Capítulo 1: Corazón roto.
Mi corazón latía como un loco a medida que continuaba leyendo aquellos mensajes de Whatsapp de Marlon. Eran cerca de las dos de la madrugada y yo estaba hecha un mar de lágrimas mientras leía los mensajes del hombre que estaba acostado a un costado mío. Muchas veces tuve sospechas de que él me era infiel, pero siempre estuve equivocada. Aquel número no registrado ni siquiera tenía una foto de perfil, nada que me ayudara a saber quién era la zorra con la que mi novio me estaba engañando.
Tenía la cabeza hecha un lío, por un lado quería despertarlo para hacerle bronca y después romper su celular ante sus ojos, pero mi lado racional me decía que debía actuar con madurez y buscar una manera de solucionar mi problema y hacerle pagar su maldita traición. Me sentía la mujer más estúpida en el mundo, siempre tuve oportunidades mejores con otros hombres que por supuesto rechacé tan solo por qué el amor de mi vida era Marlon. Nunca pasó por mi mente hacerle algo como lo que él me está haciendo a mi porque lo amo y estaba segura de que él era el hombre de mi vida. Pero ahora la cosa es diferente, estaba llena de odió.
Estaba herida y sedienta de venganza, quería hacerle pagar a Marlon el daño y el dolor que yo sentía pero debía ser inteligente para que todo saliera como yo lo quería.
Apagué el celular y lo metí nuevamente en el bolsillo del pantalón de Marlon.
Enjuague mi cara con un poco de agua en el lavabo y me fuí a acostar sintiéndome la mujer más estúpida del mundo. Cualquier mujer con un poco de cordura dejaría a una porquería así al descubrir una infidelidad pero yo no estaba dispuesta a hacerlo, al menos no por ahora. Quería verlo sufrir y que pagará por el dolor que yo sentía.
Aún no sabía cómo le haría pagar su traición, pero estaba segura de que algo se me ocurriría con el tiempo. Quizás hasta le pagué con la misma moneda al muy hijo de puta.
....
Me marché de la casa de Marlon antes de que amaneciera y le dejé una nota disculpándome por mi ausencia.
En realidad me fuí porque me sentí asqueada después de hacer el amor con él. No podía si quiera soportar el hecho de que quizá me estaba tomando después de revolcarse con aquella mujerzuela. El solo imaginarlo me llenaba de cólera.
El solo recordar todo lo que vi en ese chat me llenaba de lágrimas los ojos y una opresión en mi pecho me hacía casi imposible el respirar.
No sabía si algún día podría superar esta traición y tampoco tenía idea de cómo intentarlo siquiera.
Tenía ganas de emborracharme y terminar en la cama de algún maldito extraño pero eso no sería propio de mí, aunque he de aceptar que la idea no me parecía tan descabellada ahora que lo pensaba.
Todo se sentía tan diferente ahora, es extraño como una persona puede hacerte sentir en el cielo un día y al otro dejar un vacío inminente en tu vida. No quería que mi vida dependiera del amor de Marlon, pero todo fue tan rápido. Estaba tan cegada por el amor que solo tenía para darle. Estaba tan enamorada que por un momento creí que mi lealtad y fidelidad serían siempre correspondidos.
Con desgano levanté la cortina de la tienda de mi abuela. Saqué lo que tenía que ir afuera y después sólo esperé a que los clientes comenzarán a llegar. Tal pareciera que en estos momentos yo fuera un libro abierto, ya que muchas personas al llegar y verme se quedaban extrañadas, como si trataran de leer mis emociones.
No fue hasta que mi mejor amiga Sasha llegó, que pude por fin derrumbarme y llorar como deseaba hacerlo.
—Marlon es un hijo de puta como todos los demás. ¡Sniff!, No puedo creer que estuve tantos años enamorada de un imbécil infiel....
Sasha me abrazaba e intentaba consolarme. Una de sus manos frotaba mi espalda mientras que yo lloraba como una niña recargada en su pecho.
—¿Crees que sea la primera vez que lo hace?.
Negué al mismo tiempo que mi pecho subía y bajaba frenético producto de mi llanto. No me podía controlar.
—No, no lo sé. Puede que no, puede que me haya estado engañando antes con diferentes chicas, ya no se que creer...
Sasha suspiró mientras acariciaba mi cabello. Sabía que de todas las personas en las que confío la única que podía entender cómo me sentía era Sasha, aquella pelirroja sabía cómo hacerme sentir mejor.
Era la única en la que podía confiar.
—¿Por qué no hablas con él y lo terminas?.
