Capítulo 6. De libre no tiene nada

Por Debora

Era tardísimo para nosotras, cursamos a media mañana, pero la vida hay que disfrutarla y nunca nos privamos de trasnochar, si esas horas que le sacabamos a nuestro sueño valían la pena.

Hoy lo valieron, porque mis amigas, sin llegar a los besos, también sedujeron a los que pretendían seducirlas.

Es agradable tener cierto poder delante de hombres como ellos, que se creen ganadores todo el tiempo.

Soledad se quedó a dormir en casa, a la mañana siguiente cursamos juntas.

—Ahora, señorita seductora ¿Por qué lo besaste así?

Mi amiga me conoce mucho.

Me río nerviosa.

—¿Aparte de querer dejarlo con ganas de mí? Me saqué las ganas de besarlo, es un hombre que me encanta, te juro que hasta por un segundo pensé en irme con él…

—¡Estás loca!

—Sí…en unos días me olvido de ese beso, fué lo más loco que hice en mi vida.

—Ya lo sé, no se te ocurra enamorarte de él.

—No, es imponente, sexi y su boca ...besa como los dioses, pero aparte de tener novia desde hace 6 años, es un mentiroso, que no respeta a ninguna mujer.

—Por favor, no te olvides nunca de tus palabras.

—Tranquila, amiga.

Sin embargo, cuando cerré los ojos, reviví sus besos, sus labios tan suaves, lo fogoso que es y cómo me sentí cuando me apoyó su…hombría.

Definitivamente mejor me olvido de él.

En cualquier momento me lo cruzo en el local de su madre o en la casa de luz.

Yo estoy preparada para verlo y ver como se le cae la careta.

Me va a encantar gritarle en su cara que es un mentiroso.

¡Libre como el viento!

De libre, Gonzalo, no tiene nada.

Tampoco lo tenía Ema, ni Rodrigo.

Lo que no le dijimos a las chicas es que la hermana de Soledad, está loca por Gabriel.

Ese es un secreto a voces, que nosotras lo sabemos, también lo sabe Luz, que le guardó ese secreto a su amiga.

Es que cuando Luz conoció a Tiziano, él estaba con Gabriel y ella estaba con Florencia.

Florencia nos contó que esa noche Luz terminó en la cama de Tiziano y ella pasó la noche con Gabriel.

Tiziano se enamoró locamente de Luz.

Gabriel le propuso a Florencia tener una relación abierta.

Se lo dijo cuando ya se habían visto 3 o 4 veces, para Florencia esas veces fueron suficientes para perder la cabeza por él.

Ella no estaba dispuesta a tener ese tipo de relación ni a compartir su amor, tratando de ser indiferente, porque tampoco iba a llorar delante de él, le dijo que no le gustaba ese tipo de relaciones, que mejor lo dejaban ahí y seguían como amigos.

Gabriel no insistió nunca más en tener algo con ella.

Evidentemente a Gabriel no le iba tener una relación seria, creo que al menos es más sincero que Gonzalo o sus otros amigos, lástima que en el camino, Florencia se enamoró de él.

Ellos, muchas veces se encuentran en el departamento de Luz.

Nosotras, que alguna que otra vez también vamos, nunca habíamos coincidido con Gabriel o con Gonzalo.

Muero de ganas de cruzarlo en algún lugar y es posible que eso suceda.

Mientras estaba cursando, mi mente se distraía como nunca.

Recordaba como Gonzalo, descaradamente, demostraba cuánto me deseaba.

Y aunque era evidente que ese es su comportamiento habitual con las mujeres, mi cuerpo no quería enterarse de ese detalle, se tomó en serio sus besos y sus caricias.

Hay algo en él que me había vuelto loca, que me hizo perder la razón como para besarlo para que se quede con ganas de mí y no era solo por darle una lección, por lo mujeriego que era.

Mi mente no comprende todo lo que siente mi cuerpo.

Nunca me pasó eso de tener ganas de estar con un hombre.

Tuve varios novios, tuve relaciones con tres de ellos y la pasé bien, pero ese fuego en mis entrañas no lo sentí por ninguno, mucho menos cuando apenas me rozaban.

Tampoco ninguno de ellos me quemaba con su mirada, gritando a través de sus ojos cuanto me deseaba.

Se terminó la hora y yo no me enteré que dijo el profesor, menos mal que este docente permite grabar sus clases.

Gonzalo es un hombre peligroso, es ese tipo de hombres que dominan tus sentidos y eso me subyuga.

Es algo turbio, morboso, porque sabe conquistar a una mujer hasta atraparla para que se entregue con todos los sentidos.

Se adueña hasta del aire que tiene a su alrededor.

Me propongo sacarmelo de la cabeza.

Jamás tendría algo con un hombre que tiene una relación con otra mujer.

