Capítulo 6
...Hasta ese entonces sólo sabía quién era, a través de unas fotografías que mi madre me mostró cuando tuve curiosidad de quien era. Acababa de estar frente al hombre que no quería saber de mí existencia, y no sentí nada más que sorpresa al descubrir su identidad por ese breve periodo de tiempo.
Nunca pensé que lo vería, nunca quise conocerlo luego de lo que le hizo a mi mamá ¿Pero que quería? Ese era mi pensamiento, y también sabía que no me interesaba para nada volver a verlo.
-Es él- Le afirmé a mi mamá cuando cerró la tienda- ¿Qué está haciendo aquí?
-Lore, él dice que está arrepentido por lo que hizo y que quiere estar en tu vida.
-¿Para qué? Si se fue hace mucho tiempo. Yo no lo quiero conocer.
-Mira, yo sé que acabo de gritar y hacer mucho escándalo. Pero si tú quisieras...
-No, en serio que no me interesa- Negué con la cabeza- Mi papá está enfrente de mí.
-Gracias, mi amor- Las 2 nos abrazamos.
Nuestra familia se enteró ese mismo día, estaban sorprendidos mientras cenabamos en la casa de mis tíos.
-¿Pero porque regresa luego de tanto tiempo?- Preguntó mi tío- Si siempre se despreocupó de ella.
-Remordimiento- Dijo mi abuelo- No entiendo cómo hombres pueden abandonar a sus hijos, y muchas veces a sus mujeres. Fingir que no existieron.
-Porque usted es bueno, papá y tú también cuñado- Se llevó una papá a la boca y tomó agua de una copa- Yo metí la pata, me dejé envolver por sus palabra dulces, y cuando tuvo lo que quiso se fue.
-Pero con todo y lo patan que fue, Hortensia. Te dejo algo bueno- Mi tío en serio era como mi papá, desde que lo conocí hasta ese momento se portó como tal y todos voltearon a verme con amor.
-Es cierto- Sonrió mi mamá.
-Mi papá son mi mamá, mi papá Juan y tú tío.
-Y tú siempre has sido como una hija para mí, Lore. Gracias por considerarme de ese manera y dejarme ser tu papá- Me dijo con unas pequeñas lágrimas en los ojos
-Y a mí por dejarme ser tu hija- Me pare y lo abrace dándole un beso en la mejilla, y a mi papá Juan- Gracias por amarme tanto- En ese momento me di cuenta de lo afortunada que era al tener a 2 padres en uno, ellos habían sido la figura paterna en mi vida y me daba cuenta de lo mucho que significaban para mí.
Esa noche le di gracias a Dios por mi familia. Además también era como tener 3 mamás, mi mamá, mi mamá Graciela y mi tía que siempre me considero y me consintió. Al inicio a mí mamá no le gustaba que me consintiera tanto, pero con el tiempo se acostumbro y siempre estuvo allí.
Y tenía el amor de Dios, por encima de todo, siempre lo había sentido así.
Pero después de un rato mi primo volvió a mi mente y algunas lágrimas venían a mí rostro, deseando que el olvido llegará pronto. Estaba segura de que en esos momentos me odiaba por lo que le dije, tal vez algún día me perdonaría y así entendería que tenía razón. Qué sólo estábamos confundidos con nuestros sentimientos y la lejanía le serviría para aprender nuevas cosas.
Tenía un par de meses de haberse ido, mi tía aún venía para vernos, compartir tiempo con nosotros y que todo estuviera en su lugar. Pero en esas últimas semanas no había venido, pero si llamaba. Además mi mamá viajaba seguido por su trabajo de relaciones internacionales, pero lograba vivir en San Benito entre sus viajes, también cuidaba a Cristian y me contaba como estaba. Mi tío también iba, pero en menor medida que el par de hermanas de la familia.
También llamaban seguido a mis abuelos. Cristian pidió hablar conmigo, pero pretendía que debía hacer otra cosa y decidí ayudar un poco más al padre Andrés en la iglesia.
Preparaba las lecciones de la clase dominical y también me uni al coro, eso me distraía, también me daba paz.
Habían empezado las primeras semanas de clases, mi amigo Nazareno logró conseguir una beca en el colegio y ahora éramos compañeros. Era un chico bastante inteligente, y buena persona. Sus papás vieron el esfuerzo de su trabajo, luego de tanto y económicamente estaban algo mejor.
Estaba un día saliendo de clases, luego de que el Tal David apareció habían pasado 3 semanas y salí del colegio, platicando con Nazareno.