Negué en repetidas ocasiones mientras que limpiaba mis lágrimas con el dorso de mi mano.
Hablar con él o terminarlo no me daría tanta satisfacción como el verlo sufrir un poco. Tenía que darle su merecido bajo cualquier costó.
—Eso sería lo más sensato Sasha, créeme que también lo pensé. Pero no, quiero verlo sufrir y que pagué por lo que me hizo, quiero verlo destruido tanto como lo estoy yo.
Escuché a Sasha suspirar. No dijo nada, solo continúo su trabajo de consolarme. Por su actitud podía deducir que no estaba de acuerdo para nada con lo que decía, pero al final de cuentas sabía que fuera la decisión que tomara ella terminaría apoyándome y ayudándome a buscar mi venganza en contra de Marlon.
Le pedí algunas opciones para poder iniciar con mi venganza, teníamos que tomar este asunto con la seriedad que se merecía. Marlon fue un chico increíble conmigo, era ese tipo de chico que rara vez te encuentras en la vida. No era como todos los demás chicos, él era distinto. Era un chico atento, respetuoso y educado.
Jamás intentó propasarse conmigo aún cuando ya éramos novios. Jamás me tocó de manera inapropiada hasta que yo le di luz verde para que lo hiciera. Si una chica hermosa y de cuerpo genuino pasaba por nuestro lado, no se quedaba como un bobo mirando su cuerpo como todos. No hacía un intento por voltear y mirar su culo como todos los imbéciles que ya me habían tocado.
Era el chico perfecto, yo juraba que cualquier mujer mataría por tener un hombre así en su vida y me sentía tan afortunada de tenerlo a él solo para mí, por eso se me hacía casi imposible llegar a creer que él algún día me engañaría. Incluso cuando la idea de que él podría engañarme cruzó por mi mente, me recrimine por hacerlo.
¿Cómo podía dudar de él?.
¡Ja, estúpida niña ilusa!.
—Tenemos que hacerle pagar a ese imbécil todo esté sufrimiento Mayte, no me gusta verte así.
—Lo haré, te aseguro por mi vida que lo haré. Le voy a pagar con la misma moneda...
Dije separándome de su abrazo y su tacto cálido.
—Suenas demasiado optimista, pero me agrada. Dale una cucharada de su propia medicina a ese imbécil y cuando más segura te sienta, ¡Boom!. Te encargas de hacer hasta lo imposible porque se da cuenta de que lo engañas.
Aquella idea no sonaba nada mal, a decir verdad.
Realmente sonaba demasiado sencillo pero no lo era. No cuando yo seguía sintiendo este amor inmenso por él.
Aquello era una completa locura. Tenía el corazón hecho trizas, así que acepté.
Solo quedaba una duda.
—¿Con quién voy a engañar a Marlon?. Nadie se prestaría para un juego sucio y tan vil...
—No lo sé, ah... Tenemos que salir y conocer gente. Ya sabes, en alguna de esas salidas tienes que conocer a alguien... Solo debemos encontrar a alguien que te guste.
Me quedé mirándola perpleja, jamás creí que en un punto de mi vida me encontraría en la tienda de mi abuela con mi amiga Sasha ideando un plan para engañar a Marlon, mi Marlon.
Por la noche después de darme una ducha, y arreglarme para salir en busca de mi presa, me seguía preguntando si esto era realmente lo correcto. Un mensaje de Marlon llegó a mi celular, quería que nos viéramos pero me excuse diciendo que acompañaría a Sasha con un médico particular en el centro de la ciudad.
Revise las fotos que tenía con Marlon una y mil veces hasta que tome el valor suficiente y las borre todas, excepto nuestra primera foto.
Recuerdo que aquella foto no la tomamos en la alameda, estábamos sentados en una banquita y su mamá fue quien no la tomó.
Llore al despedirme de tantos recuerdos, pero no podía dejarme caer por eso. Marlon había perdido a una gran mujer y yo me encargaría de hacérselo saber.
Mi nerviosismo aumentó cuando escuché el sonido del timbre. Sasha había llegado por mí. No sabíamos aún a dónde iríamos, pero ya pensaríamos en el camino.
—¿Ya decidiste qué tipo de chico elegir? No sé, un rubio buenote de ojos azules.
Ambas comenzamos a reír por su descripción sobre el tipo de chico que elegiría para engañar a Marlon.
—No creí que fueras tan superficial Sasha...
—No lo soy, simplemente se me ocurrió. Aún así, ¿Ya pensaste en ello?.
—Aún no.
Ella dejó de mirarme y miró el camino por el que caminábamos. Se quedó pensativa un momento, podía imaginar lo que estaba pensando.
