Capítulo 1: Haz el amor conmigo…
-Estrella Berrocal, de 21 años, se graduó de La Universidad Santa, no tiene experiencia sexual y tiene buena salud.-
El hombre sentado enfrente, después de leer los datos personales, los cerró. Frunció el ceño y preguntó, -¿Estás segura de que quieres hacer la gestación subrogada?-
Estrella agarró el dobladillo de la falda con ambas manos, con un rostro un poco inmaduro. Estaba ansiosa y preocupada, dijo, -Estoy segura, realmente necesito dinero.-
-¿Cuánto quieres?-
Ella se quedó pensando. Moviendo sus labios con poca confianza susurró, -Un…Un millón doscientos mil euros.-
El hombre frunció más el ceño, dijo, -Durante los diez meses desde el embarazo hasta el nacimiento del bebé, por la confidencialidad, no puedes salir aquí ni medio paso y no puedes contactar a nadie. ¿Puedes respetar estas reglas?-
Estrella apretó los nudillos, respiró profundamente y dijo con una voz temblorosa, -Yo… Yo puedo prometerlo, pero tengo una condición.-
-Dime.-
-Después de que firme este acuerdo, tan pronto como me quede embarazada, tendrás que transferirme un millón doscientos mil euros a la cuenta que dije. Necesito esta cantidad de dinero con urgencia.-
“Vaya chica que solo quiere ganar dinero.” el hombre estaba pensando.
Se mostró un poco de desprecio en los ojos del hombre, dijo, -Vale, no hay problema. Prepárate. Esta noche a las ocho y media, el cliente va a venir. Es un hombre muy estricto. Será mejor que te quedes embarazada dentro de un mes. De lo contrario, tal vez no te paguemos nada.-
…
De noche, casi eran las ocho.
Estrella fue lavada y enviada a una habitación muy oscura de la villa.
En la habitación, estaba tan silencio que ella podía escuchar el sonido del segundero del reloj moviéndose.
No sabía cuánto tiempo había pasado. De repente, se abrió la puerta. En la oscuridad, entró un hombre. La oscuridad que lo rodeaba hizo que ni siquiera ella pudiera ver la figura del hombre. Ella quería abrazarse con fuerza, pero una mano grande sostuvo su cuerpo y la arrojó a la cama grande.
-Un millón doscientos mil euros. Pediste demasiado.-
Sonó la voz fría y ridícula del hombre en el aire tranquilo, lo cual hizo que Estrella se sintiera muy mal.
Ella cerró los ojos con fuerza, mordiéndose los labios y dijo en voz temblorosa, -Si quieres hacerlo, hazlo ahora mismo. ¡Deja de decir palabras sin sentido!-
El hombre pareció resoplar con desdén, se acercó a ella…
¡Dolor!
Estrella se mordió los labios con fuerza y levantó la cabeza. Las lágrimas se deslizaron por las comisuras de sus ojos, y ella cerró sus ojos lentamente…
“Mientras pueda aguantar esta noche, La Empresa Berrocal podrá salir de las dificultades. Papá no tendrá que ser encarcelado por no poder pagar las deudas…” Estrella pensando.
Ella resistía el dolor, tocó el cuello del hombre y acercó sus labios dulces y suaves, usando su voz inmadura y seductora, -Más fuerte…-
El hombre dijo a sus oídos en voz muy fría, -No te arrepientas.-
…
Pasó la noche. Estrella casi murió. Le dolía mucho todo el cuerpo como si estuviera descompuesto, no podía mover ni un dedo.
La luz del sol brillante fuera de las cortinas atravesaba sus ojos. El hombre de anoche ya se había ido. La sirvienta de la villa abrió la puerta y le dijo con voz fría, -Antes de que te quedes embarazada, el señor vendrá aquí todas las noches. Si un mes después, aún no estás embarazada, empaca tu equipaje y vete.-
Estrella apretó los puños. Seguramente ella estaría embarazada, definitivamente lo estaría.
