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Las Crónicas de Aralia (1): Gemelos de sangre

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Sinopsis

La mayor parte de mis primeros recuerdos corresponden a una desgraciada etapa de mi vida. Perdí a todos mis seres queridos en muy poco tiempo, ingresando así en un misterioso orfanato. Sin amigos, ni familia, ni nadie que cuidase de mí, solo rezar me quedaba, y ningún dios parecía interesado en escuchar mis plegarias... hasta que llegó ella. Pensé que la vida fuera de aquel desagradable lugar sería más fácil, que todo iría mejor, pero me equivocaba. Las decisiones que tomamos pueden ser tan maravillosas como desastrosas. Soy la desafortunada protagonista del libro, la protagonista de mi propia vida. Una vida extraña llena de extraños misterios y oscuras criaturas. Mi nombre es Lidia, y soy la compañera del rey de los vampiros.

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Introducción

Siempre estuve sola, aunque los informes policiales digan lo contrario. Perdí a mis padres con tan solo tres años, así que ni siquiera me acuerdo de ellos. Mi abuela se hizo cargo de mí tras el trágico accidente de coche en el que ellos murieron, pero no duró mucho aquella etapa de mi vida.

Mi abuela falleció seis años después de mudarme con ella. Dijeron que ya estaba muy mayor y que cuidarme había agotado las pocas fuerzas que le quedaban. En cierto modo, yo era la culpable de su muerte.

Después del funeral, fui a un orfanato. Me habían hablado muy bien de aquel lugar y pensé que por fin iba a ser feliz con muchos amigos, pero me equivoqué. Al parecer, mi destino era sufrir durante toda mi vida.

El orfanato no resultó ser lo que decía que era. Me encerraron en una habitación muy oscura, sucia y húmeda cuya única ventana estaba protegida con barrotes en lo más alto de una de las cuatro paredes. Un colchón mugriento se encontraba en la pared del fondo, esperándome. Y si pensaba que mi vida había sido horrible, ahora iba a vivir el infierno.

Mi nombre es Lidia, solo Lidia. No tengo apellidos porque nunca los aprendí. Y si lo hice, los olvidé. Entré con nueve años en aquel orfanato y nunca imaginé los giros que mi vida podía llegar a dar.

Esta es mi historia.