-Oye, espera- Esa voz se me hizo familiar y era él- Hola.
-¿Todavía sigue aquí? ¿Qué quiere?- Le pregunté molesta.
-Soy el cliente que fue el otro día ¿Me recuerdas?- Tenía una sonrisa y parecía algo feliz.
-Yo se bien quién es usted señor, no hay necesidad que me diga mentiras- Actuaba lo más indiferente posible
-¿Él es tu amigo?
-Eso a usted no le importa. Y no hablo con desconocidos- Me volteé y tome el brazo de Nazareno
-HIJA, POR FAVOR.
-¿Hija? ¿Él es tu papá?- Preguntó mi amigo sorprendido
-No me diga hija, yo a usted no lo conozco.
-Te pido que me des sólo unos minutos de tu tiempo, por favor- Su mirada me suplicaba y sus palabras también, pero no tenía caso hablar de nada.
-NO, VÁYASE- Seguí caminando con Nazareno hasta un restaurante que había en el pueblo, comimos hamburguesas, papas fritas, una gaseosa y un pastel. Ese hombre se había metido también y se puso en una mesa cercana a nosotros.
-Gracias por invitarme, Nazareno.
-De nada. Tus abuelitos me pagan bien. Oye, ¿Porqué no has hablado con Cristian? Me ha llamado algunas veces, y dice que no ha podido hablar contigo.
-Es que he estado ocupada, la escuela, la iglesia...
-Pero son sólo unos pocos minutos, no te cuesta nada responder sus llamadas o llamarlo tú. Tú eres su familia, casi siempre estaban juntos y debe extrañarte mucho. Han sido como hermanos.
-Si. Como hermanos- Dije algo ida y tomando un trago de mi soda a través de la pajilla
-¿Ese hombre en serio, es tu papá?
-Fue el que embarazo a mi mamá. Lo vi por primera vez, hace unos días.
-Entonces, si es tu papá.
-No es mi papá, Nazareno- Le dije fastidiaba- No se apareció en 16 años y para mí no es nadie.
-Para ustedes- Apareció una mesera con los 2 helados más grande del menú.
-Señorita, no pedimos esto.
-Se los manda el señor de allá. También pago su cuenta y dijo que si piden algo más que el paga- Nos dijo
Me pare con el helado, sonreí y me acerque a su mesa con una sonrisa, el también me sonrió y le eche encima el helado. También saque dinero de mi bolsa y se lo aventé- VÁYASE, NO ME MOLESTE. NO NECESITO NADA DE USTED- Me levante con Nazareno y regrese a mi casa.
Le conté todo a mi familia y estaban sorprendidos por lo que pasó.
Falte unos días a la escuela, ese hombre se puso enfrente de la casa y estuvo acosando a mi mamá, que se negó mil veces a hablar con él.
Finalmente volví a la escuela. Estaba concentrada en la clase cuando la directora me llamó a la dirección.
Grande fue mi sorpresa, al ver que ese hombre estaba allí.
-Buenos días, Lorena.
-Buenos días, Directora- Me mantuve sería
-¿Conoces a este hombre?
-Sólo de vista.
-Dice ser tu padre.
-La verdad es que yo no lo conozco.
No es un secreto para nadie, que ese hombre huyó como cobarde y mi mamá me tuvo sola- Vi que mis palabras le afectaron a ese tipo.
-Él va a reconocerte, Lorena. Te va a dar su apellido- Lo mire sorprendida-
La papelería va a estar lista pronto, y tenemos que poner algunos papeles en orden para tu nuevo apellido.
-Pero mi nombre está bien como está.
Yo he usado el apellido de mi mamá toda la vida.
-Y lo vas a seguir usando, sólo que ahora va a ser tu segundo apellido- Me informó- A tu mamá ya le llegó la notificación hace algunos días, quiso oponerse pero, finalmente tuvo que acceder.
-PERO YO NO QUIERO NADA DE ESTE HOMBRE- Dije enojada.
-Si me das unos minutos de tu tiempo, quisiera explicarte tantas cosas- Dijo ese hombre- Por favor
-Los dejó para que hablen- Salió la directora
-Así que te llamas Alma Lorena ¿Cómo prefieres que te diga?
-¿Qué quiere?- Le dije de mala gana-
-Hortensía te contó
-Que usted la abandonó estando embarazada, que no quería tenerme y se fue.
-Es cierto. Todo lo que tu mamá te dijo es cierto
-No se apareció durante tantos años ¿Porqué ahorita? Sino le importe tantos años.