—¿Y sobre la chica?. ¿No has considerado investigar quién es?.
Yo puedo ayudarte si quieres.
Suspire. Este asunto me tenía bastante asfixiada y eso que recién me venía enterando de la traición de Marlon.
—Tal vez. Pero ahora no quiero pensar en eso.
....
Miraba con incredulidad a mi mejor amiga tras vislumbrar el sitió al que me había traído. Creí que me llevaría a algún bar o algo parecido, pero no, ella me trajo a una cafetería.
—¿Es en serio?.
—¿Qué? En estos sitios se encuentra a gente más seria. ¿O que? No me digas que quieres dejar entrar a otro patán en tu vida.
Ese es un buen punto. Tomamos asiento y esperamos a que la mesera nos atendiera y nos diera la carta para hacer nuestro pedido.
La chica se acercó a nosotros con una sonrisa amable en el rostro. Nos saludó con cordialidad y nos dio la carta para que eligiéramos algo del menú.
Mire la carta y pedí algo sencillo, un capuchino y un emparedado.
—Sasha, te amo por esto que estás haciendo por mi pero, sinceramente dudo que encontremos un buen candidato aquí.
Ella se tocó el pecho y me miró ofendida.
—Lo siento pero...
—¿Ya decidieron que van a elegir?.
Nos interrumpió aquella mesera.
Ambas asentimos y le hicimos saber lo que queríamos, le entregamos la carta y ella se marchó.
—¿Qué te parece el chico que viene entrando?. —Me susurro mientras que con sus ojos me señalaba la entrada de la cafetería. Desvíe la mirada hasta el punto que Sasha me indicaba.
Era un chico no tan alto de cuerpo fornido. Por su complexión podía notar que era un chico al que le gustaba acudir regularmente al gimnasio. Muy guapo la verdad.
—Creo que podría darle una oportunidad.
Tal vez ya lo había mirado más de lo que debería y por ello accidentalmente nuestras miradas chocaron. Tenía un aspecto rudo.
—¿De verdad? Porque no se si lo notaste, pero te acaba de corresponder esa mirada.
Ella sonaba más emocionada que yo y era entendible. La única que tenía un corazón roto producto de una infidelidad, era yo.
Hice una mueca de fastidió. Era algo irónico lo que me estaba sucediendo, es decir; tenía un chico guapo frente a mí, mirándome desde que se sentó en aquella mesa que estaba frente a nosotras. Observamos como la misma mesera que nos atendió a nosotras, no perdió oportunidad en coquetear con él, pero él no le prestaba atención porque me miraba cada siete segundos.
Marlon no era tan guapo como este chico, aún así en mi cabeza solo existía él. Este chico era demasiado guapo, yo no podía salir con alguien como él.
Seguro siendo tan guapo era más infiel que Marlon, por qué claro, mi novio no era ni de cerca guapo y eso no le impidió serme infiel con otra chica.
No, definitivamente aquí no encontraría a ese alguien que ocupará el lugar de Marlon. Tomé mis cosas y me levanté ante la mirada incrédula de Sasha.
—¿Qué?.
—Es demasiado guapo para una chica tan simple como yo. Vámonos de aquí.
Ambas salimos de ahí sin esperar a la mesera para cancelar nuestro pedido, quizá la mesera iba a enfadarse y eso sonaba divertido.
Ella frunció el ceño pero no me contradijo en ningún momento.
Ambas nos fuimos de ahí antes de que la mesera regresará.
....
Nueva historia. ¡Si!, está historia se me ocurrió de pronto, así sin más. Me puse a escribirla y quiero compartirla con ustedes esperando que pueda ser de su agrado y le regalen una oportunidad pequeñita.
Esta historia estará basada sobre Mayte Zamora; quién después de descubrir que su novio le es infiel, decide vengarse pagándole con la misma moneda. Ella, juntó a su amiga Sasha intentarán buscar a la culpable de su corazón roto en un intento de saber porque su novio Marlon la engañó con ella. Sus metas eran, encontrar a la culpable de su ruptura de una relación que creía perfecta y encontrar a alguien con quién pudiera conectar y hacer sufrir a Marlon. Solo que se lleva una sorpresa al darse cuenta que trás un consejo de su mejor amiga, termina eligiendo a Nelly para llevar a cabo su plan creyendo que por el hecho de ser mujer, Marlon sufriría más por su engañó.
Con el paso de los meses se va a dar cuenta de que comienza a sentir algo real más allá de las verdaderas intenciones que tiene con Nelly.
¿Podrá ella saber quién es la chica con la que Marlon la engaña?.