Sinopsis
Lili y Daniel. El día y la noche. Tranquilidad y peligro. Tan diferentes que también son tan terriblemente similares. Tan locos que se convierten en el oxígeno del otro. Son como imanes, se atraerán entre sí... hacia los brazos del otro. Dos polos opuestos que se unirán. Dos caras de una misma moneda destinadas a estar juntas. Amor y odio. Peligro y atracción. Bien y mal. ¿Qué harías si por un extraño caso del destino te encontraras viviendo una vida completamente diferente a la que llevas y que vives todos los días? ¿Qué harías si la persona más lejana a años luz de tu vida, de tu vida cotidiana, de repente se convirtiera en el centro de tu mundo? ¿Qué harías si te encontraras viviendo una pasión incontrolable y loca? ¿Qué harías si tu mayor amor fuera también tu mayor peligro? ¿Qué harías si la única persona que pudiera hacerte tocar el cielo con un dedo fuera también la misma persona que pudiera enviarte directo al infierno un segundo después? ¿Aceptarías vivir esta locura? ¿Estarías de acuerdo en arriesgarlo todo? ¿Serás corazón o cabeza? Lili y Daniel están a punto de descubrirlo.
1
Lili
Salgo del baño después de ducharme.
Entro en la habitación alcanzando mi vestidor para tomar mi pijama.
Apenas puedo ponerme la ropa interior antes de que el sonido de la puerta principal me haga saltar en el acto.
La campana suena y resuena.
El único en el que puedo pensar, podría ser a esta hora, es Monroe.
Debe haber olvidado sus llaves como de costumbre.
Bajo corriendo las escaleras con la toalla todavía envuelta alrededor de mi cuerpo.
Pero cuando abro la puerta, lo que tengo enfrente hace que se me hiele la sangre.
-Monroe...-digo en dirección a mi hermano que sangra por la cara.
-Lili....hermanita dulce...que hermosa eres...-
-Estas borracho...-
-Princesita perspicaz... ¿Nos dejarás entrar ahora? Tu hermano pesa ¿sabes?-
Dirijo mi atención al chico que acaba de hablar.
Es uno de los dos que sostienen a mi hermano, quien no solo está visiblemente borracho sino también herido.
Me hago a un lado, dejando suficiente espacio para que entre en la casa.
-Ponlo en el sofá de ahí...al fondo. -
Inmediatamente camino tras ellos.
Suavemente acostaron a mi hermano en el sofá como dije.
-Monroe pero puedes saber que diablos hiciste? - pregunto, inclinándose frente a él.
-Yo...yo...nada déjalo en paz... Estoy bien hermanita...-
Si, seguro.
Resoplé ruidosamente ante esa inútil respuesta.
Pero creo que hablar con él en este estado no está ayudando en este momento.
Ni siquiera puede ponerse de pie.
Me pregunto cuánto bebió.
Me vuelvo a poner en pie no sin antes haber acariciado su rostro.
-Um... Gracias por ayudarlo a llegar a casa. - digo avergonzada.
Es la primera vez que veo a los amigos de Monroe tan cerca.
Nunca me dejaba salir con sus propios amigos.
Dice que no son personas para mí.
Y mirándolos de cerca creo que tiene razón.
Nunca había visto tantos tatuajes en una sola persona en mi vida.
Y por su aspecto y por sus caras, no creo que sean personas recomendables.
Pero también sé que no debes juzgar un libro por su portada, y después de todo si han traído a mi hermano aquí, ayudándolo, no puede ser tan malo.
Y eso es suficiente para mí.
-¿Eres princesa encantada? -
Me recupero de mis pensamientos.
-¿Como? - le pregunto al que hablo.
-Dije....o más bien me preguntaba si estabas encantada. -
-Ah... um... no.. lo siento...- respondo cada vez más avergonzada.
-¿Siempre abres la puerta así, princesita? -
¿Así como también?
Me miro por un momento.
-¡¡Odiar!!-
Todavía estoy medio desnudo en una toalla.
Frente a completos extraños.
-Es una buena manera de conocerse, ¿no crees? No tienes que avergonzarte....tienes unas piernas preciosas....-
El extraño número uno y yo nos miramos a los ojos.
Cosa que aún no había hecho bien.
Y repollo....
Guau...
