Dos
natan
Me despierto temprano y voy al baño a darme una ducha fría, necesito estar súper preparada para enfrentar a mi madrastra y no recordar lo que hice pensando en ella.
Tan pronto como llego al pie de las escaleras, escucho las voces de mi padre y de Helena, él habla en voz baja, pero se puede escuchar el tono alterado en su voz.
"¡Te estabas congraciando con él!" - tu tono es acusatorio!
- ¡Yo no estaba! ¡Acabo de recibir el periódico y entré! - explicó Helena.
"¡No tomes más, entendido!" A partir de ahora lo cojo o lo deja tirado en la puerta! ¡No quiero que hables más con él! - dice mi padre en tono amenazante.
- ¡Todo bien! ¡Ahora suelta mi brazo! - después de un rato se quedaron en silencio bajo las escaleras y veo a mi padre leyendo el periódico y tomando una taza de café, Helena está en el fregadero preparando algo.
- ¡Buen día! - Los saludo.
- ¡Buen día! - dice Helena sonriendo como si nada hubiera pasado entre ella y mi padre.
- ¡Buenos días hijo! ¿Dormiste bien? - Pregunta tomando un sorbo de su café.
- ¡Sí! - respondí con calma.
"Tus clases comienzan mañana, ¿verdad?" - Mi padre vuelve a sacar el tema.
- ¡Sí! ¡Pero hoy visitaré la universidad para conocer el lugar! - Respondí.
- ¡Excelente idea! ¡Bien! ¡Ya llegué tarde! ¡Hijo, siéntete como en casa! - dice mi padre mirando el reloj, luego se levanta y le da un beso en la cara a Helena, quien se queda quieta y no le corresponde y luego se va. Cuando Helena se da la vuelta noto las huellas dactilares moradas en su brazo, y una pequeña gota de sangre en el lado izquierdo de su boca, se me acerca muy gentilmente y me pone un plato de sándwich, eso es lo que estaba haciendo en el fregadero.
—¡Helena no necesitaba que la molestaran! - le digo torpemente a mi madrastra.
- ¡De nada! ¡Pruébalo para ver si es bueno! - sonrió dejándome hipnotizado.
¡Tomo un bocado! Y realmente es delicioso, la miro sonriendo mientras mastico, y ella me devuelve la sonrisa, hasta ese momento no la había visto sonreír, y noto que tiene hoyuelos en la mejilla por el acto.
¡Muy linda!
Bajo la mirada a su cuello blanco y perfecto y me detengo en su busto marcado por sus grandes pechos.
- ¡Muy sabroso! - Pienso en voz alta.
- ¿Qué? - pregunta mal entendida.
"Eee... ¡el sándwich!" ¡Es una delicia! - Trato de ocultarlo.
- ¡Ahhh! ¡Alegro que te haya gustado! Se vuelve hacia el fregadero y comienza a lavar los platos.
Y me vuelvo a perder viendo sus curvas, tiene cintura delgada y caderas anchas aunque use shorts holgados no lo puede ocultar, el tamaño de su trasero, y mucho menos sus piernas gruesas y tonificadas, cambia el peso de su las piernas y el trasero duro tiembla, me lo imagino temblando así después de un buen golpe de mi mano.
¡Mierda! ¡Mi madrastra es un desastre! Se da la vuelta y se da cuenta de que he terminado mi sándwich y se acerca y recoge mi plato, y contengo la respiración cuando lo hace, porque cuando se acercó a mí, todo mi cuerpo comenzó a hormiguear y calentarse, se siente como si Volví a la normalidad, tenía quince años cuando mis hormonas se apoderaron de mi cuerpo.
"¡Hay jugo en la nevera y café en la botella!" - Dice señalando el termo sobre la mesa.
— ¡Gracias Helena! - Te agradezco que te levantes y saques jugo de la heladera.
- ¡Por nada! - Vuelve a mirarme y sonríe, y es imposible ignorar ese punto rojo en la comisura de su labio.
"¿Qué fue eso en la comisura de tu boca?" - pregunto mirando sus labios.
- ¿Qué? - trata de esconderse.
“¡Esa pequeña mancha de sangre! - Me acerco y muevo mi dedo suavemente para sacarlo y me doy cuenta que está lastimado, lucho con todas mis fuerzas para no meter un dedo o dos dentro de esa boca roja y carnosa y suplicarle que me chupe.
Ella da un paso atrás, probablemente porque me tomó demasiado tiempo quitar mi mano de su cara.
- ¡Eso! ¡Vaya! ¡Sí! ¡Llamé a la puerta del baño! ¡Soy un torpe! - dice y vuelve a lavar los platos, esto parece más una bofetada, y estas manchas moradas en su brazo blanco, solo me enojan más, quiero preguntar si mi padre es violento con ella, pero tengo miedo de ella piensa que me estoy metiendo donde no debo, acabo de regresar de un viaje y ya estoy con ella más de lo debido. Ahhh vamos! Me he quedado en casa demasiado tiempo, es hora de que el viejo Nathan Rock salga de la casa y encuentre a alguien con quien tener sexo.
