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Un cambio de perspectiva

Un par de días antes, todo era relativamente normal en la mansión del Ministro Chu, acababan de recibir a Xian, la hija ilegítima del Ministro a quien había tenido con una dama de clase baja, cuando la madre murió su última voluntad fue que Xian viviera con su padre, nadie la recibió con amabilidad más que su abuela, la Señora Mayor Chu y su prima Lian.

La abuela le había regalado a Xian unos delicados zapatos azules como bienvenida pero una vez solas, Mei la media hermana de Xian e hija legítima del Ministro dijo a Xian que esos zapatos sólo se podían usar con ropa de buena calidad y por eso Xian no podía quedarse con esos zapatos pues sus vestidos no eran dignos de ellos.

Mei se paseaba orgullosa con los zapatos azules hasta que se encontró con Xian que cargaba una cesta con tierra que llevaría al jardín, maliciosamente Mei hizo que Xian tropezara haciendo que cayera la tierra sobre los zapatos azules de Mei.

El escándalo que se hizo fue dramático, Mei exigía casi el destierro de Xian quien lloraba temerosa frente a su padre y la madre de Mei.

- Padre, Madre, juro que no era mi intención- decía Xian, en ese momento Lian era Lian aún y era calculadora, entre su lista de venganza estaba sin duda Mei y su madre que nunca fueron agradables con ella, por lo que usaría su encanto e imagen inocente para poco a poco quitarlas de su camino y una vez ella fuera Emperatriz esposa del Li Zhao podría relegarlas a la miseria, por ahora, Xian era su mejor peón para arrojarla a los tigres.

- Es una lástima lo de tus zapatos querida prima, eran tan bonitos, como los que la abuela le regaló a Xian- comentó Lian inocentemente, sin embargo, sabía que la abuela y sus tíos se fijarían y recordarían que esos zapatos no eran de Mei.

- ¡Pero si son los zapatos de Lian!- apuntó la abuela intrigada, Chu Yue no encontraba como desviar el tema del error de su hija y el Ministro se dirigió a Mei.

- ¿Porqué usabas los zapatos que tu abuela le dio a Xian?- preguntó el ministro, Xian no levantaba la mirada pero estaba confundida, Wong estaba ocultando lo divertido de su rostro y Lian ocultaba su sonrisa satisfecha.

- Yo...- comenzó Mei nerviosa, el Ministro se volvió a Xian también.

- Explica- ordenó, Xian levantó la mirada y dudosa los observó a todos, al encontrarse con Lian supo que la chica había hecho el comentario a propósito, le estaba dando una oportunidad para librarse de este castigo, Xian recobró su valentía

- Padre, Madre, Abuela, lo lamento, fui criada en la clase baja por lo que no comprendo el valor de las cosas, mi hermana Mei me hizo ver que su obsequio era demasiado preciado para mí por lo que accedí a que ella, siendo mas digna, pudiera usarlos con el porte adecuado- explicó Xian, Mei enmudeció, la Abuela y el Ministro parecían molestos.

- Mei, como hermana mayor es tu deber enseñar a Xian a portar objetos valiosos con dignidad- indicó la Abuela.

- Es cierto, Mei, vuelve a tu habitación y reflexiona lo que hiciste, Xian, limpia los zapatos y gurdalos honrando a tu Abuela- ordenó el Ministro dando por cerrado el caso.

Cada quien se marchó a su lugar, Mei hizo berrinche en su habitación antes de que su madre entrara.

- Eres descuidada, ¿cómo creíste que no recordarían el regalo que le hicieron apenas hace cinco días?- se quejó Chu Yue.

- No hubiera importado si la Abuela y Padre no la favorecieran- respondió Mei.

- Piénsalo Mei, Chu Xian es como un juguete nuevo, aunque tu padre no lo admita, apreciaba a la madre de Chu Xian, inevitablemente tendrá afecto por su hija ilegítima, pero no te preocupes, mandé una carta a tu primo, Liu Xen vendrá y pondrá orden, no dejará que una ilegítima sea reconocida como la hija principal de la familia Chu.- indicó Yue acariciando la cabeza de Mei quien aún hacía pucheros en el regazo de su madre.

Del otro lado de la mansión, Xian y Lian reían en voz baja.

- Lian, eso fue arriesgado, si no hubiera funcionado nos habrían castigado a las dos- señaló la angelical Xian, Lian sonrió con falsa dulzura, una punzada caló en su sien.

- No es nada Xian, Mei no puede con las dos- señaló con dificultad, Xian la miró extrañada.

- ¿Lian?- la llamó, Lian se desvaneció y cayó sobre el jardín.

Algunos sirvientes ayudaron a llevar a Lian a su habitación, llamaron al médico quien la revisó y no encontró señales de ninguna enfermedad, mencionó que pudo deberse a una descompensación alimentaria, Lian permaneció inconsciente durante tres horas y en cuanto despertó, su sirvienta, Qing'er, detalló que la chica actuaba errática, como si no supiera donde estaba y que se miró al espejo sorprendida como si no se reconociera, igual miraba a Xian y a su propio hermano como desconocidos.

El caso empeoró cuando incluso el caminar de Lian en los días siguientes era distinto, más de una ocasión olvidó los saludos propios de una dama y los modales básicos, comía, hablaba e incluso gesticulaba como una persona completamente distinta, el Ministro no tuvo mayor remedio que llamar nuevamente al médico.

Al revisarla, determinó que Lian estaba físicamente bien, pero que tal vez, su cambio se debía a que al caer, el golpe en su cabeza le había afectado mentalmente, la declararon con pérdida de memoria y el único remedio sería enseñarle nuevamente, fue una desgracia que inmediatamente Chu Yue la relacionó con la mala fortuna que Xian traía a la familia.

Liu Xen llegó a la mansión y todos se inclinaron ante él, apreció el poder que ejercía sobre la familia Chu, pero su mirada se detuvo al notar a la joven que hacía la reverencia más fea y descuidada que había visto en toda su vida.

- Ministro, ¿qué acaso no educa incluso a sus sirvientas más bajas a tener buenos modales?- cuestionó Xen con arrogancia, él Ministro ubicó a quien se refería.

- Discúlpela General, es mi sobrina, Chu Lian, la pobre sufrió un accidente recientemente y parece ser que olvidó muchas cosas- excusó el Ministro.

- Que desgracia, mas no olviden su imagen, un hijo idiota solo puede estar en las zonas menos llamativas- señaló Xen antes de tomar su lugar, el gesto de Lian cambió de nervios a ofensa y enojo, "¿idiota?, ¿la había llamado idiota?" Lian se sentó y trató de mostrar sus mejores modales durante la comida, pero el General ya ni siquiera le prestaba atención.

Tan pronto la comida terminó, Lian se apresuró a salir, quería estar lo más lejos posible del General Idiota, él era el idiota, solo un idiota la llamaría idiota, Lian refunfuño, Qing'er la seguía preocupada, su ama estaba lo que seguía de enojada.

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