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Capítulo 3

*Lena narrando*

Me despierto voluntariamente, sin que haga ruido ningún despertador ni vigilabebés. Me levanto, me ducho y me pongo algo de ropa. Como iba a la entrevista tenía que ser algo formal, así que me puse un pantalón negro liso, una blusa formal blanca y un bleizer negro, como es un atuendo formal me puse tacones negros. Para realzar el look, me puse un reloj y mi anillo, que más parece una alianza de boda, me maquillé ligeramente y me perfumé.

Fui a la habitación de Emma, quien seguía durmiendo como un ángel, admiré a mi bebé y luego fui a preparar el desayuno. Para mí preparé un jugo de naranja y frutas con avena y miel, y para ella machaqué plátano con miel.

: Emma se despertó, la levanté y le hablé, acariciándole la cabeza. Creo que esto es muy importante en nuestra relación, a ambos no nos gusta mucho el contacto físico con los demás, pero siempre sentimos la necesidad de afecto mutuo.

Fuimos a la cocina y tomamos un café entre bromas y risas. Cuando terminamos fui a cambiarle el pañal, luego fuimos a ver la televisión, estaban poniendo los dibujos animados favoritos de Emma.

: Llegó Amanda, pensé que tendría que salir temprano de casa y le pedí a la niñera que llegara temprano, pero en cuanto vi la ruta le dije que viniera más tarde, ya que la empresa no estaba muy lejos.

Dejé a mi hija con la niñera y me dirigí a la parada del autobús, que llegó rápidamente. Me senté en la silla, me revisé el pelo y esperé mi parada.

Pronto el autobús se detuvo y me bajé, estaba frente a "Empresas Miller". Entré y en la recepción había una mujer de cabello rizado y traje blanco, supuse que era Mia y me dirigí hacia ella.

- ¿Perdón, Mía? - Pregunté, temiendo hacer que la persona se equivocara.

- Yo mismo, encantado de conocerla, señorita. Smith – Dijo saludándome – Vamos, el Sr. Miller lo está esperando –

Luego nos dirigimos al ascensor y subimos a la segunda Mia, allí estaba la zona presidencial. Bajamos del ascensor y una chica rubia estaba frente a nosotros.

- EM. Smith, ella es la Sra. Miller, ella es reseccionista en esta área y también es hermana del jefe; cuando me presentó a la niña, ella y yo nos saludamos.

- Encantado de conocerla, señorita. Smith, puedes llamarme Isabella- Me saludó.

- Es un placer, puedes llamarme Lena- la saludé también.

Después de eso Mia se despidió e Isabella me llevó a la oficina del Sr. Miller. Nos detuvimos frente a su habitación, pero antes de tocar se volvió hacia mí y me dijo:

- Quédate tranquila, tiene mala cara pero no muerde- Después de hablar tocó la puerta y una voz profunda dijo "pasa", me abrió la puerta y luego se fue.

Entré disculpándome, el Sr. Miller tenía la cabeza gacha, probablemente revisando mi currículum. Tan pronto como escuchó mi voz, levantó la cabeza y me miró a los ojos.

- Puede sentarse, señorita. Smith – Dijo señalando ligeramente las sillas. Pronto nos saludamos con un apretón de manos y yo me senté.- Señorita. Smith, estábamos muy interesados en tu currículum. ¿Has trabajado como secretaria más de una vez, entonces debes tener experiencia trabajando en empresas?- Preguntó.

- Sí, ya tengo una idea de cómo funciona esta rama – respondí

- Bueno, trabajar como mi asistente es muy sencillo, siempre y cuando sigas las reglas y seas organizado - Hizo una pausa - Tendrás acceso a mi agenda, tanto profesional como personal. También irá a reuniones conmigo, tomará notas, organizará trámites, etc... - Hizo una nueva pausa, mientras hablaba sentí sus ojos penetrando en mi alma, pero no aparté la mirada. Sentí que quería ponerme a prueba, ver cómo reaccionaba no solo a las preguntas sino también a sus expresiones. Trabajarías de: a:, tu pausa para el almuerzo sería de: a:. La empresa ofrece un bono de almuerzo en el restaurante de enfrente o puedes almorzar donde quieras. Y ofrecemos un plan de salud para ti y otras personas, además de tu salario.- Nueva pausa para evaluar mis reacciones- Y en horas extras recibirás más. ¿Aceptarás el trabajo? - Preguntó el pelinegro.