- ¡Me voy de Helena! Digo preparándome para salir de la cocina.
- ¡Buen paseo! - dice toda sonriente, su sonrisa es tan hermosa, y su voz es tan dulce y gentil, me hace sentir como en casa, pero, pero.
Tengo que parar esto y encontrar a alguien a quien joder.
— ¡Hola Natán! - Me saluda Malu ya lanzándose sobre mí.
— ¡Hola Natán! - Manu viene justo después.
- ¡Buenos días niñas! ¡Hasta luego! - No quiero estos, son repugnantes.
- ¿Está saliendo? ¿No quieres ir de compras con nosotros? - insiste Malú.
“¡Tenemos una tarjeta de crédito para gastar como queramos! - Sí, sé cómo obtuviste esa tarjeta de crédito de mi padre.
"¡Gracias, pero no puedo!" ¡Yo voy a ir al colegio! - Respondo y salgo a toda prisa y ni siquiera escucho lo que dicen en respuesta.
Doy un paseo por el campus de la universidad y noto que el lugar es muy grande, el edificio es enorme y tiene varios cursos y estudiantes.
Mientras camino por el campus, me doy cuenta de que las chicas me miran fijamente, siempre he sido el chico más sexy de la escuela secundaria y, aparentemente, en la universidad no será diferente, mi lema siempre ha sido tómalo y no te apegues. , y siempre lo dejo claro a todas las chicas con las que tengo sexo, así evitamos malentendidos innecesarios. - ¿Estás perdido? - Una rubia de ojos verdes se me acerca ya abriendo una sonrisa, camino mis ojos sobre su curvilíneo cuerpo y me doy cuenta que ella es la más grande, mi verga ya está excitada.
— ¡Soy nuevo aquí, tal vez necesito ayuda para conocer el campus! ¡Soy Nathan Roca! - Sólo me presentaré como Toledo en presencia de mi padre.
—¡Iara Marqués! - respondió mirándome de arriba abajo.
-¡Placer! - Le doy a la chica un beso en la mejilla, a propósito en la comisura de su boca, ella sonríe en respuesta y se muerde el labio.
"¿Qué tal si comenzamos con el dormitorio?" - asentí, abriendo mi seductora sonrisa en la que sé que nadie podrá resistirse, y la veo suspirar y empujarme hacia el interior del edificio.
Apenas entramos a su dormitorio y ya empezamos a enrollarnos, la rubia está caliente y caliente como a mí me gusta, se arrodilla y comienza a chuparme la polla, la subo por el pelo, le pongo el condón y hago que se quede cuatro en la cama.
- ¡Fóllame Nathan! - dice toda socarrona y me congelo, porque la voz que escuché no era la de la rubia, sino la de mi madrastra.
- ¡Habla de nuevo! - pedido.
- ¡Fóllame Nathan! - repite.
¡Mierda! ¡Es la voz de Helena! Y eso me pone duro como una roca, la empujo fuerte, y la chica comienza a gemir, y juro que al escuchar los gemidos de Helena, suaves y contenidos en mi oído, cierro los ojos y me imagino su gran culo bamboleándose sobre mi polla. , le doy una palmada fuerte. — ¡Ahhhh! ¡Golpea más a Nathan! - Abro los ojos y no veo ningún cabello rubio frente a mí, solo el cabello negro brillante de la esposa de mi padre, sin demora envuelvo mi mano en ellos y jalo y doy otra bofetada.
— ¡Ahhhh! ¡Más! ¡Más! - Sujeto su cabello con fuerza y golpeo fuerte su delicioso culo sin parar, aumentando mis embestidas y siento a Helena correrse sobre mi polla.
- ¡MIERDA! - Disfruto muy sabroso cerrando los ojos y dando una sonrisa de satisfacción, eso es exactamente lo que quería.
Fude duro a Helena!
- ¡Qué delicia! - Abro los ojos y veo a la linda rubia acostada en la cama y sonriendo satisfecha, y vuelvo a la realidad, no era mi madrastra a quien me estaba follando, sonrío torpemente, me deshago del condón y me despido de la muchacha.
- ¡Oye! ¿No deja su contacto? - pregunta aún recostado en la cama.
- ¡Mejor no! ¡La gente pasa el rato allí! - Salgo de la habitación de la chica sin esperar a que se queje.
Tan pronto como salí del dormitorio me topé con un chico raro, él está en un grupo de tres chicos y todos me están mirando.
— ¡Leo era ese tipo que entró al dormitorio con Iara! - le dice un chico a un chico de cabello castaño, que la rubia no esta soltera!
"¿Qué estabas haciendo con ella?" - pregunta el chico Leo.
"Nada, ¡solo me estaba mostrando la universidad!" ¡Soy nuevo en la ciudad! - Yo miento.
"¿Se tomaron su tiempo allí, Savio?" —¡Vamos, Leo! No solo se tomaron su tiempo, sino que gritaron y gimieron en voz alta para que todos en el pasillo los escucharan.