Es sin duda el chico más hermoso que he visto en mi vida.
-Basta Daniel. Discúlpelo. Le gusta ser un idiota. -
Me giro hacia el otro chico a su lado.
Se ven idénticos pero diferentes al mismo tiempo.
No sé cómo explicarlo.
-Soy Travis... un placer. -
Me ofrece su mano y yo le ofrezco la mía.
-Lili... es un placer-
Daniel
La chica vuelve sus ojos hacia mí.
Tal vez espera que yo, como Travis, haga las presentaciones.
En realidad me importa un carajo.
Sólo quiero irme y rápido.
Ese idiota de Monroe estaba perdiendo suficiente tiempo conmigo esta noche.
Pero es un amigo cercano mío y eso está bien.
Pero ahora es el momento de irse.
Ni siquiera me molesto en saludar.
Me doy la vuelta y simplemente me alejo.
Tan pronto como salgo, inmediatamente enciendo un cigarrillo.
Comienzo a inhalar el humo y esto es algo que me relaja mucho.
Desde que tenía unos doce años.
-Claro que al menos podrías saludarme eh...-
Ni siquiera me doy la vuelta.
-¿Me confundiste con un príncipe por casualidad? -
Veo a Travis negar con la cabeza y caminar hacia el auto.
-Aunque niña bonita....-.
Inhalo la última bocanada y luego tiro la colilla al suelo.
-Será uno de esos jodidos perfectines... Aburridos e inútiles. -
-Puede ser aburrido e inútil... pero lo pensaría un poco hermano...-
Me río de sus palabras.
-Travis antes de que empiece a masturbarte delante de mí, date prisa y pisa el maldito acelerador... Tengo una carrera que ganar. -
-¡¡A las órdenes de su majestad!! -
-Que pendejo....-
Cuando llegamos al lugar previsto para la carrera, ya noto la multitud desde aquí.
Siempre sucede así en estas carreras.
Estoy acostumbrado a eso.
-Oye Daniel.... te estaba esperando...-
Miro a la chica frente a mí de arriba abajo.
Es uno de los muchos que hago.
Vamos a joder juntos.
Es fácil.
Pero al menos no me rompe las bolas.
Y eso está bien conmigo.
Se pega a mí metiendo inmediatamente su lengua en mi boca.
Dirige a la chica.
Le devuelvo el beso con su propio afán mientras bajo con las manos a palparle el culo.
Firme y tónico.
Como me gusta
Sus manos bajan hasta mi pene y lo tocan a través de mis jeans.
-Realmente necesito relajarme antes de correr. -
Ella me sonríe con picardía.
Entendió perfectamente mis intenciones.
La arrastro detrás del cobertizo abandonado.
-En mis rodillas...-
Se arrodilla frente a mí mientras empiezo a desabrocharme los jeans.
Los bajo lo suficiente junto con mis bóxers, sacando mi polla ya erecta.
-Ahora.... Meghan....abre la boca y chúpame como sabes hacer... bueno...- le ordeno, agarrando su barbilla con mi mano.
Abre la boca y lo toma... todo...
-Si entonces.... hasta el final como una buena chica...-
Ella comienza a mover la cabeza hacia arriba y hacia abajo mientras me corro como un loco.
Puede hacerlo con la boca.
Tomo su cabello en un puño y digo el ritmo que más me gusta.
Golpeo mi polla en su garganta y ella jadea casi asfixiándose dado mi considerable tamaño.
-Ah.... Si....entonces....-
Muevo mi pelvis con más frenesí hasta que siento que estoy llegando a la cima del placer.
-Chupa otra vez.... Ay de ti si te detienes....-
Meghan sigue con su magia hasta que me corro en su boca.
-Ahhhhh......-
Cierro los ojos tratando de regular mi respiración.
-Trágatelo todo..-
Ella lo hace y luego se levanta de nuevo.
La miro a los ojos y ahueco su rostro en mi mano.
-Estuviste bien....quizás más adelante podría darte mi polla en tu coño como recompensa....-
En respuesta, se frota contra mí, lamiendo mis labios.
Me acomodo y juntos caminamos de regreso al pandemónium.
-Daniel....es tu turno. - Travis me devuelve la llamada.
Bien.
Estoy listo.
-Vamos a romperle el culo hermano....-