Librería
Español
Capítulos
Ajuste

Capítulo 2. Miradas

Por Macarena

A los minutos, apareció sin el saco, dejando adivinar un poco más de su cuerpo perfecto.

Lo primero que hizo fue bajar el volúmen de la música, de una forma bastante autoritaria.

Se sentó con nosotros, explicándonos, muy seguro, las bases para un trabajo perfecto y nos comentó como le gustaba el trabajo a ese profesor, ya que él lo había tenido en 2 oportunidades y también nos dijo que el ayudante de cátedra era amigo suyo y como lo conocía bien, nos dijo los pasos que teníamos que hacer para contar con su aprobación.

Trató de no mirarme, marcó una distancia entre nosotros dos y fue más simpático con Vicky y con Sol, no es que haya sido grosero conmigo, pero sí indiferente.

Definitivamente le molestó que le hubiera guiñado un ojo.

Nos sirvió mucho su explicación y sus ideas.

Al irse, se despidió muy correctamente, haciendo chistes con su hermano y con Nico, se ve que a Nico lo conocía bien.

A mí apenas me miró, solo un par de veces se cruzaron nuestras miradas, pero la de él era tan fría y distante, que me daban ganas de derretir ese hielo con mi boca.

Claro que una vez me vio como le detallé el cuerpo con mis ojos y cuando subí la vista hasta su cara, sentí su mirada en mí y su cuerpo se movió en el sillón, lo sentí incómodo, entonces le sonreí triunfal, apartó la mirada y se concentró en lo que vino a hacer, darnos una charla e ideas para que aprobemos esa maldita materia.

Por Dante

No sé qué le pasaba a mi hermano, estaba como enojado, no creo que haya sido por venir a ayudarnos, porque si hubiera estado ocupado, no hubiese venido, sé que no le sobra el tiempo, ya que su empresa es cada día más grande y con más contratos que cumplir, ahora mismo ganó una licitación para hacer 4 hoteles de lujo y tiene en marcha otro montón de obras, pero tiene un socio principal, que también hace su trabajo, aunque Franco es el titular.

Siempre es más bromista, al menos conmigo o en reuniones familiares o con sus amigos.

Está de mejor humor desde que se peleó con Graciela, no sé si la cortó del todo, pero mi hermano aparece más seguido por casa y siempre solo.

Lo único que me dijo es que prefería que nos reunamos en casa, porque éramos varios y la sala de reuniones de la empresa estaba preparada para una junta importante.

Yo, varias veces por semana voy a la empresa, no tengo días fijos ni mi horario laboral es completo, por mis estudios, pero sí trato de dar todo de mí y lo tomo como un trabajo, sin tomarme atributos por ser el hermano del ceo.

Cuando cumplí 18 años, Franco, me regaló el 5% de las acciones de su empresa, con lo cual ya tengo un ingreso mensual enorme, de ahí salió el dinero para mi primer auto, un BMW coupé, rojo, es mi orgullo, ya sé que no moví un dedo y me vino de arriba por la generosidad de mi hermano, también cuento con un sueldo, que ese sí me lo gano por trabajar.

Soy toda dedicación, sé cómo es Franco, es adicto al trabajo, exigente como pocos, es difícil de llevar profesionalmente, pero es un genio para los negocios y sobre todo con sus exclusivos diseños, lo admiro mucho, muchísimo, a pesar de la diferencia de edad, somos bastante unidos, eso se lo tenemos que agradecer a nuestros padres, que siempre hicieron actividades donde nos incluían a los dos por igual.

Por Franco

Salí de la casa de mis padres casi de mal humor, no por ayudar a mi hermano y a sus amigos, sino porque sentí que estaba perdiendo el control, esa chica, Macarena, no dejaba de mirarme, sus ojos me pedían a gritos que la besara, o eso creía interpretar yo, en un momento veo como recorre con su mirada mi cuerpo, llegando a mi cara y viendo mi boca, cuando alzó sus ojos, se cruzaron nuestras miradas, sentí que me electrocutaba, aparté la mirada y me moví inquieto, sentí como mi miembro se empezaba a despertar, no podía ser que no tuviera control sobre mí.

Es una chiquilla ¿Qué me está pasando?

Traté de ignorarla y concentrarme en lo que necesitaban para aprobar esa materia, que aunque era de la mitad de la carrera, era una de las materias más difíciles.

Llegué por fin a la empresa, con 20 minutos de antelación para la bendita reunión, nos embarcamos en un proyecto muy grande, va a durar un par de años, son 4 hoteles de lujo, de 5 estrellas, más otros montón de proyectos que teníamos con antelación y unos cuantos que están por salir, tengo un montón de arquitectos e ingenieros trabajando para mí, dentro de la empresa seremos 80 personas y en obra, entre capataces, albañiles, electricistas, ayudantes y demás obreros, les doy trabajo a más de 1000 personas, sé que es mucha responsabilidad, por eso cuento con personal capacitado al lado mío y a ésta altura, estoy necesitando incorporar unas 10 personas más en la oficina, 4 ingenieros de obras, 4 proyectistas y 2 secretarias, ya que mi secretaria personal está embarazada y no puede seguir el ritmo de mi trabajo.