-Mira, yo era muy joven, inmaduro y estúpido. No quería responsabilidades y por eso me fui, tu mamá era buena y yo me burle de ella.
-Eso ya lo sé ¿Qué quiere? Yo nunca pensé que algún día lo fuera a conocer, ni tampoco quería hacerlo.
-Yo tuve un matrimonio, unos años después de todo lo que pasó. Me casé y tuve 2 hijas con mi esposa, fui muy feliz. Pero mi esposa y mis hijas murieron de una enfermedad hace meses...
-Lo siento mucho- Ver su reacción de tristeza, me dio algo de pena. Pero al mismo tiempo no entendía el punto al que quería llegar
-Mi esposa sabía de tu existencia, me insistía en que viniera a buscarte pero no me atreví. Tuve remordimiento por mucho tiempo, al perderlas supe que debía buscarte. Perder ese miedo.
Eres la única hija que me queda.
-Si tanto remordimiento tenía, hubiera vuelto antes. Pero entienda que yo no lo necesito, no me interesa nada de usted.
-Hija.
-Yo no soy su hija. Ni tampoco voy a ser el reemplazo de las hijas que perdió.
-Mira, yo tengo dinero. No soy rico como tus tíos, pero puedo darte lo que tú quieras, la vida que te mereces, los mejores colegios, cosas, viajes y lo que tú sueñes yo puedo dártelo.
La vida a la que estás acostumbrada o hasta más. Quiero que vivas conmigo y...
-¿Usted cree que puede comprarme?
-No. Yo quiero ser tu papá, que me des una oportunidad...
-Mi papá es mi mamá, mi tío y mi abuelo. Ellos han estado conmigo desde siempre, ellos me criaron y los amo. No hay nadie más... Le repito que yo no le pido nada, ni su apellido.
-Eres mi hija, tienes todo el derecho a llevarlo.
-Aunque yo tenga su sangre, usted nunca va a ser mi papá. Usted no me quiso y yo tampoco lo quiero.
-Pero yo estoy arrepentido...
-Eso no me importa. Su vida no me interesa, usted es un desconocido para mí.
-No me digas eso. Me duele- Quiso empezar a llorar
-No me importa.
-Dile a tu mamá que le pasaré todo el dinero que tuve que darle en estos años. También tu colegio
-Mis tíos ya pagaron todo el año. No se preocupe, siempre me han pagado el colegio.
-Yo les voy a devolver ese dinero.
-Ellos tienen mucho dinero, no hace falta que les devuelva algo que ellos gustosos me dieron
-Aún así, lo haré o si quieren dártelo a tí. Voy a venir a verte...
-Yo no quiero verlo.
-La corte me da ese derecho. Además ya serás Alma Lorena Saldivar Agüero.
-Mi nombre es Alma Lorena Agüero. Así está bien.
-Yo voy a estar viviendo aquí de ahora en adelante. Si necesitas algo, esta es la dirección- Me dejó un papel con su dirección y un número en el escritorio de la directora- Espero que algún día me perdones.
Te prometo que voy a hacer todo lo posible por ganarme aunque sea un poco de tu cariño.
-No pierda su tiempo.
-Tratándose de tí, puedo esperar lo que me resta de vida. Para recuperar el tiempo perdido- Quiso acariciar mi cabeza y me aparte casi con violencia- Perdón. Vine a tu colegio, ya que en la calle huyes y no saliste de tu casa por días- Salió de la dirección, tome el papel del escritorio y espere a que regresara la directora.
No me sentía mal por mi actitud hacia a él, le sentí algo de compasión porque murió su familia. Pero para mí era un extraño, la persona que lastimó a mi mamá y alguien por quien no sentía nada ¿O tal vez lo odiaba? Me enojaba que pretendiera ser mi padre, cuando mi mamá y 2 hombres maravillosos se encargaron de serlo.
-¿Hay algo de lo que quieras hablar, Lorena?- Me preguntó la directora
-No.
-Sé que debes sentirte confundida, extrañada y va a ser raro acostumbrarte a tu nuevo nombre.
Pero considera darle una oportunidad, hija.
-Es un desconocido para mí, si le soy honesta.
-Lamento si te incómodo, pero esto me concierne y pidió estar al tanto de tu progreso escolar. No podía negarme, ya inicio el proceso.
-Algo así me dijo
-¿Quieres hablar de eso?
-No.
-Ya puedes volver a tu salón.
-Permiso- Dije antes de salir y pensativa por lo que acababa de pasar.
Regrese a mi salón, puse atención a la pizarra y no deje de verla en el tiempo que duró la clase...