Durante siete noches, hacían el amor sin descansar. Como si ella estuviera en el infierno sufriendo…
Un mes después, según las pruebas, ella se quedó embarazada.
-Señor ya ordenó que transfirieran un millón doscientos mil euros a esa cuenta. A partir de ahora, ¡ya puedes cuidarte con tranquilidad!-
Estrella no sabía debería llorar o reír, agarró la mano de la sirvienta, dijo, -Quiero llamar a mi papá para saludarlo y preguntarlo si ha recibido este dinero. Por favor, ¿me puedes ayudar? Prometo no decirle nada. Lo prometo…Por favor…-
Tal vez la sirvienta de mediana edad le tuviera simpatía, ella frunció el ceño y dijo, -¿Qué quieres decirle? Puedo enviarle un mensaje para ti. ¡Pero solo puedo hacerlo una vez!-
…
Diez meses después. Estrella estaba acostada en la cama de parto en la villa, sudando profusamente.
Los ásperos gritos atravesaban la habitación. La médica estaba induciendo el parto con calma, -¡Más fuerte! ¡Más fuerte! ¡La cabeza del bebé está saliendo!-
Estrella apretó los dientes y finalmente dio a luz al bebé con la última fuerza.
Un fuerte llanto del bebé.
La médica puso al bebé en la incubadora rápidamente, -Llévalo de inmediato.-
Estrella, acostada en la cama con el cuerpo ensangrentado, lágrimas y sudor se mezclaban en su carita, dijo débilmente, -Por favor, déjame ver al bebé…-
Pero su solicitud no sirvió de nada. Rápidamente se llevaron al bebé en una incubadora.
Ni siquiera ella sabía si su bebé era niño o niña…
Fuera de la villa, estaba un Maybach negro de edición limitada de lujo.
El hombre en el coche miró al bebé que todavía llevaba sangre en la incubadora, frunció el ceño.
-Señor Adán, este bebé se parece a usted.-
La voz del hombre era fría y baja, -… ¿Cómo sabes que se parece a mí? Vamos al hospital.-
-Sí.-
En la cama de parto, Estrella se levantó con mucho esfuerzo y miró por la ventana. Solo vio un coche negro.
…
Al día siguiente después de dar a luz, ni siquiera tenía tiempo para descansar, Estrella se apresuró a regresar a La Villa Berrocal.
Estrella quedó fuera de la puerta, pensando en varias razones para explicar la desaparición durante estos diez meses. Respiró profundamente y quería levantar la mano para tocar el timbre, pero se dio cuenta de que la puerta estaba media abierta.
Empujó suavemente la puerta y entró. No había nadie en la sala de estar.
“¡Qué raro! ¿No hay nadie en casa? Incluso si papá se fue a trabajar, Tía Doria Guillén y hermana Irene Guillén deberían estar en casa.” pensando.
Cuando estaba a punto de subir las escaleras, dos figuras familiares aparecieron en el pasillo de arriba…
La mano grande del hombre tocó el trasero sensual de la mujer. La mujer apretó el puño y golpeó el pecho del hombre, dijo, -Joder. ¿Cuándo te casarás conmigo? ¿Sigues pensando en Estrella? Ella desapreció sin decir nada durante diez meses…-
-¿Cómo es posible que yo siga pensando en ella? Al principio estaba con ella, era porque ella es la hija de la familia Berrocal. En comparación contigo, ella es muy aburrida.- El hombre bajó la cabeza cerca del oído de la mujer, dijo ambiguamente, -Especialmente en la cama, ella no tiene tantos trucos como tú.-
La mujer se dejó caer en los brazos del hombre, dijo, -Vaya, aún me duelen las piernas por tu culpa.-
Abajo, la cara de Estrella se puso pálida instantáneamente, mirando con resentimiento y tristeza al hombre y a la mujer de arriba que estaban flirteando.
El hombre que estaba diciendo palabras de amor a la hija de su madrastra no era otra persona, sino su novio, Iván Martínez .
Ella solo desapareció diez meses. ¡Su novio ya estaba con su hermana, Irene!
“¡Hombre malvado y puta!” pensando.