- ¡Hijo de puta! - el tipo viene con sus amigos hacia mi, y trato de deshacerme de el como puedo, no quiero golpearlo y humillar al pobre aun mas de lo que ya esta, si supiera que el rubio esta comprometido No hubiera salido con ella, ¿cómo alguien que está saliendo se acerca a los demás como ella lo hizo conmigo?
Intento salir corriendo pero el tipo insiste y aun así me pega varios puñetazos y patadas, y así será como me defienda, pongo en práctica todo lo que me enseñó mi padre Malvin, y en poco tiempo dejo el tres tipos en el suelo.
Me voy a casa sabiendo que esta no es una forma muy agradable de empezar en una nueva universidad.
¡Mierda!
Todavía no es mediodía cuando llego a casa, noto que la ruidosa casa de los vecinos está en silencio y vacía, están en el centro comercial brindando por la tarjeta de mi padre, por lo que toda la calle reina una maravillosa tranquilidad.
Tan pronto como entro en la casa, encuentro a Helena arrodillada, fregando el piso, con el culo hacia arriba.
¡Mierda! ¡Es demasiada tentación!
Ella, pareciendo sentir mi presencia, se da la vuelta y su
ojos gris azulados chocan contra los míos, ella se levanta torpemente y con la cara roja, su cabello recogido en un moño en la parte superior de su cabeza con algunos mechones rebeldes, me pregunto cómo debe verse después de una cogida muy segura. — ¡Hola Natán! ¡Has llegado! Estaba tratando de limpiar una mancha de... ¿Qué es esto? ¿Cómo te lastimaste? - pregunta con cara de preocupación y se me acerca.
Lleva pantalones cortos de mezclilla deshilachados, no demasiado cortos, pero lo suficiente para mostrar sus muslos gruesos y regordetes, y una camiseta sin mangas que hace que sus senos reboten cuando camina.
¡Ahhh hombre! ¡Se acerca la tentación!
"¿Alguien te golpeó?" - preguntó mirándome de cerca.
"¡Fue un intento de robo!" - No podría decir que me golpeó el novio de una chica con la que tuve sexo.
Incluso porque durante todo el sexo la estuve viendo a ella y no a la rubia, ni me imaginaba que este tipo de cosas fueran posibles, lo había visto en películas y telenovelas, pero tampoco me imaginaba que alguien pudiera tener sexo. imaginando a otra persona de tal manera real como lo hice antes, aparentemente el cerebro humano le juega más trucos a las personas de lo que puedes imaginar.
- ¡Sientate aquí! - Me saca de mis pensamientos la mujer que me está jodiendo la psique "literalmente" cuando tira de mi mano y me hace sentar en el sofá, y....
¡Santo cielo!
Se arrodilla justo frente a mí entre mis piernas y comienza a poner algún tipo de medicina en mis heridas.
"¡Se va a quemar un poco!" - advierte. Si se suponía que iba a quemar, ¡no lo sentí! Porque mi cuerpo entero ya está ardiendo de deseo por esta mujer caliente arrodillada aquí frente a mí, y lo único que quiero es agarrar fuerte el moño de su cabello y hacer que me chupe la polla, me muerdo el labio con fuerza por este pensamiento
"¡Te dije que se iba a quemar!" - dice con su carita llena de preocupación, y mis ojos recorren sus labios carnosos y bajan hasta su escote que está más expuesto por su posición, y vislumbro estos dos deliciosos melones.
¡Tengo muchas ganas de chuparlos!
Finalmente, se levanta un poco y se acerca un poco más y aplica la medicina en la comisura de mi frente, y mis dedos pican por desabotonar sus pantalones cortos y bajar la cremallera, pero cierro los ojos y trato de controlar mi respiración.
- ¡Lo siento mucho! ¡Pero es mejor sentir dolor ahora y evitar algún tipo de infección! - Trata de explicarme.
¡Me muero de dolor Helena! ¡Pero es mi polla la que está tan dura como la mierda!
- ¡Yo entiendo! ¡Gracias! - Gracias, tratando de recomponerme.
"¿Vas a ir a la policía?" - pregunta guardando la medicina.
- ¡No! ¡Ni siquiera vi quién era! ¡Me voy a mi habitación! - Empiezo a levantarme.
- ¡Cuando el almuerzo esté listo te llamo! - dice con una mirada triste.
- ¡Todo bien! - ¡Subo corriendo las escaleras y entro corriendo a mi habitación cerrando la puerta! Voy directo al baño y empiezo a masturbarme una vez más para la esposa de mi padre.
¡Mierda! ¡Estoy tan arruinado! ¡Todo lo que quería era follarla realmente caliente! Pero eso suena muy mal en muchos sentidos, y el primero y más obvio es que ella es la esposa de mi padre, y el segundo es que no tiene idea de que estoy loco por ella.
¡Ahhh mierda! ¡No sé cuánto tiempo más podré soportar esta tortura!