-Por supuesto, será un honor trabajar aquí- digo estrechando la mano nuevamente.

- Bueno…La ex asistente tuvo que salir urgentemente de la ciudad por problemas personales, por lo que no habrá nadie que te enseñe, %, pero mi hermana te ayudará en lo que necesites y si tienes alguna duda puedes consultame- Dijo que hablaba serio, como durante toda la entrevista, con una mirada enigmática, que en cierto modo me dio escalofríos pero nada que me asustara.

Terminamos la entrevista e Isa me mostró la empresa (lo cual tomó un tiempo)

- Sabes, me gustaste, eras el mejor candidato para esta vacante. Ella fue la única que vino vestida con los pies en la tierra y trató bien a los empleados - Estuve a punto de responder pero ella continuó - Con toda su apariencia amigable, educada y muy hermosa, apuesto a que está saliendo - Finalmente terminó .

- Cometió un grave error - Me reí ante la cara que puso - En mi vida de momento no hay lugar para las relaciones, solo para mi hija - Apenas terminé de hablar e Isa me miró perpleja.

- ¡Eso es mentira! - Gritó - No puedo creer que seas madre - Agregó en shock - Dios mío, no sé si me sorprende que seas madre o que haya una miniatura de usted - Me reí de eso.

Caminamos un poco más, pero su cara todavía estaba en shock.

- ¿Entonces estás casado? - Dijo despertando.

- No… el padre de Emma murió hace unos años- dije recordando a Lucca, el padre de mi hija.

- A… Lo siento, no quise ser una molestia – dijo Isa torpemente

-No hay problema- sonreí

Lucca era un tema del que no sabía si estar triste u orgulloso. Habíamos sido mejores amigos durante años, siempre fuimos cercanos, muchos pensaban que teníamos algo, pero lo único que había entre nosotros era amor, cariño y rabietas.

Años más tarde se declaró bisexual ante su familia, no lo aceptaron, así que se mudó conmigo y con mis padres, quienes lo acogieron. Hace años vinimos a Nueva York para ir a la universidad.

Una noche Lucca y yo bebimos mucho, como mucho, y con el efecto del alcohol pensamos ¿por qué no pasar una noche juntos? (ya lo hicimos en ese momento) Yo era virgen, nunca me había acostado con nadie, y él nunca se había acostado con nadie, una mujer, así que hicimos el acto. En la mañana nos despertamos desnudos, fue súper divertido... Tiempo después me enteré que estaba embarazada y él se quedó a mi lado, no se escapó ni dijo que fue un error ni me pidió que me lo quitara. .

En mi sexto mes de embarazo, Lucca fue a trabajar con normalidad, pero por la tarde recibí una llamada que cambió mi vida. Era del hospital, mi mejor amigo estaba muerto. El hospital dijo que se produjo un incendio en el trabajo de Lucca, él fue a ayudar a los bomberos a sacar a la gente del lugar, pero lamentablemente fue rodeado por las llamas y murió.

Me duele el pecho sólo de recordar este día. No lo vi como un hombre, es decir, nunca sentimos deseos carnales el uno hacia el otro. Él era simplemente mi mejor amigo. Nada en el mundo nos separaba, compartíamos la misma neurona, no éramos hermanos de sangre, pero lo que eran células cercanas a una conexión enorme... decíamos uno u otro que éramos almas gemelas.

Sonrío cuando recuerdo esta charla sobre el alma gemela.

Llegó a casa exhausta. Esa empresa era demasiado grande para ser conocida con tacones.

Amanda ya se había ido y Emma dormía tranquilamente en su habitación. Así que fui a darme una ducha caliente, me cambié y fui a preparar la cena.

Después de que Emma se despertó, le pagué en mi regazo.

- Despertaste a mi bebé- digo poniendo a mi pequeño sobre mi pecho. - ¿Dormiste bien? - Dije mientras me miraba con esos ojos verdes brillantes, que podían derretir a cualquiera.

Me quedé un rato con ella, luego cenamos, jugamos en la sala y la puse a dormir.

Me arrodillé frente a la cama y oré. Le di gracias a Dios por todo lo que ha hecho en mi vida y por cuidar de mí y de mi pequeño. Poco después me quedé dormido.

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