Cuento con Dante, a quien, de a poco, voy empapando de conocimientos sobre la dirección de la empresa, también presentándolo a socios, para que lo vayan conociendo, él se esfuerza para que no le digan que solo es el hermano del ceo.

De todos modos, hay quienes piensan que no tiene su lugar ganado por mérito propio, no me importa, él va a ser un gran arquitecto.

Comienza la reunión tomando la palabra Esteban, mi socio en un 25%, y mi gran amigo, serio como yo, al menos esa es la imagen que nos gusta dar.

No logro prestar atención a sus palabras, mi mente vuela a la casa de mis padres o mejor dicho, a Macarena, en la forma de sentarse, de moverse, de mirarme, ¡De guiñarme el ojo!

¡Qué descarada! ¿Cómo es posible que siendo tan joven no se haya sentido intimidada por mi? Sé muy bien la imagen que proyecto.

En cambio, el que se sintió intimidado fui yo…

Es que ese culo...se vienen a mi mente mil imágenes de lo que le podría hacer, de cómo podría hacerla sentir y como me gustaría que grite mi nombre con cada gemido, con cada orgasmo, comienzo a sentirme incómodo, otra vez mi amigo se empieza a despertar, me muevo inquieto y Esteban me toca el hombro.

—Seguis vos, te toca hablar.

Lo miré asustado, una reunión tan importante y no tenía idea que decir y no solo eso, no había escuchado ni una palabra de lo que dijo Esteban.

—Franco…

Me dice, carraspeó aclarándose la garganta y yo improviso, no sé si estoy repitiendo lo mismo que dijo Esteban, sé que mostró las proyecciones, porque veo el monitor.

—Solo quiero agregar la felicidad y el orgullo que siento por lo que hemos logrado, recién comenzamos y nos quedan 3 años de un trabajo intenso, sé que vamos a estar a la altura de las necesidades, confío en ustedes, pronto veremos los frutos de nuestro esfuerzo, muchas gracias a todos.

Me paro y todos aplauden, se acercan a saludarnos, cuando por fin se van y nos quedamos solos con Esteban, escupe lo que piensa.

—¿Qué fue esa charla motivacional? ¿En qué pensabas? ¡No tenés idea de lo que dije! Y lo que es peor, no tenías idea de lo que tenías que decir.

—Yo...

Y no le pude decir nada, solo tenía la imagen de Macarena girando para que la mire y maldita sea, no me la puedo sacar de mi cabeza.

—¿Qué te pasa?

Insiste Esteban, pero ¿Cómo decirle que estoy así por una chiquilla de 20 o 22 años?

—Mejor salgamos a tomar algo y a festejar.

Quiero distraerlo o distraerme.

—Le aviso a mi secretaria y nos vamos, te veo en el estacionamiento.

Bajé por el ascensor, son 6 pisos, podemos edificar algunos pisos más.

Por ahora nos alcanza el espacio, tampoco me pondría en obra en nuestro edificio en este momento.

Las oficinas son amplias, aún agregando 20 personas, seguiríamos estando cómodos y en este momento solo necesitamos contratar a 10 personas para no asfixiar de trabajo al personal.

Lo espero en mi auto, cuando llega, se acerca y me dice.

—Nos vemos en el lugar de siempre.

Dice mi socio, acercándose a mi auto.

Asiento, Esteban se sube a su auto, llegamos casi al mismo tiempo.

Nos fuimos a una mesa tranquila y brindamos con cerveza, no con whisky, no con champagne, bueno, nos gustaba la cerveza de ese lugar.

La cerveza era artesanal y picada por medio, nos quedamos charlando casi 2 horas.

No insistió en saber que me pasaba, nos conocíamos bien, desde que empezamos la facultad, los dos éramos arquitectos y los 2, también seguimos ingeniería, por que se nos hacía corta la carrera, por la cantidad de materias en común que tenía con arquitectura, solo que Esteban siguió ingeniería en electrónica y yo estudié ingeniería en lo civil, por eso es que yo tengo la firma para edificar grandes edificios.

En un principio, cada uno trabajaba por su cuenta, pero yo comencé a crecer y necesitaba alguien en quién confiar y que me pusiera el hombro, lo llamé sin dudar, pero él tenía sus propios proyectos, que no quería dejar y me propuso ser mi socio en un porcentaje menor.

Descarga la aplicación ahora para recibir recompensas
Escanea el código QR para descargar la aplicación Hinovel.