Capítulo 2: Falsa preocupaciòn
Lunes. Inicio de semana. Diecisiete de diciembre, solo a unos días de las vacaciones de invierno, y ocho días de Navidad, también seis días para Año Nuevo. Otro año sin Samuel. Para Margo fue difícil aceptar que Samuel ya no estuviese con ella, que ya no pudiera verlo ni escucharlo sin necesidad de recurrir a una grabación de video. En la escuela nadie parecía recordar a uno de los mejores alumnos de su generación.
━ ¿Tierra, llamando a Margo, tenemos permiso de iniciar una conversación? ━ de manera sorpresiva, aunque no lo notó Margo, Debby apareció al lado derecho de su casillero.
━ No estaba en la Luna, solo me concentro en quitar algunas cosas…
━ No creo que necesites los libros durante las vacaciones de invierno, Marg. Además, creo que sí estabas en la Luna porque tu celular tiene cuatro llamadas perdidas de tu madre. ¿Aún no hablan?
━ No más de dos palabras. Es…
━ ¿Complicado? Me pasa lo mismo con mis padres.
Debby le enseña la foto que saca del libro de historia, que lleva entre sus brazos, era Amara, la hermana de los gemelos. Margo conocía a Amara, tal vez no lo suficiente como Samuel, quien era su mejor amigo o algo más. En la foto se veía que estaba en su estudio de arte, o mejor dicho la habitación que antes era la de invitados. Según Samuel, los padres de los gemelos decidieron que le darían un espacio en el que Amara podría desarrollar de la mejor manera su potencial artístico. Ese espacio le fue entregado en su décimo cumpleaños.
━ El tiempo se congeló por un momento ━ murmuró Margo, con nostalgia.
━ Es la única foto que pudimos rescatar de la habitación de Amara. Antes de que empacaron todo en cajas y las enviaran al sótano.
━ Creía que tu madre envió las cosas de Amara a un orfanato.
Debby guardó la foto dentro del libro de historia, y se apoyó en los casilleros junto al de Margo.
━ No es tan fácil, Marg. Para mis padres es difícil, pues aun después de este tiempo no asimilan la muerte de la hija mayor.
━ ¿Decidieron no investigar más?
━ Hasta donde sabemos yo y Ryan, no. Preguntamos, pero nos evaden ━ Debby suspiró y esperó unos minutos en silencio. Margo sabía que para Debby era igual de difícil entender por qué no había respuestas, ella también exigía saber más del desenlace de su hermano. Era extraño pensar que su hermano, fuera el chico que ahora, aunque había fallecido, aún así, ocultaba cosas ━. Y por eso, decidimos entrar al despacho de nuestro padre, pensamos que ahí podríamos encontrar algo, una pista en el mejor de los casos.
━ Y esa pista es el libro rojo ━ Debby asintió, y sin previo aviso agarró de la mano a Margo, quien cerró al instante su casillero, y fue guiada a la biblioteca. Es ahí donde estaba Ryan, alejado de los demás alumnos, o los pocos que aún querían estar en la biblioteca leyendo.
Margo se sentía confundida, pero tan pronto como vio el libro rojo sobre la mesa en la que estaba Ryan, supo que quería mostrarle de qué se trataba.
━ Hola Ry ━ saludó al sentarse al costado, y frente a Debby. Él sonrió y chocaron sus puños.
━ Bien, estamos lo suficientemente alejados como para que siquiera la bibliotecaria nos escuche ━ dijo Debby y esa era una señal para Ryan, quien colocó el libro en el centro de la mesa.
━ ¿Encontraron un libro en el despacho de su padre? Parece un libro como uno corriente, cualquier persona tendría uno igual, fuera de dentro de casa.
━ Exacto. No obstante, no cualquiera tiene tres candados en un cuaderno, como puedes ver ━ explicó Ryan. Ese detalle pasó desapercibido para Margo, y concordó con Ryan, si era extraño, pues, ¿qué resguardaban dentro de un libro?
━ Debemos hallar la manera de poder abrir el libro, sin dañar los candados ━ Debby miró a Margo, al igual que Ryan.
━ Pero, ¿su padre no buscará el libro? ━ preguntó al mirar por portada roja del libro.
━ Por esa razón debemos abrir el libro, averiguar su contenido, y si no resulta sospechoso, tomaremos fotos a las páginas.
━ ¿Qué podría haber de importante en un libro? Quizás son casos que no pudieron resolver o anotaciones en relación con su trabajo.
El timbre sonó y debían ir a casa.
━ ¿Tus padres vendrán por ti? ━ preguntó Ryan a Margo.
━ Mi papá dijo que pasaría a buscarme, al parecer tenemos una cena en casa de un amigo suyo.
━ Vale. Pero debemos buscar la forma de abrir el libro, antes de que finalice la semana. No estoy segura de sí mi papá buscará su libro pronto.
Margo miró con detenimiento el cerrojo de los candados, y una idea cruzó por su mente.
━ Dejen el libro en uno de sus casilleros. Creo que tengo una solución y con un poco de suerte, tal vez podremos saber que escribieron en esas hojas.
Los gemelos asintieron y fueron por caminos separados al salir de la biblioteca. Margo recibió un mensaje de su padre, quien ya se estaba afuera esperándola, y para su sorpresa, también estaba su madre. La cena era casual, pero ambos se veían elegantes, casi desentonaba entre ambos. Suspiró y agarrando bien su mochila, avanzó hasta el auto.
━ Hola cariño, ¿tuviste un buen día? ━ preguntó su padre al verla ingresar al auto.
━ Normal. Todos esperan a que termine esta semana.
