Capítulo 2

*Nano narrando*

Me desperté con un despertador. Me levanté, me duché, me arreglé, me puse un pantalón sastre negro, un cinturón de cuero negro, una blusa de vestir negra y un bleizer negro, incluso pensé en ponerme una corbata, pero el día iba a ser muy movido, Especialmente porque no era asistente, así que todo lo que no necesitaba era que algo me apretara.

Bajé a tomar un café. La mesa estaba llena como siempre, pero yo era el único en la mesa que se lo comía todo.

Terminé mi desayuno. Fui al taller, cogí mi BMW X y fui a la empresa.

Mi empresa es una de las mejores y más exitosas de Nueva York. Trabajamos en dos sectores, uno es el de los coches de lujo y el otro es el de la joyería de lujo con piedras preciosas.

Llegué a la empresa, saludé a los recepcionistas y tomé el ascensor hasta el piso °, donde se encuentra el área presidencial.

Entré a mi habitación y la molesta rubia, conocida como mi hermana Isabella, ya me estaba esperando frente a mi escritorio con los brazos cruzados.

- ¿Qué fue esta vez? - Pregunté, sabiendo ya que ella estaba insatisfecha con algo.

Isa estudia moda y trabaja aquí como recepcionista en el área presidencial. Ella no necesita trabajar, ya que nuestra familia es multimillonaria, pero mi madre y yo creemos que es mejor que ella sepa que tiene que esforzarse para tener dinero, y no ser una niña mimada como otras personas ricas, que tienen todo a la mano.

- ¿Cuándo vas a conseguir un asistente? No puedo seguir tu agenda y la gente en el área presidencial- Dijo con indiferencia al ver cuánto trabajo tiene.

- Voy a ver esto hoy – dije, acercándome a mi silla, sentándome y empezando a trabajar.

- Muy bien - dijo, acercándose a mí, dándome un beso en la mejilla, que le devolví. Poco después ella se fue y yo comencé a trabajar.

Ya estaban: y yo seguía trabajando, ni siquiera salí a almorzar. Realmente necesitaba un asistente.

Llamé a Mía, reseccionista del área presidencial como Isa, para que me facilitara una asistente urgente.

- Mía, mira los CV que te enviaron y envíame los mejores para asistente, por favor – le pedí y ella respondió con un "ok" y luego colgó.

Minutos después me envió el currículum femenino. Leí cada uno y me llamaron la atención. Entonces llamé a Mia nuevamente.

- Mia, llama ahora a estas mujeres que seleccioné. Dile que la entrevista es para mañana y envíame las reglas también, por favor- dije y ella respondió con otro "ok" y colgué.

Casi horas después Mía me llama

- Sr. Nano, sólo respondieron dos, Lena Smith y Amélia Benedit - Hizo una pausa y continuó - La entrevista con la señorita. Benedit estaba programado para: y con la Srta. Smith estaba programado para: -

- Ok, gracias Mía, si quieres puedes irte ahora- desconecté la llamada.

Me levanté, agarré mis cosas y me dirigí al estacionamiento. Tomé mi auto y me fui a casa.

Llegué y la casa estaba como todos los días, fría, tranquila, oscura y sin nadie. A decir verdad, esta casa nunca estuvo llena desde que me mudé aquí unos años después de que Anne se fuera.

Subí las escaleras y me dirigí hacia mi habitación. Fui al baño y me duché, me cambié y me fui a la cama.

A veces me pregunto si mi vida cambiará, si algún día la vida tendrá color y significado. Ha pasado un tiempo desde que sonreí, no me reí. De hecho, mi vida ha sido del trabajo a casa y de casa al trabajo durante años. Todo era tan aburrido que el día parecía repetirse varias veces.

Saqué esos pensamientos de mi cabeza y me fui a dormir.