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Capítulo 5

- No… sí… bueno sí, venimos aquí para estar juntos, no hay muchos lugares a donde ir. ¿Y adónde vas cuando estás con una chica? - ¡ Qué diablos dije! No lo creo.

- Voy detrás de la estación con las chicas. - responde riendo.

Estas confidencias me incomodan, espero que no me cuente qué hace con esas chicas.

- ¿ Cómo se llama? - me pregunta, lanzando una piedra al lago, y quedo encantado al ver los círculos que se crean en el agua nada más tocar la superficie justo antes de desaparecer en las profundidades.

- ¿ Quién? - respondo

- Tu novio. ¿Cúal es su nombre? -

- Simón. - me apresuro a decir. ¿Sí y quién más?

- ¿ Simone te lleva al lago sólo por la noche? ¡Qué caballero! - habla con ese tono arrogante que me pone nervioso.

- No, quiero decir que sí, pero salgamos a otros lugares - digo, pero mientras hablo me doy cuenta de que tiene razón, ya lo había pensado pero viniendo de otra persona tiene más efecto.

- ¿ Y adónde vas? Nunca te he visto con él, te he visto con tus amigos pero no con él. - me pregunta mientras una sonrisa estúpida se pega en mi rostro. ¡Ella me notó con mis amigos!

- Es verdad. Me acabo de dar cuenta de que desde que tuvo relaciones sexuales por primera vez, nuestras únicas salidas han sido al lago. - ¿ Por qué dije eso? David me hace sentir libre, me hace abrirme por completo. Tengo que tener cuidado pero no lo conozco y él no me conoce, me siento indefensa cuando estoy con él y esto no me gusta nada.

- Soy la última persona que debería decirte ciertas cosas, dada mi tendencia a acechar a quien encuentro disponible, pero no creo que tu novio esté contigo porque te quiera. O más bien ama algo que le das. - su voz es profunda y tranquila, se me hace extraño escucharlo hablar así, siempre es arrogante e impertinente.

- ¡ David, no puedes contarme estas cosas! - Le digo muy alto, estoy enojado, pero me doy cuenta que no estoy con él - Lo siento, no quise gritar. No tienes nada que ver con eso. - Le digo que me oscurezca.

- No te preocupes. Todo esta bien. - me dice, pero empiezo a dudar de que todo esté bien. Mil dudas me asaltan, el comportamiento de Simone y los ojos de David invaden mi mente dejándome sin escapatoria.

Nos quedamos sentados observando el lago y me doy cuenta de que estoy completamente inseguro de lo que sucederá.

- Es hora de volver. - dice levantándose e interrumpiendo mis pensamientos.

Lo sigo y ambos nos quedamos en silencio, como si no fuera necesario decir nada más.

El viaje de regreso es para mí como siempre, estoy sumergida en su olor y en mis brazos que lo abrazan. Cada vez las sensaciones que siento son más profundas, soy secuestrada y llevada a un sueño que se interrumpe cuando la moto se detiene frente a mi casa y le quito el casco. ¡Una verdadera tortura!

- Gracias. - Le digo entregándoselo.

- Gracias a ti, nos vemos mañana. Te recogeré de la escuela. - dice sonriéndome.

- Está bien. - las únicas palabras que salen de mi boca son estas.

Se va nuevamente y yo me quedo allí observándolo, mis pensamientos se dirigen a Simone, tendré que solucionar el problema lo antes posible.

Durante la cena mis padres me dan el tercer grado sobre David, tienen miedo de que se porte mal conmigo y me hacen un millón de recomendaciones. Por suerte después de menos de media hora estoy lista para salir y el auto de Emma está frente a mi casa.

Salgo de casa corriendo, casi para escapar de las recomendaciones.

- Aquí estoy. - digo subiendo al auto.

- ¡ Hola! ¿Listo para cantar? - me pregunta Emma, mientras conduce.

- ¡ Muy listo! ¡Después de hoy realmente lo necesito! - Le digo.

- ¿ Por qué? ¿David? - me pregunta interesada.

- Sí, pero no en el sentido que crees. Es fácil estar con él, está comprometido y me escucha. ¿Y qué... ?

