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Sentada en el borde de mi cama, observando hacia el exterior. Escuchando la lluvia caer. Lluvia. Me encanta el aroma a tierra mojada, ésta época del año es mi favorita. Solo han pasado siete días, desde que nos mudamos a esta ciudad, nueva casa, nuevos vecinos. Son cómo eso de las díez de la mañana, pero, el sol no está en el cielo. Las nubes grises cobijan la ciudad. Me levanto con cautela, arrastrando mis pies por el piso frío, me arrodillo frente a mi ventana. Dejo caer mi barbilla en mis manos, quiénes ahora la sostienen. Observo el cielo, lo impresionante que se puede ver, incluso en éstos días grises. Observo a los vecinos correr hacia sus casas, para evitar mojarse. Un relámpago me hace quitarme de la ventana y volver a mi cama; sonó el trueno, uno muy fuerte. No sé si debería tener miedo, o lo qué sentí al escucharlo lo es.
Dos golpes en mi puerta me hacen sobresaltarme. Me pongo en pie, camino hacia la puerta, tomo la perilla y abrí.
一¿Tienes hambre?一. Es mi papá. No puedo evitar sonreír. Él es, el único que no me ha abandonado. El único con el qué puedo estar muy agradecida por todo lo que hace por mí. 一 te traje tu cereal一. Me enseña la taza. La tomo y, hago una seña para qué pase.
一 Gracias一. Le agradecí. 一 ¿tú ya comiste?一. Pregunto. Me acerco a mi cama, sentándome en el borde de ésta. Cogí la cuchara, comencé a sacar el cereal con leche, llevándolo a mi boca.
一 Sí一. Asiente. Se acerca y se sienta a la par mía.一 huevos reveltos y café一 coloca sus manos sobre sus rodillas.
Sigo llevando cucharadas llenas de cereal a mi boca hasta acabarlo. Ésta casa es lo único qué tenemos. Papá gastó todos sus ahorros en venir aquí. Para él, el cambio sería bueno. Tuve que dejar todo; mis amigos, mi novio, quién ahora es mi ex novio, y nuestra casa. Pero, ahora ésta casa necesita vida. Tendré que buscar un trabajo, no puedo estar sin hacer nada.
一 Creo que buscaré un trabajo一. Le dije. Acabé mi cereal, en un impulso me levanté y coloqué la taza sobre mi mesita de noche.
一Pero, Holly. No me gusta que trabajes; esa es mi responsabilidad一 su voz suena preocupada. Se levanta y coloca sus manos sobre mis hombros. 一 por favor一 suplica.
Mi papá es un hombre joven, fuerte, amoroso, incluso desde... Desde que Evelyne nos dejó. Es lógico qué no quiera que trabaje, pero, es algo que necesito hacer. Elevo mis manos, retiro las de él y las acurruco entre las mías. Le sonreí.
一 Por favor一 supliqué. No necesito darle tantas explicaciones para que me entienda; él sabe cuándo necesito hacer algo, lo comprende perfecto. Ahora él acurruca mis manos entre las suyas, dándoles un beso. Acto seguido, me abraza.
一 Está bien一 susurra cerca de mi oído. Sonreí. Sabía qué él iba a ceder. Correspondí el abrazo. Segundos después nos separamos. Me miró.
一 Saldré a buscar trabajo一. Avisa一 quizá venga tarde一. Añade.
Asentí, dándole un beso en la mejilla 一Suerte 一. Le deseé.
Salió de mi habitación, serrando la puerta. Camino hacia dónde está mi espejo, me detengo frente a él, hago una mueca de desagrado. No soy de esas que están contentas con su cuerpo, pero tampoco estoy tan felíz. Delgada, cabello castaño, ojos color marrones. Simplemente soy yo. No tengo nada en especial. Liam, ha sido él único novio que he tenido, por lo menos, desde el instituto; quizá, no estaba tan enamorada de él, cómo quería creer; porqué no me costó nada de trabajo terminar con él, por venir aquí. Sin embargo, él sí, incluso lloró, pero así tenía que ser.
Camino hacia mi escritorio, retiro la silla y me siento en ella. Abro mi computadora y la enciendo. Papá estará fuera todo el día, así qué tendré que pasar el tiempo en algo, mirando películas. Teclee mi contraseña, dí Enter, salió el menú y busqué una película que me interesara. Estreche la computadora en mis manos y caminé hacia mi cama, sentándome al estilo indio en ella. Mañana tendré qué rrecorer media ciudad para encontrar algún trabajo. Dios quiera que encuentre uno. A partir de hoy, presiento que mi vida cambiará.