Capitulo 4: Al tiempo.
11 DE ABRIL DEL 2017
La alarma sonó y Rachel la apago de un manotaso no habia dormido en toda la noche, se levanto a tomar un baño para ir a la escuela, trato de disimular las ojeras con maquillaje, se hizo una coleta alta y bajo para dirigirse a la cocina, no tenía apetito, solo espero que Sam terminara su desayuno, salieron de su casa y se subieron al coche. No hablaron de nada, pero podía sentir la tensión en el aire, solo se escuchaba la voz de SIA con la canción I'm Here, suspiro y miro hacia afuera. Al llegar a la escuela se bajó sin despedirse, Sam la sentía distante, sabia que nunca habían sido tan unidos pero estaba convencido de que algo le pasaba a Rachel, el regresó a la casa y comenzó a preparar la comida.
En la escuela Rachel estaba en clases, con tan solo ver a Nicholas le hervía la sangre, no era miedo era odio, repulsión y unas inmensas ganas de golpearlo lo que sentía hacia el. Su amiga Britanny al ver decaída la trataba de animar pero nada de eso ayudo a Rachel. Pasaron las horas hasta que se hizo la hora del almuerzo, sus otras amigas se les acercaron, querían planear lo que harían el fin de semana y al ver Britanny a la rubia decaída sugirió hacer una pijamada en su casa, Rachel acepto al no querer dar explicaciones de ningún tipo a nadie a la hora de la salida Sam paso por ella .
14 DE ABRIL DEL 2017
Habia llegado el viernes, Sam paso como por Rachel y todas sus amigas, en donde llevo a cada una por ropa para pasar la noche en casa de la rubia. Las amigas de Rachel estaban fascinadas con Sam, siempre lo habían estado pero ahora lo miraban más maduro y les encantaba haciendo que Rachel sintiera celos, que no los entendía.
Al llegar a la casa se instalaron en el cuarto de ella mientras Sam abajo preparaba la mesa para las adolescentes.
—Raichi, no nos habías dicho que Sam había regresado—hablo Margaret una castaña clara. —Vaya que tu hermano se puso caliente— mordió su labio lujuriosamente.
—¿Caliente?, me lo quiero comer entero—Chillo Kelly, siguieron hablando de Sam, mientras Rachel no hablaba, estaba muy molesta.
—Si el viviera bajo mi techo, y sé que no es mi hermano, vaya que yo hiciera muchas cosas con el— Britanny hablo.
—¡BASTA!— grito Rachel molesta. —Dejen de hablar del como si yo no estuviera presente— empezó a caminar hacia la salida.
—Vaya a Raichi, pareces celosa— se burló Margaret, haciendo que las otras soltaran risitas tontas.
—Vayase a la mierda—Rachel salió de la habitación y bajo para encontrarse con Sam en la cocina.
—Estas bien—hablo Sam acercándose a ella. Ella negó con la cabeza y Sam se acercó envolviéndola con un abrazo, una paz se instaló en Rachel inundo sus fosas nasales con el olor de Sam, ¿Qué estaba pasando con ella?, si lo odiaba tanto porque se sentía tan bien entre sus brazo. Sam sentía una culpa, ya que no podía controlar su deseo. La rubia alzo su cara y se encontró con el castaño mirándola, sus bocas estaban demasiado cerca, y sin más Rachel junto sus labios, provocando una electricidad por todo su cuerpo. El la separo y comenzó a negar con la cabeza, alguien se aclaraba la garganta haciendo girar a los hermanos, y se encontraron con Britanny con ceja alzada.
Rachel salió del lugar empujando a Britanny.
—Britanny no es lo que parece—hablo Sam rápidamente.
—¿Y que es entonces?— sonrió maliciosamente mientras se acercaba a el castaño. —Mi silencio cuesta Sam— sentencio.
—Piensa lo que quieras Brit, todo lo que viste lo mal interpretaste— se justificó.
—¿Seguro?— lo cuestiono.
—Si— y ahí concluyeron ya que Kelly y Margaret entraron a la cocina y comenzaron a coquetearle descaradamente a Sam, el cual las ignoro y comenzó a serviles la comida.
Comieron mientras las tres seguían coqueteándole a Sam, Rachel no comió con ellos, el castaño no quiso buscarla ya que él se sentía desconcertado.
Paso la tarde y Sam se fue a su cuarto ya no aguantaba a las amigas de Rachel, podía escuchar las pláticas de las chicas, y también de vez en cuando las risas de la castaña, solo al escuchar su voz sintió un escalofríos recorrer su cuerpo, trato de ignorarlo y comenzó a leer un libro de una nueva escritora la cual se había hecho famosa mediante una aplicación.
Después de una cena llena de tensión de parte de todos, Britanny los miraba y su risa era sínica, al terminar todos se fueron a sus habitaciones para poder dormir. Las horas pasaron hasta que las chicas se durmieron, menos Rachel que volvió a subir al techo encendió un cigarro y unos instantes después llego Sam y en silencio se sentó a su lado, permanecieron así durante unos minutos.
—¿Por qué me besaste?— Rompió el silencio Sam, Rachel le dio una última calada a su cigarro lo apago.
—No lo sé Sam— su voz se escuchó sincera. El la tomo por la barbilla girando su cara para estar cerca de la de ella.
—Esa no es una respuesta— la miro con sus imponentes ojos grises.
—Desde que regresaste todo ha cambiado— miro a piso. —No sé porque pero quería hacerlo.— cada quien podía la respiración del otro en su cara.
La rubia volvió a verlo a los ojos, se acercaron y sin más juntaron sus labios, por unos segundos permanecieron inmóviles, pero enseguida sus labios comenzaron a moverse creando una sincronía, Rachel soltó un suspiro sin despegarse del beso. Cada segundo que pasaba besándolo, era algo creciendo dentro de ella, se separaron solo para tomar aire mientras se miraron con ese deseo que solo ellos podian entender y retomaron el beso, el ataco su labio inferior, el beso se estaba volviendo más pasional, la rubia se despegó para subirse encima de él y retomar el beso, no había lujuria, solo pasión y deseo. Después de unos minutos se apartaron ambos tenia los labios hinchados Rachel se recargo en el hasta que sus respiraciones se normalizaron.
—Esto es prohibido Rachel— hablo Sam y la rubia asistió solo asistió.
—Dejémosle esto al tiempo Sam—concluyo. Después de unos besos más cada quien se fue a su habitación antes del amanecer y durmieron plácidamente.