- ¿ Qué Lea? No entiendo -

- También tengo ganas de decirle lo que no sé, me encuentro desnuda frente a él, en el sentido del alma, no pienses mal, y tengo mucho miedo de que me pueda hacer daño. No lo sé pero no puedo evitarlo. Imagínate que hoy, mientras estábamos en el lago, hablando con él me di cuenta de que Simone sólo quiere ir al lago para hacerlo. Desde que tenemos relaciones sexuales no hemos ido a ningún otro lado. ¿Tú entiendes? ¿Tuve que hablar con él para darme cuenta de esto? - repetirlo en voz alta lo hace aún más doloroso.

- Lea, ¿qué te pasa? Lo había notado pero todavía esperé un poco para contártelo. También creo que Simone hace esto, pero volvamos a David. Ten cuidado. Sabes quién es y sabes cómo se comporta. ¿Recuerdas lo que le hizo a Lucía? Ella estuvo eufórica durante una semana, se veían todos los días, luego el sábado, en su fiesta de cumpleaños, apareció con Arianna, que no había sido invitada. Lucía lloró durante una semana, Lea es una pendeja y tarde o temprano él también lo será contigo. Ten cuidado. - me dice preocupada.

Las palabras de Emma me llegan pero no puedo imaginar la escena, no puedo ver a David tal como lo describen. Hasta hace tres días yo también lo veía así, pero ahora ya no. El problema es que no sé cómo lo veo.

Una vez que llegamos al pub, nuestros amigos están sentados y nos hacen señas para que nos unamos a ellos.

Emma y yo nos sentamos y Laura se levanta riendo.

- Iré a ver a qué hora podemos empezar a cantar. ¿Que quieres cantar? - nos pregunta.

- Voy contigo. - digo levantándome, quiero divertirme esta noche, no te preocupes.

Nos acercamos al DJ que está ocupado escribiendo en el ordenador.

- Perdón, ¿a qué hora empieza el karaoke? - pregunto.

- Incluso ahora. Toma la tableta y elige la canción. - dice entregándome la tableta.

Laura y yo volvemos a la mesa y comenzamos a revisar las distintas canciones.

- ¿ Qué canción cantamos? - pregunta Emma.

- No lo sé. - Respondo mientras desplazo el dedo... Tiziano ferro, Marco Mengoni, Ultimo...

- Nera di Irama, vamos, todos lo sabemos. - dice Sofía.

- Ve por "Nera", le voy a decir al DJ, mientras tanto levántate. - digo y me acerco al chico, le devuelvo la tablet y le digo la canción que elegimos.

Me sonríe y me dice que suba al escenario, hago un gesto a mis amigos y cuando empieza la música, estamos los cinco abrazados con dos micrófonos frente a nosotros.

-... Llevo un tiempo observándote y no sé si

ya te he visto en la calle o dentro de Rolling Stone,

no sé lo que tengo, pero sé que podemos

conseguirlo . hasta el fondo juntos dentro de otra toma... .

....me gustarías

. ¿Ves cuanto me gustarías? ...-

Cantamos y bailamos riendo, me lo estoy pasando genial. Tan pronto como termina la canción inmediatamente elegimos otra. Y el turno de Ultimo "Your Details", me encanta la música de Ultimo. Encuentro nuevas palabras en él, que van más allá de la canción.

- ... Ay, duele decírtelo ahora

Pero ya no sé lo que siento

Si tan solo Dios inventara nuevas palabras Podría decirte que

Solo somos equipaje

Viajamos en órdenes dispersas.... -

Canto la letra con énfasis y parecemos cuatro locos pero es divertido, siempre me divierto con mis amigos. Emma y yo somos amigas desde pequeñas, conocimos a Sofía y Laura cuando empezamos el instituto y desde entonces siempre hemos salido juntas.

Una vez terminada la canción, nos bajamos del escenario riendo y al volver a sentarme noto que David está en la mesa del fondo del pub, está con Diego. Lo conozco porque fue a la escuela secundaria conmigo.

David me ve e intercambiamos una mirada, quisiera saludar, pero en ese momento llegan dos chicas a su mesa. Me siento al instante, mi cara se siente ardiendo y la silla debajo de mí es incómoda. Me gustaría irme.

Me vio y no le dije hola. Pero él estaba con eso… ¿quién era ese? Lentamente me giro tratando de ver, pero la mesa está vacía. Se fueron.

Me quedo ahí, sentada en mi incómoda silla pensando en un chico en el que no debería estar pensando.

