrían acomodarte en sus empresas, no estarías en problemas.

-Pero papá…- quise decir algo, pero mi padre me interrumpió.

-si quieres trabajar, será así o te quedas aquí en Maxcorp, trabajando en la dirección bajo mis órdenes, tendrás un trabajo que será según tus habilidades y comenzaras a tomar las riendas del negocio.

-Bien papá, trabajare aquí nuevamente, solo espero que no haya más problemas, pues de ser así, tendrás mi renuncia al segundo siguiente. - le dije sabiendo que hará todo lo que esté en su mano para tenerme controlada y bajo su “Protección.”

Así que entré a trabajar en la dirección de Maxcorp, como buena administradora me comencé a hacer cargo de algunas cosas, ayudando a mi padre a llevar la dirección de la empresa.

Llevar la dirección de Maxcorp es algo agotador, pero más agotador es tener a mi padre más pendiente de mí que del trabajo que se acumula en su escritorio, trabajo que termino sacando yo adelante, pues los negocios están tan diversificados que es agobiante en extremo.

Fue así que me entere de los nuevos negocios de mi padre con el Gobierno de este país, aunque ya sabía que nunca dejo sus negocios con el Estado, saber que ahora está trabajando en un nuevo chip y un programa de posicionamiento global y guía que si bien para un lego le sonaría a un moderno GPS, a mi como ingeniera en mecánica y aeronáutica me suena a problemas; pues ese programa en un microcomponente a prueba de interferencias, en un misil de corto, mediano o largo alcance es una amenaza muy sería para cualquiera y esto solo puede traer más problemas de los que mi cerebro hiperactivo puede imaginar ¿Por Dios papá, ahora que diablos has hecho?

Pasan los meses y yo sigo en Maxcorp y mi padre siempre vigilando sobre mi hombro, Demonios que casi llevo la direccion de la empresa yo sola pues él en lugar de trabajar está vigilándome a mí y diciéndome como debo hacer mi trabajo, claro como que también hago el suyo.

Las fiestas navideñas las pasamos en la empresa y un pequeño festejo en casa, nunca fueron lo mismo sin mamá, pero debemos superarlo.

El tiempo pasa y yo no soy feliz, me siento agobiada y asfixiada en Maxcorp y no sé si mi padre se ha dado cuenta de ello, mi vida social se reduce a las esporádicas reuniones con mis amigas para comer o ir al cine ya que todas ellas están por terminar sus estudios y bueno como adultas ya están perfilando lo que será el rumbo que tomaran sus vidas.

Mi vida se ha vuelto una rutina invariable, pues de la casa al trabajo, del trabajo a la casa, los sábados desayunar en el club con alguna de las chicas, ir al gimnasio a visitar al Senseí Kenshín que se alegra de verme, pero me recuerda que ya no puede enseñarme nada más, que debo aprender de mi misma y controlar al tigre dejando salir al dragón.

Los domingos es día de ir al centro comercial a disfrutar de una película ya sea sola o con mis amigas.

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