Su madre no hizo ninguna pregunta, solamente le entregó dos bolsas, seguramente de alguna tienda de ropa. Entonces la cena no era casual.
━ Entra y cámbiate. Tenemos tiempo aún ━ fue lo único que dijo, y Margo no se opuso ni dijo absolutamente nada. No deseaba discutir, o tener problemas en general con su madre. Un dolor de cabeza era lo último que necesitaba.
Todavía había algunas personas en los pasillos, quizás los profesores seguían en la sala de profesores, y con suerte, nadie en los baños.
Al llegar, entró al primer cubículo y dejó la bolsa en el suelo. Se sentó en el retrete, y vio desde su lugar el interior de las bolsas, el cual era un vestido con encaje y en la otra, unos zapatos que la harían ver ocho centímetros más alta, tal vez más. ¿Por qué no le sorprendía que su madre no conociera el estilo que usaba en vestidos, siquiera? Se quitó la chaqueta de mezclilla e iba a quitarse los pantalones, de no ser por el ruido de la puerta, que fue abierta por dos chicas. Margo dejó lo que estaba haciendo y decidió esperar a que se fueran, aunque eso implicaba escuchar la conversación, seguramente interesante.
━ Es extraño, que tu hermano muera y que tus padres no hayan continuado con la investigación ━ Margo sabía quién era la que habló, esa voz chillona e insoportable solo podía ser de Bianca Goodwin, y si su intuición no fallaba, también estaba Samantha Kosher. No eran populares en la escuela, tampoco las chicas más deslumbrantes o guapas, pero sí destacan por ser un dolor de ovarios. Al menos para ella.
━ ¿Cómo continuar con algo que ni se molestaron en empezar? ━ preguntó Samantha. Escuchó el sonido de la llave siendo abierta y el agua cayendo, por unos minutos.
Lo único que pueden hacer las personas que tienen boca y desean justificar su existencia, es especular. ¿No es patético?
━ Pobre Margo, aunque debe sentirse bien ser el centro de atención ahora. Sobre todo por su madre…
Hubiese querido saber que iba a decir después, de no ser por el sonido de mensajes siendo recibidos. Al final se fueron, y Margo pudo terminar de cambiarse, y al salir del cubículo, se miró al espejo. Sin duda el cambio de altura era evidente, demasiado. Agarró las bolsas con su ropa y zapatillas dentro, luego de manera apresurada salió y corrió a la salida. Si alguien la viera con un vestido tan ostentoso, moriría.
━ Listo, podemos irnos ━ murmuró mientras entraba, y dejaba las bolsas al lado de su mochila.
Por supuesto que su padre elogió el cómo se veía, y las miradas que atraería de los hijos de sus amigos, algo sin importancia para ella.
Con un incómodo vestido, que casi no le permitía respirar, y tacones que no eran de su agrado ni gusto, pensaba en si su hermano podría hacer de este momento soportable. Asistir por compromiso de tus padres a una cena con otros invitados que viste solo durante tu niñez, no es exactamente lo que ella planeaba. No congeniaba con esas personas, no compartía los mismos pensamientos y menos deseaba ser partícipe de alguna conversación. La mayoría de las amistades de sus padres eran ambiciosas, egocéntricas y veían a los demás por encima del hombro. No a todos, por supuesto. Sabían seleccionar los sí y los no.
━ Al llegar, saludamos y debes seguir el hilo de la conversación, Margo. Siempre atenta, no está permitido ningún descuido ━ explicó su madre, y eso significaba que estaban por llegar, así que debía asegurar que Margo no cometería ningún error.
Solo asintió y esperó los minutos que faltaban. Y una vez que se detuvo el auto, bajaron y fueron a la entrada, luego tocaron el timbre.
━ Sonríe, cariño. Te ves hermosa ━ su padre se acercó a besar su coronilla y fueron recibidos por el dueño de la casa, el señor Brendi. Apellido casi igual a una bebida alcohólica, al menos eso le parecía a Margo. Saludó con un apretón de manos al señor Brendi y entraron hasta el living de la casa, en donde estaban algunos invitados, y otros tal vez en la cocina o jardín.
━ No hay duda que la belleza es hereditaria, Cher. Tu hija es hermosa, y de seguro no puedes dormir Derek.
Por un momento, Margo vio a su madre tensa, como si el comentario hubiese estado fuera de lugar.
━ Mi hija es la flor más bella, y hasta el momento solo he conocido a Ryan, su mejor amigo. Pero si llega el momento, mi niña sabe que tiene mi apoyo, y me aseguraré de que sea un buen muchacho para ella ━ Margo sonrió y abrazó a su padre, amaba como él siempre veía por ella.
El señor Brandi felicitó al padre de Margo por ser un gran ejemplo, y pidieron disculpas, pues tenían que atender unos asuntos. Ambos eran los mejores en su rubro, los mejores abogados de la ciudad, casi del país. La madre de Margo miró a su hija, y arregló su cabello con delicadeza, se podría decir que se sintió bien para Margo. Esos detalles solo los veía con Samuel, y por un momento sintió un nudo en su garganta.
Antes de que pudiera agradecer por el gesto, vio que algunos invitados pasaban por su lado, y otros las veían orgullosos. Solo actuación.
━ ¿Está todo en orden, cariño? ━ preguntó su madre, mirándola y por un momento parecía genuina. Pero no, no era así. Solo era una falsa preocupación.
Inclusive el “cariño” dicho por ella era amargo, muy diferente a la dulzura que sentía cuando lo decía su padre.
━ Estoy bien, solo necesito ir al tocador ━ sonrió levemente y huyó rumbo al baño.
La cena era solo actuar, sonreír lo más creíble posible, y pellizcos para evitar llorar.