Aunque me doy cuenta que él no la respetaba en absoluto, pero tampoco respetaría a ninguna mujer que estaría a su lado.

Pasaron algunos días y su recuerdo revoloteaba por mi mente, pero con mucha voluntad trataba de alejarlo de mis pensamientos.

Estaba claro que era un hombre que de libre no tenía nada.

No tengo la excusa de decir que no sabía.

Por eso me tengo que olvidar de sus besos.

En cualquier momento se casaba con su novia.

Ese pensamiento me molestó bastante.

Abrí el libro que todavía tenía cerrado, de esa forma no iba a poder aprobar esa materia.

Me concentré en estudiar.

Renata siempre hablaba de mí con sus clientas, me recomendaba con ellas.

Me había contratado como empleada fija y me pagaba un plus importante si iba con ella el día del evento que surgiera.

Es decir, si cuando ella acompañaba a la novia o quinceañera para ayudarla a vestirse, yo tambien iba a maquillarla para ese día, muchas mujeres se ponían muy nerviosas y preferían tener a la diseñadora de su vestido a su lado el día en que tenían que lucirlo.

También requerían de mis servicios.

En general salíamos juntas del local de Renata y ella muchas veces me alcanzaba hasta mi casa.

Vivo con mis padres y con mi hermano Joaquin, quien tiene 17 años.

También maquilló a algunas chicas que cumplen quince años, lo hago por mi cuenta, Renata lo sabe y por eso me comunica de cada evento con el máximo de tiempo posible, para que no se crucen las fechas que ella tiene comprometidas.

Muchas veces maquillo a clientas de ella, lo hago en su local, donde también le hago las pruebas de maquillaje.

Renata ofrece un servicio completo, es que también cuenta con una peinadora.

No es peluquería, solo le hace prueba de peinados y si así lo requieren, también la acompaña el día del evento.

La estilista, Norma, es una chica de unos 35 años y me llevo bastante bien, pero no va todos los días.

En el local, trabajaban dos modistas, tendrían algo más de 40 años.

Escuché que Renata estaba hablando con alguien por teléfono, ese día había faltado una de las modistas y tampoco estaba la estilista.

—Por favor, solo te pido que pases a buscar los 12 metros de tela, decile que es para mí, ya lo tienen apartado, yo no llego.

—......

—Gracias, hijo, te espero.

Cuando dijo hijo…me temblaron las manos.

—En un rato viene Gonzalo, debe estar con la novia, porque le tuve que insistir que me hiciera un favor.

Yo le sonreí.

Al final nunca le dije que lo había conocido y que es un seductor nato.

Llegó la hora de desenmascararlo.

Me miré en el espejo de la mesa que tengo para maquillar a las clientas que lo solicitaban.

Tenía puesta un jeans con roturas, se compraban así y a mí me gustaba como me quedaba, solo que las costuras era bastante abiertas y por debajo me puse medias negras, que resaltan en los agujeros de mi jeans, lo combiné botas largas, en color negras, al igual que el color del suéter, me gusta como me queda el color negro, mi cabello es castaño claro, es lacio y lo uso largo.

Me miré la cara y tenía ganas de resaltar mis ojos y mi boca con un poco más de maquillaje.

—Compré un color nuevo de lapiz labial, me lo voy a poner, para que la clienta que viene ahora, vea como queda puesto.

Me pareció perfecta esa excusa, luego le comenté que con ese color en los labios, tendría que acentuar un poco más el delineador en los ojos.

—Pero vos tenés la piel más clara que la clienta que viene…no sé si a ella le quedaría bien ese color.

—A lo mejor tenés razón, es cuestión de probar.

—Eso siempre, a la que le quedaría espantoso es a Marta.

Me reí con ganas y Renata terminó por reír conmigo.

—No es que sea mala, solo soy realista.

—¿Es tan fea?

—No soy mala, pero te juro que sí, si mi hijo viene con ella, la vas a conocer.

—Dale y te doy mi opinión.

—Me vas a dar la razón, fijate que pareja despareja que hace con Gonzalo, más allá de su belleza física, ella es…antipática, soberbia, egoísta y hasta celosa de mí.

—Eso no lo entiendo, comprendo que si estás con alguien te puedas poner celosa de otra chica, ¿Pero de su madre?

—Eso me lo confesó mi hijo…yo siempre le cuento a Gonzalo que sos hermosa, que tenés un cuerpo de lujo, a veces lo hago delante de Marta, para molestarla y porque realmente siempre pensé que Gonza, elegiría a una chica como vos, no algo como lo que tiene al lado.

Me reí, le estaba por decir que lo había conocido y que me invitó a salir, pero justo llegó la clienta que se quería hacer una prueba de maquillaje porque se aproximaba el día de su casamiento.