- Lea ¿tienes que decirnos algo? - me pregunta Sofía.

- ¿ Qué? - respondo. Me temo que sé lo que quieres preguntarme, pero no hay nada de qué hablar.

- Vamos. David te recoge en el colegio y te subes a la moto con él. ¡Vamos dime! - se queda mirándome fijamente esperando una respuesta.

- Acepté ser tutor y lo sigo para ayudarlo a recuperar la historia y la filosofía. Me preguntó el director. Eso es todo. - Respondo, tratando de no pensar en que se vaya con ello.

- ¿ Estudias en moto? - me pregunta Laura con sarcasmo.

- No, tenemos dos reuniones programadas por semana, pero necesita estar preparado para el examen de historia, que es en unos días. Nos reunimos para estudiar fuera de la escuela durante los otros días. Eso es todo. - Respondo con aparente calma.

- Quizás... pero me parece extraño. David no es de los que estudian... No sé si sabes a qué me refiero... - dice Sofia

- Yo también pensé lo mismo. En verdad, en nuestro primer encuentro intentó cambiar su desempeño por la posibilidad de que yo hiciera su tarea. Por suerte después de que aclaré la situación pudimos estudiar tranquilos, y debo decir que es bueno, no pensé que lo fuera, pero lo es. - Respondo ahora exhausto por las preguntas.

- ¿ Quieres decir que te coqueteó y tú te negaste, pero él sigue viniendo a estudiar contigo? - pregunta Laura incrédula.

- ¡ Qué fastidio! ¡Sí, solo estudiamos! Termina con esto ahora. Podemos cambiar de tema. - No me di cuenta que grité, Emma me mira con mirada cómplice.

- ¿ Sabes a quién vieron ayer con Andrea? - dice Emma catalizando las preguntas sobre ella, ella me salvó. Ya no tenía ganas de hablar de David.

La velada llega a su fin y debo decir que me divertí con mis amigos, aunque todas esas preguntas me molestaron. Parece que David atrae a todos. Estoy con Simone, ¿por qué David tiene este efecto en mí?

Tendré que hablar con él también. ¡Uf, qué fastidio!

El timbre está a punto de sonar y espero encontrar a David afuera esperándome, pero estoy preocupada. Anoche no lo saludé y él hizo lo mismo conmigo, solo nos miramos por una fracción de segundo.

Llega el sonido que nos libera de los escritorios y todos mis amigos lo toman con entusiasmo, pero yo estoy ansioso. No sé cómo comportarme con él.

Camino por el pasillo y llego lentamente a la salida, donde mis amigos actúan con entusiasmo como comité de bienvenida. Paso por ellos y lo veo, está ahí como ayer, vino. En cuanto me ve se levanta de la moto y viene hacia mí.

- Aquí tienes, maldita Lea, siempre eres la última en salir... te gusta mucho estar en la escuela. - dice entregándome el casco - Vamos, vamos, tenemos que estudiar. - me dice mientras se sube a la moto.

Me pongo el casco y subo sin decir una palabra. Dios mío, qué sensación me da andar en moto con él. ¿Cómo debería hacerlo? Mi única opción es sostenerlo y dejar que el viento me acaricie, olvidando todas las dudas e incertidumbres que plagan mis pensamientos.

Nos quedamos en silencio hasta llegar al banco donde estudiamos el día anterior. Nos sentamos, uno frente al otro, y saco el libro de historia, haciendo un ruido mientras lo tiro sobre la mesa. Es el único ruido entre nosotros hoy. Me imita pero apenas abre el libro me mira con una expresión extraña y luego vuelve a leer.

- David, ¿estás bien? - pregunto.

- Sí, ¿por qué? - responde sin dejar de mirar el libro.

- Parecía que querías preguntarme algo – insisto.

- No, estudiemos ahora. - dice y decido que es mejor dejarlo así. Abro el libro por la página donde está y después de unos segundos comienza a leer en voz alta, de repente se detiene y me mira. Siento sus ojos sobre mí. Realmente no puedo defenderme de la sensación que tengo cuando él me mira.

- No, ¿ahora puedes explicarme por qué no me saludaste ayer? Te vi con tus amigos y tú también me viste, ¡lo sé! Pero te sentaste sin saludar. ¡Ahora realmente tienes que explicármelo! - me dice enojado.

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